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'Los presos tuvieron tiempo para componer una canción que recogía los sucesos del Barranco del Sombrero'

La caída del Barranco del Sombrero de 1976 (y II)

Política - Alfonso Martínez Foronda - Sábado, 12 de Noviembre de 2022
Alfonso Martínez Foronda nos ofrece la segunda parte de uno de los hechos que marcaron la transición en Granada, en el llamado "Barranco del Sombrero", en el que fueron detenidas 54 personas reunidas en asamblea clandestina para organizar una huelga en el sector de la construcción. Un reportaje excepcional, en homenaje a mujeres y hombres que lucharon por las libertades de las que hoy disfrutamos.
Imagen tratada del 'Cerro del Sombrero'.
Sobre imagen de Alfonso Martínez Foronda.
Imagen tratada del 'Cerro del Sombrero'.
Si no tuviste la ocación de leer el primer capítulo o quieres volver a hacerlo: La caída del 'Barranco del Sombrero' de 1976 (I)

Todos los detenidos en el Barranco del Sombrero en abril de 1976 pasarán al menos dos días en la comisaría o en el cuartelillo y, como recoge el informe policial, a los 18 detenidos más conocidos y con mayor número de antecedentes, fueron puestos a disposición de la autoridad judicial aproximadamente a las 48 horas de su detención. Asimismo, fueron puestas multas gubernativas, así como el arresto sustitutorio, mientras no hicieran efectivas las mismas. Por la Autoridad Judicial se decretó la prisión de 11 de los detenidos, ordenando la libertad de los restantes, recogiendo en su informe que habían hecho efectiva la multa siete personas, todos ellos sin antecedentes, y que habían sido sancionados con 15.000 pesetas. (AHGCG, Caja Generales de Orden Público de Granada Capital, Informe de 3 de mayo de 1976, del Gobernador Civil al Ministro de la Gobernación).

El criterio que se sigue para decretar su prisión son los antecedentes que cada uno de ellos carga sobre sus espaldas

Lógicamente, el criterio que se sigue para decretar su prisión son los antecedentes que cada uno de ellos carga sobre sus espaldas. Antecedentes que, de nuevo, aporta la BPS de todos ellos, además de los ya conocidos de Pepe Cid o de Emilio Cervilla Alonso:

  • Manuel Vega Rodríguez (Granada, 1939), albañil, del que se dice que tiene un amplio historial de participación en los conflictos laborales desde 1972  y al que en el registro que se efectuó en su casa el día 24 de abril se le encontró abundante material “subversivo” del PCE o de CCOO.
  • Sergio Hernández Castillo (Granada, 1956) estudiante, que fue detenido el 15 de marzo de 1976 cuando colocó carteles de la Pro-Asociación Democrática de la Juventud.
  • José Jiménez Ruiz (Jaén, 1946), carpintero, que pasó a disposición judicial el 21 de diciembre de 1974 por desobediencia a la policía municipal.
  • Francisco Rute Jávega. (Moraleda de Zafayona, 1943). Campesino.  Se dice que “Dada su profesión y vecindad se cree que está en íntima relación con elementos dirigentes del Comité Provincial del PCE”.
Calalamus naquerar, que significa “queremos hablar”, se representó por primera vez en febrero de 1976 en la universidad granadina con coreografía de Mario Maya

El resto de los que pasan a prisión son Juan Espinosa Cepero, Francisco Álvarez Marfil, Antonio Moreno Mercado y Rafael Rodríguez Pérez. A los once, a su vez, se les abre diligencias ante el Tribunal de Orden Público e, inmediatamente, diez abogados de Granada se harán cargo de su defensa: José Cardona Martín, Enrique Ceres Ruiz, Luis González Palencia Lagunilla, Antonio Jiménez Blanco, Felipe López Calera, Miguel Medina Fernández-Aceytuno, Jerónimo Páez López, José María Rosales de Angulo, Fernando Sena Fernández y Andrés Villalta de Palacio. (Diario Ideal de 30 de abril de 1976, p. 16).

