La incógnita de la marcha del alcalde y la salida de Salvador ponen a prueba la estabilidad del gobierno municipal
Si El PP gobierna en la capital fue gracias al apoyo de Ciudadanos . Tras una convulsa campaña electoral, en la que los populares, nerviosos, rozaron el insulto a Luis Salvador y su pasado socialista para desprestigiarlo, el PP aceptó todas sus exigencias para formalizar un acuerdo: que Telesfora Ruiz abandonara el área de Movilidad, algo fácil de asumir, pedir perdón, lo que los populares hicieron de manera muy particular, aunque le satisfizo, y la tercera y más radical: la renuncia de José Torres Hurtado.
Lo que fue rechazado rotundamente por el alcalde –una “extorsión”- y por el PP, aunque con la boca pequeña, fue asumido, finalmente. En aquel almuerzo secreto, en la víspera de la constitución del Ayuntamiento, Pepe y Luis sellaron el acuerdo. El obstáculo se salvó reculando Ciudadanos al aceptar que el debate sobre la exigida marcha de Torres Hurtado se pospusiera a las Elecciones Generales. Por la tarde, en la reunión con la delegación del PP se consagró el acuerdo y del insulto se pasó al alago.
El alcalde y Luis Salvador firman el acuerdo programático de gobierno. Miguel Rodríguez
Y las Elecciones Generales llegarán. En aquel entonces se hablaba de noviembre, pero serán en diciembre. Tiempo para reabrir el debate, aunque Ciudadanos lo ha obviado deliberadamente en este tiempo, rechazado preguntas directas en comparecencias. Incluso en el acuerdo programático de gobierno, Ciudadanos obvió lo que era su irrenunciable exigencia. Solo cuando criticó el desafortunado "Ya sabéis que las mujeres cuanto más desnudas, más elegantes, y los hombres cuanto más vestidos, más elegantes" del regidor, Salvador aludió muy de pasada a la exigencia de la marcha.
Lo de Ciudadanos con la marcha de Torres Hurtado es, pasado el tiempo, un asunto complicado de afrontar ahora para Ciudadanos que, pase lo que pase, dejará secuelas.
A la espera, Sebastián Pérez, el número dos de la lista, ex presidente de la Diputación y presidente provincial del partido, encargado del área de Transparencia del Ayuntamiento, preparando su asalto al despacho de La Mariana.
Junto a ello, que no es poco para advertir una crisis municipal, Luis Salvador encabezará la lista de Ciudadanos al Congreso. Es previsible su marcha a Madrid y, su abandono de la vida municipal, dejando a un grupo municipal inexperto sin su sólido líder, lo que sin duda aprovechará el PP.
El debate sobre la salida del alcalde y la de Salvador se producirán en el mismo tiempo y puede que hasta acapare gran parte de la campaña electoral, ahora que la Alhambra, afortunadamente, ha salido de la disputa política tras la designación de Reynaldo Fernández, en sustitución de Mar Villafranca, tras el fallido intento de designar a Manuel Pezzi, que hubiera agravado la disputa, como al tiempo reconocen los propios socialistas.
A la espera del desencuentro que propicie la ruptura del pacto, con los presupuestos municipales y sus prioridades, como otro escollo a salvar por los socios de gobierno, el socialista Francisco Cuenca, como aglutinador de la opción de izquierdas. Con un grupo preparado que ejerce el gobierno en la oposición.
Para ello necesitará el respaldo de Vamos Granada, que sigue con su labor de oposición, con Marta Gutiérrez a la cabeza, sin miedo a pactar con los socialistas, como otras marcas de Podemos han suscrito en otras capitales. Y de IU, con un Francisco Puentedura, que parece indispensable en la labor municipal.
Lo que ocurra en las Generales y sus posteriores consecuencias, con las posibilidades que se abren para negociar pactos, sin descartar ya a un probable acuerdo del PSOE de Pedro Sánchez con Podemos de Pablo Iglesias y la izquierda de Alberto Garzón y el atractivo Ahora en Común, dependerá la posibilidad de rearmar el pacto de izquierdas en la capital, si se rompe el acuerdo PP y Ciudadanos.
Aunque no es desdeñable el pacto nacional de Mariano Rajoy y Albert Rivera, lo que no solo evitará la ruptura en Granada sino que puede que la fortalezca, pese a desencuentros.
Para noviembre está prevista la consulta sobre el Atrio de la Alhambra, anunciada por el alcalde antes, incluso, de que comenzara la campaña electoral, como fin de una estrategia electoral centrada en la gestión del monumento nazarí.
Pero la salida de Mar Villafranca, obligada por la investigación judicial, y su relevo por Reynaldo Fernández, saludado con agrado por el Ayuntamiento, han abierto nuevos cauces de diálogo que deberán concretarse en los próximos meses.
