Se acaba el tiempo, la comprensión y la paciencia de los andaluces y andaluzas para disponer de una atención sanitaria que responda a las necesidades de pacientes, familiares, cuidadores y ciudadanía en general.

Después de muchos meses aceptando las repercusiones de una pandemia brutal sobre un sistema sanitario con importantes debilidades estructurales, se esperaban medidas que facilitaran cierta normalidad. Sin embargo, la Junta despide 8.000 profesionales, aumenta los conciertos sanitarios con la privada, los tiempos de espera siguen siendo desesperantes, se cierran servicios, los profesionales están agotados...

Pero los meses pasan, las olas pandémicas se suceden, la vida se adapta a la nueva realidad, y las personas con enfermedades crónicas siguen sufriendo la desatención de un sistema sanitario que parece haberlas olvidado

En estos meses, años ya, de pandemia se han suspendido revisiones, tratamientos, diagnósticos y citas que han generado un aumento de mortalidad y de gravedad en muchas patologías, cuyas cifras aún no conocemos con certeza, pero que algunos expertos ya anuncian con preocupación para los próximos años.

Un estudio reciente realizado por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes señala que el 42,8% de las personas con enfermedades crónicas han empeorado como consecuencia de las dificultades de acceso a la atención sanitaria generadas por la COVID – 19. La FEDE (Federación de personas con Diabetes) ha denunciado hace unas semanas las complicaciones de éstas y el agravamiento de su enfermedad. Según la Sociedad Española de Cardiología la mortalidad por enfermedades cardiovasculares ha aumentado casi un 3% respecto a 2019. La SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica) ha informado que en los últimos años se han diagnosticado entre un 10 y un 20 % menos de cánceres y que este retraso en el diagnóstico provocará una disminución muy importante en la supervivencia.  

Esta pandemia paralela ha esperado muchos meses, silenciosa y paciente, para recibir la atención y los cuidados necesarios que eviten la progresión de sus dolencias. Nadie podrá decir que se han precipitado

Y así podríamos ir describiendo como se dibuja esta otra pandemia, la de la cronicidad, “una catástrofe a cámara lenta” como se ha descrito. Esta pandemia paralela ha esperado muchos meses, silenciosa y paciente, para recibir la atención y los cuidados necesarios que eviten la progresión de sus dolencias. Nadie podrá decir que se han precipitado. Pero los meses pasan, las olas pandémicas se suceden, la vida se adapta a la nueva realidad, y las personas con enfermedades crónicas siguen sufriendo la desatención de un sistema sanitario que parece haberlas olvidado.

Los tiempos de espera para una cita telefónica con los profesionales de Atención Primaria son mucho más largos de los que se aseguran desde Salud (yo misma solicité una cita ayer y me la daban a los 14 días). La accesibilidad a los centros de salud, es decir, poder contactar con tu médico/a o enfermera/a, es la primera condición de una atención sanitaria digna y de calidad.

La gestión de la sanidad en Andalucía, lejos de minimizar estos problemas los está agravando

¿Y qué está sucediendo en Andalucía con nuestros centros de salud? Los profesionales hacen lo que pueden y no pueden más. Las consultas por COVID ocupan gran parte de la actividad, la atención a la demanda impide actividades de promoción y prevención, también ha aumentado el trabajo administrativo que requieren las bajas laborales, los profesionales tienen que sustituir las bajas de sus compañeros/as, se ven obligados a prolongar sus jornadas fuera de horario para no dejar a nadie sin atender...

Vale que hemos sufrido una pandemia. Vale que es una crisis sanitaria mundial. Vale que nos enfrentamos a la COVID–19 con un sistema sanitario débil y que concretamente la Atención Primaria sufría déficits estructurales importantes. Pero dicho todo esto, la gestión de la sanidad en Andalucía, lejos de minimizar estos problemas los está agravando. Si faltaban profesionales (tenemos una media de médicos/as y enfermeras/os por debajo de la media nacional), se despiden a 8.000 y unos meses después hay que recurrir a los jubilados y a pedirles horas extra a unas plantillas agotadas, hartas y desencantadas.

