Granada, una ciudad malherida que no despega
Es hoy Granada una ciudad enferma, que no levanta el vuelo, y lo que es peor, sin nada emocionante que impulse un corazón gigante que late por inercia, al que han acostumbrado a no esperar nada o muy poco de un gobierno local, que pasó el primer año atrapado en el conflicto interno permanente y que no ha sabido reaccionar con la pandemia.
Los barrios parecen por su abandono satélites del centro, sin ni siquiera acelerar inversiones con los fondos DUSI ya conseguidos en el anterior mandato. Barrios como Chana o Norte demandan actuaciones, sobre todo en las zonas más degradadas
Qué largo se le está haciendo al gobierno municipal de PP-Cs el mandato, camino de los dos años, encomendado a que la Junta de Andalucía tape su inacción con algún proyecto ilusionante y presupuestado. Pero qué largo se le está haciendo también a la mayoría de la ciudadanía, la que madruga para trabajar, se esfuerza por salir hacia adelante y observa cómo los desequilibrios sociales y económicos se agudizan, los problemas se enquistan o agravan.
Los barrios parecen por su abandono satélites del centro, sin ni siquiera acelerar inversiones con los fondos DUSI ya conseguidos en el anterior mandato. Barrios como Chana o Norte demandan actuaciones, sobre todo en las zonas más degradadas. En el terreno de las obras es donde más se percibe esa 'encomienda' al Gobierno andaluz, del mismo signo político, que aceleró la remodelación del eje Arabial-Palencia o la reforma de los Paseíllos Universitarios, ambas actuaciones complementarias por los daños que en su día provocaron las obras del Metro.
A la espera también del Plan Alhambra, que utilizará los 'ahorros' del monumento para destinarlos a obras de lo más variadas. No sólo en el Albaicín, lo que utilizan gobierno municipal y regional para argumentar que la Alhambra mira, a su juicio por primera vez, a la ciudad, también habrá partidas para la iluminación de la Catedral, la Abadía del Sacromonte o la Iglesia de San Cecilio.
Obras de otros a las que se le trata de poner un sello propio, lo que provoca en algunos casos, como en la Plaza Poeta Rafael Guillén, que el vecindario critique que se les ignore.
El hasta ahora carril-reservado se ha repintado de blanco para dar paso al vehículo privado. p.v.m.
Si hay un proyecto que evidencie cómo sufre la ciudad decisiones municipales, ese es el de los hasta ahora carriles reservados para autobús, bicicletas y vehículos de movilidad personal. Se abrieron en plena desescalada del confinamiento domiciliario, presentados como 'la nueva movilidad' que había venido para quedarse, más en una ciudad tan contaminada como Granada. Pero ya se ha ido. Entre otras razones por la presión de la ultraderecha, grupo socio de investidura y al que periódicamente debe hacer concesiones. Y ello a pesar de que el propio concejal de Movilidad, César Díaz (PP), reconoce que ha tenido buenos resultados, sobre todo para el transporte público.
Al fracaso de la movilidad, en la que los hechos demostraron que impera la improvisación, se le une una aversión desconocida al arbolado. En menos de un año se han cargado todo lo que verdeaba en la calle Palencia, la antigua carretera de Málaga, en la Plaza Escultor López Burgos…
Al fracaso de la movilidad, en la que los hechos demostraron que impera la improvisación, se le une una aversión desconocida al arbolado. En menos de un año se han cargado todo lo que verdeaba en la calle Palencia, la antigua carretera de Málaga, en la Plaza Escultor López Burgos… ahora en la Rosaleda, en el bulevar Pampaneira… para sustituirlos por pequeños plantones que darán sombra a la próxima generación, sin posibilidad de absorber la polución de una de las ciudades más contaminadas del país, a la que no se pone freno.
Los nuevos árboles plantados en calle Palencia tardarán años en dar sombra. p.v.m.
