'Nati Bullejos: la fidelidad a una clase, su constancia feminista'
Una gota tras otra, por su constancia, perfora una roca. Eso es Natividad Bullejos Cáliz (Maracena, 1944), una mujer que siempre ha perseverado en la lucha feminista y del movimiento obrero. Y es que de casta le viene al galgo. Su padre, José Bullejos Romero, había participado en el Frente de Alcalá la Real en el Ejército republicano y había sido condenado a 12 años de prisión por “Auxilio a la Rebelión”. Su madre, natural de Algarinejo, murió muy joven en Barcelona, a donde había emigrado. Natividad quedó huérfana cuando tenía tres años. Su padre contraerá segundas nupcias y la familia emigrará a Badajoz para, aprovechando su Plan de Desarrollo, adquirir tierras en arrendamiento. Allí permanecerán unos diez años y luego se trasladarán a Lora del Río, donde su padre es capataz en un cortijo.
Desde muy joven su padre le pondrá un puestecito en la calle con un saco de patatas y algunas naranjas para que Nati las vendiera mientras sus padres trabajaban en el campo
Desde muy joven su padre le pondrá un puestecito en la calle con un saco de patatas y algunas naranjas para que Nati las vendiera mientras sus padres trabajaban en el campo; luego, tendrá que trabajar en las faenas del campo para completar la renta familiar. Así, hasta que a comienzos de los años sesenta, vuelven a Maracena y Natividad entra como aprendiza en una peluquería durante tres años y, cuando la dueña la deja, será ella la que quede como propietaria.
Desde un primer momento les acompañará Nati Bullejos, que lejos de temer su detención porque alguien la delatara, se presentará en la comisaría justificando su presencia porque venía del mismo pueblo de muchos de los detenidos, que eran sus amigos
Desde que llega a Maracena entrará en contacto con otros jóvenes que, con inquietudes sociales, comentaban situaciones políticas. Estas reuniones las hacían en casa de otra chica, Ángeles Moreno, y de esta forma, entrará en contacto con otros jóvenes comunistas, algunos de los que habían sido detenidos en la caída de 1961 que se llevó por delante a 204 militantes en toda la provincia. Po ello, a mediados de los años sesenta se constituirán las Juventudes Comunistas y Natividad comenzará a tener su primera militancia en torno a 1968, pero antes fue la única mujer que había iniciado su compromiso con las Comisiones Obreras Juveniles desde que éstas se constituyeran en el verano de 1967. Las Comisiones Obreras Juveniles (CCOOJJ) jugarán un papel importante apoyando las demandas y movilizaciones del sector de la construcción. Cuando se avecina la huelga de julio de 1970, las CCOOJJ mediante el reparto de unas octavillas, pedirán la solidaridad con los albañiles, en la Semana Santa de 1970. Nati es la única mujer que, con una veintena de jóvenes, las reparte por el centro de Granada. Esa acción conllevará la detención de una decena de jóvenes que serán llevados ante el Tribunal de Orden Público y condenados a diversas penas de privación de libertad. Desde un primer momento les acompañará Nati Bullejos, que lejos de temer su detención porque alguien la delatara, se presentará en la comisaría justificando su presencia porque venía del mismo pueblo de muchos de los detenidos, que eran sus amigos. Y luego, cuando éstos pasan a la cárcel, participará activamente en la red de solidaridad que monta el PCE y las CCOO para pagar su fianza.
Nati mantendrá su militancia, pero al mismo tiempo, sufrirá en sus carnes el compromiso de su marido, sus desvelos, sus despidos, su inclusión en las listas negras
Tras los trágicos sucesos de la huelga de la construcción de julio de 1970, Nati seguirá con su compromiso y conocerá al que será su futuro marido, Pepe Cid de la Rosa, que fuera primer secretario general de CCOO de Granada en la legalidad. Con él contraerá matrimonio en 1974 y fruto del mismo tendrán dos hijas, Nadia e Irina. Una vez que las CCOO se van recuperando de la caída ocurrida durante el Estado de Excepción de 1970 –en el que es detenido Pepe Cid junto a la dirección de las CCOO y del PCE-, Nati mantendrá su militancia, pero al mismo tiempo, sufrirá en sus carnes el compromiso de su marido, sus desvelos, sus despidos, su inclusión en las listas negras y, desde luego, las grandes carencias que económicamente esto suponía para la familia, aunque ella siguió trabajando en la peluquería. Nati resume aquellos años de clandestinidad:
Las mujeres de los trabajadores presos no pararon y dos días más tarde de la caída, el 29 de abril, recorrerán las obras para pedir la solidaridad con sus maridos
Y tanto, porque Pepe, además de engrosar las listas negras, volverá a ser detenido en la caída del Barranco del Sombrero de 1976. Y cuando los detenidos entran en prisión, las mujeres se movilizan enviando cartas a las autoridades, aprovechando actos públicos para denunciar los hechos, recogiendo firmas o manifestándose por el centro de Granada. Las mujeres de los trabajadores presos no pararon y dos días más tarde de la caída, el 29 de abril, recorrerán las obras para pedir la solidaridad con sus maridos. Ese mismo día, como afirman las diligencias policiales fueron “… sorprendidas por las FOP siete mujeres que intentaban paralizar una obra en la Avda. de Madrid, que estaban en solidaridad con sus maridos, que estaban presos, por las detenciones del día 24 [de abril]”. Entre ellas, Natividad Bullejos, Enriqueta Aguilar Alba, Dolores Mesa Hernández, Carmen Puertas Rubio, Pilar Bonilla Rubio y Matilde Escobar Cobos. Según el informe policial, redactado ese mismo día por inspectores de la BPS,
A Natividad Bullejos no le sorprende todavía que no tuvieran en los medios de comunicación ningún aliado, todavía en la transición, ni oculta que, efectivamente, debían buscar la solidaridad de los trabajadores invitándolos a parar las obras:
Estas detenciones son significativas doblemente: primero, porque las mujeres adoptan una actitud de empoderamiento que concuerda con el ascenso del movimiento obrero en esos momentos
Estas detenciones son significativas doblemente: primero, porque las mujeres adoptan una actitud de empoderamiento que concuerda con el ascenso del movimiento obrero en esos momentos; pero, también, porque la actitud de alguna de ellas, como la de Natividad Bullejos, negándose en rotundo a firmar y hasta poner las huellas dactilares en su ficha, muestra no sólo su valentía y su pérdida de miedo ante la BPS, sino incluso revela la propia actitud de agentes como Francisco González Huertas, alias “D. Paco” o “El Jirafa” que, en esos momentos, sabedor de que la recuperación de las libertades es irremediable, tiene una actitud más “comprensiva” con ellas y, por ello, las deja en libertad esa misma noche.