Es difícil explicar el criterio gubernativo por el que unos pasaron a disposición judicial y otros no, porque aunque la mayoría no tenían antecedentes policiales, otros que no pasaron a prisión sí los tenían

Es difícil explicar el criterio gubernativo por el que unos pasaron a disposición judicial y otros no, porque aunque la mayoría no tenían antecedentes policiales, otros que no pasaron a prisión sí los tenían, como era el caso de algunos de ellos:

  • Francisco Gutiérrez Bautista (Vélez de Benaudalla, 1941). Albañil. De él se dice que formó parte de un piquete de huelga en 1975.
  • Miguel Girela Reyes “El Curica”. (Granada, 1945). Albañil. La policía afirma que, aunque no tiene antecedentes desfavorables, “es uno de los elementos a quien se le viene prestando atención, ya que en estos últimos meses se ha detectado su presencia en todos aquellos lugares en que se incuba la subversión”.
  • José López Ávila “El Abuelito”. Ya había sido detenido, procesado y encarcelado en 1972.
  • Andrés González Sedano, (Granada, 1952). Ya había sido detenido y sancionado con los sucesos de la Curia en 1975.
  • José Hernández Hernández, (Granada, 1934). Ya había sido detenido y sancionado con los sucesos de la Curia en 1975.
  • Laureano Nievas Quesada, (Peligros, 1924). Ya había sido detenido y encarcelado el 25 de enero de 1961 en la caída de la Peña de los Celtas.
Copia de la sentencia del TOP contra Antonio Rafael Córdoba Fernández, dirigente del MCA de Granada y uno de los solicitantes de la manifestación del 1º de mayo de 1976. TOPDAT (sumario 54/73).

El Gobierno Civil, en fin, había realizado su trabajo, primero deteniendo y encarcelando a dirigentes obreros en el Barranco del Sombrero, luego prohibiendo la manifestación o abortando cualquier otra reunión hasta el 1º de mayo. De hecho, la Brigada Político Social sospechaba que la misma tarde del día 24 de abril se iba a producir una reunión similar en la Casa de Ejercicios de San Pablo, por lo que se personó allí la policía identificando a quienes entraban y salían. Es significativo que, en esta ocasión, el informe gubernativo vuelva a cargar las tintas contra la Autoridad Eclesiástica, a la que acusa de “falta de colaboración”. Y, para cerrar el círculo, se envía a los medios de comunicación una nota donde

“para general conocimiento y efectos […] se participa que han sido cursadas instrucciones a las FOP para que se impida, por los medios a su alcance, la actuación de grupos irresponsables que pudieran desoír esta resolución y atentar contra la pacífica conmemoración de las Fiesta del Trabajo” para evitar a los granadinos “manipulaciones ajenas al auténtico sentir general de paz y orden cívico”. (Diario Ideal, 30.4.76, p. 15).

La vigilancia policial sobre el sector de la construcción antes del 1º de mayo será estrecha y harán un seguimiento de todo lo que se moviera alrededor de este sector

La vigilancia policial sobre el sector de la construcción antes del 1º de mayo será estrecha y harán un seguimiento de todo lo que se moviera alrededor de este sector. Esta será la causa de la detención de algunas mujeres de quienes habían sido detenidos en el Barranco del Sombrero. Y es que desde el momento en que sus maridos pasaron a la prisión provincial las mujeres de los represaliados comenzarán a movilizarse. Primero, enviando una carta a los medios de comunicación tres días más tarde la detención, que firman 30 mujeres, y en la que se sorprenden que sus maridos fueran represaliados por el mero hecho de  tratar los problemas del paro, ya que la mayoría de ellos eran obreros sin empleo en el sector de la construcción. Pero, además señalaban –y con acierto- que no hubieran tenido que ir a un lugar alejado de la vista policial si no se les hubiera negado una y otra vez los locales de la Organización Sindical. Luego, aprovecharán cualquier espacio público para denunciar los hechos, como cuando el domingo, 25 de abril, y antes de iniciarse la representación de la obra Camelamus naquerar  en la Facultad de Ciencias, Natividad Bullejos se dirigió al público denunciando los hechos. Y recibiendo, eso sí, un aplauso cerrado.

Miguel Medina Fernández-Acetuno, uno de los defensores de los detenidos en el Barranco del Sombrero.

La solidaridad con los detenidos en el Barranco del Sombrero no se hizo esperar y, unos días más tarde, se presentaron medio millar de firmas ante el Juzgado de Instrucción nº 2

