Inagra en Navidad
La poca transparencia, la improvisación y la falta de mando destacan en la actuación de la Junta

Una gestión poco transparente, sin liderazgo

Política - Juan I. Pérez - Domingo, 12 de Abril de 2020
Un mes después del primer caso positivo registrado en la provincia, os ofrecemos un análisis crítico de la gestión política en Andalucía de la crisis social y sanitaria generada por la pandemia, que destaca por la falta de transparencia y la ausencia de liderazgo, más acusado aún en Granada, pese a que lidera en la comunidad autónoma todas las tasas del Covid-19, entre ellas, la más penosa, la de letalidad, salvo la de curaciones.
El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, y el consejero de Presidencia, en una visita al hospital de campaña de Carranque, en Málaga.
Portal Gobierno andaluz
El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, y el consejero de Presidencia, en una visita al hospital de campaña de Carranque, en Málaga.

En tiempos de crisis profunda es cuando más necesitamos líderes que, sin engañarnos, expliquen la situación, marquen el camino y den seguridad a la ciudadanía, con soluciones posibles.

Un mes después de los primeros casos registrados en la provincia, es ya momento de analizar la gestión política de una crisis, en la que los profesionales sanitarios, pese a las carencias que sufren y de las que se han quejado repetidamente, han asumido sin quererlo la autoridad por el conocimiento de la pandemia y por supuesto por su entrega, ante el vacío de la clase política dirigente, entregada al optimismo de los datos en Andalucía y a golpear al Gobierno de la nación.

Poca transparencia

Desde el inicio de la pandemia, la Junta de Andalucía no ha sido transparente en la gestión de la información. No es excusa que, como es evidente, haya sido desbordada por una situación nunca antes dada. Un mes después, seguimos sin saber por qué las cifras que aportan diariamente no se corresponden con las que manejan los hospitales y profesionales sanitarios, que algún día aflorarán y enfriarán el optimismo oficial.

Ante las preguntas que inevitablemente surgen, las respuestas suelen ser vagas; o no ciertas, como así lo ha desmentido el transcurrir de los hechos; o el silencio o echar balones fuera, al remitir a Sevilla, que es un muro y con la falsa cortapisa del Ministerio de Sanidad, para justificar el silencio

Ante las preguntas que inevitablemente surgen, las respuestas suelen ser vagas; o no ciertas, como así lo ha desmentido el transcurrir de los hechos; o el silencio o echar balones fuera, al remitir a Sevilla, que es un muro y con la falsa cortapisa del Ministerio de Sanidad, para justificar el silencio.

Y eso debe conocerlo la ciudadanía, que interpela a los medios continuamente, con toda la razón. Hay trato de favor a un medio, ya detectado antes de la crisis, y una desinformación oficial, con la que hay que bregar día a día.

La excusa predilecta es que es el Ministerio de Sanidad el que aporta la información, al asumir el mando único de la crisis. Pero es mentira. Son las comunidades autónomas las que aportan los datos al Ministerio y es la Junta de Andalucía la que lo ofrece diariamente. Sonroja escuchar a líderes nacionales o autonómicos del PP –José Monago, como ejemplo, en Extremadura-, donde no gobiernan, acusar al Gobierno o gobiernos autonómicos, de falsear las cifras, cuando en Andalucía ha sido una perversa constante, silenciada.

Un día Salud y Familias ofrece altas hospitalarias, otro día, no. En un parte de la Junta aparecen menos curados acumulados que en el día precedente, y no explican, pese a la insistencia, si es un error o es que han recaído los pacientes. Rechazan confirmar que una instalación se prepara para medicalizarla, cuando hay imágenes que lo atestiguan, y al día siguiente el BOJA lo confirma. El caos o cómo no debe gestionarse informativamente una crisis.

El Gabinete de crisis por el coronavirus de la Junta de Andalucía. Portal del Gobierno andaluz

De la tan cuidada sanidad privada por la Junta, no se sabe qué aporta en esta crisis, ni el número de pacientes que atiende de la sanidad pública, ni en qué condiciones.

