Convocan una concentración de protesta en la Delegación de Minas contra las embotelladoras de agua en el Valle de Lecrín
La Plataforma Pro Defensa del Agua en el Valle de Lecrín ha convocado para este jueves, a las 11.00 horas, una concentración de protesta en la Delegación de Minas de Granada (calle Joaquina Eguaras, 2), dependiente de la Junta, contra las embotelladoras de agua en la comarca, en plena sequía extrema, tras la autorización concedida a Aguas del Manar para extraer y comercializar agua mineral en el municipio de Vilalmena, junto a la autovía A-44 y muy cerca de las turberas y humedal de Padul.
A la concentración está previsto que acudan, además de miembros de la plataforma y de otros colectivos, vecinos tanto de Dúrcal como de Nigüelas, Lecrín, Padul, Cónchar (Villamena) y otras zonas de la comarca, para lo cual la plataforma ha indicado que habrá traslado en autobús de ida y vuelta desde esos municipios.
Para ir desde Dúrcal quienes quieran asistir pueden apuntarse en la biblioteca, mientras que para desplazarse desde otras localidades del entorno como Padul, Nigüelas se puede hacer en los ayuntamientos.
La plataforma, ayuntamientos y colectivos llevan ya tiempo movilizándose para evitar el "expolio" de recursos naturales de la comarca, azotada también por la proliferación de parques eólicos y las instalaciones eléctricas que conllevan.
La concesión a la futura embotelladora de Aguas del Manar en Villamena es para un periodo de 25 años, con un caudal de 8 litros por segundo, lo que supone la extracción de 252 millones de litros de agua mineral al año, lo que equivale al consumo de un municipio de unos 5.000 habitantes. En la comarca ya opera otra embotelladora de agua en Dúrcal.
La plataforma ha remitido un comunicado sobre la convocatoria de protesta, que reproducimos íntegramente:
"Queremos hacer saber a la Mancomunidad de Municipios nuestra preocupación sobre lo que está ocurriendo en relación con ciertos proyectos que pueden comprometer la sostenibilidad de nuestro Valle. Nos referimos a los nuevos proyectos de embotelladora que se suman a la ya existente en Dúrcal: los nuevos parques eólicos (en Padul, en la zona quemada por el incendio Forestal de los Guájares), plantas fotovoltaicas, torres eléctricas de alta tensión, macrogranjas, y las consabidas y tristemente tradicionales extracciones de áridos.
Por todo esto, pedimos a los líderes políticos dar un paso hacia una verdadera política que no se guíe exclusivamente por intereses particulares o económicos. Es hora de hacer un cambio, y dotar al Valle de Lecrín de un plan coherente con los problemas que nos acechan. Necesitamos ayuntamientos implicados. Nuestros ayuntamientos y la Mancomunidad deben posicionarse y dar una respuesta clara a las demandas realizadas por la ciudadanía y por las asociaciones y plataformas creadas con fines ambientales y socioculturales.
La riqueza de nuestra comarca ha estado vinculada desde tiempos ancestrales al uso del agua. Prueba de ello es una extensa red de manantiales, fuentes y acequias que se conservan gracias al cuidado de las comunidades de regantes y cooperativas agrícolas. El agua es una de las señas de identidad del Valle de Lecrín, cuyo valor cultural, patrimonial y medioambiental es de sobra conocido. La forma de vida de las gentes del valle está directamente relacionada con el agua, con la agricultura y con un paisaje modelado en torno a ésta.
En el mes de abril de 2023 los vecinos del Valle de Lecrín y la Plataforma para la Defensa del Agua tuvimos conocimiento de que en el Ayuntamiento de Villamena se estaba gestionando la tramitación del proyecto “Aguas del Manar” por parte la empresa “Aguas Bellavista SL”, para su uso como agua embotellada para un caudal de 8 litros por segundo. Las plantas embotelladoras son exclusivamente un negocio cuya finalidad es el enriquecimiento a costa de la extracción y venta de un bien escaso, sin tener en cuenta las consecuencias que dejan en el territorio.
La explotación de un bien común como es el agua, para el lucro personal, es una falta de solidaridad con la población en un momento crucial de colapso medioambiental. El proyecto pone en grave riesgo un acuífero fundamental para la biodiversidad del entorno, en el que se ubica uno de los ecosistemas más importantes del sur de Europa: Humedales y Turberas de Padul. La única finalidad del proyecto es especulativa y carece de cualquier interés público o social para un entorno en el que el agua es fundamental en su forma de vida. En la comarca, a escasos kilómetros, ya existe una planta embotelladora, con una concesión activa de 10 litros por segundo, ampliable a 31, que afecta al mismo acuífero.
Desde la Plataforma Para la Defensa del Agua del Valle de Lecrín nos oponemos al proyecto de embotelladora y al expolio del Valle de Lecrín por lo siguientes motivos:
La planta de embotellado de agua mineral pretende ubicarse en el pago de Cijancos, término municipal de Villamena, muy cerca del humedal y turberas de Padul, cuyas 327 hectáreas forman parte del Parque Natural de Sierra Nevada. Se encuentra en la Lista de Humedales de Importancia Internacional desde 2006, siendo parte del Convenio Ramsar, y está catalogado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), por lo que pertenece a la red europea de espacios naturales Red Natura 2000. El espacio protegido alberga la mayor extensión de carrizal de Andalucía después del Parque Nacional de Doñana y el mayor humedad natural de la provincia de Granada.
La concesión de extracción de agua, cuya única finalidad es la especulación económica, afecta a los términos municipales de Villamena, Padul y Albuñuelas, pero pone en grave riesgo a todo el Valle de Lecrín. Se trata de un entorno donde abundan numerosos manantiales, nacimientos y acequias de riego que son la base del desarrollo de la comarca.
El Valle de Lecrín mira hacia el futuro promoviendo el turismo asociado a la ecología y al medioambiente, poniendo en valor las rutas entre ríos, cascadas, barrancos y lagunas.
La privatización y explotación de un patrimonio público para su venta embotellada supone el incremento de residuos, la contaminación en el entorno, genera tráfico de gran tonelaje y, lo más grave, condiciona el uso de este bien por parte de los habitantes de la zona, empobreciéndola.
Desde la Plataforma para la Defensa del Agua del Valle de Lecrín apostamos por La creación de un escudo jurídico, legal y social, que proteja a cualquier municipio del Valle de Lecrín, de todo proyecto que amenace la subsistencia y sostenibilidad de este. Algo tan importante no debe dejarse en manos de la decisión de un solo alcalde. Apostamos por realizar un planteamiento a nivel comarcal sobre la gestión del agua, en la que todos los términos municipales colaboren para trazar una estrategia inteligente, ya que la supervivencia de toda la región depende de ello. El momento de actuar e impedir la lenta agonía de nuestra riqueza ha llegado: El agua no se vende, el agua se defiende.
No podemos permitir que intereses particulares o privados y lobbies económicos expolien nuestro recurso más valioso", termina el comunicado.