La solidaridad con los detenidos en el Barranco del Sombrero no se hizo esperar y, unos días más tarde, se presentaron medio millar de firmas ante el Juzgado de Instrucción nº 2, así como un escrito firmado por una docena de abogados –que este colectivo no daba para más- ante el Ministerio Fiscal en el que se pedía a la autoridad judicial que levantara las sanciones. Al mismo tiempo, la tarde del martes 27 de abril se celebra una mesa redonda sobre el paro en el Hospital Real con la presencia de algunos trabajadores y familiares de los detenidos y con los alrededores llenos de policía. Antes de iniciarse el acto tomó de nuevo la palabra Natividad Bullejos que “hizo alusión a que las esposas de los trabajadores habían hecho varias gestiones antes distintas autoridades y mostró sus quejas ante el recibimiento que habían tenido en la Organización Sindical”, y posteriormente leyó la relación de cada uno de los multados, la cuantía de las sanciones y los días que tenían que pasar en la cárcel”. (Diario Ideal, 28 de abril de 1976, p. 15). Al terminar el acto, donde varios estudiantes criticaron con dureza la represión policial, se hizo una manifestación que llegó hasta a la altura del Hotel Luz, en Calvo Sotelo, que fue disuelta, como era costumbre, por la policía. Desde allí volvieron a concentrarse en el Triunfo, cortando el tráfico y desplegando una pancarta pidiendo la libertad de los detenidos y clamando por la amnistía. Luego, se produjeron saltos en distintos puntos del centro de la ciudad.

Las mujeres de los trabajadores presos no pararon y dos días más tarde, el 29 de abril, recorrerán las obras para pedir la solidaridad con sus maridos

Las mujeres de los trabajadores presos no pararon y dos días más tarde, el 29 de abril, recorrerán las obras para pedir la solidaridad con sus maridos. Ese mismo día, como afirman las diligencias policiales fueron “… sorprendidas por las FOP siete mujeres que intentaban paralizar una obra en la Avda. de Madrid, que estaban en solidaridad con sus maridos, que estaban presos, por las detenciones del día 24 [de abril]”.

Las detenidas fueron Natividad Bullejos Cáliz, Enriqueta Aguilar Alba, Dolores Mesa Hernández, Carmen Puertas Rubio, Pilar Bonilla Rubio y Matilde Escobar Cobos. Enriqueta Aguilar Alba era la mujer de Antonio Gutiérrez Bautista; Dolores Mesa Hernández, de Rafael Aranda Romero; Carmen Puertas Rubio era hija de José Puertas Varela y hermana de José Puertas Rubio; Pilar Bonilla Rubio, que ya había sido detenida anteriormente el 2 de mayo de 1975 “por insolentarse con la Policía Armada” tras los sucesos de la Curia, era la mujer de Francisco Gutiérrez Bautista; Encarnación Rubio era la mujer de José Puertas Varela.

Nati Bullejos, en una imagen utilizada para la lista electoral municipal del PCE por Maracena, de 1983.

En las diligencias que instruye la policía se afirma que ese día sobre las tres de la tarde, un coche radio-patrulla (conocido como lechera), observó a un grupo de mujeres que “se hallaban hablando, al mismo tiempo que gesticulaban llamativamente, con unos quince obreros” y sospechando que los estaban incitando al paro descendieron del coche y se dirigieron a las mujeres. Según el informe policial, redactado ese mismo día por inspectores de la BPS,

“…se destacó una de ellas [se refiere a Natividad Bullejos] diciendo “que estaban allí porque iban hablando con los obreros para que no trabajasen y se solidarizasen con sus maridos, que estaban presos sin haber cometido ningún delito”, frase que fue pronunciada por la que después resultó ser NATIVIDAD BULLEJOS CÁLIZ. [el cabo llama a otro coche radio-patrulla que se presenta acto seguido y las introduce a todas en ambos coches].

[…]  y al pasar nuevamente frente a los obreros que, en actitud pacífica, permanecían sentados en el mismo lugar, la citada NATIVIDAD BULLEJOS CÁLIZ, asomándose por la ventanilla del vehículo, se dirigió a ellos, diciéndoles a grandes voces: “ahora nos detienen a nosotras y vosotros seguís trabajando”, posteriormente, al pasar frente a una obra en construcción que existe en la Avenida Calvo Sotelo, la misma mujer hizo el comentario de que el encargado de esa obra era el que las había traicionado…”. (AHGCG, Caja Generales de Orden Público de Granada Capital, Informe de 3 de mayo de 1976, del Gobernador Civil al Ministro de la Gobernación y Diligencias de la BRIS a Gobernador Civil nº 1137, de 30 de abril de 1976).