Tampoco se sabe cómo va a proceder la Junta de Andalucía con los test rápidos. ¿Cuál es la prioridad?, ¿llegará a la ciudadanía en general?, ¿con qué orden?

¿Por qué Granada es la provincia andaluza con las tasas más altas de contagios, ingresos hospitalarios, en UCI, de fallecimientos y la más penosa, la de letalidad, y, sin embargo, no lidera la de curaciones?

¿Por qué Granada es la provincia andaluza con las tasas más altas de contagios, ingresos hospitalarios, en UCI, de fallecimientos y la más penosa, la de letalidad, y, sin embargo, no lidera la de curaciones?

Y mientras juegan a la desinformación, el Gobierno andaluz paga para que se publiquen contenidos favorables a su respuesta al coronavirus. No ha querido dar detalles de esta medida, pero a duras penas ha confirmado que está dentro de un contrato público con la agencia Saatchi, que en septiembre se prorrogó por valor de 5 millones de euros. Los beneficiarios, una decena de medios nacionales y regionales, que disfrazan estos publirreportajes. Pero la Administración autonómica abre una cuenta para donaciones con hacer frente a la pandemia.

Resalta el Gobierno andaluz el material que reparte, pero esconde que los grandes envíos recibidos proceden del Gobierno de España. Demasiado marketing y poca información fiable.

Ante este escenario, la información de más calidad la facilitan los propios hospitales, porque ponen el foco en los profesionales sanitarios, su trabajo diario en esta crisis, las medidas adoptadas para humanizar la atención, el agradecimiento a tantas muestras de apoyo de la ciudadanía, y la esperanza con noticias e investigaciones son un rayo de esperanza.

Reunión en los inicios de la crisis de los delegados de la Junta, inéditos durante todo este tiempo. Prensa Junta

Y rozando el ridículo, la ley mordaza impuesta por Salud y Familias a los profesionales sanitarios, esa orden interna que recuerda a los profesionales sanitarios “la obligación de guardar secreto sobre cualquier información a la que accedan, en el ejercicio de su actividad profesional, relativa a pacientes afectados por el coronavirus, así como sobre aquellas materias que han sido reservadas, reglamentariamente, al ámbito del Ministerio de Sanidad".

Como en una caza de brujas. Mientras ha sido y es incapaz la consejería, tan solo siquiera de advertir a un médico de urgencias de Granada, que hizo cundir alarmas innecesarias en sus redes sociales, ofrece información contradictoria, y hasta desveló una conversación privada con el delegado de Salud y Familias

Como en una caza de brujas. Mientras ha sido y es incapaz la consejería, tan solo siquiera de advertir a un médico de urgencias de Granada, que hizo cundir alarmas innecesarias en sus redes sociales y ofrecer información contradictoria, y hasta desveló una conversación privada con el delegado de Salud y Familias, Indalecio Sánchez Montesinos, en la que trataban en la precrisis, asuntos de la pandemia, que en otros lugares le hubieran hecho dimitir al responsable territorial de la Junta.

Abonados a la improvisación

Desde el comienzo de esta crisis, el Gobierno andaluz de la derecha ha tratado de presentarse como ejemplo de anticipación frente al Gobierno de España de Pedro Sánchez, sustentado en unas cifras, que no son reales.

Pero detrás de la propaganda oficial, poco hay desgraciadamente de certeza de ese adelanto a lo que veía con la pandemia. Entre otras razones, porque la sanidad pública andaluza, que ya venía tocada, no fue reforzada como con tanto bombo prometió el Gobierno de la derecha y como ejemplo, los últimos datos del fracasado plan de choque para disminuir las listas de espera, publicado por la Junta sin ruido, dos días antes de los primeros casos de coronavirus

Pero detrás de la propaganda oficial, poco hay desgraciadamente de certeza de ese adelanto a lo que veía con la pandemia. Entre otras razones, porque la sanidad pública andaluza, que ya venía tocada, no fue reforzada como con tanto bombo prometió el Gobierno de la derecha y como ejemplo, los últimos datos del fracasado plan de choque para disminuir las listas de espera, publicado por la Junta sin ruido, dos días antes de los primeros casos de coronavirus.

