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Macarena Olona, en la Feria de Sevilla. EDUARDO BRIONES/EUROPA PRESS

Definirse como granaína de adopción en una cuenta personal de twitter, bailar una sevillana ataviada con un vestido de flamenca, imitar el acento -con el coraje que le suele dar a los nativos- para decir Graná, no certifican la condición de andaluza.

Para desgracia de ultras o blanqueadores, lo único que acredita para cualquier ciudadana o ciudadano español la condición de andaluza o andaluz, a todos los efectos civiles y, por tanto, para presentarse a las elecciones autonómicas es su residencia continuada y verificable en el territorio de Andalucía. Ni la sangre, ni la pasión, ni el sentimiento -por muy verde y blanco que sean-, ni el nombre de pila, ni el acento, ni la voluntad

Tampoco proclamas más o menos sentidas, desde las entrañas o por obligación, o reivindicar tópicos con los que andaluces y andaluzas llevan luchando media vida. Todos ellos son trucos muy burdos que se pillan a la primera y que esconden el desprecio a Andalucía, andaluzas y andaluces y a su Cultura.

Para desgracia de ultras o blanqueadores, lo único que acredita para cualquier ciudadana o ciudadano español la condición de andaluza o andaluz, a todos los efectos civiles y, por tanto, para presentarse a las elecciones autonómicas es su residencia continuada y verificable en el territorio de Andalucía. Ni la sangre, ni la pasión, ni el sentimiento -por muy verde y blanco que sean-, ni el nombre de pila, ni el acento, ni la voluntad.

Como se sabía y se sabe, la alicantina Macarena Olona, abogada del Estado, no es andaluza. Pero ha hecho trampas para parecerlo y presentarse a las elecciones del 19J porque la diputada nacional, sin relación alguna con Andalucía antes de concurrir al Congreso por la provincia de Granada como paracaidista en los comicios de abril de 2019, se empadronó como vecina del municipio granadino de Salobreña el pasado 5 de noviembre, en una vivienda del ex presidente provincial de Vox.

En los dos días siguientes, la Policía Local de Salobreña efectuó varias visitas a la vivienda y emiten un segundo informe sobre las averiguaciones practicadas, que impiden acreditar que la Olona reside en la vivienda

Simuló que vivía en Salobreña, cuyo Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, la inscribió en el padrón 20 días después.

Pero tras las informaciones que cuestionaban la inscripción de la candidata en el padrón municipal y las manifestaciones del titular de la vivienda, el secretario municipal encargó el pasado día 17 de mayo a la Policía Local que verificara si "reside habitualmente en el municipio" para valorar en su caso "el inicio del correspondiente expediente de baja de oficio" del padrón municipal "por inscripción indebida", según el informe.

En los dos días siguientes, la Policía Local de Salobreña efectuó varias visitas a la vivienda y emiten un segundo informe sobre las averiguaciones practicadas, que impiden acreditar que la Olona reside en la vivienda.

Así que la Policía Local certificó que era falso que residía habitualmente en el municipio y la alcaldesa, la socialista María Eugenia Rufino, dictó el pasado viernes, 20 de mayo una resolución en la que iniciaba de oficio la baja en el padrón de Macarena Olona, que tiene quince días de plazo para alegar.

Macarena Olona no es andaluza a efectos de las elecciones del 19J, a la espera del pronunciamiento judicial. Se parece a lo que le sucedió a Toni Cantó, cuando Isabel Díaz Ayuso quiso incluirlo en sus listas, si bien la diferencia entre ambos reside en que en el caso del exactor y exciudadanos fue que se inscribió en el padrón madrileño fuera de plazo, pero no fingió la residencia

Además, el Ayuntamiento interpone denuncia ante la Junta Electoral, que se suma a la que presentó Andaluces Levantaos, la única formación que se atrevió a elevar ante el organismo judicial la presunta inscripción irregular.

Macarena Olona no es andaluza a efectos de las elecciones del 19J, a la espera del pronunciamiento judicial. Se parece a lo que le sucedió a Toni Cantó, cuando Isabel Díaz Ayuso quiso incluirlo en sus listas, si bien la diferencia entre ambos reside en que en el caso del exactor y exciudadanos fue que se inscribió en el padrón madrileño fuera de plazo, pero no fingió la residencia.

Otro asunto es de cómo se certificó la primera inscripción en el padrón de Salobreña. Puede que ayude a ello, el comunicado emitido este sábado por el Sindicato Independiente de Policía Local (Siplg) de Salobreña, compartido por Macarena Olona en su cuenta de Twitter, en la que expresa su "asombro por la fluidez y urgencia con la que se ha llevado este asunto, poco habitual en lo relativo a la tramitación de las altas y bajas en el padrón municipal".

Recurrente en la ultraderecha

Las trampas, irregularidades, corruptelas o escándalos de los dirigentes de la extrema derecha son más bien recurrentes. Bien es cierto que en otros partidos han sucedido, pero la diferencia, además de la gravedad, es que en Vox se conocen desde el inicio de su andadura, y eso que se proclaman un “partido de orden”.

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Serrano saluda en una imagen de archivo a Abascal y Ortega Smith. E.P.

Y la más sonada: la dimisión obligada de Francisco Serrano, quien fuera candidato a la Junta por Vox en Andalucía en las últimas elecciones autonómicas del 2018 después de que la Fiscalía Superior de Andalucía formulara una querella contra él por presunto fraude de subvenciones. Y era juez

Entre ellas, la supuesta financiación por un grupo de presión iraní para la fundación del partido. Los sueldos que este mismo lobby pagó durante meses a su presidente, Santiago Abascal, del que no se conoce trabajo fuera de la política, y a su portavoz, Iván Espinosa de los Monteros. O la reconversión ilegal de un edificio en Madrid por parte de este o la falsedad de la firma de su esposa, Rocío Monasterio, como si fuera arquitecta cuando no lo era.

Y en Andalucía, la dimisión de la diputada de Vox Luz Belinda Rodríguez por "acoso laboral", a lo que el partido respondió: “No es una pérdida importante". "No destacaba por su trabajo y su calidad humana dejaba mucho que desear".

La también dimisión de la presidenta de Vox en Sevilla, María José Piñero, tras acusar a la dirección de “jugar irregularmente con los recursos de los afiliados” y mandar una carta a la militancia en la que aseguraba a la ejecutiva de crear” una estructura paralela dentro del partido al margen de sus militantes”.

Y la más sonada: la dimisión obligada de Francisco Serrano, quien fuera candidato a la Junta por Vox en Andalucía en las últimas elecciones autonómicas del 2018 después de que la Fiscalía Superior de Andalucía formulara una querella contra él por presunto fraude de subvenciones. Y era juez.

Otras formas de engañar a las andaluzas y andaluces.

Si quieres descubrir o volver a leeer los diarios de campaña anteriores, que, El Independiente de Granada, ofrece a sus lectoras y lectores para analizar, desde diversas perspectivas, las elecciones autonómicas del 19J:

• Pedro Sánchez trata de romper la atonía del PSOE-A y la otra izquierda sigue enredada

• Progreso o involución, Andalucía en el 19J