El principio del fin
Pasadas las seis de la tarde del 20 de julio de 1936, veinte efectivos de la Guardia de Asalto republicana custodian desconcertados el Gobierno Civil (actual facultad de Derecho), el gran objetivo de los sublevados una vez conseguida ese mismo día la adhesión de los cuarteles de la plaza. De un momento a otro, los militares y las fuerzas de Falange aparecerán por la calle Duquesa.
En su interior, el gobernador civil, César Torres, preside desde la mañana un desesperado comité permanente del Frente Popular, que a esas alturas dispone ya de poco margen para hacer frente a la cascada de adhesiones que reciben los sublevados entre los elementos militares de la ciudad, pese a los intentos del general Campins, gobernador militar, de mantenerlos leales al gobierno.
El proceso sumario incoado por la autoridad militar contra la cúpula del Frente Popular dejó a éste poca posibilidad de defensa. Sólo el gobernador civil encontrará un resquicio para evitar la pena capital. Así, acusados de un delito de rebelión, fueron juzgados el 1 de agosto el propio César Torres, el presidente de la Diputación, el comerciante Virgilio Castilla Carmona (48 años), líder socialista de gran carisma; el insigne ingeniero y jefe de la Demarcación de Obras Públicas, Públicas, Juan José Santacruz Garcés (46 años); el dirigente de Socorro Rojo Internacional, abogado y concejal socialista de Granada, Enrique Marín Forero (35 años) ; el sindicalista de UGT, militar retirado y maestro artillero de la fábrica de pólvoras, Antonio Rus Romero (46 años); , y el ex cenetista José Alcántara García (30 años), del Partido Sindicalista.
Todos ellos se encontrarían en los calabozos, entre otros, con el alcalde, Manuel Fernández Montesinos, arrestado esta misma tarde en su despacho del Ayuntamiento de Granada, que ocupaba hacía apenas una semana.
El caso es que las escuadras falangistas se adelantaron a la decisión del general Campins, de armar a las Juventudes Sociales, a las milicias comunistas y anarquistas, y a primera hora de la tarde del 20 de julio lograron hacerse con el control de Los Mondragones y salir armados a las calles con el comandante Valdés al frente.
Para entonces, el capitán Nestares domina la comisaría de Vigilancia y Seguridad, frente al Gobierno Civil, y ha paralizado la entrega de armas a milicianos destinados a marchar sobre Córdoba. A esa hora, cuatro y media de la tarde, según escribe Rafael Gil Bracero en el volumen La Guerra Civil en Andalucía Oriental 1936-1939, “el Frente Popular, sin armas, ya no tendrá oportunidad de reaccionar en cuanto las tropas ocupen sus primeros objetivos“.
En el interior del Gobierno Civil se encuentra el teniente de la Guardia de Asalto, Rafael Martínez Fajardo, que cuando aparecen por allí los militares sublevados y escuadras falangistas se une a ellos y evita que sus hombres hagan fuego en defensa de la República.
La tropas toman el edificio sin apenas resistencia. Se oyen disparos aunque no se registran víctimas. El presidente de la Diputación, Virgilio Castilla, lleva un arma en la mano cuando el comandante Valdés sube por las escaleras para ocupar el poder civil de la provincia. Según el atestado, la declaración de Valdés, la acusación del fiscal y la sentencia, Castilla disparó contra la Valdés sin acertarle antes de ser reducido y detenido.
Durante la rápida instrucción de la causa, los seis acusados negaron los cargos. El más vehemente en su defensa fue el ingeniero Juan José Santacruz, porque no estaba en el Gobierno Civil cuando llegaron los falangistas y los soldados de Artillería. El jefe de Obras Públicas insiste reiteradamente durante el proceso que ya no era miembro del Frente Popular y que no intervino en ninguna trama para armar a milicias subversivas.
Esa tarde Santacruz -que diseñó la carretera a Sierra Nevada y el puerto de Motril- estaba en el estudio de pintura de su hija en la calle Molino de Corteza del Carmen y de allí se marchó a su domicilio en Plaza Nueva 2, donde a las dos y media de la madrugada fue detenido. Su abogado se quejaba amargamente en el escrito de defensa: “hechos todos que hubiéramos demostrado plenamente si la denegación de la prueba propuesta -declaración de los agentes que lo detuvieron- no hubiera dejado a nuestro patrocinado en el estado de indefensión en que la aludida negativa le sitúa“.
Virgilio Castilla declaró que desconocía que se hubiese declarado el estado de guerra y que exhortó a la guardia de asalto a no disparar contra el ejército que se aproximaba al Gobierno Civil; admitió que efectivamente encontró un arma en el edificio pero que, lejos de hacer uso de ella contra Valdés, se la entregó al capitán Nestares y proclamó su disposición en todo momento a “conservar y hacer conservar el orden”.
Antonio Rus declaró haber acudido al Gobierno Civil a recibir órdenes sobre una columna de milicianos que debía marchar sobre Córdoba, añadió que el gobernador civil dejó claro a las tropas que custodiaban el edificio que debían disparar contra los asaltantes y que vio a Castilla con un arma en la mano aunque no pudo precisar si la disparó.
Enrique Marín Forero,… del Ayuntamiento de Granada, fue confundido con su hermano, que trabajaba en el Gobierno Civil, pero a pesar de ello fue acusado de conspirar igualmente desde el consistorio. Reconoció que en el Ayuntamiento “se había oido” algo sobre la constitución de una columna para marchar sobre Córdoba.
