'Moreno Bonilla y el PP, ¡qué simples!
Sí, porque una cosa es (o puede ser) la simplificación y otra bien distinta, la simpleza. Sobre la simplificación, soy de quienes está a la espera de poder leer con cierto detalle el prolijo Decreto de la Junta de Andalucía sobre la llamada "simplificación administrativa" o reducción de trámites burocráticos. Sobre la simpleza, baste echar una mirada a las declaraciones de dirigentes del PP, empezando por el simple Presidente, para constatar una vez más (en el caso que nos ocupa, por cuarta vez) que, en efecto, la simpleza cuando no la vaciedad argumental, es su máxima virtud.
No es necesario, ni siquiera obligatorio, adornar esos posibles cambios con el sonoro y simple "reducir la burocracia", pues en la gran mayoría de los casos, la tal "burocracia" no es sino la garantía procedimental que nos iguala a todas y todos en nuestras relaciones con las Administraciones. Primer síntoma de simpleza del PP
Reducir en determinadas materias administrativas una serie de trámites o procedimientos con el fin de facilitar la labor ciudadana y evitar engorrosas duplicidades es loable objetivo que, justamente por ello, precisa de más puesta en práctica y de menos anuncio a bombo y platillo, pues como ya he señalado, vamos por el cuarto anuncio de Moreno Bonilla y su gobierno. Existen determinados "cuellos de botella" en la Administración que pueden y deben ser aligerados, evitando reiteraciones, por ejemplo, en la documentación a presentar o acreditar, o aliviando la carga documental que le es exigida a las ciudadanas y ciudadanos. No es necesario, ni siquiera obligatorio, adornar esos posibles cambios con el sonoro y simple "reducir la burocracia", pues en la gran mayoría de los casos, la tal "burocracia" no es sino la garantía procedimental que nos iguala a todas y todos en nuestras relaciones con las Administraciones. Primer síntoma de simpleza del PP.
A nada que se profundice en los anunciados contenidos de la simplificación, llama la atención que se enfatice la eliminación de autorizaciones previas y se aumente la cantidad y el uso de las declaraciones responsables
A nada que se profundice en los anunciados contenidos de la simplificación, llama la atención que se enfatice la eliminación de autorizaciones previas y se aumente la cantidad y el uso de las declaraciones responsables. Es decir, la Administración (ignoro si, graciosamente,) deja de intervenir en según qué cuestiones, porque se "fía", digámoslo así, de que lo que el o la interesada va a ejecutar se corresponde con lo que declara que va a ejecutar. Pero no se ocupa ni se preocupa de verificarlo con carácter previo, sino que se ocupará "después". Con lo que, si se aprecia disconformidad, deberá actuar a posteriori y, por tanto, aumentará la "burocracia" y quedará al descubierto la simpleza del argumento. Salvo que la falta de autorización previa se vea seguida de otra falta de control posterior, y así ya disfrutemos de la maravillosa ley de la selva.
Por tanto, siguiendo con la simpleza argumental, ¿cómo vamos a desconfiar de que "dejar en manos del administrado, sin la previa supervisión administrativa" una licencia medioambiental o de actividad forestal o una excavación con posibilidad de encontrar restos arqueológicos, suponga una merma de las garantías colectivas?, ¿en qué cabeza puede caber ese pensamiento?
Como cabe imaginar que ese no será el objetivo de la Administración del PP, conviene seguir profundizando en el asunto. Curiosamente, dos de las materias en las que se va a proceder a la mencionada "relajación" administrativa previa son las autorizaciones ambientales y las actividades arqueológicas. Como todo el mundo sabe, dos cuestiones ajenas a la polémica, en las que apenas hay contraposición de intereses a preservar y en las que el interés público brilla por su ausencia. Por tanto, siguiendo con la simpleza argumental, ¿cómo vamos a desconfiar de que "dejar en manos del administrado, sin la previa supervisión administrativa" una licencia medioambiental o de actividad forestal o una excavación con posibilidad de encontrar restos arqueológicos, suponga una merma de las garantías colectivas?, ¿en qué cabeza puede caber ese pensamiento? Si el PP dice que eso se hace para aligerar nuestras vidas de burocracia, ¿cómo no fiarnos de ellos?
El remate es, sin duda, el ejemplo (simple o simplón) con el que Moreno Bonilla ha pretendido resumir todo este complejo asunto, sobre el que, sin duda, habrá que volver en los próximos tiempos. "Se podrá abrir una Residencia de personas mayores en tres meses". Ahí es nada.
Ya después, si acaso, de que haya abierto, podremos indagar asuntos menores como si está construida sobre terreno inundable (es un poner), si en las cercanías hay proyectada alguna instalación industrial o molesta...
Ya después, si acaso, de que haya abierto, podremos indagar asuntos menores como si está construida sobre terreno inundable (es un poner), si en las cercanías hay proyectada alguna instalación industrial o molesta, o si está diseñada, o al menos prevista en la obra, la posible medicalización de alguna de las habitaciones, o incluso alguna planta de la citada Residencia. Pero ya a posteriori, porque lo importante parece ser, es la "simplificación".