Granada cumple más de dos meses seguidos sin llover en plena primavera
Granada ha cumplido ya dos meses sin lluvia, en plena primavera. Son ya más de 60 días sin llover, algo inédito desde que en 1972 se empezaron a tomar datos meteorológicos en el aeropuerto.
Nos hemos acostumbrado a que no llueva nada en los meses de verano, y se ha convertido casi en habitual que junio, julio y agosto transcurran sin apenas precipitaciones, o incluso con ninguna. Pero lo extraordinario y grave es que esto pase en primavera, y después de varios años de sequía acumulada, con menos lluvida de lo normal.
El 9 de marzo fue el último día en que la Agencia Estatal de Meterología (Aemet) registró datos de precipitaciones en su estación del aeropuerto. Ese día cayeron 3 litros por metro cuadrado. Desde entonces, ni una gota más en marzo, ni una gota más en abril y ni una gota más en lo que de va de mayo, 62 días sin una gota de lluvia.
Consultados los datos de precipitaciones en la estación de Aemet del aeropuerto desde 1972, no hay constancia de un periodo tan prolongado sin lluvia en esta época del año. Por ejemplo, en 1977, un año muy seco, se registraron solo 0,4 litros por metro cuadrado en 46 días, desde el 28 de marzo al 14 de mayo. Pero llovió antes (casi 20 litros en marzo) y también después (casi 10 litros el resto de mayo).
Ni 1995 fue tan seco
En 1995, un año recordado porque hubo precipitaciones tan escasas que tuvo que suspenderse el Mundial de Esquí de Sierra Nevada, no llovió nada del 12 de marzo al 11 de abril, un mes natural sin agua. Antes también llovió, casi 15 litros en los primeros días de marzo, y 9,6 litros el resto de abril. Y mayo de ese año registró menos de 1 litro en todo el mes.
En otros años también muy secos, como 2015 o 2017, ha habido también periodos sin lluvia en primavera, pero ni mucho menos tan prolongados. En 2016 estuvo sin llover nada del 27 de abril al 29 de mayo, algo más de un mes. Y en 2017, del 27 de marzo al 25 de abril, también prácticamente un mes. Pero lo de este año no tiene parangón.
Si mayo no se arregla -no hay previstas precipitaciones al menos en los próximos seis días, según Aemet- poca lluvia puede esperarse en junio, julio y agosto. Por ahora, 2023 está siendo el año más seco, al menos desde se empezaron a tomar datos en el aeopuerto en 1972.
Desde el 1 de enero han caído únicamente 34,5 litros por metro cuadrado en la estación del aeropuerto. Hasta ahora, el año que más se le acerca por su escasa pluviosidad es 1995, un año en que hasta se abrieron pozos en la Vega para garantizar el abastecimiento urbano. Ese año hubo 38,5 litros del 1 de enero al 9 de mayo. Ningún otro año ha estado en esos niveles, ni cercanos.
2023 | 34,5 litros/m2 |
1995 | 38,5 litros/m2 |
1983 | 79,4 litros/m2 |
1999 | 79,9 litros/m2 |
2005 | 80,4 litros/m2 |
2012 | 86,8 litros/m2 |
1993 | 94,7 litros/m2 |
2017 | 96,6 litros/m2 |
Fuente: datosclima.es a partir de las estadísticas de Aemet en el aeropuerto
La tabla muestra los años más secos entre el 1 de enero y el 9 de mayo. Solo 1995 tuvo un volumen de lluvia parecido, pero no llegó a tan poco. El resto de años secos registraron más del doble de precipitaciones que este 2023.
Pero es que, además de la extraordinaria escasez de lluvia, la primavera de 2023 está sufriendo las temperaturas más altas jamás medidas en esta época del año, con récords y valores propios del verano, lo que acentúa la gravedad de la sequía, por la mayor evaporación de los embalses y sequedad de una tierra en situación límite.