En la línea del discurso nacional, el PP granadino centra sus críticas en Cataluña.

Los socialistas de Granada planifican el nuevo curso político y piden a Moreno Bonilla que abandone su “indiferencia” con Granada y tome medidas para garantizar los servicios públicos y paliar la sequía.

El portavoz del PSOE en la capital, José María Corpas, ha tildado de “lamentable” la situación que atraviesa el PP de Granada, con su presidente Sebastián Pérez a la cabeza, "señalado por las irreg

Un año más el PP granadino ha elegido la Alpujarra para el simbólico primer acto de inicio del curso político en el que, a diferencia de otros ejercicios, no ha contado con el presidente regional, Juan Manuel Moreno.

Con la recurrente amenaza de la moción de censura por parte de PP y Ciudadanos, la Plaza del Carmen capitalizará la estrategia política provincial.

Granada arrastra un déficit que la condena a perder competitividad y a asistir, un año más, a los mismos debates políticos.

Sebastián Pérez, arropado por el presidente andaluz, Juanma Moreno, dice que el partido está "preparado" para sus retos inminentes: recuperar la Alcaldía de Granada y la Diputación.

"Fuerte, unido y convencido de la responsabilidad que tiene para reparar el daño que las políticas de Rajoy en la provincia". Así afronta el inicio del curso político el PSOE de Granada, movilizado para la nueva cita con las urnas que se celebrará en diciembre, la cuarta en el último año y medio y en la que esperan volver a convertirse en la fuerza más votada en la provincia, como ocurrió en las Europeas, las Autonómicas y las Municipales, gobernando en la mayoría de los municipios y recuperando la Diputación. Empleo, infraestructuras y cultura; en esos tres ámbitos centrarán la acción política los socialistas granadinos, según ha avanzado su secretaria general, Teresa Jiménez.

“Granada vive en sí misma tan prisionera, que sólo tiene salida por las estrellas”. Por segunda vez arranca este diario un análisis con la letra que en 1988 escribió y cantó el inmortal Carlos Cano porque, 27 años después, sigue vigente y, a este paso, corre el riesgo de permanecer como emblema de Granada, una ciudad, una provincia, tristemente acostumbrada a que los proyectos vitales que permitan el impulso que necesita se paren en seco, se ralenticen o se queden en suspenso. La ausencia de liderazgos, eficientes y reivindicativos, es una de las razones fundamentales que impiden el avance de Granada. La otra, la histórica ausencia de consensos.

Comienza un curso político en Granada marcado por las Elecciones Generales previstas, según apuntó el presidente Rajoy, para el 20 de diciembre. Antes, las aprobaciones de los presupuestos estatales, autonómicos, municipales y de la Diputación. Será el tiempo de comprobar el avance de los proyectos que impulsen el desarrollo de la provincia. Y de evaluar la estabilidad del gobierno municipal de la capital, del PP, sustentado por Ciudadanos, tras la incógnita de la exigida marcha del alcalde, José Torres Hurtado, y el previsible abandono de la vida municipal del líder del partido naranja, Luis Salvador, que opta al Congreso.