La búsqueda de Lorca

En el año 2009 el inicio de los trabajos en la fosa de Federico García Lorca ocupaba los titulares de todos los periódicos. Entonces saltó la sorpresa.

Además del grupo formado por García Lorca, Dióscoro Galindo, Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, aparecieron dos nuevos nombres; el del restaurador Miguel Cobo Vílchez[2] y el del inspector municipal de impuestos, Fermín Roldan García, cuyas familias los reclamaban al pensar que sus restos se encontraban con los del poeta o en las cercanías de su fosa.

Como en la gran mayoría de los casos de las víctimas de Víznar, la falta de un trabajo específico ha generado un desconocimiento de las historias y de las vidas de estas mujeres y hombres que trataremos de ir esclareciendo.

Un hombre comprometido con la sociedad

Fermín Roldán era una persona muy conocida en la Granada de los años 30. Estaba casado con Mercedes Díaz Montijano y tenían cuatro hijos; Miguel, Mercedes, Fermín y Juan de Dios, que contaba apenas unos meses cuando asesinaron a su padre. Era comerciante, su familia tenía una tienda de legumbres en la céntrica calle Alhóndiga. Durante la República fue inspector de impuestos municipal entrando primero como interino y luego opositando a la plaza.

Su actividad pública comienza muy temprano. Participa en la constitución en el año 1921 en Granada de la Sociedad de Casas Baratas, celebrada en el Café Suizo y presidida por Wenceslao Guerrero, figura importantísima del Partido Socialista en Granada

Su actividad pública comienza muy temprano. Participa en la constitución en el año 1921 en Granada de la Sociedad de Casas Baratas,[3] celebrada en el Café Suizo, y presidida por Wenceslao Guerrero, figura importantísima del Partido Socialista en Granada, siendo parte de la Sociedad, Gervasio Díaz, Antonio Gallego Burín y Tomás Baena entre otros. En este año se aprueba la Ley de Casas Baratas que pretende mejorar la anterior ley de 1911 y solucionar la crisis de la vivienda, facilitando, en un primer momento, el acceso a las clases populares. Posteriormente se extendió a las clases medias.

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Ley de Casas Baratas.

Militante muy activo del Partido Socialista, en el Congreso de la UGT de 1931 ocupó la vicepresidencia de este ya que formaba parte de la ejecutiva saliente, mientras que José Raya Hurtado,  sería uno de sus compañeros de muerte en Víznar, ocupó la presidencia[4]. Había sido, además, presidente la Sociedad de Profesiones y Oficios Varios de Granada en 1932[5] y vocal de la Asociación de Funcionarios Municipales en 1934[6].

Su implicación política le lleva a ser uno de los candidatos proclamados para las elecciones de diputados a Cortes el 16 de febrero de 1936 por el Frente Popular.[7].

Detención y desaparición

Masón, era miembro de la Logia Alhambra con el nombre de “Trabajo” desde su creación en 1927. Esta logia volvería a revivir con el nacimiento de la Segunda República. Según los profesores Mario López y Rafael Gil “es la más importante de Granada y la que alberga a mayor cantidad de personalidades políticas y de la administración republicana”.

Fermín Roldan siguió acudiendo a su puesto de trabajo tras el golpe y parece que se libró de la oleada de detenciones de los masones granadinos que se produjo a partir del 5 de agosto.

Sería sacado de su casa de la calle Navas número 23 en madrugada del día 24 de agosto de 1936. Y, según cuenta Mercedes Díaz Montijano, “liberado” al día siguiente, “sin que desde entonces se hayan vuelto a tener noticias de él”. Será inscrito en el Registro Civil de Granada como desaparecido en 1939[8].

Como muchos funcionarios del Ayuntamiento de Granada, veremos más casos en próximos trabajos, fue depurado

Esta fecha concuerda exactamente con la documentación hallada en el Archivo Municipal de Granada, donde se encuentra un expediente abierto “por falta de asistencia” por el que será declarado suspenso de empleo y sueldo.  Como muchos funcionarios del Ayuntamiento de Granada, veremos más casos en próximos trabajos, fue depurado. El jefe del Negociado de Impuestos del Ayuntamiento de Granada declara en documento de 26 de agosto “que el inspector de impuestos Don Fermín Roldán, desde el día 24 del actual no se ha presentado”, lo que concuerda con la declaración tomada a su esposa que el día 2 de septiembre dice que desconocer el paradero de su marido “desde hace siete días”.

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 Declaración de Mercedes Díaz Montijano en el Expediente judicial de inscripción fuera de plazo del “fallecimiento” de Fermín Roldán.

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 Expediente de Fermín Roldán en el Archivo Municipal.

Una familia destrozada

La situación desesperada de la familia tras la desaparición y asesinato del cabeza de familia es narrada por el párroco de San Matías[9].

“Su familia, bastante numerosa quedó bastante mal, fue atendida por las instituciones benéficas hasta que el hijo mayor (Miguel) trabajó en los tabacos y con su jornal y con la ayuda de la familia, que algo les favorecen se van sosteniendo”.

El delegado de Falange explica, en un escrito de marzo de 1943, que Mercedes Díaz trabaja de costurera para mantener a sus hijos y obtiene “una renta 7 pesetas diarias por varias habitaciones que tiene arrendadas[10]”.

