'Paulina del Carmen, una estrella en proceso'

Blog - Un blog para melómanos - Jesús Martínez Sevilla - Miércoles, 19 de Marzo de 2025
Paulina del Carmen se hizo dueña del escenario del Planta.
Foto de Isabel Tallón.
Paulina del Carmen se hizo dueña del escenario del Planta.

Paulina del Carmen es uno de los nombres que más ha dado que hablar en Granada en el último año. La que fuera integrante de Freddie’s Kids y Las Dianas se alejó temporalmente de la música después de dejar este último grupo, pero acabó volviendo con más ganas y más fuerza con su proyecto en solitario, que se estrenó en abril de 2024 con ese magnífico single que es “Líbrame del mal”. Desde entonces habían ido cayendo un reguero de singles y colaboraciones que culminó el pasado miércoles con el lanzamiento de su primer EP, Rosas y estrellas, editado por Discos de Menta. Para celebrarlo, el jueves hubo concierto de presentación en Planta Baja, y a pesar de estar recién llegado de un viaje, me fui para allá sin dudarlo.

Verla actuar en directo en los Encuentros Soundbox del otoño pasado me hizo ver con claridad que tiene madera de estrella: su voz es espectacular y su presencia escénica, envidiable. No es casual que consiguiera la mención a mejor vocalista y la mejor puntuación en conjunto en las valoraciones del jurado (del cual, por decirlo todo, formé parte

Y no es porque, personalmente, sea un gran fan. Confieso que su propuesta no termina de cuadrarme por completo. Su pop de fuerte impronta R&B en lo vocal, con una producción sintética que lo acerca a la música urbana más reciente, me llama la atención, pero no siento que sea yo su público objetivo. En gran medida porque no termino de conectar con sus letras, que combinan un lenguaje directo al hablar sobre relaciones amorosas con cierta tendencia a las referencias religiosas y al uso del Spanglish. Se vienen a la mente referentes como Rosalía y Kali Uchis, cuyos trabajos más recientes a mí me han gustado menos que sus LPs de debut. Dicho lo cual, verla actuar en directo en los Encuentros Soundbox del otoño pasado me hizo ver con claridad que tiene madera de estrella: su voz es espectacular y su presencia escénica, envidiable. No es casual que consiguiera la mención a mejor vocalista y la mejor puntuación en conjunto en las valoraciones del jurado (del cual, por decirlo todo, formé parte).

J. Justicia tocando un solo durante su actuación con Paulina. Foto de Isabel Tallón.

El proyecto de Juan Justicia, también miembro de The Fixed Trio y excompañero de Paulina en Freddie's Kids, se presentó en formato cuarteto y planteó una base instrumental a medio camino entre el blues rock y el soul, con ecos funky y jazzy

Así pues, tenía muchas ganas de verla en directo de nuevo. Antes, eso sí, vimos la primera actuación en directo de J. Justicia. El proyecto de Juan Justicia, también miembro de The Fixed Trio y excompañero de Paulina en Freddie's Kids, se presentó en formato cuarteto y planteó una base instrumental a medio camino entre el blues rock y el soul, con ecos funky y jazzy. Su estilo vocal, en cambio, tiene inflexiones más propias de la música urbana, por lo que es fácil entender la afinidad entre su proyecto y el de Paulina. Lo cierto, no obstante, es que el concierto no salió del todo bien. Se les veía algo nerviosos, y el propio Juan pidió perdón por adelantado por los posibles fallos al acometer una versión, y cito, “jodida de cojones”. Por otro lado, los larguísimos solos de guitarra en cada canción acabaron cortando la dinámica del concierto. Está claro que Juan es muy buen guitarrista, pero toda la originalidad y frescura de su propuesta queda desdibujada cuando se embarca en el enésimo solo de blues de dos minutos. Es una pena, porque la banda toca bien, como demostraron especialmente en “A tu lado”, y su música tiene potencial. Creo que si orientan los directos más a desplegar las canciones y dejar que respiren, les puede ir bastante bien.