Hasta que la propia Nati en una reunión con el Gobernador Civil le arrancó la autorización de la Asociación
Un ejemplo doméstico de ello es la prohibición para constituir la Asociación de Mujeres de Maracena, dirigida por Natividad Bullejos. (AHGCG, Caja 1211). El Gobierno Civil prohibirá su constitución en cuatro ocasiones, desde que se solicitara la primera vez el 12 de abril de 1977. Hasta que la propia Nati en una reunión con el Gobernador Civil le arrancó la autorización de la Asociación. No era nueva, por cierto, esta preocupación de Natividad en la lucha por la liberación de las mujeres, por entonces llevaba años en el MDM dando conferencias y charlas, con otras compañeras y camaradas, la mayoría universitarias, a las mujeres de los pueblos del cinturón metropolitano de Granada en las que explicaba las principales reivindicaciones feministas.
Participará activamente en la vida interna del partido y en los diversos comicios electorales, donde da numerosos mítines, e, incluso, se presentó al Congreso, como suplente, por el PCE en las primeras elecciones democráticas de junio de 1977
Tras la legalización del PCE formará parte de su Comité Provincial. Participará activamente en la vida interna del partido y en los diversos comicios electorales, donde da numerosos mítines, e, incluso, se presentó al Congreso, como suplente, por el PCE en las primeras elecciones democráticas de junio de 1977. En marzo de 1977 formaba parte del Comité Local de Maracena junto con otra mujer, Natalia Álvarez. En 1978 será una de las seis mujeres que están en el Comité Provincial del PCE integrado por 44 miembros (Diario Ideal, 14.03.78:15). En la I Conferencia Regional del PCE, que se celebró el 24 al 26 de marzo de 1978, será elegida como miembro del Comité Regional y delegada que asistirá al IX Congreso nacional de abril de 1978. También asistirá como delegada por Granada al I Congreso del PCA, celebrado entre el 14 y el 16 de diciembre de 1979. (Fondo PCA, Caja 27, en AHCCOO-A).
Sin embargo, tras los magros resultados electorales surgirá una crisis interna que se irá sustanciando en escisiones, deserción de una parte importante de la militancia y, sobre todo, la confrontación de los dos sectores que se denominaron “carrillistas” y “prosoviéticos”. Natividad Bullejos, como otros dirigentes del PCE, como Paco Portillo Villena, Javier Terriente Quesada o su marido Pepe Cid, se alinearán con el sector carrillista que, poco más tarde, creará la Mesa por la Unidad de los Comunistas y, más tarde, el Partido de los Trabajadores de España. Éste acabaría diluyéndose a comienzos de 1990 y muchos de sus militantes acabarían en Izquierda Unida, como es el caso de Natividad. Y siempre le quedó sus CCOO y hasta hoy sigue siendo un baluarte de las luchas obreras y del movimiento feminista, donde no hay manifestación, día emblemático o reivindicaciones precisas que no cuenten con su presencia.
Natividad Bullejos quedará viuda el 4 de octubre de 2007, cuando Pepe Cid fallece con 73 años. Años más tarde, en una visita que hicieron represaliados políticos a la Comisaría de los Lobos, recordaba los días pasados junto a su marido:
Así era Pepe, pero también ella puede definirse de la misma forma. Los dos, cada uno desde su trinchera, ocuparon la primera fila de la lucha antifranquista y tuvieron el privilegio de emborronar no pocos papeles oficiales de las autoridades franquistas y es que en la dictadura no todos sufrieron lo mismo. Ellos fueron, ella es, esa gota perenne, insistente y perseverante que busca siempre el camino de la igualdad efectiva y la justicia social.
Biblografía:
- MARTÍNEZ FORONDA, Alfonso: La lucha del movimiento obrero en Granada por las libertades y la democracia. Pepe Cid y Paco Portillo: dos líderes, dos puentes. Fundación de Estudios y Cooperación de CCOO-A, Granada, 2012.
- (AHGCG, Caja Generales de Orden Público de Granada Capital, Informe de 3 de mayo de 1976, del GC al Ministro de la Gobernación y Diligencias de la BRIS a GC nº 1137, de 30 de abril de 1976).
- “Miradas de Mujer. 75 aniversario del voto femenino en España”, Fundación el Monte y Fundación de Estudios Sindicales. AHCCOO-A, Sevilla, 2006.
- Entrevista a Natividad Bullejos, en Fondo Oral de CCOO de Andalucía.
Alfonso Martínez Foronda. Licenciado en Filosofía y Letras, profesor de Secundaria e históricamente vinculado al sindicato CCOO, en el que ocupó distintas responsabilidades, como investigador ha profundizado en el movimiento obrero y estudiantil.
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