En cada obra que arranca, tiembla el arbolado, ante la condena inminente de ser cortado. Mientras tanto, el bipartito presume de lanzar el 'anillo verde', un proyecto en el que Podemos-IU ve una de sus propuestas, indisimuladamente calcada, aunque sin su concurso.
Pese al tiempo gastado en derribar tópicos, este gobierno hasta se ha empeñado en hacerlos realidad, como que las derechas gobiernan para los más pudientes o que Granada es la ciudad del lamento. ¿Y qué le queda, sino alzar la voz?
Pese al tiempo gastado en derribar tópicos, este gobierno hasta se ha empeñado en hacerlos realidad, como que las derechas gobiernan para los más pudientes o que Granada es la ciudad del lamento. ¿Y qué le queda, sino alzar la voz?
Frente a la ciudadanía que se queja con razón, el bipartito es incapaz de alzar la voz contra la Junta de Andalucía, que alarga su lista de agravios con el Parque de las Ciencias, la Escuela Andaluza de Salud Pública, Cetursa, con el primer ERTE en la Administración pública andaluza y el Corredor Mediterráneo.
El alcalde no dudó en utilizar su voto de calidad para tumbar una moción que rechazaba la extinción de la Escuela Andaluza de Salud Pública
En un reciente pleno municipal, la moción de PSOE y Podemos-IU que rechachazaba la extinción de la Escuela Andaluza de Salud Pública fue tumbada con el voto de calidad del alcalde que inclinó la balanza con el apoyo de la ultraderecha.
En cuanto al Corredor Mediterráneo, más de lo mismo, al quedar en evidencia el alcalde tras participar en una reunión en la que se lanzó el ramal central del corredor ferroviario, que colisiona con los intereses de Granada. Acorralado, Luis Salvador lo atribuyó a una estrategia de degaste socialista, poniendo el acento en que no ha firmado documento alguno y que cumplió con su deber de representar a la ciudad. Pero lo cierto es que el alcalde de Granada participó en un encuentro en el que se estaba defendiendo los intereses de otras ciudades.
Para arreglarlo, Ciudadanos y PP argumentan que los dos proyectos, el ramal central y el del litoral, son buenos para la ciudad. Ha sido la Plataforma Granada por el Corredor Mediterráneo la que ha tenido que pedirle al alcalde que ejerza el liderazgo, pero en defensa de Granada.
Sin solución para los cortes de luz, mientras se llegan a elogiar las inversiones de Endesa, que sigue sin cumplir con sus clientes
De perfil en los cortes de luz de la Zona Norte, que si se sucedieran en el centro ya hace tiempo que se hubiera solventado. Un gravísimo problema que ni siquiera mencionó el alcalde durante su intervención en el debate sobre el estado de la ciudad. Lo hizo, y él mismo lamentó el error, en las réplicas, después de que se lo recordara el portavoz socialista, Francisco Cuenca. Pero con un mensaje descorazonador para los vecinos que pagan sus recibos y sufren a diario los cortes de luz, y también para quienes tratan de que no se estigmatice al barrio.
"El problema de la Zona Norte se llama marihuana", zanjó Salvador para considerar que culpar a Endesa de lo ocurre en el Distrito Norte es "engañar a los vecinos y hacer populismo", despreciando los datos que apuntan a que solo un cuarto de los afectados lo es por enganches ilegales y con total carencia de sensibilidad hacia un problema se extiende, y es social y afecta al vecindario de los barrios de la Zona Norte y también de Haza Grande.
Confunde la pobreza que acecha a las clases medias, con los sin hogar, pero apenas soluciones para unos y otros. Con unos Servicios Sociales extenuados, difícilmente se puede ofrecer la cada vez más necesaria ayuda ante la gravedad de la crisis provocada por la pandemia. Y en el caso de las personas sin hogar, han sido más de 40 organizaciones sociales las que han denunciado la falta de plazas en Granada para atender a un colectivo que está en la calle. Asociaciones que incluso han denunciado 'aporofobia', por las explicaciones, no siempre acertadas, del alcalde, hablando de efecto llamada.
