Noelia Cortés, poesía gitana, combativa y andaluza
Pese a que Noelia Cortés todavía no ha sido editada todavía, he podido saber, en primicia, que prepara un poemario titulado Del mar y la muerte, que será publicado muy pronto, junto a la editorial La Carmensita. Además del privilegio de poder leer alguno de los poemas que conformarán esta antología, de los cuales he rescatado dos, para compartir con nuestros lectores.
En su poesía, Noelia Cortés establece un fuerte vínculo con un imaginario místico y andaluz. No faltan las referencias a lo castizo, lo puro y lo profundo del sentir las raíces que nos erigen como individuos. Es así como lo plasma en Ouroboros, uno de sus poemas inéditos.
Una cama sobre el mar,
con la nana de las gaviotas
hechizando a los muertos.
Sólo la viuda pisa el suelo en el entierro,
sólo mis trenzas bailan con las barcas.
Así me trajo el Nilo, en esta mortaja de salitre.
Sin deidades ni hadas madrinas
que me concedieran los tres dones
bajo mi primer cielo de estrellas:
ya había nacido junto a los mares.
Las trenzas me olían a limones
entre cortina y cortina,
cuando mi abuela las peinaba
con sus manos de campo y de hambre.
Por supuesto, el tributo a Lorca tampoco podía faltar y con Federico, Noelia Cortés escribe al poeta, llorando su pérdida.
Rojo de sangre,
amarillo de muertos
y rojo del capote
de los toros yertos.
¡Qué sueño terrible!
Cada noche te bordan
el plomo temible
en la frente redonda,
el nido de alondras
sobre la corbata triste.
Mis manos de mimbre
tu muerte deshojan.
–Para mí es todo un honor poder entrevistarte. Todavía recuerdo cuando empecé a seguirte en redes. En esa época, yo apenas comenzaba a usar Twitter y encontrarte por casualidad, hizo que quedara totalmente atrapada. Desde ahí, inicié un aprendizaje continuo, a través de todo lo que escribías, los artículos que publicabas y las reivindicaciones que hacías, del que tengo que darte las gracias. A nosotras, sólo nos separan dos años de edad, así que, si yo recuerdo que todavía era una adolescente cuando empecé a leerte, tú no serías mucho mayor. En tus propias palabras, ¿cómo comenzó todo esto? ¿Cómo llegó una niña nacida en un pueblo de Almería, como Noelia Cortés, a convertirse en una de las mujeres que cambiará el futuro, según Mujerhoy?
Y me encantaba que mi abuela me contase cómo había aprendido a leer solita de niña, escondiéndose de noche con un libro, porque no podía ir al cole. Era la historia que más me gustaba escuchar. Como tenía el libro guardado, cuando se echaba la siesta yo lo cogía y lo leía pensando en ella de pequeña
–Muchas gracias por lo que me dices, me alegra de corazón haber aportado algo. Yo creo que comenzó con mi madre enseñándome a leer con un plato que tenía todas las letras del abecedario pintadas en el borde. Conforme me daba de comer me enseñaba a leer dos letras juntas, entonces entré al cole sabiendo leer ya y no hacía otra cosa. Los libros que me hicieron sentir que quería escribir de mayor fueron El cementerio de los ingleses, los de Kika Superbruja, Matilda, Las brujas… Y me encantaba que mi abuela me contase cómo había aprendido a leer solita de niña, escondiéndose de noche con un libro, porque no podía ir al cole. Era la historia que más me gustaba escuchar. Como tenía el libro guardado, cuando se echaba la siesta yo lo cogía y lo leía pensando en ella de pequeña. Pienso que siempre me ha encantado leer y escribir y contar estas cosas, y que, al tener más edad y medios para compartir y descubrir, me han descubierto otros también a mí.
–En esta nueva etapa que comienzas, en la que me consta que ya recibes propuestas de diversos medios que quieren publicarte, ¿cómo encaras tu labor como activista? ¿Va a seguir presente la lucha por el pueblo gitano en tu escritura?
–Siento que esa lucha siempre está presente, la mencione o no. Quizá tú no digas todo el tiempo que las mujeres pueden dedicarse al mundo de la comunicación y hacerlo estupendamente, pero con tu presencia en esta sección estás mandado ese mensaje de alguna forma, ¿no? Lo que no quiero es que me traten como una causa social con patas, quiero que se juzgue lo que escribo y cómo lo escribo. Alguna vez lo he hablado con mi María José Llergo, que el discurso está bien, pero la presencia en esos lugares que estaban reservados para otras personas de clase social más alta encierra un profundo significado. Es como sugerir: valgo lo mismo que ellas y vengo a escribir, no a decir que yo también debería poder escribir. Dicho esto… Tan malo me parece que te reduzcan a tu discurso como dejarlo de lado y olvidar a las que vendrán después y lo necesitan. El mensaje estará en todo lo que yo haga, asomando por alguna ventana.
