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Entrevista a Luis Gibert

"Hay que volver a excavar en Venta Micena, donde José Gibert encontró el cráneo de Orce"

Cultura - Paco Vigueras - Domingo, 11 de Agosto de 2024
Paco Vigueras entrevista a Luis Gibert, hijo de José Gibert, al cumplirse 30 años del Congreso Internacional de Paleontología Humana que supuso un hito para los yacimientos de Orce.
Luis Gibert, en Orce.
Luis Gibert, en Orce.
  • "El Museo de Orce, que lleva el nombre de José Gibert, no debería cuestionar la presencia humana en Venta Micena, que tanto defendió mi padre"

Cuando se cumplen casi 30 años del Congreso Internacional de Paleoantología Humana, que puso a Orce en el mapa, parece que todo sigue igual. Las campañas veraniegas en el yacimiento del altiplano granadino se suceden, año tras año, con el hallazgo de nuevos huesos fósiles, de grandes mamíferos o de pequeños roedores.

En todo este tiempo, nadie ha excavado en Venta Micena, donde José Gibert descubrió en 1982 el cuestionado Cráneo de Orce. Parece que en Orce todo va despacio. En cambio, Atapuerca recibe inversiones millonarias por parte de las instituciones, que le permiten desarrollar importantes proyectos, en torno al yacimiento burgalés.

Para saber más sobre Orce, El Independiente de Granada ha entrevistado al geólogo Luis Gibert, que intentó continuar con el proyecto de excavación iniciado por su padre, José Gibert. Y como su padre, también fue vetado por la Junta de Andalucía.  

─ ¿Qué significó para Orce el Congreso Internacional de 1995?

─ El Congreso Internacional de Orce fue un hito histórico, difícilmente se repetirá un evento de esas dimensiones en Orce. Necesitas a alguien con la capacidad de congregar a personas y de asumir riesgos, como lo hizo José Gibert. En este congreso Internacional de Paleoantologia Humana, celebrado en septiembre de 1995, estuvieron representados científicos de distintos países, interesados por las expectativas de los homínidos y su entorno en el Pleistoceno inferior y medio Europeo. 

Durante cuatro días, Orce se convirtió en el centro de atención de la Paleoantropología mundial y caminaron por sus calles nombres como P.V. Tobias (Sudafrica) F.C. Howell (USA), J. Tixier (Francia), G Lowentein (USA), G. Bosinski (Alemania). S. Borgognini (Italia) e investigadores nacionales con aportaciones brillantes, como Domingo Campillo, Emiiano Aguirre, M. Walker, Enrique García Olivares y muchos otros, que han aportado publicaciones en revistas de reconocido prestigio internacional. 

Después de casi 30 años, Orce no ha conseguido cumplir con las expectativas que se generaron en ese congreso. La Administración paralizó la investigación tres años y más tarde, cuando la Consejería de Cultura decidió reiniciar las investigaciones, expulsó al promotor del desarrollo científico de Orce y puso al frente del proyecto a personas críticas con la labor de José Gibert. 

"El discurso original que tenía Orce a partir de sus hallazgos y que José Gibert defendió con éxito por el mundo, se diluyó y pasó a ser un discurso subsidiario de Atapuerca y Orce empezó a perder  protagonismo"

Nadie fuera de España entendió esa decisión y Orce empezó a perder credibilidad. Se perdió la independencia de Orce, estableciéndose nuevas alianzas con los adversarios del proyecto original. Primero, con el yacimiento francés de Tautavel y su director, Henry Lumley, que había difundido el rumor en la prensa de que el Cráneo de Orce podría ser de équido, iniciando así una polémica muy dañina para Orce. Después, desembarcó el equipo de Atapuerca, que resucitó la polémica. El proyecto cayó en manos del Instituto IPHES, dirigido por Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca y defensor del primer europeo en Burgos, que incorporó a varios investigadores de su equipo. Las investigaciones en el corte 3 de Venta Micena, que habían producido restos humanos, siguieron paralizadas. Los nuevos responsables del Museo de Orce negaron la presencia humana en Venta Micena, desacreditando los trabajos pioneros de la Universidad de Granada.

La hipótesis de entrada de la humanidad por Gibraltar fue también censurada. En definitiva, el discurso original que tenía Orce a partir de sus hallazgos y que José Gibert defendió con éxito por el mundo, se diluyó y pasó a ser un discurso subsidiario de Atapuerca y Orce empezó a perder  protagonismo. En las nuevas publicaciones, se dejó de hacer referencia a trabajos liderados por José Gibert y su equipo, ignorando cualquier investigación pasada. Las “fakenews” se expandieron como la pólvora, intentando borrar cualquier vestigio de historia, sin que nadie hiciese nada para evitarlo.

─ ¿Qué explicación tiene que no se haya vuelto a excavar en el corte 3 de Venta Micena?

