La pobreza
Durante 2024 han muerto en Granada 12 personas que vivían en la calle. Dos de ellas, en menos de 24 horas, en el mes de diciembre. Han muerto 12 personas sin hogar.
Quizá no les hemos prestado atención porque, en plena campaña navideña, hablar de sinhogarismo podría deslucir las conversaciones
Unos datos fríos, que han pasado sin mucho revuelo por la actualidad de los medios informativos en nuestra ciudad. Unos datos que son, en realidad, escalofriantes. Quizá no les hemos prestado atención porque, en plena campaña navideña, hablar de sinhogarismo podría deslucir las conversaciones. Y, sin embargo, es necesario poner el foco ahí y hacerlo en estos días que invitan al buenismo y en los que parece que la obligación de querernos se impone sobre otras es más necesario que nunca.
En primer lugar, el sinhogarismo (palabra aceptada ya por la Real Academia de la Lengua) es la “circunstancia de la persona que carece de hogar donde vivir y, generalmente, de cualquier medio de vida”. Por lo tanto, se refiere a personas que se encuentran en situación de pobreza extrema.
Más datos: en Andalucía el 37,5% de la población está en riesgo de pobreza y en la provincia de Granada ese porcentaje es del 14%.
Son múltiples los factores que contribuyen a esta situación: el coste de la vivienda, la inflación, el precio del alquiler, la tasa de desempleo, la brecha de género… Y, en consecuencia, son también múltiples las medidas que deben adoptarse para revertir estos datos. Esas medidas deben tomarse, así mismo, desde múltiples instancias. Qué duda cabe que, una de ellas, la más cercana y la que en primera instancia refleja sus acciones en la ciudadanía, son los ayuntamientos.
Por eso es tan importante reflexionar sobre qué hace nuestro ayuntamiento para luchar contra la pobreza en la ciudad, cuáles son sus decisiones para apoyar a las familias en riesgo de exclusión, para mejorar la vida de las personas en pobreza extrema.
Frente a los riesgos de exclusión social, la puesta en marcha del Escudo Social, tras la pandemia, por el Gobierno de la nación supuso una gran ayuda
Frente a los riesgos de exclusión social, la puesta en marcha del Escudo Social, tras la pandemia, por el Gobierno de la nación supuso una gran ayuda. Especialmente una medida como el Ingreso Mínimo Vital, que desde su aprobación en junio de 2020 ha protegido a 91.860 granadinos y granadinas, de los que el 42,7% han sido niños y adolescentes. Según datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social de la nómina del pasado mes de julio, el IMV llega actualmente a 22.351 hogares de la provincia en los que viven 67.573 personas con una cuantía media de 524,97 euros por hogar. Además, esta prestación se caracteriza por su “marcado perfil femenino”, como demuestra que en el último mes el 69,7 por ciento de las personas titulares y el 52,5 por ciento de las beneficiarias fueron mujeres.
Mientras tanto, en nuestra ciudad, el ayuntamiento sigue empeñado en reducir en 2 millones de euros el presupuesto del área de servicios sociales para el próximo año. Sigue también empeñado en quitar del centro a quienes puedan ensombrecer la imagen de ciudad próspera y feliz que deseamos proyectar, muy especialmente en estas fechas navideñas, tan llenas de luz y música en algunas calles.
En el pasado mes de octubre, se rechazó una propuesta de Moción, presentada al Pleno por el Grupo Socialista. En ella que se realizaba una petición expresa para que los poderes públicos se comprometieran de manera efectiva en la erradicación de la pobreza en todas sus formas, que se tomaran medidas concretas que contribuyan a mejorar la situación de las personas que sufren esta lacra, reclamando la participación de todos los gobiernos -central, autonómicos, provinciales y locales- en la adopción de medidas programáticas y presupuestarias que garanticen un avance real en esta lucha. A esta propuesta se opusieron los grupos de PP y VOX.
En este mes de diciembre, en el que, como antes decía, han muerto en la ciudad dos personas que vivían en la calle, hemos sabido también que el Ayuntamiento desea trasladar las instalaciones del centro de Alta Tolerancia de la calle Arandas al antigua comedor social Rodrigo de Triana, ubicado en la zona Norte. A esta medida se oponen, entro otras, la plataforma La Calle Mata, portavoz de las personas sin hogar y referente en nuestra ciudad en todos los temas relacionados con la atención al sinhogarismo. Consideran, desde la plataforma, que se trata de una cortina de humo y que ese traslado dificultará aún más las condiciones de vida de quienes hacen uso del albergue.
También cabría hablar en este artículo de las personas dependientes, de las que viven en soledad forzosa, de las discapacitadas que requieren tanta ayuda y tanto esfuerzo de sus familias, pero tras este mes de diciembre, tras este año 2024 podremos seguir intentando no dejarlas en la sombra.
También los ayuntamientos, empujados por las tradiciones y el consumo, se vuelcan en iluminar y colorear calles y plazas, olvidando (cuando no ocultando) otras realidades más dolorosas
No es que diciembre sea un mes más relevante que los otros once para hablar de pobreza, de sinhogarismo o de discriminación. Pero sí es un mes en el que hace frío, en el que gastamos mucho en luces y adornos, no solo de forma individual y seguramente sin tener en cuenta las consecuencias ambientales de ese derroche; también los ayuntamientos, empujados por las tradiciones y el consumo, se vuelcan en iluminar y colorear calles y plazas, olvidando (cuando no ocultando) otras realidades más dolorosas.
No dejemos que pase, no permitamos que la fiebre consumista que nos invade en estos días nos haga olvidar a quienes menos tienen. Especialmente, a los parias entre los parias, quienes no tienen ni siquiera casa. No es caridad: es justicia.
María Arnedo Campozo. Con una larga trayectoria feminista, María Arnedo es vicesecretaria general del PSOE de la capital.