Sierra Nevada, Ahora y siempre.
'HABLADURÍAS', POR JOAN CARLES MARCH

‘Leonor Pérez de Vega o la lucha contra el dolor, hablando de lágrimas, gritos y tristeza a través del arte’

Ciudadanía - Joan Carles March - Domingo, 30 de Julio de 2023
Un nuevo y especial 'Habladurías', en el que el experto en Salud Pública Joan Carles March conversa con Leonor Pérez de Vega, @leo_veritas, sobre el dolor, profundo y agudo que padece, y su expresión en el arte. No te lo pierdas.
Joan Carles March conversa con Leonor Pérez de Vega.
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Joan Carles March conversa con Leonor Pérez de Vega.

Leonor Pérez de Vega lleva más de 30 años con dolor. Más de la mitad de su vida. Ocurrió por una negligencia médica en la extracción de una muela, que le afectó al trigémino y le ha generado sufrir unos dolores insoportables. Le llaman 'el dolor del suicidio' y solo descansa de la tortura mientras duerme. Le cuestan muchísimo actividades tan básicas como hablar o comer.

Dice Leonor Pérez, @leo_veritas, paciente con dolor, profesora de derecho: Mi mayor miedo ya lo conocéis, es al #dolorcrónico que me ha atrapado, y anega mis bodegas mentales. Cada vez son más las fisuras y menos las fuerzas. Mis válvulas de escape están ahí, pero distraen poco al animal. Que ese miedo no borre mis palabras

Dice Leonor Pérez, @leo_veritas, paciente con dolor, profesora de derecho: Mi mayor miedo ya lo conocéis, es al #dolorcrónico que me ha atrapado, y anega mis bodegas mentales. Cada vez son más las fisuras y menos las fuerzas. Mis válvulas de escape están ahí, pero distraen poco al animal. Que ese miedo no borre mis palabras.

Para Leo, su dolor es una corriente eléctrica que atraviesa su cara, un cuchillo ardiente que se clava en sus encías y dientes, en el ojo, en la mejilla, en la mandíbula… y esto durante horas, días o años. Con este dolor y sin avisar, se desata la tormenta en su cara, junto a un desorden de síntomas que, radicalmente, la tumban y anulan. Hablar, reír, masticar, tragar, sonreír, incluso besar, sí han leído bien, duele. Toda una vida, de manera continua, y sin pausas.

Y, hablando de su dolor,hemos hecho un HABLADURÍAS metiéndonos en su visión sobre arte y dolor y sobre dolor y arte que expresa en su blog El dolor si tiene nombre. Se pregunta en el artículo que ¿Cuántas expresiones artísticas existen sobre el dolor? Y contesta que incontables y en todas las épocas y géneros. No solo en la pintura, la escultura, la música, la poesía, el teatro, etc. Por ejemplo, el nacimiento de este último, unido a la tragedia griega de Medea y Electra, en las que se usaban máscaras elaboradas de corcho o lino con la intención de expresar dolor o tristeza.

Y, hablando de su dolor,hemos hecho un HABLADURÍAS metiéndonos en su visión sobre arte y dolor y sobre dolor y arte que expresa en su blog

Y añade que cuando un artista desea representar el dolor no lo hace como algo ajeno a él, entiendo que se identifica con lo que crea. Más allá de la expresión artística del dolor, no olvido que, para nosotros, los pacientes es algo que se percibe, se siente, existe y es real.

A la hora de recoger las exteriorizaciones que reflejan mejor el dolor, eligió dos de las utilizadas por el doctor Guillermo Solana en una conferencia. Él se centró en estas tres: el signum crucis (el levantamiento de brazos), las lágrimas y el grito. Ella, Leo, se centra en las lágrimas, el grito, y la tristeza. Y las comentamos.

Un HABLADURÍAS diferente, lleno de arte, acercándonos a algunas de las obras del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, que reflejan dolor, un dolor que tiene nombre: Leonor.
Llanto sobre Cristo Muerto, de Juan de Borgoña, hacia 1535, óleo sobre lienzo y una de las figuras del Santo entierro de Juan de Juni, madera policromada, hacía 1540, Museo Nacional de Escultura de Valladolid.

La primera es una máscara que se ha usado en el teatro, parte del gran retablo de la Iglesia de San Benito el Real, que se alberga en el Museo nacional de Escultura de Valladolid. Las mujeres corresponden a una parte del Santa sepulcro de Jerusalén realizado por Niccolò dell’Arca, en la iglesia Santa Maria della Vita, Bolonia (1463-90). En este caso María Magdalena, María Salomé. Y la Cabeza de Montserrat gritando (1942), del barcelonés Juli González, en el Museo nacional de arte de Cataluña.
Maria Magdalena, de Pedro de Mena, Museo Nacional de Escultura.

Te invitamos a escuchar este Habladurías, en el que Joan Carles March conversa con Leonor Pérez de Vega:

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