Esa es la versión policial, que vuelve a trasladarse a los medios de comunicación locales cuando “fuentes oficiosas” se hacen eco de las detenciones y de los motivos

Esa es la versión policial, que vuelve a trasladarse a los medios de comunicación locales cuando “fuentes oficiosas” se hacen eco de las detenciones y de los motivos: “actuar como piquetes invitando a los trabajadores a suspender el trabajo”. A Natividad Bullejos no le sorprende todavía que no tuvieran en los medios de comunicación ningún aliado, todavía en la transición, ni oculta que, efectivamente, debían buscar la solidaridad de los trabajadores invitándolos a parar las obras: 

“Fuimos un grupo de mujeres a las obras parando a la gente. Cuando estábamos descansando en la Facultad de Medicina para irnos a nuestra casa, llegaron dos lecheras con sus metralletas y nos querían meter en el capó. Les dije a las mujeres que no fueran detrás, que teníamos que ir delante. Yo estaba muy empoderá, como poseedora de la razón, de la verdad. A esa hora no había nadie por la calle y yo abrí la ventanilla de la lechera e iba gritando: ¡Que somos las mujeres de los detenidos, que lo paséis, que nos han detenido! Me iban a matar los policías: ¡Señora!¡Suba usted el cristal! Pero cuando veía otra vez a la gente hacía la misma operación. Así que se enteró toda Graná. [Ya en comisaría] estuve sólo seis horas, pero yo venía con aquella fuerza, la fuerza de la razón. Y yo preguntaba por mi marido y mi marido… Y ellos me decían: ¿No tenías ganas de ver a tu marido? Pues ahora lo vas a tener hasta que te pudras… Y yo les decía que quería estar con mi marido, pero no allí, sino en mi casa. Ellos no se achicaron. Yo creo que los interrogatorios eran psicológicos, para ver si yo me atemorizaba, porque me decían que yo era del PCE y de CCOO, pero yo lo negaba todo. Cuando llegué me declaré en huelga. Yo me negaba a todo y les decía que no sabía por qué me habían detenido. Y ellos me decían ¡Pero señora! ¡Si usted ha parado todas las obras! Y yo, ¿Yo? Yo lo único que he hecho es informar. Los que han parado han sido ellos. Yo no tengo la culpa. Yo sólo les he informado”. (Intervención de Natividad Bullejos durante la visita a la comisaría de Los Lobos junto a otros represaliados en febrero de 2010, en AHCCOO-A).

Pero, también, porque la actitud de alguna de ellas, como la de Natividad Bullejos, negándose en rotundo a firmar y hasta poner las huellas dactilares en su ficha, muestra no sólo su valentía y su pérdida de miedo ante la BPS

Estas detenciones son significativas doblemente: primero porque las mujeres adoptan una actitud de empoderamiento que concuerda con el ascenso del movimiento obrero en esos momentos; pero, también, porque la actitud de alguna de ellas, como la de Natividad Bullejos, negándose en rotundo a firmar y hasta poner las huellas dactilares en su ficha, muestra no sólo su valentía y su pérdida de miedo ante la BPS, sino incluso la propia actitud de agentes como “El Jirafa” que, en esos momentos, y sabedor de que la recuperación de las libertades es irremediable, tiene una actitud más “comprensiva” con ellas y, por ello, las deja en libertad esa misma noche. En otros momentos no hubiera dudado en aplicarle un correctivo más eficaz y, desde luego, hubieran pasado las 72 horas de rigor en comisaría.

Luis López García, Orovives, detenido tras la convocatoria de huelga en favor de los detenidos en el Barranco del Sombrero. Militante del PCE, que fue detenido también en 1961 y que formó parte de la primera dirección en la legalidad de la Unión Provincial de CCOO de Granada. Fue el primer alcalde democrático del PCE. Fotografía en el Parque García Lorca de Víznar en 2008, por Alfonso Martínez Foronda.

La policía secreta, que siguió el acto, anota que se detectó “el lanzamiento de propaganda, aunque no de forma masiva”, para “exaltar los ánimos, al objeto de lograr una nutrida asistencia a la manifestación que se pretendía celebrar el 1 de mayo” y que esas mismas incitaciones se efectuaron al finalizar el recital de Carlos Cano

Junto a estas detenciones, algunos militantes de CCOO intentaron paralizar algunas obras el día 31 de abril, pero la vigilancia policial abortó algunos de estos intentos, produciéndose el mismo día otras detenciones, como informaba el Diario Ideal: las de Luis López García y Antonio Ávila González, “por haber formado parte, al parecer, de un piquete para provocar un día de huelga de la construcción en Maracena”. Ambos pasaron por el Juzgado de Instrucción núm. 3 de Granada, que dictó auto de prisión provisional incondicional, por un supuesto delito de sedición, abriéndose causa en el Tribunal de Orden Público, que nunca llegó a sustanciarse. Esa misma tarde se había convocado en Crucero del Hospital Real, rodeado de grises, una asamblea donde se debatieron estos asuntos y que contó con la participación del cantautor Carlos Cano Fernández. La policía secreta, que siguió el acto, anota que se detectó “el lanzamiento de propaganda, aunque no de forma masiva”, para “exaltar los ánimos, al objeto de lograr una nutrida asistencia a la manifestación que se pretendía celebrar el 1 de mayo” y que esas mismas incitaciones se efectuaron al finalizar el recital de Carlos Cano.

