'Algunos recibimos malos tratos, allí mismo. Un puñetazo en la cara, alguna patada, traqueones… A mí me pegaron'

La caída del 'Barranco del Sombrero' de 1976 (I)

Política - Alfonso Martínez Foronda - Sábado, 5 de Noviembre de 2022
Alfonso Martínez Foronda nos ofrece la historia de uno de los hechos que marcaron la transición en Granada: en el llamado "Barranco del Sombrero" (en la antigua carretera N-342) fueron detenidas 54 personas reunidas en asamblea clandestina para organizar una huelga en el sector de la construcción. En homenaje a todas las personas que lucharon por las libertades de las que hoy disfrutamos.
Cerro del Sombrero.
Foto de Alfonso Martínez Foronda.
Cerro del Sombrero.

El Gobierno Arias estaba decidido a seguir reprimiendo la protesta obrera con el único objetivo de evitar una demostración de fuerza que lo erosionase aún más. La justificación es que se debatía, antes de ese 1º de mayo de 1976, el Proyecto de Ley de Reunión y Manifestación y que, para evitar las manifestaciones, debían superponerse las razones políticas. El Ministerio de la Gobernación enviará instrucciones a todos los gobiernos civiles para que éstos prohibiesen las manifestaciones del 1º de mayo, todavía en 1976, advirtiendo que estaba dispuesto a “actuar con todos los medios y con el rigor necesario” contra quienes tenían como inequívoco objetivo “crear un clima de intranquilidad ciudadana que propicia sus verdaderos e inconfesables propósitos” y, redondeaba el argumento con un cinismo, este sí inequívoco, al considerar que las medidas preventivas que adoptaba no debían entenderse “como una merma del ejercicio de los derechos cívicos, sino como una contribución al libre ejercicio de los mismos”. Informe de la Dirección General de Seguridad correspondiente al 1-15 de mayo de 1976). Luego, muchos de estos franquistas se levantaron demócratas a los pocos días, pero eso es otra historia. Pero como no todo debían ser prohibiciones y había que ejercitar algún derecho, permitían y alentaban la festividad de San José Obrero que, anualmente, realizaba la Iglesia. Más explícitos que el propio ministerio de la Gobernación, y sin tan alambicados argumentos, se expresaban las jefaturas de policía que emitían informes en los que se avisaba de “la extrema peligrosidad del odio comunista, que no vacila en utilizar los procedimientos más execrables para resquebrajar la paz española”. Esto, bien entrado el año de 1976.

Panfletos de las CCOO de Granada para el 1º de Mayo de 1975, repartido el 29 de abril de ese año. Archivo Histórico CCOO Granada. Colección Gráfica. 

La oposición granadina había presentado un escrito el día 21 de abril de 1976 para solicitar la manifestación del 1º de mayo. La firmaban 39 personas de todo el arco de la oposición democrática y de la Universidad. La encabezaba Francisco Portillo Villena (PCE)

A nivel doméstico la oposición granadina había presentado un escrito el día 21 de abril de 1976 para solicitar la manifestación del 1º de mayo. La firmaban 39 personas de todo el arco de la oposición democrática y de la Universidad. La encabezaba Francisco Portillo Villena (PCE) y le seguían Roberto Mayoral Asensio (PTE), Pepe Cid de la Rosa (CCOO), Asunción Cano Peinado (CCOO), Daniel Maldonado López (UGT), Eladio José Fernández-Nieto Fernández (ASA), Ángel Díaz Sol (PSOE), Beatriz García Cotarelo (PSOE) y Antonio Córdoba Fernández (MCA). Arropaban la petición prestigiosos profesores de la Universidad de Granada como Jesús Lenz Tuero, José Manuel Pita Andrade, Concepción Félez Lubelza, Alberto Prieto Arciniega, Juan Alfredo Bellón Cazabán, José María Fontboté Mussolas, Nicolás María López Calera, José Cazorla Pérez, Monserrat Rubio Lois o Luis García Ballester, entre otros.

Lógicamente, el Gobernador Civil, José Manuel Menéndez Manjón y Sancho-Miñano, siguiendo la línea gubernamental y la escuela de los reformistas franquistas, la denegará con estos curiosos argumentos:  “… por ser inconveniente por razón de su momento de su expresión...