Ya desde la primera canción, “Perdón”, se pudo ver el tono general del show: este es uno de sus temas más dinámicos, y fue muy potente la forma en que se reforzaron la coreografía y la batería de Álvaro Gutiérrez

Por fin llegó el momento de escuchar a Paulina, aunque no sin que antes tuviese lugar una accidentada proyección del videoclip que acompaña al EP. Unos problemas técnicos hicieron que viviésemos unos minutos de incertidumbre hasta que pudimos ver el vídeo realizado por La Kore y protagonizado por Paulina. Al terminar este, Paulina subió al escenario acompañada de sus músicos (uniformados con ropa alusiva a las rosas y estrellas del título) y de dos bailarinas, que la acompañaron en la primera parte del concierto: la puesta en escena del EP. Ya desde la primera canción, “Perdón”, se pudo ver el tono general del show: este es uno de sus temas más dinámicos, y fue muy potente la forma en que se reforzaron la coreografía y la batería de Álvaro Gutiérrez. Al mismo tiempo, hay que decir que el micrófono de Paulina parecía estar falto de volumen, porque su voz quedó enterrada por las bases y por su enérgica banda (excelente también Andrés Galán al bajo y los teclados). Sumado esto a todo el movimiento que había a su alrededor, su presencia quedó quizás algo eclipsada en esta primera parte.

Paulina del Carmen con sus bailarinas. Foto de Isabel Tallón.

Paulina mostró ante todo su agradecimiento y su cariño hacia todas las personas con las que ha colaborado y que la siguen, de una forma que parecía de lo más genuina y humilde

De hecho, por momentos se vio a Paulina algo incómoda, quizás pendiente en exceso de ejecutar correctamente sus pasos de baile. Pese a todo, cantó con su habilidad habitual, y realmente el espectáculo de conjunto mereció la pena. Cada coreografía contaba una pequeña historia que reforzaba el tono emocional de la canción: el romanticismo de “Siempre”, la sensualidad de “HISTORIA DE AMOR”, la languidez de “Dos personas”… En “Toto”, el público se vino arriba cuando Paulina y una de sus bailarinas perrearon sobre un poderoso dembow. Tras concluir “Dos personas” sentada en las rodillas de sus bailarinas y arropada tiernamente por ellas, Paulina nos las presentó (Claudia y Laura son sus nombres), agradeciendo profusamente su aportación al espectáculo y expresando su deseo de volver a colaborar. Esta fue la tónica: cada vez que se dirigió al público, Paulina mostró ante todo su agradecimiento y su cariño hacia todas las personas con las que ha colaborado y que la siguen, de una forma que parecía de lo más genuina y humilde.

Ahora sí, era dueña del escenario y de nuestra atención plena. Antes de cerrar, nos dejó una sorpresa: una canción nueva que, en mi opinión, muestra su crecimiento como compositora, con un muy buen puente y un inteligente uso de las dinámicas

A partir de este momento entramos en la segunda parte del concierto, que se inició con la vuelta al escenario de Juan Justicia para cantar a dúo “Baby tú”, su divertido single colaborativo. Pudimos constatar que el problema con el micrófono persistía, porque la voz de Juan se escuchó bastante mejor que la de Paulina; aun así, la gran química entre los dos hizo que la actuación fuera muy disfrutable, y en esta ocasión el solo de Juan, más breve, encajó de maravilla. En canciones posteriores como “Jane” o su estupenda y bailable versión de “Una noche de amor desesperado” de Triana, Paulina, ya libre de ataduras coreográficas, estuvo en su salsa, y esquivó bastante bien el problema del volumen cantando con fuerza y pasión e interpelando al público. Ahora sí, era dueña del escenario y de nuestra atención plena. Antes de cerrar, nos dejó una sorpresa: una canción nueva que, en mi opinión, muestra su crecimiento como compositora, con un muy buen puente y un inteligente uso de las dinámicas. Y para terminar dejándonos con ganas de más, según dijo ella misma entre risas, se despidió, como no, con “Líbrame del mal”, ya con el público totalmente entregado y coreando su hit. Pero en realidad esto fue solo el principio; si algo quedó demostrado es que el hype no es casual: Paulina del Carmen tiene mucho futuro.

 

Imagen de Jesús Martínez Sevilla

(Osuna, 1992) Ursaonense de nacimiento, granaíno de toda la vida. Doctor por la Universidad de Granada, estudia la salud mental desde perspectivas despatologizadoras y transformadoras. Aficionado a la música desde la adolescencia, siempre está investigando nuevos grupos y sonidos. Contacto: jesus.martinez.sevilla@gmail.com