Lo que no quiero es que me traten como una causa social con patas, quiero que se juzgue lo que escribo y cómo lo escribo. Alguna vez lo he hablado con mi María José Llergo, que el discurso está bien, pero la presencia en esos lugares que estaban reservados para otras personas de clase social más alta encierra un profundo significado
–Personalmente, estoy deseosa de poder leer Del mar y la muerte al completo. Como he mencionado anteriormente, pronto la editorial La Carmensita, lo publicará. Así que, antes de poder tenerlo en nuestras manos, cuéntanos, ¿cómo fue el proceso de escritura? ¿Qué te inspiró o de donde nació la motivación para escribir?
–¡Qué emoción, gracias! Empecé a escribir esos poemas a modo de desahogo cuando vivía en Murcia estudiando, tan lejos del mar. Cuando tenía una noche triste me ponía a escribir para mí. Hace nada he visto el documental sobre Sylvia Plath y La campana de cristal, y me fascinó cómo su hija Frieda explica qué fue esa novela: una manera de sacarse de dentro los recuerdos tristes y dejarlos ir como un globo para dejar de albergarlos dentro, sabiendo que estarán ahí volando cuando se quiera volver a ellos. Pues algo así hice, y después me di cuenta de que en varios había una relación entre el mar y la muerte y escribí el resto del libro tirando de ese hilo para encontrar el camino, como Teseo en el laberinto. Me inspiraron también el lado oscuro de los sueños, la senda que recorremos cada noche a través de ellos y las antiguas tradiciones de luto.
–A parte de a ti, yo no conozco a ninguna otra mujer gitana que escriba y dudo mucho que esto sea porque tú eres la única. Si ya es duro para las mujeres en general, luchar contra la opresión de la Academia cuando intentan introducirse en los ambientes intelectuales, ¿cómo es para una mujer gitana, que quiere escribir, enfrentarte a todos los desafíos impuestos por el sistema?
La verdad es que no me duele tanto porque yo estoy en contra de todo lo académico, del lenguaje elitista para excluir de la cultura al pueblo, de valorar las aportaciones culturales de la gente por sus títulos…
–La verdad es que no me duele tanto porque yo estoy en contra de todo lo académico, del lenguaje elitista para excluir de la cultura al pueblo, de valorar las aportaciones culturales de la gente por sus títulos… Hay una noticia lamentable por ahí sobre unos señores de la Academia en Granada, que ironizaron con la idea de darle a Curro Albaicín el Premio García Lorca. Resulta que el Curro recitaba a Federico cuando estaba prohibido, que le pegaron un tiro por hacerlo. Y que el valor de su obra es inconmensurable para el archivo histórico granadino. Pero para estos señores no es más que un gitano de las cuevas sin estudios, y me parece que eso les define a ellos. Yo quiero que lo que hago les guste al Curro y a mi amiga Goretti que me lo descubrió, no a ellos. Recuerdo que Ernesto Castro me cuestionó en público con el tema de la identidad del pueblo gitano en el flamenco, como si él tuviera alguna idea de esas cosas. Ha insistido en muchas charlas y hasta en su libro. Qué poco sentido del ridículo tienen los hombres importantes.
–En los poemas que me has facilitado, diviso un interés profundo por ahondar en ti misma, al mismo tiempo que en reinventar la tradición de los imaginarios andaluces y transformarlos en algo nuevo, pero manteniendo su esencia. En este sentido, recuerda al trabajo que hacen artistas como Dellafuente o María José Llergo, en la música. Sé que tú valoras y estimas mucho el trabajo de estas dos figuras de la cultura andaluza y gitana, ¿qué más figuras han ayudado a influenciar y enriquecer tu escritura?
Hace nada he visto el documental sobre Sylvia Plath y La campana de cristal, y me fascinó cómo su hija Frieda explica qué fue esa novela: una manera de sacarse de dentro los recuerdos tristes y dejarlos ir como un globo para dejar de albergarlos dentro, sabiendo que estarán ahí volando cuando se quiera volver a ellos
–Pues me encanta esta pregunta. Creo que Peter Doherty (que no es gitano ni andaluz) ha enriquecido mi escritura en este sentido, en el de crear algo nuevo con los imaginarios tradicionales. A veces encontramos más poesía en un álbum bien escrito que en un libro mediocre… Tiene uno llamado Grace/Wastelands que es la mayor expresión poética contemporánea que he visto. En uno de los videoclips está en la cárcel, con un póster de Emily Dickinson en la pared, llevando su imaginario literario personal y su Inglaterra propia a lo que crea. Disfruto muchísimo lo que hacen la María José y el Dellafuente, pero no es lo que yo quiero hacer. Lo de ellos quiero disfrutarlo, lo de Doherty quiero hacerlo.