Lógicamente, el Gobernador Civil, José Manuel Menéndez Manjón y Sancho-Miñano, siguiendo la línea gubernamental y la escuela de los reformistas franquistas, la denegará con estos curiosos argumentos:  “… por ser inconveniente por razón de su momento de su expresión, precisamente ese 1 de mayo, fecha en que es de prever se utilice cualquier medio de expresión cívica por personas incontroladas para ejercer acciones en menoscabo de las libertades ciudadanas, riesgo del que han venido informando ampliamente los medios de comunicación social, poniendo en evidencia la ofensiva general y subversiva, de neto cariz comunista que para tal fecha se pretende, y del que resulta un exponente más el reciente y brillante servicio de las FOP en Granada [se refiere a la caída del Barranco del Sombrero acaecida unos días antes], así como la no menos sorprendente coincidencia de la convocatoria que en hojas clandestinas venían haciendo para una manifestación el mismo día y hora las organizaciones ASA, MCE, PCE, PSOE y PTE, así como los antecedentes existentes en algunos de los solicitantes”. (AHGCG, Caja 1210D, asunto “Reuniones” (1976), antecedentes policiales de los solicitantes del 1º de mayo de 1976 que el Gobernador Civil remite al Ministro de la Gobernación).

Pepe Cid de la Rosa y Natividad Bullejos Cáliz, detenidos por la caída del Barrranco del Sombrero. Foto cedida por Natividad Bullejos.

Otra vez los antecedentes de los solicitantes era una prueba más que evidente para sospechar que se iba a producir un desorden público. Y con la celeridad de que hace gala la Jefatura Superior de Policía, le remite al Gobernador Civil los antecedentes y filiación de cada uno de los solicitantes, como si éste no los conociera sobradamente desde hacía tiempo

Otra vez los antecedentes de los solicitantes era una prueba más que evidente para sospechar que se iba a producir un desorden público. Y con la celeridad de que hace gala la Jefatura Superior de Policía, le remite al Gobernador Civil los antecedentes y filiación de cada uno de los solicitantes, como si éste no los conociera sobradamente desde hacía tiempo. Es significativo que Paco Portillo y Pepe Cid sean los dos primeros que aparecen en el listado con un resumen literal de sus antecedentes. Pero también de otros militantes antifranquistas como Francisco Javier Terriente Quesada, de los que ya nos hemos referido en otros artículos o Roberto Mayoral Asensio (Zaragoza, 1950), dirigente del PTE del que se afirma que “se conocen sus actividades subversivas desde junio de 1971 en que fue detenido”, al finalizar el Estado de Excepción de ese año, permaneciendo quince días en la prisión, así como su multa de 500.000 pesetas, en febrero de 1975, impuesta por el Ministerio de la Gobernación en que co-presidió Tribuna, durante la conferencia de Isidoro Moreno. Anteriormente, había sido catalogado por las autoridades académicas de creador/a de “situaciones conflictivas de matiz subversivo y al que no se le ha aplicado el artículo 28”. (Archivo General de la Universidad. Secretaría General Rectorado. Asunto: Estudiantes. Carpeta “Boletín de situación de estudiantes”, curso 71/72). En 1973 fue detenido en Sevilla cuando iba a recoger propaganda del PC(i) y torturado por Beltrán, famoso comisario de la BPS de Sevilla. Le quitaron la prórroga del servicio militar y tuvo que  hacer la mili en Pontoneros (Zaragoza).

Laureano Nievas Quesada. Militante del PCE y de CCOO: uno de los detenidos en el Barranco del Sombrero y que había sido detenido también en 1961. Foto cedida por su hijo Laureano, para AHCCOO-A.

