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'María del Socorro Robles Vizcaíno: una vida de compromiso social y feminista (I)'

Política - Alfonso Martínez Foronda - Sábado, 28 de Enero de 2023
Alfonso Martínez Foronda, en su serie sobre biografía de mujeres que lucharon contra el franquismo, nos acerca la figura de una referencia indiscutible del compromiso político, social y feminista, como es María del Socorro Robles Vizcaíno, que te recomendamos.
Foto realizada en octubre de 1971, a los pocos días de salir Socorro Robles Vizcaíno de la cárcel.
Todas las fotos que aparecen en este reportaje han sido cedidas por Socorro Robles Vizcaíno.
Foto realizada en octubre de 1971, a los pocos días de salir Socorro Robles Vizcaíno de la cárcel.

Nace en 1949 en Granada. Su padre era funcionario de Correos y su madre, lo que mal se llamaba “ama de casa”. La familia la componían Soco y un hermano mayor que ella. Hace el Bachillerato como becaria en las Monjas de Cristo Rey y se matricula en la Escuela Normal de Magisterio –entonces se iniciaba al terminar 4º de Bachillerato y Reválida- y lo termina con 17 años. Un año antes, en 1966, conocerá al que será su pareja durante medio siglo, Jesús Carreño Tenorio, que será, unos años más tarde, uno de los dirigentes del movimiento estudiantil granadino. Con él compartirá no solo militancia, sino un proyecto de vida, con él crecerá personalmente asumiendo riesgos y forjando esperanzas. Se habían conocido en un curso de monitores de colonias que la Escuela de Magisterio del Ave María había organizado para maestros. Se hicieron novios en la primavera de ese año. Ella, terminando Magisterio en la Normal, y Jesús, en el Ave María.

Retrato familiar realizado por Torres Molina. María Socorro Vizcaíno Grau, Evaristo Robles Garvín y sus hijos Evaristo y María Socorro. Hacía 1957 o 1958.

Inicia Filosofía y Letras en el curso 1968/69, siendo la primera mujer de su familia que conseguía entrar en la Universidad, concretamente, en Filosofía y Letras, cuya Facultad estaba en la calle Puentezuelas. Un edificio emblemático, por cierto, para quienes comenzaron la andadura de cambiar el régimen dictatorial, pero también su propia existencia.

Llega en un momento, finales de los sesenta, donde confluyen en la Universidad de Granada prestigiosos profesores, algunos trasladados de otras universidades, y de ideas progresistas

Llega en un momento, finales de los sesenta, donde confluyen en la Universidad de Granada prestigiosos profesores, algunos trasladados de otras universidades, y de ideas progresistas, como el geógrafo Joaquín Bosque Maurel, el prehistoriador Antonio Ribas Palau, el geólogo José María Fontboté i Mussolas y su mujer Monserrat Rubio Lois –la primera profesora de catalán en la Universidad granadina-, el profesor de Historia Antigua, Marcelo Vigil Pascual, la latinista –discípula de Agustín García Calvo- María del Carmen Sanmillán Ballesteros, María Izquierdo Rojo, José Manuel Pita Andrade o Juan de Dios Luque, que modificaron la apariencia monolítica de las aulas y ejercieron una influencia decisiva sobre el alumnado que, de una forma más o menos comprometida, ayudaron al desarrollo del movimiento estudiantil. La misma Socorro Robles sintetiza la opinión sobre algunos de ellos:

“Bosque era un hallazgo, con él parecía que estudiar era bonito, era aprender, indagar, buscar libros; Marcelo Vigil nos abrió los ojos, insistía en que podíamos estudiar solos, sacar nuestras propias conclusiones; Mari Carmen Sanmillán era mucho más cercana, una amiga, una colega y además era una sabia;… su casa, en Fábrica Vieja, era una institución. Tú llegabas e igual comías cualquier cosa que escuchabas a Sabina cantar una canción; era una excelente profesora y, además, tan cercana, que ni siquiera la veías como profesora… de hecho, a la primera persona que acudimos cuando nos vino encima la represión fue a ella. Era más que una profesora”. (Entrevista a Socorro Robles, en AHCCOO-A). 

