Estimada lectora, estimado lector, le daré dos informaciones de interés.

Días de malas noticias.

Lo de justo me lo parece a mí y a mucha gente más, aunque puede que haya también quien no lo vea justo, incluso lo vea injusto.

No cabe duda de que, en las sociedades actuales, casi tan importante cómo lo que se dice o propone, es cuando se dice o se propone.

Seré directo. Que Salvador Illa sea, a día de hoy, presidente de la Generalitat de Cataluña es un éxito extraordinario para el socialismo, para España, y para Cataluña.

Son tres virtudes cuya práctica agosteña acarreará importantes beneficios a quienes las practiquen, eso sí, con mesura, grandeza de miras y espíritu comprensivo.

Existe un contexto político y mediático en España, que es el que es, nos guste o no.

Se ha cerrado (parece) en España un largo, muy largo, ciclo electoral. Elecciones municipales y autonómicas, generales, nuevamente autonómicas en Galicia, Euskadi y Cataluña, y europeas.

Sí, reconozco que esto es un apunte de urgencia.

Seguramente no era lo que ella y su equipo esperaban, pero es evidente que cuando aún no se ha cumplido el primer año de la llegada a la alcaldía granadina del PP, el trabajo se le amontona al gobi