La justicia y la lotería de la vida
'La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento'. John Rawls
El nacimiento de la Filosofía y de la Ciencia
De la curiosidad, del asombro, del atrevimiento, de esas y no de otras características del ser humano, proceden la filosofía y la ciencia.
Moral política
Cada día que pasamos preocupados por nosotros mismos, cada hora que ocupamos pensando en nosotros mismos, cada minuto que empleamos balbuceando sobre nosotro
La infanta, la exministra y Pirrón de Elis
'La ignorancia puede ser curada, pero la estupidez es eterna'.
Matt Arson
Descartes y la ilusión de Matrix
'¿Alguna vez has tenido un sueño, que pareciera tan real que no lo puedes distinguir de la realidad?
Hannah Arendt y la irresponsabilidad política. (y II) ¡La política!
'Resulta fácilmente concebible que la época Moderna-que comenzó con una explosión de actividad humana tan prometedora y sin precedentes-acabe con la pasividad más mo
Hannah Arendt y la irresponsabilidad política. Parte I Las semillas del totalitarismo
'Que nadie podía ser feliz si no participaba en la felicidad publica, que nadie podía ser libre si no experimentaba la libertad publica, que nadie, finalmente, podía
Voltaire y la vacuna contra el fanatismo
'Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar es un idiota, quien no osa pensar es un cobarde'.
A la velocidad de la luz a ninguna parte
'El único tiempo que importa es el que marca el transcurrir de nuestros recuerdos, de nuestras experiencias, no aquel sobre el que se deslizan las horas, min
Intelectuales versus 'influencers'
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Francis Fernández
Nací en Córdoba, hace ya alguna que otra década, esa antigua ciudad cuna de algún que otro filósofo recordado por combinar enseñanzas estoicas con el interés por los asuntos públicos. Quién sabe si su recuerdo influiría en las decisiones que terminarían por acotar mi libre albedrío. Compromiso por las causas públicas que consideré justas mezclado con un sano estoicismo, alimentado por la eterna sonrisa de la duda. Córdoba, esa ciudad donde aún resuenan los ecos de ése crisol de ortodoxia y heterodoxia que forjaría su carácter a lo largo de los siglos. Tras itinerar por diferentes tierras terminé por aposentarme en Granada, ciudad hermana en ese curioso mestizaje cultural e histórico. Granada, donde emprendería mis estudios de filosofía y aprendería que el filosofar no es tan sólo una vocación o un modo de ganarse la vida, sino la pérdida de una inocencia que nunca te será devuelta. Después de comprender que no terminaba de estar hecho para lo académico completé mis estudios con un Master de gestión cultural, comprendiendo que si las circunstancias me lo permitirían podría combinar el criticado sueño sofista de ganarme la vida filosofando, a la vez que disfrutando del placer de trabajar en algo que no sólo me resultaba placentero, sino que esperaba que se lo resultase a los demás, eso que llamamos cultura. Y ahí sigo en ese empeño, con mis altos y mis bajos, a la vez que intento cumplir otro sueño, y dedico las horas a trabajar en un pequeño libro de aforismos que nunca termina de estar listo. Pero ¿acaso no es lo maravilloso de filosofar o de vivir? Tal y como nos señala Louis Althusser en su atormentado libro de memorias “Incluso si la historia debe acabar. Si, el porvenir es largo.”