Del resto de los firmantes, se daban también pinceladas de sus antecedentes como activistas: de Eladio José Fernández Nieto-Fernández (Granada, 1951. Licenciado en Filosofía y Letras), que “es hijo del Jefe Provincial de Tráfico está muy relacionado con movimientos apostólicos y amigo de los jesuitas Pope Godoy y Lara Palma. Es uno de los principales miembros de ASA”; de Antonio Córdoba Fernández (Almuñécar, 1949, Licenciado en Derecho), que es un “activista universitario conocido desde 1972, fue uno de los principales cabecillas de su Facultad”, miembro del MCE y que fue detenido en 1975 junto a otros dos”; de Concepción Félez Lubelza (Málaga, 1943. Profesora Adjunta de Filosofía y Letras” se afirma que es “Profesor (sic) Adjunto de Historia del Arte. Liberal. Amiga del marxista LOUIS ALTOHOUSER (sic) el cual iba a alojarse en su domicilio cuando dio hace breves fechas una conferencia en el Hospital Real” y que ella lo acompañó a París; de Jesús Lenz Tuero (Ferrol del Caudillo, 1943), que es Decano de la Facultad de Filosofía y que favorece a los PNNs y a otros activistas, con lo que “hace el juego a la subversión” y que “ha podido constatar su ideología radical, de matiz izquierdista”. Luego, con menos carga en sus antecedentes, las de otros de los firmantes como ángel Díaz Sol, Beatriz García Cotarelo, Juan Alfredo  Bellón Cazabán, Juan Carlos Rodríguez Gómez, Nicolás María López Calera o Juan Antonio Rivas López, entre otros.

Ellos sabían desde el mismo momento que habían entregado el escrito el día 21 de abril que iba a ser prohibida, y más, porque unos días más tarde de recepcionar el escrito en el Gobierno Civil, concretamente el 24 de ese mismo mes, se producirá una caída masiva de obreros y estudiantes de CCOO en el Barranco del Sombrero

Ellos sabían desde el mismo momento que habían entregado el escrito el día 21 de abril que iba a ser prohibida, y más, porque unos días más tarde de recepcionar el escrito en el Gobierno Civil, concretamente el 24 de ese mismo mes, se producirá una caída masiva de obreros y estudiantes de CCOO en el Barranco del Sombrero.

¿Por qué se produce la caída de los 54 militantes de CCOO en el Barranco del Sombrero? La caída está relacionada no sólo con la preparación del 1º de mayo, sino porque la Coordinadora de la Construcción nacional de CCOO se había reunido el día 19 de marzo en Barcelona y hecho un llamamiento para la huelga general en el sector en todo el estado para los días 28, 29 y 30 abril. En esta reunión habían participado, por Granada, Pepe Cid de la Rosa y Manolo “El Calvo” [Manuel Vega Rodríguez]. Allí se vuelve a reclamar un sindicato obrero, el derecho a la huelga y la amnistía laboral, así como la descongelación salarial decretada por el gobierno y la amnistía política. En el comunicado rinden un homenaje a los compañeros de la construcción que murieron en la lucha en Granada, Madrid, de San Adrián del Besós y los más recientes de Vitoria, Elda, Basauri y Tarragona.

Francisco Portillo Villena, en la casa de Alfonso Martínez Foronda en 2010 para la realización de la entrevista. Foto de Alfonso Martínez Foronda.
Francisco Javier Terriente Quesada en su casa. Foto de Alfonso Martínez Foronda.

La preparación de la huelga no había pasado desapercibida por la Brigada Político Social de Granada (BPS), porque una semana antes se había hecho una asamblea masiva y, lógicamente, entre los asistentes, había policías infiltrados. No fue difícil, por tanto, hacer un seguimiento de algunos activistas. El día de la reunión las autoridades gubernativas preparan el golpe en coordinación con la Guardia Civil y la BPS. Así explica un informe del Gobierno Civil la caída del Barranco del Sombrero:

“Viniéndose observando desde hacía tiempo un encrudecimiento (sic) en las actuaciones de las Organizaciones ilegales, especialmente las de cariz marxista, y para prevenir cualquier acto de carácter subversivo que se pretendiera efectuarse con motivo de la celebración del 1º de mayo, se montaron con la debida antelación, los pertinentes servicios de información, descubriéndose por los correspondientes a la Jefatura Regional de la Sección Central de Documentación de la Presidencia del Gobierno, el lugar exacto en que se iba a celebrar una reunión de obreros de la construcción integrados en el Partido Comunista y en las Comisiones Obreras para planificar las actuaciones a llevar a cabo en la indicada festividad, así como formar los piquetes que se encargarían de paralizar todas las obras de la construcción durante los días 28, 29 y 30 de abril.

