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En memoria de Torcuato Olivencia Jiménez, fusilado en las tapias del cementerio de Guadix

Blog - Foro de la Memoria - Iluminada Jiménez Olivencia - Sábado, 10 de Octubre de 2020
Iluminada Jiménez Olivencia recupera la memoria de su tío abuelo, Torcuato Olivencia Jiménez, fusilado en las tapias del cementerio de Guadix, con 28 años, en este artículo en el que describe cómo llegó a conocer su historia desde la primera vez que se interesó por su muerte y preguntó qué era para ser asesinado y le respondieron: "nada, muy pobre".
Lápida en el cementerio de Guadix con los nombres de los fusilados en sus tapias.
AGRMH
Lápida en el cementerio de Guadix con los nombres de los fusilados en sus tapias.
Este es el relato en primera persona de Iluminada Jiménez Olivencia, en memoria de su tío abuelo Torcuato Olivencia Jiménez, barbero de profesión, apodado Pelón, condenado en un consejo de guerra, el primero de mayo de 1939, pero también en memoria de otras y otros muchos, casi anónimos, de los que poco se sabe, también asesinados por el franquismo, porque, como dice la autora, "recordar sus nombres, contar sus historias para que no queden en el olvido, ni en el anonimato, no sólo ayuda a la dignificación de las víctimas, sino también a conocer nuestra historia colectiva. Pero también la personal".

La historia de mi familia

Mi tío abuelo Torcuato Olivencia Jiménez fue fusilado en las tapias del cementerio de Guadix el dos de junio de 1939 muy cerca de la ermita de san Antón, el lugar en el que estuvo preso hasta su ejecución. Tenía 28 años y dejaba mujer y dos niños pequeños. Recuerdo que la primera vez que supe de él pregunté si lo condenaron por "motivos políticos", ¿qué era mi tío?, preguntaba, y la respuesta fue: "nada, muy pobre".

Muchas familias buscan en las asociaciones de memoria histórica información para conocer el lugar en el que yacen sus familiares, cuáles fueron sus últimas horas, porqué fueron procesados... En mi caso no fue así, primero llegué a la memoria histórica y después supe de mi familia

Muchas familias buscan en las asociaciones de memoria histórica información para conocer el lugar en el que yacen sus familiares, cuáles fueron sus últimas horas, porqué fueron procesados... En mi caso no fue así, primero llegué a la memoria histórica y después supe de mi familia. 

Me presté a trabajar con mis compañeros y compañeras en un asunto que entiendo de vital importancia para la democracia, para la justicia y la libertad y fui recompensada con el conocimiento de mi propia historia.

Cuando me trasladé a Granada, por razones de trabajo, la agrupación socialista de Guadix me pidió que me pusiera en contacto con personas que estaban trabajando por la recuperación de la Memoria histórica. Fue entonces cuando conocí a quienes desde entonces han sido compañeros y compañeras imprescindibles en mi vida. 

Una de ellas, quizás la más querida y la que más me ha ayudado con su testimonio en mi tarea como miembro de la asociación memorialista ha sido Magdalena Ordoñez, nuestra presidenta de honor. Con ella y con Manolo Ruiz, que llegó al Ayuntamiento de Guadix en 1979 comenzamos nuestro trabajo ayudados siempre por las investigaciones y la disponibilidad del profesor Rafael Gil Bracero, presidente de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica

La fosa común apareció por casualidad para los que no sabían de su existencia. Sí la conocían los familiares de las víctimas que cada año, el día 1 de noviembre, solían acudir, en la clandestinidad y el silencio, a recordar a sus muertos y rendir el homenaje de su cariño y su recuerdo.

En 1979, durante un entierro, se encontró en el suelo la bala de un máuser y a partir de ahí la agrupación socialista de Guadix se propuso realizar una intervención que protegiera la fosa, que se hallaba expuesta a quedar sepultada por las sucesivas ampliaciones del cementerio

En 1979, durante un entierro, se encontró en el suelo la bala de un máuser y a partir de ahí la agrupación socialista de Guadix se propuso realizar una intervención que protegiera la fosa, que se hallaba expuesta a quedar sepultada por las sucesivas ampliaciones del cementerio.