¿Por qué se despiden 8.000 profesionales y se dejan sin ejecutar miles de millones del presupuesto de 2021?

¿Por qué se aumentan los conciertos con la sanidad privada en vez de invertir en nuestra Sanidad Pública? En Granada, más de 12 millones han ido a la privada desde los fondos públicos, denunciaba el viernes Olga Manzano, vicesecretaria del PSOE de nuestra provincia.

¿Permitiremos que el acceso a un diagnóstico a tiempo, a un tratamiento, a una intervención dependa de poder pagarlo? ¿Permitiremos que nuestra Sanidad Pública se convierta en un modelo de Beneficencia para quien no pueda pagar el coste de un doble aseguramiento en la privada?

La solución a los problemas actuales de la Sanidad Pública, no se solucionan acudiendo a la sanidad privada Este camino conduce a la privatización, a la extinción de un derecho fundamental, el derecho a la Salud. Un derecho recogido en la Constitución y en nuestro estatuto de Autonomía. La Sanidad Pública es, junto con la Educación Pública, una herramienta imprescindible para avanzar hacia una sociedad más justa, menos desigual, en la que poder currarte si enfermas, no dependa de tu situación económica, ni de dónde vivas, ni de donde procedas, ni de quien seas. La Sanidad Pública hay que reforzarla después de una crisis como ésta. Hay que invertir en Sanidad Pública, no restarle fondos, porque la inversión en servicios públicos genera riqueza redistribuida.

En estos momentos, son muchos los pacientes andaluces que están contratando un seguro privado para conseguir esas consultas, esos tratamientos inaccesibles en los servicios públicos.

¿Permitiremos que el acceso a un diagnóstico a tiempo, a un tratamiento, a una intervención dependa de poder pagarlo? ¿Permitiremos que nuestra Sanidad Pública se convierta en un modelo de Beneficencia para quien no pueda pagar el coste de un doble aseguramiento en la privada?

Este no es el camino, al menos no es el de los andaluces y andaluzas que reclamamos nuestro derecho a una Sanidad Pública de calidad, universal y gratuita, puntera, innovadora y resolutiva, referente para otras comunidades y países de nuestro entorno, como ha venido siendo desde hace muchos años.

 Es urgente recuperar la Atención Primaria en Andalucía (una atención primaria que ha sido referente para otras comunidades autónomas y otros países), incorporando las innovaciones necesarias, pero garantizando no solo la atención a la demanda, sino los programas de prevención y promoción de la salud, el seguimiento de pacientes crónicos, la atención a colectivos vulnerables, la atención en el domicilio, el trabajo en la comunidad...

La financiación de centros privados con fondos públicos debilita y empobrece a estos últimos. Y nuestros centros públicos necesitan inversiones, infraestructuras, tecnologías (la pandemia ha señalado muchas posibilidades de mejora en este ámbito) y necesitan profesionales suficientes, no solo para cubrir el déficit histórico, sino para disponer de plantillas preparadas y suficientes en número, para hacer frente a la pandemia silenciosa y lenta de las secuelas de la COVID – 19 en la salud de las personas con enfermedades crónicas, que viviremos en un futuro inmediato.

Es hora ya de recuperar cierta normalidad. Es urgente recuperar la Atención Primaria en Andalucía (una atención primaria que ha sido referente para otras comunidades autónomas y otros países), incorporando las innovaciones necesarias, pero garantizando no solo la atención a la demanda, sino los programas de prevención y promoción de la salud, el seguimiento de pacientes crónicos, la atención a colectivos vulnerables, la atención en el domicilio, el trabajo en la comunidad...

Porque como hemos dicho hoy en las calles de Andalucía, se nos ha acabó la comprensión, se nos ha acabado el tiempo y se nos ha acabado la paciencia.

mariangeles.jpg

María Ángeles Prieto Rodríguez es profesora de Salud Pública y secretaria de Salud del PSOE Granada Capital.