Casi toda su acción se ha centrado en exigir al Gobierno material (sobre todo, mascarillas y guantes) y cuando lo ha recibido, le han faltado pegatinas con el nuevo logo de la Junta para distinguir los paquetes de materiales.

Todo lo malo, desajustado, descoordinado, ha sido culpa del Gobierno, en contraposición de la Junta, cuya gestión ha sido impecable. Otra absurda mentira que vende el Gobierno andaluz que, sin embargo, no ha sido desmentido con contundencia por PSOE-A, Podemos e IU en Andalucía, que han sido parcos en la defensa del Gobierno de España, que sustenta.

Pablo García y Luis Salvador en encuentro al inicio de la crisis, del que no se informó. Vía twitter Junta Granada

El refuerzo de profesionales sanitarios a los hospitales llega a cuentagotas, hasta el punto que más que reforzar, reemplaza a los sanitarios que dan positivo

El refuerzo de profesionales sanitarios a los hospitales llega a cuentagotas, hasta el punto que más que reforzar, reemplaza a los sanitarios que dan positivo.

También la culpa de las extremas dificultades con las que afrontan las residencias de mayores era del Gobierno, aunque las competencias exclusivas -públicas y privadas- dependen de la Junta.

Con la pandemia desplegada, sus planes de contingencia -el primero, en el escenario de 9.000 casos de coronavirus en Andalucía y el más reciente, el de un escenario para 15.000 casos positivos-, publicados en el BOJA, no son más que meros relatos de hospitales, públicas y privadas, con una previsión de posibles instalaciones no sanitarias a emplear, en el caso de saturación.

Pero hay instalaciones en Granada, en las que se trabajan para prepararlas, que no se incluyen en los planes de contingencia, como el caso de Fermasa. Y otras que figuran en los dos planes, que parecen de dudoso consejo médico, como aislar a pacientes en la Residencia de Tiempo Libre o el Albergue de Sierra Nevada, a 2.200 metros de altitud, para una enfermedad que golpea al sistema respiratorio.

Es relevante la infrautilización del antiguo Clínico porque si se dotara adecuadamente en esta crisis, Granada contaría no solo para el presente, sino para el futuro, de un tercer hospital

 
La improvisación en Granada es tal que no se comprende cómo se pueden prever hoteles, como el Nevada Palace, -que un día se habilita como Arca de Noé y al otro aparece como para ser medicalizado- o hasta los centros de hospedaje de Sierra Nevada o Fermasa y no invertir lo que costará esas adaptaciones en el antiguo Hospital Clínico, de la Avenida de Madrid, infrautilizado en esta crisis.

Es relevante la infrautilización del antiguo Clínico porque si se dotara adecuadamente en esta crisis, Granada contaría no solo para el presente, sino para el futuro, de un tercer hospital.

Ausencia de liderazgo

¿Dónde está el presidente de la Junta de Andalucía? Sus apariciones tan solo se han producido, y no siempre, detrás de Pedro Sánchez. Al inicio, comparecía para explicar con tanto detalle lo que le había pedido al presidente del Gobierno en las reuniones virtuales con los presidentes autonómicos, que parecía que solo hablaba con él, de tanta lista de reclamaciones.

El PP nacional acusa al Gobierno de la nación de cerrar el Congreso de los Diputados y, ya reabierto, no se ha preguntado la razón por la que el Parlamento andaluz ha permanecido clausurado, a la espera de su reapertura esta semana con la comparecencia al fin de Juan Manuel Moreno.

Ante su ausencia, son los consejeros de presidencia, Elías Bendodo, y el vicepresidente Juan Marín, las únicas voces del Gobierno andaluz, junto a la del consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, cuyas explicaciones en esta crisis para los que lo hayan seguido en ocasiones desconciertan.