SANMILLÁN BALLESTEROS, María del Carmen. Catedrática de Instituto de Enseñanza Media de Latín y profesora de la UGR. Mujer de ideas progresistas, discípula de Agustín García Calvo. Tan importante como su magisterio fue su apoyo a los estudiantes comprometidos o perseguidos por la policía. Esto se puso de manifiesto en momentos tan difíciles como los Estados de Excepción de 1969 y de 1970/71, cuando se escondieron en su casa, por breve tiempo, pues estaban fichados por la policía, Antonio Ayllón Iranzo y Socorro Robles Vizcaíno, en diciembre de 1970. Forma parte del grupo de granadinos y granadinas, en su mayoría docentes, autodenominados Demócratas Independientes que, con ocasión de las primeras elecciones generales democráticas de 1977 y ante los ataques mediáticos al Partido Comunista de España, publican un comunicado en el que defienden el “carácter inequívocamente democrático del PCE”, como han podido experimentar en “la prolongada convivencia en nuestros quehaceres profesionales con miembros del PCE… Somos testigos de su constante lucha tendente a la conquista y consolidación de la democracia en nuestro país”, lucha que “ha sido mantenida en todo momento sin menoscabo del respeto hacia quienes no participaban o no coincidían plenamente con ella.” (Diario Patria, 05.06.77: 14). (Ver VV.AA.: “La cara al viento”, 2012: 77, 78, 242, 627, 740).

Pero el primer año, no obstante, es de transición, pues fluctúa entre ideas cristianas y de justicia social, asistiendo, por ejemplo, a focos marginales como El Chinarral o el Barrio de La Virgencica, con cierta labor asistencial, pero ella considera que aquello tenía poco recorrido y pronto lo deja. Su proceso de politización será muy rápido y, en medio de ese ambiente de cambio generacional, junto a otros jóvenes inconformistas, se adentrará en las lecturas de libros publicados en Ciencia Nueva, ZYX, Ruedo Ibérico, Fondo de Cultura Económica, Siglo XXI, que abordaban diferentes temáticas:  marxismo, existencialismo, feminismo, salud mental y sexual y nuevas relaciones sentimentales. Autores como Marcuse, Freud o las revolucionarias teorías sexuales freudomarxistas de Wilhem Reich, Erich Fromm, Castilla del Pino, Simone de Beauvoir, Alexandra Kollontaï; en las obras de Marx, Engels, Lenin, Mao, Ho Chi Minh o Rosa Luxemburgo; escritores prohibidos como Lorca, Miguel Hernández o Blas de Otero. Y en su caso, como alumna de Historia, en la interpretación marxista que de la misma hacían Benjamín Farrington o Gordon Childe.

Socorro Robles, como otros jóvenes de su generación, romperán con su vida anterior, pero su deseo de cambio no solo estribaba en transformar el país, sino también sus propias relaciones personales y construir una nueva mirada del mundo que pasaba, inevitablemente, como mujer, en adentrarse en el movimiento feminista y entablar una batalla añadida con sus compañeros varones

Socorro Robles, como otros jóvenes de su generación, romperán con su vida anterior, pero su deseo de cambio no solo estribaba en transformar el país, sino también sus propias relaciones personales y construir una nueva mirada del mundo que pasaba, inevitablemente, como mujer, en adentrarse en el movimiento feminista y entablar una batalla añadida con sus compañeros varones. Pero todo ello sobrevino, como ella reconoce, sin apenas darse cuenta.

Al poco de entrar en la Facultad formará parte del Sindicato Democrático de Estudiantes (SDEUG) –que había iniciado su andadura el año anterior- y que era una prueba del cambio en la correlación de fuerzas en la Universidad. Las múltiples formas de lucha, como asambleas, sentadas, ocupación de locales universitarios, encierros, manifiestos, recogida de firmas, profusión de carteles en las facultades, entre otras, fueron desbordando a las autoridades del régimen y a las propias académicas que, al final, desde planteamientos defensivos, usaron como arma la represión, aunque hubo contadas excepciones. El ambiente universitario, en fin, supone una ruptura con su vida anterior, encandilada con lo que empezó a vivir en las asambleas y oyendo a los dirigentes estudiantiles y, probablemente, en la primavera de 1969 entra en el PCE en una célula en la que ya están otros estudiantes como Jesús Carreño Tenorio, Nicolás Marín Díaz, Juan Barrios, Antonio Aragón Orellana o Mateo Revilla Uceda, entre otros, llegando a ser a finales de ese año y comienzos del siguiente una veintena. Jóvenes estudiantes, hijos de los vencedores y de los vencidos que compartían las mismas reivindicaciones y los nuevos valores de libertad, justicia e igualdad.