De que el diálogo se concrete dependerá la convocatoria de la consulta. Es decir, de que haya un pronunciamiento claro por parte de la Junta que el Atrio, tal y como fue concebido, no se ejecutará.
Una Diputación de izquierdas
Tras encontrarse con la sentencia contra el ‘tasazo’ de basuras, el gobierno provincial socialista que lidera José Entrena deberá a afianzar su programa que lo distinga, como así se comprometió, con la etapa popular.
El presidente de la Diputación, el socialista José Entrena. Miguel Rodríguez
Ya ha apuntado algunas decisiones: una nueva tasa de basuras, la administración electrónica –una imperiosa necesidad- y ampliar el Patronato García Lorca, con voz y voto a los ayuntamientos lorquianos. Ya hay nuevos gestos –la visita de Entrena al alcalde de Granada y la invitación para que se sume al Patronato Provincial Federico García Lorca- pero precisa de nuevas decisiones y una mayor labor de coordinación con los grupos que le apoyaron en la investidura, como IU, para que no suceda el desencuentro en el homenaje a Federico en el aniversario de su fusilamiento, en que se volvió al fin a oír la voz de las víctimas.
No ha desaprovechado el tiempo el presidente provincial que ha abierto su despacho a agentes económicos y sociales en la búsqueda de un consenso para impulsar, desde las posibilidades de la institución, el desarrollo de la provincia y la generación de empleo. En el objetivo, corregir las desigualdades entre los servicios municipales que prestan los ayuntamientos y devolver las competencias que se apropió la Diputación en el mandato anterior, como las urbanísticas.
La Cultura, como motor de desarrollo turístico de los municipios, que comienza a aplicar y expectación con el área de Memoria Democrática, otras apuestas por cimentar.
La Junta de Andalucía
Más de 30 años después de autonomía, la percepción social –injusta- reduce a unas pocas áreas la actuación de Gobierno autonómico en la provincia, pero todas, esenciales. Sanidad y Educación, por encima de todas. Las que cuentan, con mucha distancia del resto, con más usuarios potenciales directos. En el caso de Sanidad, absolutamente todos los granadinos –salvo los de los seguros privados-, lo que su evaluación lógicamente se resiente. Acertar en la atención y tratamiento de semejante volumen de usuarios es sumamente complicado.
Sandra García, al frente del nuevo equipo de delegados. Prensa Junta
Pero más allá de percepciones, los datos fríos reflejan una situación que no se corresponde con el optimismo con el que la Junta se refiere a la Sanidad andaluza como la bandera del Gobierno. Listas interminables de espera, la masificación en las urgencias hospitalarias, recortes, infraestructuras comprometidas que se alargan en el tiempo… dejan muy resentida a la Sanidad en la provincia, pese a la excelencia de la atención médica, cuando te llega el turno. Sin mencionar la lamentable gestión en la apertura del nuevo Hospital Clínico del PTS.
En el lado opuesto, la estrella es Cultura, con una renovada –y acertada- dirección en la Alhambra, con Reynaldo Fernández, que apuesta por el diálogo.
A la espera de los Presupuestos autonómicos y lo que toque a la provincia, necesita la Junta –y la capital- poner ya en circulación el metro y vertebrar más y mejor el área metropolitana, entre otras iniciativas. La designación de Mariela Fernández-Bermejo, como delegada de Fomento y Vivienda, aviva la esperanza.
Aún aterrizando el equipo de delegados, tras la demora en su nombramiento, el nuevo tiempo que se abre debe afianzar la apuesta real, con inversión y eficacia en la gestión, del Gobierno andaluz por Granada. La labor de coordinación de Sandra García será fundamental para que así sea.
El Gobierno central
La voz del Gobierno central en Granada, Santiago Pérez, espera a la apertura este mes del último tramo de la A-7, Carchuna-Castell, en la que comprometió la presencia del presidente Mariano Rajoy, para materializar la atención preferente que, en opinión de los populares, dedica este Ejecutivo a la provincia, con una inversión destacada en infraestructuras.
El subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez.
Pero el déficit de infraestructuras en la provincia es tan abismal, que serían necesarias innumerables inauguraciones para saldar una deuda histórica. Entre ellas, la llegada del AVE, prometida para antes de que finalice 2015, cuya gestión política, lejos de ser acertada, ha sumado solo críticas con desencuentros con los vecinos de la Chana, como cabeza visible de un movimiento, que aglutina a partidos y agentes económicos y sociales.
Cabe desear, hasta las Elecciones Generales, la imparcialidad en su puesto del subdelegado del Gobierno, activo secretario general del PP de Granada.