─ Científicamente no existe ninguna explicación para que el corte 3 no sea una prioridad. De los nueve cortes que abrió mi padre en Venta Micena, sin duda es el corte más rentable y el que más respuestas puede darnos. El corte 3 es el único que ha presentado restos humanos: un trozo de calota craneal, conocida como VM-0, y dos trozos de húmero. Además, este corte tiene la mayor concentración de fósiles y biodiversidad de huesos, como por ejemplo: ocho cráneos de grandes mamíferos en un metro cuadrado. También se encontraron algunas piezas líticas alóctonas, que se pudieron usar como percutores para romper huesos y utilizar el tuétano. Y se han publicado marcas destinadas a descuartizar huesos, como evidencia de acción antrópica.

─ ¿Qué datos avalan la llegada de los primeros homínidos a través de Gibraltar?

─ Una vez que se concluye que la presencia más antigua de la humanidad se encuentra en el Sureste de la Península Ibérica, hay que plantear hipótesis que expliquen este hecho. Una hipótesis es que no se hayan descubierto todavía restos humanos en yacimientos más antiguos, situados entre España y Estambul. Es decir, llevamos más de cien años excavando yacimientos de fósiles del pleistoceno en Europa y no se han encontrado. Por otro lado, cuando la humanidad llega a algún lugar, deja rastro de su presencia en forma de herramientas, marcas de corte, etc. Eso no se ha encontrado por ahora en ningún lugar más antiguo que Venta Micena. Por tanto, si asumimos que la humanidad más antigua está en el Sureste de Iberia, podemos plantear que llegó a través de Gibraltar. 

En el año 2010 A. Brumm publicó en la revista científica Nature un artículo en el que demostró que homo erectus llegó navegando a la isla de Flores hace más de un millón de años, cruzando un estrecho marino de 19 kilómetros. Si homo erectus cruzó el estrecho de Lombok, también pudo cruzar el estrecho de Gibraltar. Por otro lado, la similitud de algunas herramientas de Orce con las del norte de África sugiere una conexión cultural entre ambos grupos. 

─ ¿Cuál es la principal conclusión que se desprende de tu publicación en la revista Eart Sciences Review?

─ Esta última publicación sitúa al yacimiento de Venta Micena como el más antiguo de Europa con presencia humana, lo que tiene importantes implicaciones. En primer lugar, la revista Earth Sciences Review da como válidos los artículos que demuestran la presencia humana en Venta Micena. Es decir, los trabajos que versan sobre la anatomía de los fósiles atribuidos a humanos publicados por tres investigadores independientes (Campillo, Tobias y Gibert), así como los datos concluyentes aportados por el equipo del doctor Enrique García Olivares, de la Universidad de Granada, y del doctor Jerold Lowenstein, de la Universidad de San Francisco, en contra de las opiniones que proponen que VM-0 es un équido o un rumiante.

Las edades de los yacimientos de Orce se incorporan al inventario Europeo y se concluye, en primer lugar, que los yacimientos de Orce presentan la evidencia más antigua de presencia humana en Europa, descubierta hasta el momento. Por tanto, sin quitar relevancia a Atapuerca, en este yacimiento no están los restos del primer europeo, están los restos del primer burgalés

Las edades de los yacimientos de Orce se incorporan al inventario Europeo y se concluye, en primer lugar, que los yacimientos de Orce presentan la evidencia más antigua de presencia humana en Europa, descubierta hasta el momento. Y que el segundo yacimiento con restos humanos más antiguo en Europa, probablemente, sería el de Sima del Elefante en Atapuerca, pero tiene una edad de entre 200 y 400 mil años más moderno que los de Orce, o los murcianos de Cueva Negra o Cueva Victoria. Por tanto, sin quitar relevancia a Atapuerca, en este yacimiento no están los restos del primer europeo, están los restos del primer burgalés. Hay que recordar que en el año 1997, cuando Orce se hundía en los infiernos con acusaciones de fraude y la polémica retomó su punto álgido, Atapuerca subía a los cielos y recibía el premio Príncipe de Asturias. Según acta del jurado “en atención al extraordinario interés de los descubrimientos paleoantropológicos de Atapuerca (Burgos), que permiten ofrecer respuestas sobre el origen y naturaleza de las primeras poblaciones en Europa desde hace más de 780.000 años, que están formadas por los homínidos más antiguos hasta ahora, descubiertos en nuestro continente.”. Ahora podemos decir, sin complejos, que eso no era del todo cierto.

(https://www.fpa.es/es/cargarAplicacionPremiado.do?anio=1997). 

─ Si Luis Gibert estuviera al frente de las excavaciones de Venta Micena en el momento actual, ¿cuál sería su prioridad?