Su primera detención se derivaría de la lucha que el movimiento estudiantil internacional mostraría en su rechazo a la guerra de Vietnam con acciones de protesta en diferentes países

Riesgos, sí, porque la mayoría de ellos y de ellas, más pronto que tarde, pasarían por las sórdidas comisarías granadinas. Su primera detención se derivaría de la lucha que el movimiento estudiantil internacional mostraría en su rechazo a la guerra de Vietnam con acciones de protesta en diferentes países. Y es que la actividad política del PCE y de quienes están en su órbita, buscará cualquier espacio de protesta que les permita criticar la connivencia del régimen franquista con el imperialismo yanqui y, a finales del curso académico 1968/69, y a modo de ejemplo, concretamente el 12 de junio de 1969, harán una panfletada en algunos cines de Granada contra la proyección de la película Boinas Verdes, que ensalzaba a los soldados norteamericanos en la guerra del Vietnam. Socorro Robles, en la huída y con las prisas, había dejado olvidada una carpeta en el Palacio del Cine –donde habían hecho la panfletada- donde venían sus apellidos. La Brigada Político Social no tardaría en ir a su casa, pero en busca de su hermano –no entraba en sus cálculos que la audacia fuera propia de una chica- y luego de sus primos, hasta que al final dieron con ella. Aunque solo está un día en comisaría y no recibe malos tratos, ni sanción gubernativa, sin embargo, queda fichada para lo sucesivo. Se convierte con ello en la primera mujer universitaria detenida en Granada por el franquismo en los años sesenta. A partir de ahí, y como era de las pocas mujeres que había iniciado su actividad en el SDEUG de Filosofía, cuando la policía entraba para detener a los activistas, el nombre de mujer que buscaban, era el suyo.

Para distribuir la propaganda habían quedado en la Facultad de Ciencias y desde allí se repartieron en varios grupos en los que también participaron Julia Cabrera, Socorro Robles y la propia Berta Ausín

Pero, al mismo tiempo, y como otros estudiantes comunistas, se implicará en el movimiento obrero. El año de 1970 será especialmente trágico con el mismo desde las detenciones de la Semana Santa de militantes de las Comisiones Obreras Juveniles como en la huelga de la construcción de julio de ese año con decenas de heridos de bala, detenidos, despedidos y tres trabajadores asesinados. La solidaridad con los trabajadores de la construcción granadina fue uno de los motivos más importantes para la movilización, pero también para la represión. Ya, desde finales de 1969, los militantes universitarios del PCE o próximos al mismo, apoyarán sus reivindicaciones que se habían recogido en un anteproyecto de convenio colectivo mediante pintadas en el centro de la ciudad, fruto de las cuales fueron detenidos y procesados varios estudiantes como José María Alfaya, Antonio Ayllón Iranzo, Juan de la Cruz Bellón Zurita, Emilio Martín Orte, José Carlos Martín Rubí, Alfonso Carmona González y José Antonio Guerrero Villalba. Los estudiantes comunistas, especialmente, y siguiendo esa misma línea, siguieron llevando los problemas del movimiento obrero a las facultades para pedir su solidaridad, pero ellos mismos iniciaban el curso académico apoyando activamente la convocatoria que las Comisiones Obreras hacían el día 21 de cada mes. El día 16 de octubre, precisamente, serán detenidos y procesados Jesús Carreño y Berta Ausín Momblona, cuando repartían propaganda de la Comisión Obrera de la Construcción en unas obras del Camino de Ronda. (Sumario  1003/70  y Sentencia núm. 214/72). La propaganda la habían realizado en la Facultad de Ciencias Antonio Ayllón, Joaquín Bosque, Juan Barrios y Jesús Carreño. Para distribuir la propaganda habían quedado en la Facultad de Ciencias y desde allí se repartieron en varios grupos en los que también participaron Julia Cabrera, Socorro Robles y la propia Berta Ausín.

