La escultura sigue ofreciendo nuevos detalles al medio siglo de su hallazgo

La Dama de Baza, un 50 aniversario con colores

Cultura - IndeGranada - Domingo, 18 de Julio de 2021
Un grupo de investigación, con especialistas de las universidades Complutense y de Sevilla y del Museo Arqueológico Nacional, aporta novedades sobre los colores originales de la escultura.
Imagen extraída del estudio 'La Dama de Baza. Nuevas aportaciones a su estudio iconográfico a través del color y la fotografía'.
Pedro Saura
Imagen extraída del estudio 'La Dama de Baza. Nuevas aportaciones a su estudio iconográfico a través del color y la fotografía'.

"La Dama guarda todavía muchos secretos y la curiosidad de la investigación tiene ante sí un reto abierto para sus futuros estudios". Así lo señalan los autores de 'La Dama de Baza. Nuevas aportaciones a su estudio iconográfico a través del color y la fotografía', publicado en uno de los últimos boletines del Museo Arqueológico Nacional y que aporta una "nueva mirada" sobre la escultura descubierta hace medio siglo.

Esos 50 años se cumplen este 20 de julio y el trabajo que mira a la Dama bastetana a través del color y la fotografía ofrece novedades sobre la talla. Por ejemplo, que "el color se aviva en sus mejillas y cobra mayor intensidad en los labios, pintados también de cinabrio". O que en el rostro, "se perfilan en negro cejas, borde de los párpados y pestañas, estas últimas pintadas sobre finos trazos incisos". Que el lóbulo de las orejas es "sonrosado", como la cara. Y corroboran otros, como que manto y túnica eran de color 'azul egipcio', el único pigmento artificial utilizado en su policromía, añaden. 

El tratamiento digital de las imágenes ha permitido ahondar en un detalle que no pasó desapercibido a Francisco Presedo tras su descubrimiento. Presedo documentó "rayas rojas" entre los colgantes situados en la parte derecha del collar superior, y ahora, al aplicar la técnica fotográfica, se ha determinado que "parece una larga sarta de cuentas que cuelga desde la parte posterior de los colgantes de lengüeta situados a la derecha de la imagen", que serpentean llegando hasta el collar inferior y reaparecen en el central.

'La Dama de Baza. Nuevas aportaciones a su estudio iconográfico a través del color y la fotografía'.

Teresa Chapa Brunet, Universidad Complutense de Madrid.

María Belén Deamos, Universidad de Sevilla.

Alicia Rodero Riaza, Museo Arqueológico Nacional.

Pedro Saura Ramos, Universidad Complutense de Madrid .

Raquel Asiaín Román, Universidad Complutense de Madrid.

Los autores del trabajo recuerdan que fue precisamente esta escultura la que llamó la atención sobre la importancia del color en la estatuaria ibérica. "Resultó determinante para reconocer que las imágenes no podían ser valoradas adecuadamente sin conocer las características de su pintura superficial".

Recuerdan en el trabajo presentado ahora un importante detalle que ocurrió en 1971 en el conocido como Cerro del Santuario:

"Aunque la documentación fotográfica fue sin duda una tarea permanente, la conservación de una compleja decoración pintada sobre la escultura fue el punto central de atención, dificultado por la afluencia de público y otras presiones que se produjeron a partir del hallazgo. Al demorarse más de lo previsto la retirada de las piezas, Presedo (1982: 25) intentó detener el proceso de deterioro que se iba produciendo. Las palabras del director de la excavación revelan muy bien los efectos sufridos por el color de la pieza desde el momento de su enterramiento: 'El agua, al caer incesantemente sobre ella durante muchos años, fue lavando poco a poco el pecho y el regazo, los cuales a su vez, sufrieron mucho cuando se derrumbó toda la superestructura. El sillón y las paredes verticales, con menos superficie de roce, conservaban una policromía mucho más viva […] Una vez excavada la tumba y limpiado el suelo, se encontró una gran mancha de pintura marrón alrededor de la estatua. Era, sin duda, producto de la disolución del color' (Presedo, 1973b: 45). Ante las dificultades presentadas, se tomó la decisión de fijar temporalmente la pintura con laca de peluquería, a la espera de que la Dama fuera sometida a un tratamiento profesional de conservación a su llegada a Madrid".

Fotografía incluida en el Boletín del Museo Arqueológico Nacional dentro del trabajo 'Dama de Baza. Nuevas aportaciones a su estudio iconográfico a través del color y la fotografía'.

