Un hombre cazando con su perro.

Por qué estoy en contra de la caza

La caza, esa actividad que a día de hoy en la situación de pandemia mundial en la que nos encontramos ha sido declarada por la inmensa mayoría de las comunidades autónomas como esencial, de tal man

0 Blog - David Sánchez Chaves - 19/12/2020 - 07:30
Una curruca sobre un grifo en un patio. Agua para los humanos, pero no para ella.

Queridos vecinos

A lo largo de la historia siempre se ha valorado la mayor o menor idoneidad de un asentamiento humano, ciudad o pueblo, por las ventajas y comodidades que ese lugar ofrecía para las personas que al

0 Blog - David Sánchez Chaves - 22/09/2020 - 07:30
Una abeja libando en una flor de lavanda, una imagen que se puede ver en cualquier balcón de Granada.

Confinados que brillan

Escribo estas líneas con el corazón encogido por las cifras que este sábado nos ha arrojado la pandemia del virus Covid-19: se ha superado el millón cien ml contagiados en el mundo y son ya más de

0 Blog - David Sánchez Chaves - 19/05/2020 - 10:55

David Sánchez Chaves

Imagen de David Sánchez Chaves

Soy granadino de nacimiento aunque mi infancia la viví en Valencia.Abogado autónomo, ni soy jefe de nadie ni tengo jefe. Soy presidente de la asociación AGMADA (Abogad@s Granadin@s por el Medio Ambiente y los Derechos de los Animales), presido también el Grupo Especializado en Derecho Ambiental y Animal del (Ilustre) Colegio de Abogados de Granada; Técnico Superior en Gestión Forestal y del Medio Natural; aficionado a la montaña, a la fotografía, a andar y a viajar en bicicleta y, cuando tengo tiempo, a pensar. Convivo con un perro, cinco tortugas de agua, dos tortugas de tierra, una rana, tres gallinas y una niña humana muy pequeña, mi hija Elvira. Trataré de escribir aquí reflexiones principalmente sobre los vínculos y relaciones entre las personas, la Naturaleza y los animales no humanos (los que hemos elegido como mascotas, los que hemos creado para nuestro aprovechamiento y los que son libres, la fauna), porque hay que recordar lo que constantemente se nos olvida: el ser humano no pertenece al reino vegetal, así que sólo nos queda asumir que pertenecemos al reino animal y, como animales que somos, estamos sujetos a las normas que rigen en nuestro ecosistema, o lo que queda de él.