Como saben muchos amigos, soy un tipo que se pirra por una suculenta anécdota y que suspira por una buena historia.

En aquella aldea los que queríamos ver el cine teníamos que pagar dos reales y llevar nuestra propia silla.

Hace poco estuve en un pueblo cercano a Granada invitado para que hablara sobre uno de mis libros.

A los primeros teléfonos sin hilos en España se les llamó ‘horterolas’ porque aquellas primeras personas que los utilizaban se los ponían en la oreja más que nada para fardar.

Durante estos días los telediarios no han parado de dar imágenes del incendio del vertedero de neumáticos de Seseña y Valdemoro.

Había una entrañable tarea familiar que consistía en quitarle a las lentejas los bichos y las piedras que traían.

El día 3 de mayo, además del Día de la Cruz, los periodistas celebrábamos el Día de la Libertad de Prensa.