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Imagen de una de las manifestaciones en defensa de la escuela pública en Granada. IndeGranada

Hay canciones que forman parte de la historia de la música española, creadas en Granada, con títulos inconmensurables, como Segundo Premio, de Los Planetas. Pero los segundos premios no terminan de gustar cuando se aspira a un título, y menos cuando se viene de la primera posición. En una legislatura, la pasada, la educación pública andaluza ha experimentado algo parecido. 

El Gobierno de PP y Ciudadanos, por convicción y para cumplir con las exigencias de su socio Vox, no ocultó que la prioridad sería la concertada

El Gobierno de PP y Ciudadanos, por convicción y para cumplir con las exigencias de su socio Vox, no ocultó que la prioridad sería la concertada. Para esta escuela modificó el decreto de escolarización. El objetivo, facilitar al máximo la escolarización en los centros privados concertados. Sin tapujos. Muy al contrario, porque las críticas del PP a los sucesivos gobiernos de la Junta se centraron en que las familias en Andalucía no podían elegir el centro que querían, a pesar de que los porcentajes indicaban lo contrario -más del 90 por ciento lograba el centro elegido-. La afirmación escondía en realidad el interés por aumentar la capacidad de los centros concertados. De la escuela pública se llegó a decir desde la Consejería de Educación y Deporte que estaba "acomplejada" y que miraba "de reojo" a la concertada.

Lo que hizo la Junta esta legislatura pasada fue incluir los centros concertados en todas las zonas de escolarización. En su día lo explicamos con ejemplos, que recuperamos: si en un barrio de Granada capital no hay un centro concertado en el área de influencia que le correspondía para la escolarización, con la nueva norma las familias de ese barrio pueden optar a escolarizar a sus hijos e hijas en un colegio concertado que antes estaba fuera de su alcance por estar asignado a otra zona de influencia; en un municipio donde haya tres centros públicos y uno concertado, toda familia que lo desee puede optar a elegir ese centro concertado con independencia de la distancia del hogar familiar.

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La Consejería de Educación y Deportes sufrió el pasado abril la pérdida de su titular, Javier Imbroda, recordado por su trayectoria deportiva. En su memoria, el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, escribió el artículo 'Javier Imbroda: líder, compañero, amigo'

Otro dato que lo certifica llega de las unidades suprimidas. La escuela pública pierde. En dos cursos, según datos del sindicato de Enseñanza de CCOO en Granada, el Gobierno andaluz suprimió 202 unidades en la escuela pública de la provincia. El argumento esgrimido por el Gobierno andaluz para eliminar esas clases fue la baja natalidad. Pero como han recordado con insistencia sindicatos de la enseñanza, entre ellos Ustea, no se explica que este fenómeno, el de la baja natalidad, no afecte a los centros privados concertados, que mantienen su oferta “blindada” desde hace años.

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Los resultados de la educación en Andalucía han sido siempre uno de los mensajes con los que el PP ha atizado a los gobiernos socialistas. Además de Pisa, del que ahora ya nadie quiere hablar, pero que fue una herramienta de oposición para recordar un día sí y otro también que el alumnado andaluz aparecía a la cola, hay un indicador también que sirvió para la crítica, el abandono educativo temprano. Es decir, aquellos estudiantes que dejaban el sistema educativo sin completar ni siquiera los estudios obligatorios, lo que los situaba en el mercado laboral sin obtener el título más básico.

Andalucía estaba muy atrás porque venía de muy atrás -hace cuarenta años más del 11 por ciento de la población era analfabeta-. Además, en los años del 'boom' inmobiliario, la construcción era bastante más atractiva que las aulas. Aunque las crisis después dictan sentencia.

La tabla sobre estas líneas, elaborada por el Ministerio de Educación con los datos de la EPA, refleja cómo ha evolucionado el indicador del abandono educativo temprano en una década. Y demuestra que el esfuerzo para revertir ese dato ha sido continuado. Y ha dado sus frutos. 

En 2011, la tasa de abandono educativo temprano era en Andalucía del 32,1. En 2021, diez años después, está en el 17,7. Andalucía sigue a la cola pero lleva muchos años con medidas, planes y refuerzos para atajarlo. Los gobiernos anteriores, también. Esos 14,4 puntos no se han reducido en esta legislatura, sino en diez años y recogen los frutos de esas medidas citadas. Porque los programas de refuerzo, planes de calidad o los itinerarios específicos para el alumnado en riesgo de abandono llevan muchos años instalados en la escuela pública andaluza. 

Menos alumnado pero la misma ratio, a pesar de la pandemia

Las asociaciones de madres y padres del alumnado de la escuela pública han expresado su malestar con el Gobierno andaluz por no aprovechar ese descenso de la natalidad con el que se justifica el cierre de unidades para acometer una de las mejoras pendientes en las aulas andaluzas, la bajada de la ratio. El número de estudiantes por docente varía según la etapa -25, 30 y 35 para Primaria, Secundaria y Bachillerato- y la ley permite aumentarla hasta un 10 por ciento. Es ahí donde está la trampa, según denuncian insistentemente, desde hace años familias y sindicatos. Pues ese incremento se entiende como una medida extraordinaria para atender circunstancias sobrevenidas. Pero se utiliza para hacer frente a necesidades comunes y para no abrir unidades. Se opta por tener una con 28 escolares, en lugar de dos con 14. Es una cuestión de recursos. 