No fue Fermín Roldán el único fusilado de la familia, ni el único represaliado, lo que puede explicar el espeso silencio familiar posterior

Según el artículo aparecido en el Diario de Cádiz en agosto del 2009 “Roldán tenía cinco hijos y su muerte se mantuvo en secreto en la familia, de modo que sólo uno de sus hijos transmitió lo sucedido a sus sucesores, que son los que ahora han pedido a Justicia participar en el proceso de apertura de la fosa.” Pero ahora sabemos algo más, y es que no fue Fermín Roldán el único fusilado de la familia, ni el único represaliado, lo que puede explicar el espeso silencio familiar posterior.

La tragedia de los Díaz Montijano

Los hermanos de Mercedes, José y Antonio Díaz Montijano, cuya trayectoria política está muy unida a la de su cuñado, Fermín Roldán, sufrieron también los rigores de la represión.

Antonio Díaz Montijano trabajaba de encargado de la famosa joyería Regent de Granada teniendo como compañero de trabajo al relojero Tomás Baena socialista y masón como él[11]. Afiliado al Partido Socialista era miembro de la Logia Alhambra con el nombre de simbólico de “Rebelde” desde febrero 1927[12]. Además, era el vicepresidente de la Filarmónica Granadina en el año 1932, de la que también fue vocal Fermín Roldán en la directiva de 1930.[13]

“Las iniciativas y el acierto del Sr. Díaz Montijano han conseguido hacer de la Casa Brillantes Regent la preferida del público granadino y forastero (..)”

Detenido tras el golpe de Estado pasará 5 o 6 meses en la cárcel muriendo de una neumonía el 2 de febrero de 1936 a los 48 años[14].

Fue condenado por el Tribunal de Responsabilidades Políticas a pagar una multa de 300 pesetas, aunque es su esposa, Ana Vílchez Jiménez, quien tiene que abonarlas. A ella le fue embargada la cuarta parte de la casa de su propiedad en la calle Panaderos de San Lázaro, embargo que no sería levantado hasta el año 1960.

Sería juzgado por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo siendo su caso sobreseído.

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 La joyería relojería Brillantes Regent. Granada Gráfica, noviembre de 1922. Biblioteca Digital de Andalucía.

José Díaz Montijano regentaba un quiosco en la céntrica plaza del Campillo y se dedicaba a la representación comercial

José Díaz Montijano regentaba un quiosco en la céntrica plaza del Campillo y se dedicaba a la representación comercial. En el año 1931 fue Administrador de arbitrios municipal. Reconoce ante las autoridades franquistas su militancia en el Partido Socialista hasta la Revolución de Asturias y su actuación como “guardia cívico” de los socialistas al principio de la República, siendo acusado por ello de “portar brazalete de miliciano”. También fue, junto a su cuñado, parte de la directiva de la Sociedad de Profesiones y Oficios Varios de Granada en 1932. En la declaración jurada del expediente de responsabilidades explica su situación familiar[15].

“Tengo a mi cargo a mi esposa enferma y a mis tres nietos, Matilde, José y Emilio Diaz Morales menores de diez años y huérfanos de padre”.

Ese padre era José Díaz Lozano[16], hijo mayor de José y Elena, y secretario del Ayuntamiento de Pulianas[17]. Fue fusilado a las cinco y media de la mañana del día 22 de agosto de 1936 en las tapias del Cementerio de Granada.[18]

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 Orden de inscripción, tras su fusilamiento, de José Díaz Lozano.

El fin

Fermín Roldán sería sentenciado, ya muerto, a 12 años y un día de reclusión menor por Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo[19].

Paradójicamente es un compañero masón, Antonio Mendoza de la Fuente, quien narra el asesinato en Víznar de Fermín Roldán el día 25 de agosto de 1936 con 40 años.

“Y allí enterramos a diecisiete, entre ellos, un maestro de Pinos Genil; a dos enfermeros del Hospital de San Juan de Dios, padre e hijo; a don José Raya Hurtado, que vivía en la Calderería y era socialista antiguo, suegro de Pepe Carazo; a éste lo detuvieron el 5 de agosto, pasó a la cárcel y esa mañana lo fusilaron en Viznar; y a Fermín Roldán, que vivía en la calle Navas y tenía un puesto en la Alhóndiga”.

[19] Ruiz Sánchez, J.-L. (2010). La Masonería en Granada en la primera mitad del siglo XX. Editorial Universidad de Sevilla. Pág. 222-223. Expediente 22.922, sumario 693/42.K

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SIN ARCHIVOS NO HAY MEMORIA

Queremos resaltar la gran herramienta para la investigación que es el portal andaluz ARCHIVAWEB que nos está facilitando el trabajo de consulta y repaso de los numerosos expedientes de represaliados necesarios para realizar estos trabajos.

Agradecemos el esfuerzo realizado por todos los archivos participantes.

Este es un espacio de El Independiente de Granada, con la colaboración de las asociaciones memorialistas, para el recuerdo y el homenaje a las víctimas del franquismo.

Para que nunca se olvide. Para que nunca se repita.

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Reportajes de la sexta temporada del Foro de la Memoria:

• La historia de un desaparecido, José Navarro Polo, y la lucha de su viuda, Magdalena Velázquez Giner

• 'En la agonía de la muerte'

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Otros artículos:

• La memoria de los Laraño Capeli

• Federico Angulo y la última línea de defensa en La Desbandá