Por la Junta de Orden Público, en dos sesiones celebradas al efecto, se estudió la operación a desarrollar para lograr sorprender en el momento álgido de la reunión a las personas que estaban en la misma, operación delicada debido a que el lugar de la reunión era un barranco, denominado de “El Sombrero”, ubicado en la carretera N-342, Granada-Murcia, en las inmediaciones de esta Capital, donde además contaban con vigías en sitios estratégicos para avisar de cualquier peligro que se pudiera observar.

La operación fue llevada a cabo conjuntamente por funcionarios de la Jefatura Superior de Policía y fuerzas de la Policía Armada y Guardia Civil, irrumpiendo por sorpresa a las 11.30 horas del día de la reunión, el sábado 24 de abril, por tres puntos distintos al objeto de cubrir las laderas del barranco y la parte baja y evitar que las personas reunidas pudieran escapar. Se logró la detención de 51 personas, el número total de los que estaban celebrando la reunión, así como los tres vigías que se tenían establecidos a los cuales se les ocupó aparatos de transmisión a distancia. (AHGCG, Caja Generales de Orden Público de Granada Capital, Informe de 3 de mayo de 1976, del Gobernador Civil al Ministro de la Gobernación).

Pepe Cid recuerda, efectivamente, que los cogieron como a conejos:

“De pronto nos vimos rodeados. Nadie se movió. La gente estaba tranquila, excepto algunos que empezaron a inquietarse. Pero nadie corrió. De haberlo hecho, no sabemos qué hubiera ocurrido. Igual te aplican la ley de fugas. Algunos recibimos malos tratos, allí mismo. Un puñetazo en la cara, alguna que otra patada, traqueones… A mí me pegaron, delante de diecisiete compañeros, a los que decían que yo era un vago…”. (Entrevista a Pepe Cid, en Crónica de un sueño, coordinado por A. Ramos Espejo).

Emilio Cervilla Alonso, por su parte, recuerda aquel día cuando a las 11 de la mañana, aproximadamente, se le abalanzaron los policías:

“... entre ellos se encontraba el famoso torturador Miguel Guisado, con su metralleta al hombro como en sus mejores tiempos. Yo continué sentado mientras los demás compañeros se iban poniendo en fila de dos. Miguel Guisado se va hacia donde yo estaba y me hace levantarme del suelo a fuerza de patadas. Al levantarme intenta obligarme a coger un periódico que estaba en el suelo. Yo le digo que no es mío y, por lo tanto, no lo cojo. Al ver que yo no agarraba el periódico procede con los métodos de siempre: la tortura física y moral. Patadas, puñetazos, cabrón, maricón y como no cojas el periódico te voy a freír a balazos. Jamás me esperaba la reacción de los compañeros que estaban frente a mí: ¡Hijo de perra, no le pegues más que ese es más honrao que toos vosotros juntos! La mayoría se salieron de la fila y se sentaron en el suelo. Esto fue un gran ejemplo que obligó a moderar el comportamiento de los policías...”. (Autobiografía de Emilio Cervilla, ¿Por qué soy comunista?, Copia en Archivo Histórico de CCOO-A., p. 487).

Puede sonar a exagerado lo de la ley de fugas, pero recuerda Pepe Cid que le resonaban todavía las palabras de Fraga Iribarne –que luego se hizo demócrata, pero que entonces era Ministro de Gobernación franquista- cuando el 5 de marzo de ese mismo año decía que la calle era suya y, para demostrarlo, había sembrado de terror las de Vitoria poco antes cuando la policía había arremetido contra los trabajadores en huelga, que se habían refugiado en la iglesia de San Francisco de Asís, en el barrio de Zaramaga. El resultado fue el de cinco muertos y 150 heridos de bala. Para Pepe Cid, como para otros dirigentes obreros, los sucesos de Vitoria volvían a poner sobre el tapete que el régimen, después de Franco, seguía dando coletazos mortales. Posiblemente por estos hechos de Vitoria se logrará, al menos, que la oposición democrática acelerara su unidad de acción y el día 26 de marzo se fusionaran las dos plataformas: la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia, creándose una sola instancia que fue Coordinación Democrática o “Platajunta”.

Antonio Córdoba Fernández, dirigente del MCA, uno de los solicitantes de la manifestación del 1º de mayo de 1976. Foto de Alfonso Martínez Foronda, en casa de Antonio Córdoba.
Roberto Mayoral Asensio, dirigente del PTE, uno de los solicitantes de la manifestación del 1º de mayo de 1976.
Natividad Bullejos, junto a Luis García Montero y Blas Ruedas, en la presentación del libro La lucha del movimiento obrero en Granada, de Alfonso Martínez Foronda, en Maracena, en 2011.