Carlos Cano, que dio un concierto en el Hospital Real el 31 de abril, que se aprovechó para lanzar propaganda en solidaridad con los detenidos en el Barranco del Sombrero. 

La represión hizo efecto y la autoridad gubernativa celebra el fracaso de la manifestación del 1º de mayo cuando afirma, a modo de balance, que “no se produjo ninguna alteración, con la excepción de un pequeño grupo de unas 49 personas

La represión hizo efecto y la autoridad gubernativa celebra el fracaso de la manifestación del 1º de mayo cuando afirma, a modo de balance, que “no se produjo ninguna alteración, con la excepción de un pequeño grupo de unas 49 personas, que realizaron intentos de concentración en diversos puntos del centro de la ciudad, dispersándose, sin conseguirlo, ante la sola presencia de la Fuerza Pública”. Hasta tuvieron tiempo para contar uno a uno a los 49 manifestantes y, de paso, presumir de la disuasoria fuerza de la Fuerza Pública. Los medios escritos de Granada, aunque más generosos en la participación –unos 200 manifestantes-, afirmaban que la manifestación que iba a tener como eje la Plaza de Bib-rrambla no llegó a celebrarse, aunque se hicieron intentos de saltos en otros lugares céntricos como El Triunfo, plaza de Gracia y plaza de Isabel la Católica, pero en todos los lugares la mera presencia policial lo impidió. En todo caso, vuelven a hacer hincapié en el fracaso no sólo en Granada, sino en toda la región, como el Ideal que titulaba: LAS CONVOCATORIAS DE MANIFESTACIONES ILEGALES, SIN ÉXITO. ANDALUCÍA ORIENTAL: TRANQUILIDAD. (Diario Ideal de 2.5.76, Portada).

José Antonio Moreno Rodríguez, El cura de San Ildefonso, que ofició una homilía en solidaridad con los detenidos en el Barranco del Sombrero. Fotografia de Alfonso Martínez Foronda, en 2009.
Francisco García Sale El Cura Paco, dirigente de CCOO y detenido en el Proceso 1.001 con el que se reunieron todos los presos del Barranco del Sombrero. 

Sin embargo, la caída del Barranco del Sombrero estuvo presente antes y después del 1º de mayo

Sin embargo, la caída del Barranco del Sombrero estuvo presente antes y después del 1º de mayo. Por ejemplo, la BPS –que hace un seguimiento estrecho de las homilías del párroco de San Ildefonso, José Antonio Moreno Rodríguez por sus ideas de izquierdas-, recoge que en la homilía de la tarde del 1º de mayo, con numerosa asistencia de fieles, se refirió a ese día como fiesta de los trabajadores, a los problemas del movimiento obrero y a la necesidad de encontrar justicia al paro, así como a los 54 detenidos en el Barranco del Sombrero. Una justicia que quedaba al descubierto como en el proceso seguido contra los once encarcelados por la reunión del Barranco del Sombrero: primero cuando el Juzgado de Instrucción decreta su prisión provisional incondicional y, a los pocos días, se dicta su sobreseimiento al no encontrar motivos suficientes para procesarlos y, aún así, los mantienen en la cárcel en tanto en cuanto no paguen las multas. Esa era la queja que algunas de las mujeres de los presos hacen al Juzgado de Instrucción nº 1 de Granada el 7 de mayo de ese año para que inste a la libertad de sus maridos y a que dejen sin efecto las multas que se les impusieron. No lo lograrían, lógicamente. Los presos tuvieron tiempo para componer una canción que recogía los sucesos del Barranco del Sombrero:

En el fondo de un barranco

Rumba, la rumba, la rumba, la (bis)

Al pie del monte Sombrero

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela! (bis)



Nos encontramos reunidos

Rumba, la rumba, la rumba, la (bis)

Un grupo de compañeros

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela! (bis)



Asomaron por los montes

Rumba, la rumba, la rumba, la (bis)

Doscientos y muchos perros

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela! (bis)



