'Guardianes de la Memoria Histórica'
General Dwight D. Eisenhower
En los oscuros días de la Segunda Guerra Mundial, cuando los horrores del conflicto global comenzaron a ser revelados al mundo, pocas figuras se destacaron tanto en su compromiso con la verdad como el general Dwight D. Eisenhower. Al llegar con sus tropas a los campos de concentración nazis, Eisenhower se encontró cara a cara con la abominable realidad de la barbarie humana. No tuvo la menor duda sobre la imperiosa necesidad de documentar cada aspecto de los crímenes que había presenciado. El general comprendió que el mundo necesitaba enfrentar esta brutal verdad para que jamás pudiéramos olvidar.
Ordenó que se tomaran tantas fotografías como fuera posible: imágenes de fosas comunes, montañas de huesos, ropa desgarrada y cuerpos esqueléticos descompuestos. También fotografías de barracones helados utilizados como dormitorios, de alambre de púas, crematorios, uniformes, gorras, torres de control y armas. Incluso aquellos instrumentos de tortura que testificaban la monstruosidad de los actos perpetrados en esos lugares. Estas evidencias se convirtieron en pruebas silenciosas pero elocuentes, capaces de transmitir el sufrimiento humano sin necesidad de palabras.
En el caso de España y su lucha contra el Golpe de Estado franquista, los fascistas acabaron a través de la tergiversación de los hechos y el ocultamiento de los documentos con la vida, la historia y la Memoria de los vencidos, incluidos sus cuerpos que aun se encuentras por las fosas y cunetas de España
En el caso de España y su lucha contra el Golpe de Estado franquista, los fascistas acabaron a través de la tergiversación de los hechos y el ocultamiento de los documentos con la vida, la historia y la Memoria de los vencidos, incluidos sus cuerpos que aun se encuentras por las fosas y cunetas de España.
Eisenhower fue más allá. Exigió que todos los residentes alemanes de las ciudades cercanas visitaran los campos de concentración para ver, con sus propios ojos, la innegable realidad de los hechos. Todo esto por que como vencedores del fascismo, pudieron dar testimonio inmediato de la verdad. El general dejó clara la razón de sus acciones con una afirmación que resonaría a lo largo de la historia: "Que tengamos toda la documentación posible, ya sean grabaciones de películas, fotografías, testimonios, porque llegará un día en que un idiota se levantará y dirá que nada de esto ha sucedido nunca". Con estas palabras, Eisenhower articuló una verdad fundamental sobre la naturaleza de la memoria y la historia.
En el futuro incierto que vivimos en toda Europa de crecimiento de la extrema derecha, surgen quienes niegan el Holocausto, minimizando o distorsionando las evidencias para servir a sus propios propósitos. Y ahi aparecen las nuevas fuerzas fascistas del Partido Popular y de VOX, derogando leyes autonomicas de Memoria.
Este jueves tocaba la Aprobación de la Ley de Concordia de PP y Vox en Valencia.
El pleno celebrado en Les Corts ha marcado un hito en la política autonómica valenciana con la aprobación definitiva de la Ley de Concordia, propuesta por el Partido Popular (PP) y Vox. Al finalizar la votación, la escena en el hemiciclo ha sido reveladora de las tensiones politicas. Por un lado, el 'president' de la Generalitat, Carlos Mazón, junto con los consellers y los diputados de PP y Vox, se levantaron en señal de aprobación y celebración. En contraposición, los diputados del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV) alzaron carteles con el lema "Veritat, Justícia i Reparació" (Verdad, justicia y reparación), mientras que los representantes de Compromís levantaron libros emblemáticos sobre la memoria democrática. Estos gestos simbólicos no solo reflejaron su rechazo a la Ley de Concordia, sino también su compromiso con la preservación y promoción de una memoria veraz y crítica del pasado.
La Ley de Concordia, que reemplaza la Ley de Memoria Democrática de 2017, introduce significativos cambios en la manera en que se aborda el pasado histórico
La Ley de Concordia, que reemplaza la Ley de Memoria Democrática de 2017, introduce significativos cambios en la manera en que se aborda el pasado histórico. Una de las modificaciones más notables es el marco temporal al que se retrotrae la nueva norma, comenzando en 1931, año de la proclamación de la Segunda República, en lugar del inicio de la transición democrática en 1978. Esto ha generado críticas por parte de la oposición y de los colectivos memorialistas de la sociedad civil, quienes perciben este cambio como un intento de revisionismo histórico que podría diluir los logros en la búsqueda de justicia para las víctimas del franquismo y sus familiares.
En palabras del 'president' Mazón y sus socios de gobierno de la extrema derecha, la nueva ley pretende ser "un punto de encuentro y concordia", sin embargo, los socialistas sostenemos que esta reconciliación no puede alcanzarse sin una base sólida de verdad histórica y justicia, y vemos en esta ley una oportunidad perdida para reforzar los principios democráticos y de derechos humanos.
Las enmiendas presentadas por la oposición, que buscaban preservar aspectos esenciales de la Ley de Memoria Democrática, fueron rechazadas, la postura del PSPV y de Compromís resalta la batalla simbólica e ideológica que se libra no solo en el ámbito político, sino también en cómo la sociedad española elige recordar y rendir cuentas de su pasado.
La historia, debe ser recordada fielmente para garantizar que los horrores vividos no se repitan, recordemos constantemente el precio de la amnesia histórica
Mientras los partidarios de la nueva ley abogan por una reconciliación futura que mire “hacia adelante”; nosotros, los críticos, insistimos en que tal reconciliación solo será posible a través del reconocimiento pleno y justo de los hechos del pasado, recordemos que el Partido Popular nunca ha condenado los crimenes del franquismo.
La frase de Eisenhower debe repetirse, enmarcarse y santificarse. Su llamado alerta a la humanidad para que nunca caiga en la trampa del olvido o la negación. La historia, debe ser recordada fielmente para garantizar que los horrores vividos no se repitan, recordemos constantemente el precio de la amnesia histórica.