─ En primer lugar, hay que tener en cuenta que, según la legislación actual de 2003, sólo se permite a los arqueólogos dirigir este tipo de proyectos. Yo soy geólogo y con ese reglamento no podría dirigir una excavación en Andalucía, pero tampoco es esa mi intención. En el año 2012 presenté un proyecto a la Junta de Andalucía, liderado por una arqueóloga de Oxford e investigadores de varios países, para trabajar en yacimientos abandonados. El proyecto tenía financiación extranjera y pretendía investigar el corte-3 de Venta Micena, Solana del Zamborino y Fuentenueva-1. No llegó a ser nunca evaluado. Fue la última de una larga lista de solicitudes ignoradas.

Habría que terminar y ampliar la excavación del Corte 3 de Venta Micena. También invertiría esfuerzos en excavar en otros lugares, como Barranco del Paso

En mi opinión, habría que terminar y ampliar la excavación del Corte 3 de Venta Micena. Le dedicaría cinco campañas de dos meses con treinta personas. Eso duplicaría la superficie excavada y permitiría dar respuesta a muchas preguntas. También invertiría esfuerzos en excavar en otros lugares, como Barranco del Paso, donde existen indicios de presencia humana que valdría la pena evaluar. De confirmarse, sería el yacimiento más antiguo en Europa.

─ ¿Y por último, que opinión te merece el Museo de Orce?

─ Para mí, sería una prioridad actualizar el Museo de Orce, a partir de todo el conocimiento disponible, con un discurso propio y original. Por supuesto, siempre con la mayor objetividad, pero sin ningún complejo y total independencia de Atapuerca. No puede ser que en el Museo de Orce se cuestione actualmente la presencia humana en Venta Micena, demostrada por investigadores de la Universidad de Granada. Eso genera confusión, va en contra de la realidad científica y del progreso de Orce. 

Eso es todavía más inconcebible, cuando lleva el nombre de una persona que dedicó grandes esfuerzos a divulgar los datos anatómicos y bioquímicos que demuestran la presencia humana en ese lugar y en otros yacimientos de Orce, consiguiendo que adversarios, como Emiliano Aguirre, reconocieran este hecho, y que grandes paleoantropólogos, como el profesor Phillip Tobias, nominado al Premio Nobel en tres ocasiones, hiciesen sus propias investigaciones para llegar a la misma conclusión. Por cierto, Phillip Tobias tiene una calle en Orce por su apoyo a las investigaciones en Orce y su defensa de la presencia humana en Venta Micena, paradójicamente cuestionada en el museo. Existe demasiada confusión, demasiadas contradicciones y eso no es bueno. 

Hace falta un discurso firme y acorde con los datos científicos, no con la opinión de “los científicos”, que tienen opiniones muy condicionadas. Cada científico es experto en su disciplina, pero en Orce, arqueólogos se atreven a criticar estudios inmunológicos sobre proteínas fósiles, disciplina de la que no disponen de conocimiento para opinar. Como decía Giordano Bruno desde la hoguera “La verdad es independiente de lo que opine la mayoría de la gente”.

En Orce, la historia de las investigaciones empieza en 1976. Es una historia de ciencia, riesgo, trabajo, austeridad, éxito y traiciones, pero es la historia de José Gibert y no se puede eliminar

En Orce, la historia de las investigaciones empieza en 1976. Es una historia de ciencia, riesgo, trabajo, austeridad, éxito y traiciones, pero es la historia de José Gibert y no se puede eliminar. La historia del descubrimiento de los yacimientos es una historia interesante, que forma parte del patrimonio de Orce y que vale la pena divulgar. A partir de ahí, empieza otra etapa, puede ser de desarrollo y estabilidad o declive, dependerá de los responsables del proyecto. Pienso que el desarrollo sólo es posible a partir de un discurso que tenga como pilares la objetividad de los datos, la independencia de los equipos y el rigor de la historia.

Actualmente, Luis Gibert Beotas es profesor del Departamento de Mineralogía, Petrología y Geología Aplicada de la Universidad de Barcelona y su principal línea de investigación es la petrología sedimentaria, especialmente de rocas evaporíticas: “Es un mundo mucho más sano que el de la paleontología humana”. Dirige un proyecto, junto con su compañero de departamento Enrique Gómez Rivas, con 33 investigadores de ocho países. Pero también, desde hace 12 años, participa en grandes proyectos relacionados con la evolución humana en el Este de África (Etiopia, Kenya y Tanzania), donde investigadores como Yohannes Haile Selassie (director del Institute of Human Origins en Arizona), Nick Tooth y Kathy Schick (directores del Stone Age Institute en Indiana), han pedido su colaboración. En los últimos años, ha aportado grandes novedades en la revista Nature, como, por ejemplo, el primer cráneo de Australopitecus anamensis o una nueva especie de hominino, Australopitecus deriyemeda o un esqueleto parcial de Australopitecus afarensis macho en PNAS. El verano pasado, Luis Gibert realizó tres sondeos de 250m en Olduvai para recuperar la historia paleoclimática y su posible relación con la evolución humana. 
Fotos: Luis Gibert