Tras las obras de cercado, colocación de una tumba y la pintura de símbolos por la paz, que fueron pagadas por el PSOE accitano, el 1 de noviembre de 1980 se celebraba en ese espacio un acto de homenaje a las víctimas.

Durante muchos años estas obras facilitaron el encuentro y el homenaje. Flores y lectura de poemas, música, emoción y lágrimas.

Para el 14 de abril de 2013 colocamos una lápida en la que se escribieron los nombres de los que allí estaban enterrados y desde ese momento dejaron de ser anónimos. Un paso más para rescatarlos del olvido para dignificarlos como seres humanos. 

Al leer la lista con los nombres me encontré con los apellidos de mi familia, con el nombre de mi tío. Hasta entonces no conocía los hechos. Pregunté y después de tantos años de silencio en casa las palabras fluyeron con dolor pero también con alivio.

Ermita de san Antón en Guadix, donde permaneció detenido hasta su fusilamiento. Imagen de la AGRMH.

Sé que hay mucha gente que piensa que estas son cosas del pasado que nada tienen que ver con nuestras vidas de ahora, y yo les diría que se equivocan. Cuando conoces la historia pasada entiendes mejor el presente. Cuántas veces escuche en casa "cuantas penas."   

Estando preso en la ermita de san Antón su madre pidió clemencia para que no lo ejecutaran. Él nada había hecho, como tantos otros, y estaba sentenciado a muerte

Estando preso en la ermita de san Antón su madre pidió clemencia para que no lo ejecutaran. Él nada había hecho, como tantos otros, y estaba sentenciado a muerte. 

Mi abuelo Miguel acompañaba a su madre en tan triste empresa. Les permitieron pasar la última noche de su vida con él. Madre y hermano lo acompañaron en la ermita hasta que al amanecer, entre chanzas y risas, los despidieron. 

Les dijeron que ya no los iba a necesitar más en el sitio al que iba. Y desde esa mañana yace en la fosa común del cementerio de Guadix junto con hombres y mujeres que corrieron la misma suerte. 

Esa noche terrible y el duelo por el hijo y el hermano perdido pesarán para siempre en la vida de la familia.

Podría seguir relatando lo que fue la cárcel para el abuelo, criar a las hijas sola para la abuela. Estar señalados. El miedo y el silencio. Pero no voy a detallarlo.

Recordar sus nombres, contar sus historias para que no queden en el olvido, ni en el anonimato, no sólo ayuda a la dignificación de las víctimas, sino también a conocer nuestra historia colectiva. Pero también la personal

Recordar sus nombres, contar sus historias para que no queden en el olvido, ni en el anonimato, no sólo ayuda a la dignificación de las víctimas, sino también a conocer nuestra historia colectiva. Pero también la personal.

Como docente y como ciudadana, lamento el abandono al que se ha sometido a la ley de Memoria histórica de marzo del 2017 en las aulas. 

El Plan andaluz para su estudio en los centros educativos, integrada en el currículum, para que los centros escolares puedan conocer la historia desde el conocimiento científico y la investigación, con el objetivo de contribuir al fortalecimiento de los valores democráticos y conservarla y difundirla, se ha paralizado y con él el derecho a la verdad.

Iluminada Jiménez Olivencia es profesora jubilada, pertenece a la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica.
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Este es un espacio para el recuerdo y el homenaje a las víctimas del franquismo.

Para que nunca se olvide. Para que nunca se repita.

En colaboracion con  y las asociaciones memorialistas de la provincia de Granada. 
 
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Si no tuviste oportunidad o quieres volver a leerlos, estos son los reportajes del Foro de la Memoria:

Puedes consultar los reportajes de la primera temporada del Foro de la Memoria en los siguientes enlaces:

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Imagen de Iluminada Jiménez Olivencia

Es profesora jubilada y pertenece a la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica.