El próximo Gobierno que salga de las urnas el 26 de junio o de los pactos resultantes tendrá que decidir qué hacer con la nacionalizada BMN, la entidad que heredó el negocio bancario de la desaparecida CajaGranada, Caja Murcia y Sa Nostra, en precaria situación. O convertirse en banco privado o en una banca pública y estatal, en función de quien presida el próximo Ejecutivo. Dos opciones que, ante la debilidad del Banco Mare Nostrum, que gestiona Murcia, pasa, inevitablemente, por el paso previo de que sea absorbida. Bankia, la otra entidad nacionalizada, es la que cuenta con más opciones para hacerse con los activos de BMN.
P.V.M.
Futuro comprometido de BMN, el banco que asumió el negocio de CajaGranada.
El futuro es extremadamente delicado para la antigua Caja Granada y el banco al que pertenece. Tanto es así que nada será igual para Mare Nostrum a partir del 26 de junio. El Gobierno de Mariano Rajoy dejó sobre la mesa el plan para BMN, propiedad del Estado (el FROB) al contar con el 65 por ciento del accionariado, tras inyectar 1.645 millones de euros de fondos públicos para evitar su quiebra. La antigua CajaGranada apenas posee el 2,80 por ciento de las acciones, un porcentaje casi residual, que se deja notar en las decisiones que ha tomado el banco en perjuicio de las oficinas y la plantilla de la antigua zona de influencia de la desaparecida caja granadina.
El próximo Gobierno tendrá que decidir qué hacer con el Banco Mare Nostrum. En principio, la idea del Gobierno del PP era que este banco pudiera salir a Bolsa en 2017, con la intención de que el Estado recupere su cuantiosa inversión. Pero la debilidad de la entidad –en el primer trimestre del año redujo sus beneficios un 7,4 por ciento, a pesar de las menores dotaciones por provisiones- y la versatilidad de los mercados, hacen desaconsejar esta salida, por el riesgo de grandes pérdidas.
Beneficios en descenso continuado
BMN registró un beneficio de 25 millones de euros entre enero y marzo, un 7,4 por ciento menos que en el mismo periodo del año pasado, a pesar de las menores dotaciones por provisiones, que ascendieron a 53 millones frente a los 72 millones del primer trimestre de 2015, lo que supone una reducción del 27 por ciento.
Las comisiones netas sumaron 52 millones, un 12% más, gracias al crecimiento de los fondos de inversión, que se incrementaron cerca de un 30% en los últimos doce meses, mientras que el resultado de operaciones financieras se redujo un 33,3%, hasta 26 millones. BMN cobra comisiones a sus cliente por extraer dinero en cajeros no vinculados a oficinas.
El crédito a la clientela se redujo un 7,3 por ciento hasta 22.939 millones.
BMN finalizó el pasado ejercicio 2015 con un beneficio neto de 64 millones de euros, lo que muestra una reducción del 37,2 por ciento con respecto a los 102 millones del ejercicio 2014.
El Estado tiene hasta 2017 para salir del capital de BMN y Bankia, las dos entidades financieras nacionalizadas. Aunque en un principio Bruselas no impuso este plazo en el Memorándum de Entendimiento suscrito a cambio de las ayudas recibidas para rescatar a la banca española, el Gobierno de Rajoy lo redujo a través de una norma, por lo que el Ejecutivo resultante tras el 26J deberá o bien volver a modificarlo o bien vender las participaciones con el menor coste posible para el contribuyente, que ya ha pagado con creces el rescate bancario.
Pero el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, que perteneció al Consejo de administración de BMN, marcó el camino al desvelar que el FROB estudia la fusión por la absorción de BMN por parte de Bankia, del que el Estado, cuenta con el 64,23 por ciento, similar porcentaje que en Mare Nostrum, aunque en este caso, las ayudas públicas se elevaron a 22.424 millones para tapar el agujero contable que dejó Rodrigo Rato.
BMN también pagó a AUSBANC
En su errática gestión, ahora se conoce también que BMN pagó presuntamente a AUSBANC, investigada judicialente, para reducir la presión sobre las demandas judiciales por la cláusula suelo. Banco Mare Nostrum hace 27 abonos por un importe total de 985.322,75 euros entre 2011 y el 14 de enero de 2016, según reveló eldiario.es. La UDEF, según el diario, destaca cómo en el ejercicio 2012, BMN abonó 30.460 euros; en el ejercicio 2013, 37.268 euros y que luego la cantidad va aumentando. En 2014, se eleva la cantidad hasta los 430.276 euros; 181.500€ en 2015 (en un solo pago), y 302.500€ en 2016. De nuevo la investigación cree que la escalada de los abonos es por el acuerdo.
