Granada vuelve a ser en 2019 el área urbana con peor calidad del aire de Andalucía
Granada se convirtió en 2019, un año más, en la zona urbana más contaminada de Andalucía, con superaciones de los límites máximos permitidos en varias sustancias contaminantes y por encima de las recomendaciones de la OMS en otros, lo que la sitúa también entre las capitales que sufren más polución de España.
Según el último informe de la Red de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire en Andalucía, que ofrece datos de contaminación enero-diciembre 2019, Granada volvió a ser la única ciudad andaluza que superó el máximo legal de dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante producido principalmente por el tráfico, aunque también por las calefacciones.
La estación de Granada Norte -en la Avenida Luis Miranda Dávalos- ha registrado una media anual de 43 microgramos por metro cúbico, cuando el máximo permitido por la legislación es de 40. La concentración de 2019 es ligeramente inferior a la de 2018, que se elevó a 46 microgramos/m³, pero en cualquier caso supera el límite que marca la normativa europea.
32 superaciones en ozono
Granada también se situó a la cabeza de Andalucía en otro contaminante, el ozono troposférico (O3), que alcanza sus mayores valores en primavera y sobre todo en verano, ya que se forma a partir de reacciones entre la radiación solar intensa con otros contaminantes como el NO2 y compuestos volátiles orgánicos, por lo que también está relacionado con el tráfico rodado.
El nivel máximo diario de O3 está establecido en 120 microgramos/m3 (medido en ocho horas) y no puede ser superado más de 25 veces a lo largo del año. La estación de medición de la Ciudad Deportiva de Armilla, con 32 superaciones, es una de las 12 estaciones andaluzas que han rebasado en 2019 este número máximo, junto a las de Bédar y Rodalquilar (Almería), Asomadilla y Villaharta (Córdoba), La Orden y El Arenosillo (Huelva), Las Fuentezuelas, Ronda del Valle y Villanueva del Arzobispo (Jaén) y Campillos y El Atabal (Málaga).
Además, la estación de Armilla tuvo un pico máximo de 151 microgramos/m3 (de media en ocho horas seguidas), el más alto entre las áreas metropolitanas andaluzas, y solo superado por el de la estación de Villaharta, en la provincia de Córdoba.
En partículas en suspensión PM10, las que producen la calificación de aire malo o muy malo cuando se superan los límites diarios (nivel rojo o marrón), el Área Metropolitana granadina fue el gran núcleo de población andaluza con mayor concentración de este contaminante, con un promedio anual de 33 microgramos/m3 en la estación de Armilla, 28 en Granada Norte, 27 en Motril y 26 en Palacio de Congresos.
Por encima de lo que fija la OMS
La concentración media de PM10 en las estaciones granadinas está por debajo de los 40 microgramos/m3 como tope máximo que marca la legislación, pero están muy por encima de los 20 microgramos que fija la Organización Mundial de la Salud (OMS) como límite para la protección de la salud, y cada vez son más las voces que reclaman que la normativa europea, que es la que se aplica en España, se ajuste a las recomendaciones de la OMS, ya que la ciencia encuentra perjudicios en la salud a niveles cada vez más bajos de partículas.
El límite diario de partículas PM10 es de 50 microgramos/m3 de media durante 24 horas, un nivel que la estación de Armilla ha superado en 23 ocasiones durante 2019, 15 veces en Granada Norte, y 10 veces en Palacio de Congresos. Todas ellas por debajo de las 35 superaciones anuales que marca la normativa como máximo. Pero, en cualquier caso, las estaciones granadinas están entre las que más superaciones diarias han tenido en Andalucia, únicamente por detrás de las zonas jienenses de Bailén, con una gran actividad industrial cerámica, y Villanueva del Arzobispo, donde coinciden numerosas calderas particulares de biomasa, una fábrica orujera, entre otros factores.
El caso es que el aire de Granada capital y el extrarradio continúa estando entre los de peor calidad de Andalucía. Hay otros puntos de la región, muy localizados, con niveles muy altos en determinados contaminantes por contar con actividades industriales o de otra índoles que favorecen su concentración, pero no existe una área como la granadina que soporte unas concentraciones tan altas de los tres contaminantes de mayor incidencia: dióximo de nitrógeno, ozono troposférico y partículas en suspensión.
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