Acequia del Toril y dólmenes de Gorafe, tesoros de la prehistoria
Granada tiene cientos de acequias bellísimas, muchas en alta montaña, pero no encontrarás una como la Acequia del Toril, ni en Granada ni en ningún sitio, porque es una formación única en el mundo y, probablemente, la más antigua. Una de las joyas del Geoparque de Granada que te invitamos a visitar, junto al Parque Megalítigo de Gorafe, el mayor de España, ambas zonas declaradas Bien de Interés Cultural con la tipología de Zona Arqueológica.
La Acequia del Toril se encuentra en el municipio de Villanueva de las Torres, junto al balneario de aguas termales de Alicún de las Torres. No esperes ver una acequia al uso, surcada en la tierra, a ras de suelo. La Acequia del Toril es una especie de muralla, un acueducto que llega a superar los 15 metros de altura. Y se formó de manera natural, milímetro a milímetro, por la precipitación del carbonato cálcico de sus aguas a lo largo de la acequia, que conduce las aguas termales sobrantes del balneario para regar los campos de la zona, a cota mucho más baja.
La acequia es una espectacular acueducto, una muralla de sedimentos acumulados en la que sobresale vegetación.
Esta maravilla de la naturaleza se fue conformando durante el paleolítico superior y el neolítico, a lo largo de miles de años. Tiene menos de dos kilómetros de longitud, que serpentean por la zona y se puede recorrer por una vereda contigua y atravesarla por algunos de sus huecos interiores para observar las asombrosas formaciones de roca caliza y porosa, y la vegetación que asoma por su estructura.
Vista de la muralla que forma la Acequia del Toril y varios visitantes que recorren la zona.
Junto a la Acequia del Toril hay dos acequias más, paralelas, de menor altura, por las que no corre agua, únicamente queda el cauce seco, y que son transitables en varios tramos. Siguiéndolas podemos llegar al punto más alto de la zona, donde veremos el agua correr por diversos ramales hacia cotas más bajas.
Una de las dos acequias paralelas, sin agua y transitable.
El agua cae con fuerza, en gran pendiente, para regar los olivares del fondo.
El agua discurre, caliente, a unos 30 grados.
La caída del agua caliente, con la bella sedimentación del cauce, es todo un espectáculo.
Tras recorrer la acequia, llegamos a una altiplanice donde se encuentra una zona de dólmenes y rocas, la necrópolis de los Baños de Alicún, inscrita con carácter específico en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz desde 2008. Se conservan varios dólmenes, algunos grandes y visitables, y otros restos y elementos, como un menhir, con bellas formaciones rocosas y espectaculares vistas a la Acequia del Toril y la zona del balneario.
Dos vistas de uno de los dólmenes desde el interior, con una altura de alrededor de 1,70 metros.
Menhir de la lluvia.
Regresamos al punto de partida, la zona del Balneario de Alicún de las Torres, donde podemos disfrutar del recorrido de sus aguas termales y los colores que ha dejado la sedimentación en el cauce y la vegetación del entorno. A sus aguas se les atribuyen propiedades curativas al ser sulfato-bicarbonatadas y calcicomagnésicas.
Aguas termales del balneario y panel informativo que explica su origen.
Dejamos el balneario y siguiendo la carretera hacia el sur, a pocos metros, junto a un puente sale una vereda a la derecha para ir a la zona de pozas naturales de aguas termales de la Raja de Alicún:
El recorrido del agua entre las piedras deja cascadas y pozas donde disfrutar de un relajante remojón con agua templada.
Parque Megalítico de Gorafe
A menos de diez kilómetros del Balneario de Alicún de las Torres, en dirección a la A-92 por la GR-6100, siguiendo el curso del río Gor llegamos a Gorafe para visitar su Parque Megalítico, el mayor de España, con más de 240 dólmenes del neolítico repartidos por tres zonas principales, cercanas a la localidad, enclavada al pie de los famosos 'badlands' que conforman unos de los paisajes más espectaculares del Geoparque.
Vista impresionante de Gorafe desde la zona de dólmenes Las Majadillas.
Plaza-mirador de Gorafe, junto a la iglesia y el Centro de Interpretación del Megalitismo.
De los más de 240 dólmenes de Gorafe, 198 han sido estudiados y catalogados, distribuidos por ambas márgenes del valle excavado por el río Gor a lo largo de unos diez kilómetros. Hay una decena de necrópolis, aunque se pueden resumir en tres zonas principales: Las Majadillas, Llano de Olivares y Hoyas del Coquín, áreas en las que se han restaurado y habilitado para la visita cerca de 40 dólmenes, numerados y protegidos.
Las estructuras y formas de estas tumbas son diversas, pues las hay de planta trapezoidal, pentagonal, rectangular, cuadrangular y poligonal. Muestran una variada tipología en función de la forma y tamaño de su cámara funeraria y la presencia o no de un corredor de acceso. Su construcción se fecha entre finales del Neolítico (2.800-2.600 años antes de Cristo) y la Edad del Cobre (2.400-2-200 a. C.), aunque su uso y reutilización pervivió al menos hasta época romana.
En el Centro de Interpretación del Megalitismo de Gorafe se puede encontrar una valiosa información para entender el significado y la importancia de estos restos arqueológicos.
Algunos de los dólmenes de la necrópolis de Las Majadillas. fotos del reportaje: indegranada/miguel ángel gallego/jorge almirón
Junto a Las Majadillas, las otras dos principales áreas de dólmenes son Llano de Olivares, con 23 dólmenes catalogados (del 101 al 123), de los que 13 están habilitados para la visita, distribuidos por un recorrido de 3,5 kilómetros.
Por su parte, la zona de Hoyas del Coquín está formada por una veintena de dólmenes, de los que 10 han sido restaurados y son visitables. Destaca el dolmen número 134, el segundo mayor tamaño de Gorafe.
Dolmen 134 de las Hoyas del Coquín. wikipedia
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