No hay nada relevante en Cultura, que agoniza, pese a ser el ADN de esta ciudad, una de sus principales industrias, motor de desarrollo y fiel indicador de la calidad de ciudades.
La gestión en la Policía Local está bajo la sombra de la sospecha, más politizada que nunca, curiosamente lo que criticaban PP y Ciudadanos, con ascensos muy poco transparentes
El bipartito insiste en la Capitalidad Cultural 2031 como maná. Prometió un Plan Estratégico de Cultura que marcara el camino a seguir, pero su elaboración se ha visto condicionada por la pandemia. Mientras, una nueva edición del Observatorio de la Cultura que elabora cada año la Fundación Contemporánea, con la opinión de profesionales de la cultura -este año medio millar ha colaborado-, refleja una evidencia, que Málaga ha adelantado por méritos propios a Granada, ensimismada en su riqueza patrimonial y sin darle el sitio que merece a los grandes creadores, como los músicos granadinos. En este ranking, que pide la calidad y la innovación cultural, sólo el Festival Internacional de Música y Danza logra posicionarse.
La gestión en la Policía Local está bajo la sombra de la sospecha, más politizada que nunca, curiosamente lo que criticaban PP y Ciudadanos, con ascensos muy poco transparentes. Aparcamientos públicos caros, sin noticias de aquellos de bajo coste de periferia, elogiando a un Metro, que la derecha torpedeó hasta lo indecible.
En la crisis y en la recuperación. Granada afrontó el peor momento de su historia reciente, con el peor gobierno municipal. Ni el alcalde fue capaz de recuperar con actuaciones, lo que no le dieron las urnas, y sí un pacto por el que se vendió a Granada
La pandemia golpeó y sigue golpeando a Granada como en pocos territorios. El gobierno local perdió la oportunidad de asumir el liderazgo y falto de coraje pasó inadvertido. En la crisis y en la recuperación. Granada afrontó el peor momento de su historia reciente, con el peor gobierno municipal. Ni el alcalde fue capaz de recuperar con actuaciones, lo que no le dieron las urnas, y sí un pacto por el que se vendió a Granada.
Ahora, ni tan siquiera reivindica ese plan específico para Granada que la Junta prometió el pasado mes de noviembre, cuando bares y comercios estuvieron 21 cerrados para contener la pandemia. Ahora la Junta ha prometido otro para Málaga, que probablemente llegará antes para la capital de la Costa del Sol. Granada sigue esperando.
El alcalde, al paso de una manifestación de los hosteleros por el Ayuntamiento. indegranada
Mientras, el gobierno municipal no ha respondido a lo que demanda el sector en cuanto a las tasas y tributos municipales, que sí han hecho otras ciudades y pequeños municipios, algunos de ellos también con planes de ajuste, como el que está obligado a cumplir Granada por la herencia económica de los sucesivos mandatos del PP. Un aspecto este último por el que el bipartito transita siempre de puntillas prefiriendo señalar sólo los tres años anteriores, con gestión socialista. Y, curiosamente, ha sido el PSOE el que, en un ejercicio de responsabilidad que también le valió críticas, permitió actualizar los presupuestos municipales para que Granada no encadenara más prórrogas.
Así que mientras Granada se adormece con su aspiración de ser Capital de la Cultura en 2031, no mira más allá y Córdoba le pasó por alto al conseguir ser la sede de la nueva base logística del Ejército de Tierra
Así que mientras Granada se adormece con su aspiración de ser Capital de la Cultura en 2031, no mira más allá y Córdoba le pasó por alto al conseguir ser la sede de la nueva base logística del Ejército de Tierra, con una inversión multimillonaria que podría generar más de 1.600 empleos. Granada, que tanto lloró al ser desposeída de la Capitanía General, ni se enteró. Ahora piden para Jaén, que también aspiraba, un plan compensatorio.
Málaga lleva algo más de un año tratando de armar una candidatura que le permita acoger, en junio de 2027, una exposición internacional sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
Y, ¿Granada, qué?, sus tradiciones.