Azul egipcio en la túnica, manto y cojín, rojo intenso en túnica y calzado, estaño para dar efecto plateado a pendientes y anillos

A lo largo de los años y tras los distintos estudios realizados, las conclusiones respecto a la decoración determinaron "la presencia de una capa base de yeso muy puro, de algo más de 0,5 mm, previamente calcinado y mezclado con agua para que fraguara tras su aplicación. Sobre esta preparación y bajo la pintura se detectaron cristales correspondientes a un compuesto de azufre, potasio y calcio, que tanto podría corresponder a un endurecedor aplicado sobre el yeso, como a un efecto natural de migración de sales de la piedra, o incluso ser efecto de algún fertilizante moderno que impregnara la tierra que rellenaba la fosa donde se halló la escultura. El color azul que cubre la túnica, el manto, el pájaro y el cojín en el que reposa los pies, es azul egipcio', un compuesto formado por silicato de cobre y calcio. El color rojo intenso del ajedrezado de la túnica, el manto y el calzado de la Dama, así como el más leve del rostro, se componen de sulfuro de mercurio y sílice que se identifica con el cinabrio o bermellón, mezclado con yeso para obtener las tonalidades más suaves. Por su parte, el tono rojo pardo del trono tiene un alto contenido en elementos ferruginosos que corresponden a ocre o tierra roja. En cuanto al negro del pelo, Cabrera (2006 [1972]: 282) determinó la presencia de carbón de huesos. Finalmente, los pendientes, anillos y collares de la Dama estaban recubiertos por una lámina de estaño aplicada sobre la preparación de yeso, lo que daría a estas joyas un efecto plateado (Gómez; Navarro, y Albar, 2011: 320-332)".

Una nueva mirada para completar "la excelente descripción original" de Presedo

Sobre las nuevas aportaciones a través del color y la fotografía, los investigadores resaltan que han establecido protocolos que, "sin tergiversar en absoluto la realidad del sujeto", permite que los colores aparezcan con mayor intensidad. "Al procesar las fotografías carentes del brillo especular, no solo se aprecian los colores con más intensidad, sino que algún motivo que apenas se había apreciado antes, ha podido observarse con claridad. Para ello hemos recurrido al programa Photoshop CS4, tomando una muestra del color empleado y, sin variar su tono, ni añadir ningún otro parámetro, hemos reforzado mínimamente los niveles de contraste y saturación durante el procesado, con el fin de aumentar y facilitar su visión", explican en el trabajo publicado en el Boletín del Museo Arqueológico Nacional, donde se expone la Dama de Baza.

Señalan que en arqueología y, sobre todo en arte rupestre, el programa más popular es el D-Strecht, que permite "evidenciar rápida y sencillamente los colores escasamente visibles en el ejemplo estudiado, siempre y cuando sean bien detectados por el programa". Sin embargo, indican, "su procesado los convierte en colores sintéticos o 'falsos colores', que impiden correlaciones o comparaciones con los que presenta la imagen original".

Con esta nueva mirada apoyada en fotografías digitales, los autores del estudio subrayan que permite por un lado "una observación detallada de la imagen" y, por otro, "resaltar aspectos". Lo que han pretendido, explican, es "completar la excelente descripción original del profesor Presedo, revisando al detalle sus rasgos morfológicos y complementándolos con la información aportada por los análisis arqueométricos de la superficie pintada".

Fotografías extraídas del Boletín 40/2021 del Museo Arqueológico Nacional, incluidas en el trabajo 'La Dama de Baza. Nuevas aportaciones a su estudio iconográfico a través del color y la fotografía'.
De izquierda a derecha fotografía con la luz polarizada; imagen aplicando el filtro YRD de D-Stretch; imagen con resalte diferencial del color rojo del Adobe photoshop. Fotografía: Extraída de una publicación específica sobre el empleo del color en las esculturas ibéricas elaborada para la Semana de la Ciencia 2020.

"En nuestro estudio, uno de los aspectos más llamativos ha sido la documentación de lo que consideramos un cordón anudado, más que un collar de cuentas, que al no estar tallado, se disimulaba bajo los collares pectorales. Pensamos, por ello, que era un elemento de carácter muy personal, seguramente protector. Este rasgo, junto a otros que fueron resaltados en su momento, nos hace ver a la Dama de Baza como la imagen de una mujer ibérica real, distinguida, representativa de las clases más altas y enriquecidas de la sociedad, pero también a alguien que buscaba protección en pequeños y disimulados elementos de su vestuario", concluyen para añadir también que el taller en el que fue tallada "quiso reproducir fielmente su aspecto físico y su vestimenta, coloreando su rostro y sus manos con los tonos matizados de la piel, e indicando en su manto y sus túnicas los colores y dibujos que realmente llevaron".

Publicaciones utilizadas para la elaboración de la noticia:

  • Boletín 40/2021 Museo Arqueológico Nacional: La Dama de Baza. Nuevas aportaciones a su estudio iconográfico a través del color y la fotografía Teresa Chapa Brunet, María Belén Deamos, Alicia Rodero Riaza, Pedro Saura Ramos y Raquel Asiaín Román.
  • Chapa Brunet, T.; Belén Deamos, M.; Rodero Riaza, A.; Saura Ramos, P.; Asiaín Román, R., 2020: El empleo del color en las esculturas ibéricas del Museo Arqueológico Nacional. Semana de la Ciencia y la Tecnología 2020. http://hdl.handle.net/10261/222495.
  • El trabajo de los autores se ha realizado en el marco del Proyecto PGC2018-093600-I00 del Ministerio de Ciencia e Innovación. 

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