Por ello, cuando la Brigada Político Social inicia su actuación ya sabe dónde y a quién debe buscar

Un activismo incesante en ese  primer trimestre del curso 1970/71 contra el Proceso de Burgos con movilizaciones que se comienzan el 3 de diciembre, con la huelga indefinida que se inicia en Filosofía dos días más tarde, el cierre de la Facultad, la entrada de la policía en la misma el día 9, nuevas detenciones y un ambiente tenso que culminaría con el Decreto del Estado de Excepción de ese año que entra en vigor el 14 de ese mismo mes y con una duración de 6 meses para todo el territorio español. Por ello, cuando la Brigada Político Social inicia su actuación ya sabe dónde y a quién debe buscar.

La persecución

Nada más decretarse el Estado de Excepción los estudiantes comunistas intentarán zafarse de la represión porque se sabían fichados. El mismo día 15 de diciembre Socorro Robles irá a casa de Jesús Carreño para convencerle de que abandonara su domicilio pues había sido detenido poco antes e irían a por él, pero prefirió quedar a las 12 h. en el bar la Patrona, cercano a la Iglesia de la Virgen de las Angustias. Ella salió de su casa por la zona de la Vega porque sospechaba que la BPS estaría al acecho y, efectivamente, una hora después Carreño, a la salida de su casa, fue detenido y conducido a las dependencias de la plaza de los Lobos. Por eso, Jesús no pudo asistir a la cita de seguridad que ambos habían establecido.

La represión ya era un hecho. Y, en estos momentos de incertidumbre, lo primero era buscar lugares y contactos que no estuvieran fichados, algo muy escaso

La represión ya era un hecho. Y, en estos momentos de incertidumbre, lo primero era buscar lugares y contactos que no estuvieran fichados, algo muy escaso. Y, ante la duda, la primera certeza era que había que tener más movilidad para evitar su localización. Por eso, en lugar de irse a su domicilio paterno, esa noche la pasó en casa de su hermano, donde se entera que el día 17 de diciembre la policía había ido a buscarla a su casa. Pero sus padres nada saben. Desde ahí se oculta en la casa de la profesora Mari Carmen Sanmillán, en el Barrichuelo, cerca del Hospital Real, donde también está escondido Antonio Ayllón, pero no sospechan que también esa casa estaba fichada. Allí estarán poco tiempo porque una mañana, al llamar a la puerta, vieron por un agujero que quien venía no era Joaquín Bosque –al que esperaban y que ya había sido detenido- sino a gente extraña “con una corbata roja” y sospechando que era la policía huyeron por la parte alta de la casa, con la BPS pisándoles los talones, por las callejas del Albaicín. Soco recuerda el constante ladrido de los perros hasta la Casa Madre del Ave María. Allí esperaron hasta que Salvador Fornés, un camarada, los sacó de Granada y, por unos días, su escondite provisional fue La Zagra, anejo de Loja, un pueblo donde el hermano de Antonio ejercía de maestro.

Después de unos días vuelven a Granada, con una cita de seguridad, para ver qué hacían definitivamente. Para algunos activistas estos días de incertidumbre fueron muy difíciles porque, en estos momentos, no todo el mundo estaba dispuesto a echar una mano como recuerda Socorro Robles:

“¿Quién era el guapo que te daba asilo? Recuerdo que cuando cae Joaquín Bosque, me entrevisté con su padre, Joaquín Bosque Maurel, en el Mirador de San Nicolás y me dijo “que lo que quisiéramos”. Su hijo ya estaba en la cárcel. D. Joaquín fue para mí excepcional porque cuando hubo que dar la cara, fue de los que dieron la cara. [Pero a los pocos días de las primeras detenciones] lo que se percibía es que éramos muy pocos, que estábamos muy acosados, muy controlados y que la mayoría de la gente estaba muy asustada. Amigos que temblaban, porque hablar contigo era un compromiso y la gente huía de nosotros como la peste, aunque es lógico, por otra parte”. (Entrevista a Socorro Robles Vizcaíno, en AHCCOO-A).

