Entrevista
Versálico: "El rock tiene que ser guarro y sucio; cuanto más perro suene, mejor"
El dúo granadino estrena su disco 'La acera de los valientes' este viernes en la sala Riff de Armilla.
Vicente Jimnénez y Alexis Moreno son Versálico.
Bajo y batería, tan solo, y menos mal, porque desatan una tormenta de grado 10 con enorme aparato eléctrico. El dúo granadino Versálico acaba de prensar las canciones de su disco ‘La acera de los valientes’, en referencia a una vieja leyenda de la Granada antigua de una calle por donde casi nadie salía indemne al pasar. Versálico son Vicente Jiménez al bajo y Alexis Moreno, con marcas en sus cachas de bandas como Lulaby o Chin-yi (¡inventores de un idioma propio, el chinyinés!), y ambos en Turbulento. Lo estrenan este viernes (21h) en la Sala Riff de Armilla en compañía de otros que tal: Ática, Zum y Santa Catalina. Un minifestival no apto para pusilánimes.
─ Los futbolistas Montero Castillo y Aguirre Suárez ya dieron nombre a un grupo de por aquí, también se conocieron a Tachenko, McEnroe… ¿Versálico viene también por el jugador croata?
─ Correcto. La otra opción era llamarnos Benzemá. Pero elegimos a Versálico porque, como él, vamos por el tortuoso camino de los bellos perdedores.
─ ¿Qué fue de marcas anteriores como Lulaby o los singularísimos Chinyi?
─ Grupazos descontrolados en los que fue un placer tocar. Parte de nuestra historia vital y musical. Quizá algún día vuelvan. Pero ahora le toca jugar a Versálico. Que ya llevaba tiempo calentando banquillo el hombre.
"Cuantos menos seamos menos posibilidades hay de pelearse. No quiero decir que no nos gusten los tríos. Pero desde luego no en el escenario"
─¿Donde dos están bien avenidos, tres son multitud?
─ Cuantos menos seamos menos posibilidades hay de pelearse. No quiero decir que no nos gusten los tríos. Pero desde luego no en el escenario. Dicho lo cual, puede que en los próximos conciertos haya sorpresitas.
─ Entonces lo de Turbulento, donde están también, debe ser una orgía ¿no?
─ Turbulento es una orgía sónica de distorsión acelerada y voces a tope de delay y sangre. Deberíais prepararos para nuestro próximo ataque, porque no pensamos dejar títere con cabeza.
─Tener delante a una banda formada solo por una sección de ritmo ¿es lo más parecido a intentar parar un tanque? (como la foto histórica de Tiananmen)
─ Me parece acertada la metáfora. La diferencia es que nosotros no vamos a parar. Pensamos llevárnoslo todo por delante.
Portada del nuevo disco de Versálico.
─ Oigo sus canciones y… van siempre con el vúmetro de la intensidad en rojo… ¿hasta reventarlos?
─ Efectivamente. A la hora de mezclar el disco todas las pistas estaban al rojo. Como decía el gran Paco Loco, con quien trabajamos una vez, nos gusta ‘hot, hot’. No nos gustan las mezclas prístinas. Nos gustan las mezclas guarras. El rock tiene que ser guarro y sucio. Cuanto más perro suene mejor.
─Es que… Con Versálico menos ¡es mucho más!...
─ Muchas gracias. Menos por menos, menos; menos por más, menos; más por más, más. Si hay algún matemático en la sala que me corrija.
─ Entre el acomodaticio mainstream pop y el tsunami urbano ¿qué sitio para propuestas más incendiarias y enfurecidas?
─Pues mucho, mucho sitio no queda oiga. Pero nosotros estamos dispuestos a abrirnos paso a codazos, con el cuchillo entre los dientes, a saco Paco. No mercy.
─ Tocan con Zum y Ática, que son también otros dúos, ambos con propuestas tensas e intensamente extremas también. Y con Santa Catalina, una formación ‘completa’… Por favor, unas palabras de sus compañeros de sesión.
─ Con Zum y Santa Catalina ya hemos dado varios conciertos. Como dices, son extremos y la puñetera caña. Sólo nos faltaba Ática para completar nuestro plan de dominación mundial. Los cuatro seremos imparables. El viernes 10 es la hora cero, no os lo perdáis.