–Siguiendo con el tema de las influencias, tal vez esta pregunta sea algo controvertida, pero no puedo permitirme una entrevista contigo sin mencionarlo, ¿cómo te sientes al ver que artistas como C. Tangana (quien sin ir más lejos es conocido por su apodo El madrileño), han adaptado estos rasgos propiamente andaluces y calós, a sus estéticas y su arte?
Se les va de las manos lo de disfrazarse de marginalidad. Eso se llama vaciar el dolor de otros, plastificarlo para que quede bonico puesto un rato y después volver a dejarlo de lado y que lo sufran los que son así. Lo que les encanta en ese tipo de artistas lo desprecian en los que son así de verdad
–Se les va de las manos lo de disfrazarse de marginalidad. Eso se llama vaciar el dolor de otros, plastificarlo para que quede bonico puesto un rato y después volver a dejarlo de lado y que lo sufran los que son así. Lo que les encanta en ese tipo de artistas lo desprecian en los que son así de verdad. Si no, estarían escuchando al Canelita y no a los antigitanos. Es muy complicado que llegue un mensaje cristalino, porque cíclicamente ocurre algo así como: 1. Los medios aseguran que Tangana ha innovado y llevado lejos el flamenco más que nadie porque blablabla, y el público empieza a repetirlo. 2. Explicamos que Ray Heredia hizo un disco mucho más novedoso en ese mismo sentido décadas antes, que Carmen Amaya bailaba en Hollywood y Lole y Manuel suenan en Kill Bill. Que contarlo así es borrar a los gitanos de la historia. 3. El hombre payo políticamente incorrecto de turno responde con un artículo que dice que queremos prohibir que un señor de Cuenca cene en un restaurante asiático, que la cultura es para compartirla y que Paco de Lucía tocaba con cajón peruano, como si tuviera algo que ver. Se dedican a contaminarlo todo. Yo invito a la gente que se siente involucrada con las causas sociales y que está compartiendo ese Tinydesk a pensar en que varios de los participantes son antigitanos con declaraciones públicas.
–Para cambiar de tercio a algo menos polémico, cuéntanos más a fondo cuál es tu conexión con Granada y, más concretamente, con el barrio de Almanjáyar.
–Pues el padre de mi abuelo Julio tuvo otra hija en Granada, así que él sabía que tenía una hermana por allí y quería encontrarla. Mi abuela Rosa se empeñó hasta que dio con ella en el Almanjáyar y le escribió una carta. Así recibieron otra y supieron que ella también lo estaba buscando a él, y fueron allí a verle, luego vinieron a Albox ellos y formaron lazos familiares enseguida. Hace ya 15 años que mi abuela murió, y gracias a sus cartas seguimos teniendo ese lazo con nuestra familia de Granada. Es una historia muy bonita. Además de eso, Federico G.L. ha hecho que en mi imaginario Granada sea la ciudad de la poesía.
–Y tu interés por García Lorca, ¿dónde comenzó?
Creo que en el sur todos los niños sabemos muy pronto que Federico existió y que es algo nuestro. En el cole me recordaba al padre de mi abuela, porque eran las únicas personas que yo sabía que habían sido víctimas de la guerra
–Creo que en el sur todos los niños sabemos muy pronto que Federico existió y que es algo nuestro. En el cole me recordaba al padre de mi abuela, porque eran las únicas personas que yo sabía que habían sido víctimas de la guerra. Pensaba que se habrían conocido y todo. Me terminó de fascinar con su Romancero gitano, parecía un brujo de las palabras. Ahora entiendo mejor sus recursos literarios y su figura humana, pero le miro con los mismos ojos de niña fascinada.
–Para ir terminando siempre formulo las mismas preguntas, ¿cuál es tu libro favorito? ¿Y el último que has leído?
–Lo último que he leído es Macbeth. Shakespeare es como una biblia que alberga todo el espectro de sentimientos humanos. Mi favorito es El retrato de Dorian Gray, pero el que llevaría conmigo a otro lugar si pudiera coger sólo uno sería Ariel de Sylvia Plath.
A veces me pregunto sobre qué habrían escrito si no hubieran estado perseguidas, exiliadas en los bosques y presas en campos de exterminio por ser gitanas. Quizá serían las grandes voces del feminismo del siglo pasado
–Y finalmente, suelo preguntar por los escritores jóvenes favoritos de cada entrevistado, pero en tu caso, me he permitido variar un poco la pregunta. ¿Nos puedes recomendar escritores o escritoras gitanas que te gusten?
–Maria Podd es una chica de familia gitana rusa que tiene aquí su propia editorial independiente (Arscesis) y que ha publicado un poemario llamado Mujer jardín. Para mí también son poetas el Jeros, Manzanita, Antonio Flores o Manuel Molina, aunque escribiesen para cantar. Y Papusza, Philomena Franz y Ceija Stojka escribieron sobre el Holocausto. A veces me pregunto sobre qué habrían escrito si no hubieran estado perseguidas, exiliadas en los bosques y presas en campos de exterminio por ser gitanas. Quizá serían las grandes voces del feminismo del siglo pasado.