El PP nacional acusa al Gobierno de la nación de cerrar el Congreso de los Diputados y, ya reabierto, no se ha preguntado la razón por la que el Parlamento andaluz ha permanecido clausurado, a la espera de su reapertura esta semana con la comparecencia al fin de Juan Manuel Moreno.

Eso sí, bien que aprobó en la Diputación de Permanente la modificación de una decena de leyes, de suma importancia para el futuro de Andalucía y criticada desde diversos sectores.

Frente a ello, apenas se escucha a la oposición y se echa en falta la voz del Gobierno de la nación en Andalucía, se supone que siguiendo las directrices de moderación del discurso que aplica Madrid, por la lealtad institucional, que ha quebrado la Junta de Andalucía y las fuerzas de la derecha que lo sustentan, y el en país, no hace falta ni decirlo.

En Granada, más acusado aún la ausencia de líderes

Si en Andalucía el liderazgo político se resiente, en Granada es de una ausencia tan acusada que hasta sorprende, y no por el fondo, sino por la tendencia a la sobreexposición.

El alcalde, a la cabeza, de una delegación municipal, se cuadra, al recibir al primer contingente de la Legión. Prensa Ayto. Granada

Aparte de las fotografías oficiales del inicio –de dudoso acierto, luciendo políticos de la Junta y del ayuntamiento de mascarillas cuando faltan en hospitales y residencias- nada se sabe del delegado del Gobierno de la Junta, Pablo García, y sus delegados territoriales, entre ellos, el delegado de Salud y Familias. Y no es excusa que, como desde el inicio de la legislatura, todo lo asuma Sevilla

Y ello, con el agravante de que Granada es la provincia andaluza con las tasas más altas de contagios, ingresos hospitalarios, en UCI, de fallecimientos y la más penosa, la de letalidad, y, sin embargo, no lidera la de curaciones. Ante este complicado escenario, que quiebra el optimismo con el que el Gobierno andaluz afronta ya la pandemia, sería necesario revisar la gestión política para no menoscabar el ímprobo esfuerzo de los profesionales sanitarios que se enfrentan a la enfermedad en primera línea.

Aparte de las fotografías oficiales del inicio -de dudoso acierto, luciendo políticos de la Junta y del ayuntamiento de mascarillas cuando faltan en hospitales y residencias- nada se sabe del delegado del Gobierno de la Junta, Pablo García, y sus delegados territoriales, entre ellos, el delegado de Salud y Familias. Y no es excusa que, como desde el inicio de la legislatura, todo lo asuma Sevilla.

El Ayuntamiento de la capital es un erial y las escasas apariciones del alcalde Luis Salvador tampoco son de relevancia como para desmentir esta ausencia de liderazgo en una crisis que se alarga. Y mientras mantiene el silencio, las críticas a la gestión de los servicios sociales municipales -imprescindible en este escenario-, a pesar del esfuerzo de sus trabajadores, se acumulan.

Junta de Gobierno de la Diputación de Granada celebrada por videoconferencia. Prensa Diputación

Y sonado es cómo se ha situado de perfil en la crisis el primer teniente de alcalde, Sebastián Pérez, del que absolutamente nada se conoce de su trabajo desde el confinamiento

Y sonado es cómo se ha situado de perfil en la crisis el primer teniente de alcalde, Sebastián Pérez, del que absolutamente nada se conoce de su trabajo desde el confinamiento.

La Diputación, que ha retomado las reuniones de sus órganos de gobierno por videoconferencia, mantiene el tipo con medidas, dentro de sus competencias, que alivian, pero ante la debilidad de la Junta en Granada y el Ayuntamiento de la capital, bien podría su presidente, José Entrena, asumir más responsabilidad.

Tampoco destaca el papel de la subdelegada del Gobierno, Inmaculada López Calahorro, que coordina las intervenciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y del Ejército, que no es poco.

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