Los medios de comunicación locales, en consonancia con el régimen, el domingo 25 de abril, abrían con la noticia de la detención de los obreros en la misma portada y seguían con su línea oficial: que había sido sorprendidos con “propaganda subversiva relacionada con la programación de distintas acciones con motivo del primero de mayo”

Los medios de comunicación locales, en consonancia con el régimen, el domingo 25 de abril, abrían con la noticia de la detención de los obreros en la misma portada y seguían con su línea oficial: que había sido sorprendidos con “propaganda subversiva relacionada con la programación de distintas acciones con motivo del primero de mayo”. Luego transcribían literalmente la nota que les había remitido el Gobierno Civil sin el más mínimo asomo de crítica por esta detención masiva. (Diario Ideal de 25.4.76, Portada). A lo más, señalaban días más tarde que la noticia de la redada había sido muy comentada en la ciudad “tanto por el elevado número de trabajadores a que ha afectado, como por la personalidad de algunos de ellos, conocidos líderes sindicales y, en concreto, en el ámbito de la construcción”.

Tras la operación policial del Barranco del Sombrero,  a unos se los llevaron al Cuartel de las Palmas y a los demás los repartieron por distintas comisarías de Granada. A Pepe Cid se lo llevaron a la comisaría de Los Lobos. Sin embargo, la reacción policial en estas detenciones de la primavera de 1976 ya no es la misma que había desplegado unos meses antes cuando vivía el dictador. Ahora se muestran más cautos porque intuyen que los vientos soplan de otro costado:

“En esta detención –dice Pepe Cid- me dice uno de la BPS: “Si vienes dispuesto a que te peguemos, este viaje te vas a tocar los cojones, que no te vamos a tocar”. Me subieron para arriba [la primera planta donde se producían los interrogatorios] a la Político Social. Yo estaba esposado a un tal José López Ávila –que no es “El Abuelito”, sino otro que se llama lo mismo en Maracena y que se creían que era Pepe “El Abuelito”. Entonces me llaman a mí y le digo: Pero, ¿dónde voy yo con éste? Y es que se había perdido la llave [de las esposas]. Y entonces un policía me dijo: Tú eres un vago. Y ¡pum!, me dio un puñetazo en la cara, delante de tos. Es lo único que en aquella época me hicieron. Y me decían que bastaba con el documento de Barcelona donde iba mi firma. Yo creo que de los 80 de todo el país que firmamos [en realidad fueron 101] nos detuvieron a todos menos a uno que se escapó”.

RELACIÓN DE DETENIDOS Y SANCIONADOS EN EL BARRANCO DEL SOMBRERO EL 24 DE ABRIL DE 1976

Nombre

Profesión

Multa en pesetas

Arresto sustitutorio en días

Emilio Cervilla Alonso

Lotero

100.000

30

José Cid de la Rosa

Obrero

100.000

30

Manuel Vega Rodríguez

Albañil

100.000

30

Francisco Rute Jávega

Campo

100.000

30

Enrique Palma Marín

Albañil

75.000

25

Sergio Hernández Castillo

Estudiante

50.000

20

Miguel Girela Reyes

Albañil

50.000

20

José Jiménez Ruiz

Carpintero

75.000

25

Antonio Gutiérrez Bautista

Encofrador

15.000

10

Manuel Fernández Vílchez

Albañil

15.000

10

Francisco Veredas López

Carpintero

15.000

10

Luis Navarro Ruiz

Funcionario

15.000

10

José Fraguas Moreno

Albañil

15.000

10

Francisco Sillero Gómez

Carpitnero

15.000

10

Tomás Zamorano Castillejo

Estudiante

15.000

10

José López Ávila

Albañil

15.000

10

Josefa López Gómez

Estudiante

15.000

10

Antonio Quesada Romero

Estudiante

15.000

10

Francisco Álvarez Marfil

Albañil

25.000

15

Francisco Gutiérrez Bautista

Albañil

20.000

20

Juan Espinosa Cepero

Enconfrador

75.000

25

Antonio Moreno Mercado

Encofrador

25.000

15

Rafael Rodríguez Pérez

Albañil

25.000

15

Andrés González Sedano

Electricista

50.000

20

José Hernández Fernández

Albañil

50.000

20

Laureano Nievas Quesada

Albañil

30.000

18

Luis Fernández González

Alicatador

15.000

10

José Puertas Varela

Peón

15.000

10

José Puertas Rubio

Carpintero

15.000

10

Antonio Gómez Morata

Lotero

15.000

10

Antonio González Avellaneda

Encofrador

15.000

10

José Cabello Morente

Estudiante

15.000

10

Manuel de la Fuente Quesada

Albañil

15.000

10

Francisco Rodríguez Castro

Albañil

15.000

10

Francisco López Rodríguez

Soldador

15.000

10

José Olivencia Herrera

Peón

15.000

10

Rafael Peinado Lorca

Albañil

15.000

10

Manuel Moreno Vilanova

Encofrador

15.000

10

Antonio Aguilera Fuentes

Albañil

15.000

10

Juan Molina Santamaría

Albañil

15.000

10

Juan José Ovalles Campillo

Campo

15.000

10

José Cervera Castro

Albañil

15.000

10

Francisco Oliva Expósito

Albañil

15.000

10

Juan Sánchez Espejo

Albañil

15.000

10

Eusebio Corral Delgado

Albañil

15.000

10

Rafael Cerro Canalejo

Encofrador

15.000

10

Rafael Aranda Romera

Albañil

15.000

10

Antonio Luzón Torres

Albañil

15.000

10

José Puertas Carmona

Albañil

15.000

10

Manuel Lunas Gómez

Albañil

15.000

10

Benito Bailón López

Obrero

15.000

10

Honorato Desiderio Peña Pérez

Albañil

15.000

10

José Moreno López

Albañil

15.000

10

José Luís García Vega

Albañil

15.000

10

Fuente: AHGCG, Caja Generales de Orden Público de Granada Capital, Informe de 3 de mayo de 1976, del Gobernador Civil al Ministro de la Gobernación, Diario Ideal de 28 de abril de 1976, p. 15 y elaboración propia.

Bibliografía:

  • MARTÍNEZ FORONDA,  Alfonso: La lucha del movimiento obrero en Granada por las libertades y la democracia. Pepe Cid y Paco Portillo: dos líderes, dos puentes. Fundación de Estudios y Cooperación de CCOO-A, Granada, 2012.
  • SARTORIUS, N. y SABIO, A.: El final de la dictadura. La conquista de la democracia en España (noviembre de 1975-junio de 1976), Temas de Hoy, Madrid, 2007, pp. 294-295.
  • RAMOS ESPEJO, Antonio (et alli): Crónica de un sueño. Memoria de la transición democrática en Granada, 1973/83. Caja General de Granada, Granada, 2002.
  • Autobiografía de Emilio Cervilla, ¿Por qué soy comunista?, op. cit., p. 487.
  • Archivo Histórico del Gobierno Civil de Granada: Carta del Gobernador Civil al Ministro de Gobernación el 3 de mayo de 1976, núm. 262681, Caja 1210-D, asunto: Manifestaciones, 1976 y Diario Ideal de 30.4.76, portada y p. 16; Caja Generales de Orden Público de Granada Capital, Informe de 3 de mayo de 1976, del Gobernador Civil al Ministro de la Gobernación; Caja 1210D, asunto “Reuniones” (1976), antecedentes policiales de los solicitantes del 1º de mayo de 1976 que el Gobernador Civil remite al Ministro de la Gobernación.
  • Archivo General de la Universidad. Secretaría General Rectorado. Asunto: Estudiantes. Carpeta “Boletín de situación de estudiantes”, curso 71/72
  • Diario Ideal, del 25 de abril al 2 de mayo de 1976
  • Entrevistas a Natividad Bullejos Cáliz, Francisco Portillo Villena, Pepe cid de la Rosa por Alfonso Martínez Foronda, en Fondo Oral de CCOO de Andalucía.
Alfonso Martínez Foronda es licenciado en Filosofía y Letras, profesor de Secundaria e históricamente vinculado al sindicato CCOO, en el que ocupó distintas responsabilidades, como investigador ha profundizado en el movimiento obrero y estudiantil.

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