Por un puesto de trabajo

Rumba, la rumba, la rumba, la (bis)

Nos encontramos hoy presos

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela! (bis)



El día 1 de mayo

Rumba, la rumba, la rumba, la (bis)

En un patio junto al Beiro

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela! (bis)



Y si a Juan Carlos no le gusta

Rumba, la rumba, la rumba, la (bis)

La bandera tricolor

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela! (bis)



Le pondremos una roja

Rumba, la rumba, la rumba, la (bis)

Con el martillo y la hoz

¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela! (bis)
Cartel del primer homenaje a Lorca en 1967 en la Facultad de Filosofía y Letras, cedida por Luis Castellón para AHCCOO-A-.
Pegatina para homenaje a Lorca de 1980, colección gráfica Archivo Histórico CCOO de Andalucía.

Unos días después de salir de la cárcel se había organizado el homenaje a Lorca en Fuente Vaqueros. Era junio, en un día y una hora taurina: el 5 a las 5. Allí se dio cita la oposición democrática, cada vez más amplia, cada vez más combativa

Unos días después de salir de la cárcel se había organizado el homenaje a Lorca en Fuente Vaqueros. Era junio, en un día y una hora taurina: el 5 a las 5. Allí se dio cita la oposición democrática, cada vez más amplia, cada vez más combativa. Más quienes, como Pepe Cid, llevaban años luchando y que nada podía detenerlos. Su convicción de que la conquista de la democracia estaba en la palma de sus manos, les llevaba a una acción trepidante en aquellos días. Todos los encarcelados en el Barranco del Sombrero asistieron al homenaje a Lorca y, luego, a los actos programados en el Hospital Real. Se aprovechaba cualquier ocasión para difundir sus ideas, para darse a conocer y la presencia del “Cura Paco” [García Salve] sirvió para mantener reuniones con el clero progresista. Pepe Cid recuerda que “aprovechando su presencia se hizo una asamblea con los curas. No sé en qué iglesia, pero estaban todos los curas progresistas. Allí García Salve les habló de por qué era del Comité Central del PCE y de CCOO. Fue muy rica en intervenciones. De ahí nos fuimos Juan López García, Antonio Ávila y yo a llevarlo a Madrid. Lo llevamos a su casa y luego nos volvimos a Granada”. Madrid estaba, entonces, a la vuelta de la esquina.

Bibliografía:                           

  • MARTÍNEZ FORONDA,  Alfonso: La lucha del movimiento obrero en Granada por las libertades y la democracia. Pepe Cid y Paco Portillo: dos líderes, dos puentes. Fundación de Estudios y Cooperación de CCOO-A, Granada, 2012.
  • SARTORIUS, N. y SABIO, A.: El final de la dictadura. La conquista de la democracia en España (noviembre de 1975-junio de 1976), Temas de Hoy, Madrid, 2007, pp. 294-295.
  • RAMOS ESPEJO, Antonio (et alli): Crónica de un sueño. Memoria de la transición democrática en Granada, 1973/83. Caja General de Granada, Granada, 2002.
  • Autobiografía de Emilio Cervilla, ¿Por qué soy comunista?, op. cit., p. 487.
  • Archivo Histórico del Gobierno Civil de Granada: Carta del Gobernador Civil al Ministro de Gobernación el 3 de mayo de 1976, núm. 262681, Caja 1210-D, asunto: Manifestaciones, 1976 y Diario Ideal de 30.4.76, portada y p. 16; Caja Generales de Orden Público de Granada Capital, Informe de 3 de mayo de 1976, del Gobernador Civil al Ministro de la Gobernación; Caja 1210D, asunto “Reuniones” (1976), antecedentes policiales de los solicitantes del 1º de mayo de 1976 que el Gobernador Civil remite al Ministro de la Gobernación.
  • Archivo General de la Universidad. Secretaría General Rectorado. Asunto: Estudiantes. Carpeta “Boletín de situación de estudiantes”, curso 71/72
  • Diario Ideal, del 25 de abril al 2 de mayo de 1976
  • Entrevistas a Natividad Bullejos Cáliz, Francisco Portillo Villena, Pepe cid de la Rosa por Alfonso Martínez Foronda, en Fondo Oral de CCOO de Andalucía.
Alfonso Martínez Foronda es licenciado en Filosofía y Letras, profesor de Secundaria e históricamente vinculado al sindicato CCOO, en el que ocupó distintas responsabilidades, como investigador ha profundizado en el movimiento obrero y estudiantil.

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