En un momento de incertidumbre sobre el futuro de CajaGranada, BMN, el banco al que pertenece, junto a la balear Sa Nostra y que lidera la antigua Caja Murcia, ha decido cerrar aún más oficinas en la capital y en la provincia, en el segundo ajuste en lo que va de año. Junto a ello, también elimina más oficinas desplazadas, con lo que abandona a otros 13 pueblos de la provincia.

La Caja Rural de Granada logró un beneficio después de impuestos de 23,6 millones en 2015, según aprobó la Asamblea General de la entidad.

La absorción de BMN, la entidad donde está integrada la antigua CajaGranada, por parte de Bankia parece inevitable. Por primera vez el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, se pronunció sobre esa posibilidad y reconoció que tenía “sentido” al señalar que las dos bancos, los únicos aún nacionalizados, con mayoría de capital público “son complementarios”. “Tiene sentido desde el punto de vista industrial”, señaló el máximo responsable del banco que heredó el negocio de Caja Madrid.

El próximo Gobierno que salga de las urnas el 26 de junio o de los pactos resultantes tendrá que decidir qué hacer con la nacionalizada BMN, la entidad que heredó el negocio bancario de la desaparecida CajaGranada, Caja Murcia y Sa Nostra, en precaria situación. O convertirse en banco privado o en una banca pública y estatal, en función de quien presida el próximo Ejecutivo. Dos opciones que, ante la debilidad del Banco Mare Nostrum, que gestiona Murcia, pasa, inevitablemente, por el paso previo de que sea absorbida. Bankia, la otra entidad nacionalizada, es la que cuenta con más opciones para hacerse con los activos de BMN.

En febrero, según el sindicato, la entidad cerró 23 oficinas de la red provincial.

La agencia de evaluación de riesgos Fitch ha decidido mantener la calificación crediticias de BMN, el banco nacionalizado en el que participa la antigua CajaGranada, junto a Caja Murcia y la balear Sa Nostra, en el grado especulativo considerado como "bono basura".

BMN, el banco en el que participa la antigua Caja Granada, abandona poco a poco las Alpujarras con un drástico cierre de oficinas, rechazado con contundencia por el Comité de Empresa que, además, asegura que son rentables, tanto por el volumen de negocio como por la contribución al desarrollo socieconómico que genera la presencia de una marca que se diluye.

La consejera estatal de Podemos Ana Terrón exige explicaciones a la gestores de la entidad tras conocerse los planes de BMN de desmantelar los servicios centrales en Madrid, adelantados por El Independiente de Granada, que provocarán nuevos traslados, y ante el cierre de más oficinas en La Alpujarra.

BMN, el banco dominado por la antigua Caja Murcia, donde se integró la ya desaparecida Caja Granada, junto a Sa Nostra, desmantela sus servicios centrales en Madrid, después de cinco años. Los trabajadores de Granada se encuentran ante otra disyuntiva: pueden volver a su tierra o ser mandados a Murcia. Pero además, la decisión siembra lógicas dudas sobre el futuro de la entidad al suspender una de sus acciones estratégicas vitales.