El gobernador César Torres evitó la pena de muerte al aceptar el tribunal que siempre actuó acatando órdenes del Gobierno de Madrid. Aportó eso sí datos sobre la aparición en su despacho de unas supuestas listas negras de militares y falangistas. Torres salió del paso asegurando que en realidad eran dos listas, una de oficiales a los que el Frente Popular quería trasladar a otras plazas, y otra de falangistas que, en caso de levantamiento popular, serían detenidos preventivamente para salvaguardar su integridad.
Eliminado el poder civil, democrático y legítimo, con una farsa de juicio, siguiendo las instrucciones de Francisco Franco y de Queipo de Llano, el terror ya se podía imponer sobre el pueblo...
Para que nunca se olvide. Para que nunca se repita.
En colaboracion con y las asociaciones memorialistas de la provincia de Granada.
Si no tuviste oportunidad o quieres volver a leerlos, estos son los reportajes del Foro de la Memoria:
- Arqueología de la Posguerra, patrimonio en desmemoria en la sierra de Loja
- Antonio García Ordóñez, último superviviente de la Agrupación Guerrillera de Granada
- En memoria de Torcuato Olivencia Jiménez, fusilado en las tapias del cementerio de Guadix
- El psiquiatra José Antonio Bravo Martínez, condenado por republicano a 30 años, que acabó exiliado en la Alpujarra como médico ejemplar
- Familia Robles Ramos, tres fusilados y el dolor de no conocer su paradero
- Así eliminó el franquismo a los periodistas leales a la República
- Rafael Guervós Cantano, maestro de primeras letras, legado vivo de integridad moral y profesional
- Concepción Gallardo, de miliciana en Loja a silenciada por el franquismo
- La Desbandá, de Moraleda de Zafayona a Tarragona
- La familia López Mingorance, símbolo de la masacre del Carrizal
- José Raya Hurtado, el viejo socialista que proclamó la República
- 'Fue hace 50 años'
- Magdalena Ordóñez, una voz de la memoria
- El terror y la dictadura. Seis razones para seguir luchando
- La fosa común del Cementerio de San José de Granada: Lugar de Memoria Histórica Democrática de Andalucía
- 'La odisea del niño José García Puente (De Güéjar Sierra a Quéntar). Reportaje del diario Solidaridad Obrera 27 de septiembre de 1936'
- Luis Fajardo, el alcalde que escribió una carta desde la cárcel, antes de ser fusilado
- Antonio García Ordóñez, último superviviente de la Agrupación Guerrillera de Granada
- La historia de la familia Miranda, masacrada por el fascismo
- Manuel Valor Cara, de la cuesta del Pino al campo de concentración de Albatera
- Carmen López Iglesias, superviviente de la Desbandá
- 'Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada'
- El Fuerte del Horror. Torturas y ejecuciones extrajudiciales en Carchuna y Castell de Ferro en julio de 1947
- La lucha de un hijo para que no se olvide a su padre, el concejal Juan Fernández Rosillo
- Natividad Bullejos, una mujer libre
- Salvador Vila y Miguel Unamuno: vidas paralelas
- La memoria escrita de Güevéjar
- Luis López García 'Jorovive'
- El abuelo estaba bajo el almendro
- Antonio Pretel Fernández, de Granada a la Unión Soviética
- Depuración de maestros republicanos, uno de los episodios más infames de la represión franquista
- Paulina Odena García. 'Lina Odena'
- Jesús Yoldi Bereau, profesor de la Universidad, intelectual y alcalde
- Recordando a Matilde Cantos Fernández, una feminista 'avant la lettre'
- Agustina González López, La Zapatera, fusilada por romper moldes
- En Honor, Memoria y Justicia de José Alganza Granizo
- José Becerril Madueño, defensor de una avanzada educación pública de calidad, al servicio de Baza
- Pedro Domínguez Mazo, el escultor bilbaíno fusilado en Víznar
- Ángel Matarán y Justa de Vicente, maestros de la República
- Diana y Libertad, las mujeres que se vieron obligadas a cambiar de nombre por la represión franquista
- Las Tres Rosas de Chimeneas
- Menoyo Baños, semblanza del ingeniero militar comprometido con la República
- Últimas horas de Federico en el Gobierno Civil, lugar de violencia, terror y represión
- Dióscoro Galindo, el maestro cojo fusilado junto a Federico García Lorca
- La anhelada reparación para los catorce de Pinos Genil
- Constantino Ruiz Carnero
- La búsqueda de Rosalía
- Eufrasio Martínez, el periodista que cambió la pluma por el fusil para defender la legalidad de la República
- Los hermanos Quero, iconos de la lucha contra el Régimen
- Rosario Bustos Prados, memoria de La Desbandá
- Los nietos de guerrilleros de la Alpujarra se movilizan para hallar sus cuerpos y dignificar su memoria
- Cúllar desentierra la memoria de sus represaliados
- Agustín Gómez Bonilla, el carpintero de El Fargue
También te puede interesar:
- Los niños y niñas de La Colonia de Almuñécar y La Desbandá. El caso del maestro y piloto republicano Francisco Arroyo Adarve
- 'Sí, fue un crimen'
- Doctor Norman Bethune, héroe de La Desbandá
- Los hermanos Esparrell, víctimas de La Desbandá
- El Fuerte sin memoria. El rescate de los prisioneros asturianos del presidio de Carchuna en mayo de 1938
- 'El crimen del cortijo'
- José Jiménez de Toro, un guardia civil fiel a la II República Española
- Carmen Alcántara Hidalgo, la mujer que se tomó la adversidad con buen humor
- Homenaje a los maestros y maestras de Primeras Letras republicanos