Rafael Azor, hasta este jueves concejal de Vox en el Ayuntamiento de Baza, protagonizó en el pleno que formalizó su paso al grupo de no adscritos una controvertida intervención. "Dicen que en mi Facebook pongo cosas de Franco. Franco trabajaba por España y yo trabajo por Baza, eso es lo que creo que me identifica", afirmó en respuesta a las críticas por el paso que ha dado.

El gobierno del PP en Baza dependía no solo de la ultraderecha, con ese concejal, sino también de la concejala de Compromiso por Baza. Pero Lidia Sánchez puso como línea roja para apoyar al PP que Vox no formara parte de ese gobierno. Los números sin ambos no dan a las derechas. El mandato del PP, que logró los votos de ambos en la investidura, comenzó con un gobierno en minoría que pronto evidenció su debilidad, al no poder sacar adelante medidas como los sueldos de los concejales. 

Así que, para garantizarse el apoyo de la concejala andalucista, la solución que buscó el propio edil de Vox avalada por el PP y su alcalde, Pedro Justo Ramos: que Rafael Azor abandonara el partido de ultraderecha. 

En el pleno de este jueves Azor recibió críticas por su "transfuguismo", de las que se defendió señalando que "las líneas rojas" no las puso él. "No he dicho nunca no voy a pactar con los comunistas. Han sido ustedes los que me han puesto contra las cuerdas", afirmó para agregar que él no hace "política nacional" y que venía a "trabajar por el pueblo". "Si respetas al pueblo y trabajas por y para el pueblo, te pueden respetar", añadió y rechazó, como le ha acusado la oposición, que hubiera "fallado" a su gente. 

"Yo creo que no. A quien me votó a mí, no, porque sigo siendo yo. Y a quien votó al partido le pido perdón si se han visto defraudados porque no se han visto representados tras las elecciones, pero quiero que entiendan que la situación no ha sido fácil. No ha sido por capricho", explicó, insistiendo en que las "diferencias" con la dirección provincial de Vox le ha ayudado a tirarse "al precipicio". Y defendió que tenía que elegir entre el partido o "la gobernabilidad del pueblo con el PP". 

No es la primera intervención controvertida de Azor, que en el anterior mandato cuestionó el feminismo y el 8M. Entonces estaba en la oposición. Ahora forma parte del gobierno. 

Previamente, después de que la secretaria del Ayuntamiento recordara que el edil había registrado el escrito manifestando su voluntad de dejar de estar adscrito a Vox, Azor había precisado que "más que voluntad" era "casi imposición", relatando todas las negociaciones de cara a la investidura de Ramos (PP). Al respecto, dijo que no entendió en su día que no se contara con Vox, puesto que "lo más parecido a primos hermanos del PP éramos nosotros. Cómo era posible que se estuviera negociando con IU y con Compromiso y a nosotros a un lado", se preguntó.

El portavoz de IU, Juan Ramón Gil Van Gils, tras escuchar la comparación con Franco, se dirigió al PP para señalarles que "ese es el precio que ustedes están dispuestos a pagar" y reclamó la reprobación del concejal por hacer semejante afirmación en una corporación democrática. "Sabrán ustedes hasta dónde  tragar", añadió el edil de IU, que había denunciado que lo que se estaba viviendo en el pleno era una retransmisión en directo de "una operación de transfuguismo". 

El portavoz del PSOE, Manuel Gavilán, lamentó que lo sucedido en el Ayuntamiento era "la crónica de algo que estaba escrito" y consideró que la operación para integrar a Azor en el gobierno del PP propicia "el desapego" de la ciudadanía de la política. También recordó a la concejala de Compromiso que, aunque Azor abandone Vox, mantiene sus ideas. "Es como una marca blanca, ya no es Puleva, es Hacendado".

El alcalde, Pedro Justo Ramos (PP), elogió el "compromiso que tiene con el municipio" y la labor de Azor.