Pero la ratio es una de las claves para la mejora de la calidad. Coinciden en ello docentes, sindicatos y familias

Pero la ratio es una de las claves para la mejora de la calidad. Coinciden en ello docentes, sindicatos y familias. 

Era el momento de afrontar esta medida, con una pandemia que puso el foco en las aulas y ha obligado a los centros educativos y su personal  -equipos directivos, docentes, administrativos y personal de limpieza- a un esfuerzo añadido los últimos dos cursos. Y más recursos por parte del Gobierno central precisamente a raíz de la pandemia. No se ha hecho.

Un grave conflicto con los recortes en la escuela rural que asustó al PP

La gestión en educación ha sido un tanto errática. El mejor ejemplo de ello es la contundente movilización ciudadana que rechazó 'experimentos' y el cierre de centros educativos públicos. El Gobierno de PP y Ciudadanos puso sobre la mesa una reforma de la red de centros que acababa con escuelas rurales, con lo que ello significa para los municipios. 

El malestar fue tal, sobre todo en el ámbito rural, que asustó al PP, algunos de cuyos alcaldes llegaron a manifestarse en Granada en contra de los planes de su propio Gobierno

En pleno debate sobre la lucha contra la despoblación, la medida que planteó el Gobierno andaluz preveía por un lado el cierre de los conocidos como Semi-D, que en ámbitos rurales son colegios de Infantil y Primaria que imparten también los dos primeros cursos de Secundaria. En la práctica suponía que el alumnado de esos municipios tenía que salir de su territorio para estudiar la Secundaria. En paralelo, la Junta quiso probar la puesta en marcha de un nuevo modelo de centro educativo que aunara Primaria y Secundaria. Los bautizó como Ceipso. También conllevaba recortes. Quería probarlo en Granada capital, en el Zaidín, 'fusionando' colegios con institutos. 

El malestar fue tal, sobre todo en el ámbito rural, que asustó al PP, algunos de cuyos alcaldes llegaron a manifestarse en Granada en contra de los planes de su propio Gobierno. Fue una autoenmienda, consentida porque al frente de la Consejería de Eduación ha estado Ciudadanos.

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Cartel de la manifestación en contra del cierre de escuelas públicas rurales. indegranada

Supeditados a la ultraderecha

En el acuerdo que firmaron PP y Vox tras las elecciones de 2018 con las medidas que exigía la ultraderecha para votar la investidura de Juan Manuel Moreno como presidente de la Junta se incluían dos exigencias claras. A esto, en el terreno educativo, se comprometió el PP con la ultraderecha: "garantizar la coexistencia entre la educación pública, privada, concertada y diferenciada", "eliminar las zonas educativas, garantizando la libertad de los padres para escoger el centro educativo", y "habilitar progresivamente la implantación del Bachillerato en la educación concertada, así como fomentar el Bachillerato Internacional".

Más concierto y abrir paso a la privada, en resumen. 

Junto a estas exigencias, la ultraderecha obligó a Moreno a comprometerse con el veto parental: "garantizar la libertad educativa y el derecho de los padres a elegir el modelo que deseen para sus hijos, evitando cualquier injerencia de los poderes públicos en la formación ideológica de los alumnos y permitiendo que los padres puedan excluir a sus hijos de la formación no reglada por actividades complementarias o extraescolares cuando sean contrarias a sus convicciones". 

Solo Vox se sentía cómodo llamándolo por su nombre, aunque a su manera, el 'pin parental'. No así el PP y muchos menos Ciudadanos, que negaba la evidencia

Solo Vox se sentía cómodo llamándolo por su nombre, aunque a su manera, el 'pin parental'. No así el PP y muchos menos Ciudadanos, que negaba la evidencia. 

Y todo esto a pesar de que el Gobierno de Juan Manuel Moreno ha repetido insistentemente que quería "desideologizar" la educación, un mensaje que vuelve a escucharse en la campaña electoral para el 19J. 

Un dato más al respecto, de los libros de texto que utiliza el alumnado andaluz en las aulas se ha borrado el lenguaje inclusivo, los textos tampoco tendrán que dar visibilidad a la diversidad o la perspectiva de género.

Comedores escolares, una pésima gestión

Uno de los graves problemas que han padecido familias y alumnado durante esta legislatura ha sido el de los comedores escolares. El pasado curso, la falta de diligencia de Educación dejó sin este servicio fundamental para la conciliación a cerca de un millar de familias en Granada. 

La lentitud de la Consejería de Educación para resolver este grave problema agotó la paciencia de las familias, que protagonizaron movilizaciones. 

Al final, una gestión con más sombras que luces, con la tendencia de favorecer a la concertada en detrimento de una educación pública de calidad. 

Si quieres leer los diarios de campaña anteriores, que El Independiente de Granada ofrece a sus lectoras y lectores para analizar, desde diversas perspectivas, las elecciones autonómicas del 19J, puedes acceder a los siguientes enlaces:

• Una campaña contra la resignación

• 19J: Discordia o Memoria

• La desaparición de la Escuela Andaluza de Salud Pública que paró el adelanto electoral

• Ser andaluza con engaño

• Pedro Sánchez trata de romper la atonía del PSOE-A y la otra izquierda sigue enredada

• Progreso o involución, Andalucía en el 19J

Más información relacionada: 

• Codapa pide a los partidos que se comprometan con la escuela pública, "la única que garantiza la igualdad de oportunidades"