Es el año 2013 el que fue un auténtico calvario judicial para la entidad. Caja Granada, fusionada dentro de BMN, pierde varias demandas presentadas por Ausbanc por cláusulas suelo. Desde 2014, la entidad se libera de su via crucis judicial, el mismo año que se aportación se multiplica por diez.La sentencia llevó a que las entidades tuvieran que devolver el dinero de más cobrado desde mayo de 2013 a los afectados. Para evitar situaciones como estas, la Policía cree que BMN, Sabadell, y Liberbank supuestamente pagaron a Ausbanc para frenar las demandas. CajaGranada acumulaba 1.807 demandas individuales a 30 de octubre de 2015.
En su razonamiento, la absorción de BMN por Bankia reduciría el evidente riesgo del camino en solitario del Banco Mare Nostrum, integraría a las dos entidades en manos del Estado para decidir con más facilidad su gestión en el futuro y abriría una nueva ronda de consolidación bancaria en España, que desde hace tiempo se espera.
Aunque las dos entidades mantienen capital del Estado, la situación es radicalmente diferente. Bankia ya ha comenzado a devolver las ayudas públicas, tanto con la venta de participaciones como con el pago de dividendos.
En este complejo escenario, BMN es tan solo una pequeña pieza, puesto que la atención está centrada en Bankia. La intención de las direcciones federal y nacional de PSOE y Ciudadanos, respectivamente, no es mantener Bankia como banco público de forma permanente, y privatizarlos, pero sin urgencia para venderlo. No se han pronunciado sobre la absorción. Pero a medida que se acerque la fecha de venta, las ofertas de compra van a ser cada vez más a la baja. Una postura próxima a la que mantiene el actual Ejecutivo en funciones. Podemos e IU, coaligados en Unidos Podemos, apuestan por un banco público dirigido a financiar a pymes.
Así, BMN se enfrenta a un incierto futuro que va escribiendo desde hace tiempo, desde que desmanteló sus servicios centrales en Madrid, con la amenaza para la plantilla de nuevo recortes y cierres de oficinas, tras la que acometió a principios de año, que afectó en mayor medida al territorio natural de la antigua CajaGranada: Granada, con el abandono de la zona Norte de la provincia y La Alpujarra, y Jaén, pese a las duras críticas de los sindicatos, Podemos e IU.
En las últimas semanas, la prensa especializada fue más allá y reveló que el Gobierno en funciones, a través del FROB, sondeaba el visto bueno de la Unión Europea para que Bankia pueda absorber a BMN y hasta a los partidos con opciones de Gobierno.
En el caso de Unidos Podemos, esas informaciones apuntaban que desde Economía se les había trasladado que la absorción mantenía, por el momento, el carácter público de las entidades y su gestión será más eficiente de forma conjunta. Posteriormente, el nuevo Ejecutivo deberá seguir decidiendo: o que el banco resultante avance hacia su privatización total o se plantea que el Estado recompre el paquete ahora en propiedad de inversores privados para convertirse en un banco público. Un camino, este último, plagado de dificultades por el peso de Bruselas en la política económica.
El tardío banco andaluz de Jara
Las declaraciones del presidente de la Fundación CajaGranada, Antonio Jara, en las que apostaba ahora por un gran banco en Andalucía, después de rechazarlo cuando decidió integrarse con Caja Murcia, Sa Nostra y Caixa Penedés, para crear BMN, se entendieron como una huida hacia adelante ante un proceso que aboca a la entidad a su absorción.
En aquella entrevista concedida el pasado marzo a La Ventana Andalucía de las Cadena Ser, Jara manifestó que, superada la crisis y la reestructuración de las entidades financieras, sería necesario liderar un proceso de fusión de todas las entidades ligadas al territorio andaluz, como Unicaja y Caja Granada, entre otras, hasta llegar a los 100.000 millones de activos. De lo contrario, según Jara, Andalucía no tendrá el músculo financiero suficiente para cambiar su modelo productivo y ganar tamaño empresarial.
Solo el PP apoyó la apuesta del ex alcalde socialista. El PSOE desdeñó la tardía ocurrencia del último presidente de CajaGranada.