Magic Machine: viaje con nosotros

Hace algunos años había unas láminas de impresión difusa que si se miraban forzando el desenfoque de los ojos, en el momento menos esperado se elevaban de la nada figuras imposibles y paisajes en relieve; hay bandas cuya música propicia el mismo efecto a través del sentido del oído. Y sin doparse, que dopados… Fue el caso de los australianos Magic Machine (ya el nombre lo dice casi todo) en el Plantabaja. Originario de Sídney, el cuarteto vino a Granada, merced (¡cómo no!) a la programación del ciclo, ya infinito, Serpiente negra. Garantía de calidad.
Su estilo recuerda al de sus compañeros como King Gizzard & The Lizard Wizards, con canciones que están repletas de potentes ritmos funk, guitarras psicodélicas y letras -más bien pocas- surrealistas. Se aplicaron intensamente a auténticos mantones de sonido espirales, en los que por momentos se dejaba de percibir el suelo como en una californiana trip-sesión de los años sesenta; sí, por donde andaban The Doors, a cuyo sonido pudieran remitir por momentos, sin ningún vocalista histrión en trance. Todo un viaje en tres o más dimensiones muy saludable para las siempre mustias tardes de domingo. Pasajeros, suban a bordo de la máquina mágica.
