Esa sensación de soledad durante el Estado de Excepción contrastaba frente al apoyo que tenían en una situación normal, porque se sentían como “referentes de muchas personas” y consideraban que lo que hacían no sólo merecía la pena, sino que notaban la solidaridad y el apoyo que tenía a su alrededor. Sin embargo, cuando se produce la caída notan inmediatamente que

“… hay miedo, mucho miedo, incluso por parte de gente que tú creías que no iba a tener tanto miedo o, por lo menos, que no te iba a dar la espalda. Por eso hay que valorar lo que hicieron María Izquierdo o Juan de Dios Luque o la postura excepcional de D. Joaquín Bosque [Maurel]”.

Se trataba de hacer daño a todo el entorno familiar, es decir, que la represión también afectaba a las familias y esto también afectaba a la conciencia de los activistas que inevitablemente se culpabilizaban de ello

El terror motivado por el miedo a las represalias que puedan sufrir los hijos e hijas lleva a los padres, por otro lado, a situaciones paralizantes. La actitud despótica de la BPS, y más la de algunos jefes, se extenderá no sólo hacia los militantes antifranquistas, sino hacia sus padres, aunque algunos de ellos fueran, incluso, policías. Se trataba de hacer daño a todo el entorno familiar, es decir, que la represión también afectaba a las familias y esto también afectaba a la conciencia de los activistas que inevitablemente se culpabilizaban de ello.

En situaciones de máxima tensión muchos activistas antifranquistas se vieron abocados a abandonar su domicilio escondiéndose en lugares donde no fueran sospechosos habituales

Por otra parte, en situaciones de máxima tensión muchos activistas antifranquistas se vieron abocados a abandonar su domicilio escondiéndose en lugares donde no fueran sospechosos habituales. Bajo la orden de busca y captura, los miembros de la BPS sometieron a los familiares y amigos de los huidos a amenazas de pérdida de trabajo en el caso de ser funcionarios, presiones o interrogatorios que supusieron un verdadero calvario, ya que en la mayor parte de los casos éstos desconocían su paradero e, incluso, sus actividades o filiación política, resultando involucrados en las actuaciones policiales de forma involuntaria. En esta situación se vieron, entre otras, las familias de Antonio Ayllón Iranzo, Roberto Mayoral Asensio, Miguel Ángel Linares Valverde o de Socorro Robles Vizcaíno, de la que destacamos el siguiente testimonio:

“Cuando me voy [durante el Estado de Excepción de 1970] la policía interroga a mi padre, hace guardia en la puerta de mi casa durante bastantes días porque creen que voy a volver, los jefes de mi padre en Correos lo presionan, incluso presionan a un tío mío que trabaja en la Facultad de Medicina. Hubo una presión hacia mi familia porque pensaban que mis padres, hermanos y otros familiares sabían dónde estaba”. (Entrevista a Socorro Robles Vizcaíno, en AHCCOO-A).

Tras esos días azarosos deciden esconderse en el piso que en El Palo tenían Juan de Dios Luque y María Izquierdo Rojo. Será la misma María Izquierdo quien, en su coche, sobre el 22 o 23 de diciembre, los lleve hasta Málaga

Tras esos días azarosos deciden esconderse en el piso que en El Palo tenían Juan de Dios Luque y María Izquierdo Rojo. Será la misma María Izquierdo quien, en su coche, sobre el 22 o 23 de diciembre, los lleve hasta Málaga. En ese piso, además de Soco y Antonio Ayllón, estuvieron Juan Barrios y Miguel Ángel Linares. Y allí recibieron las visitas solidarias de Bernabé López García, Felipe Alcaraz Masats, Vicente López y Matilde López García (padre y hermana de Bernabé), la novia de Juan Barrios, Cati, y Nicolás Marín, que iba de paso hacia Mallorca. Sin embargo, tendrán que abandonarlo al finalizar las vacaciones de navidad, ya que volvía a ser ocupado por sus inquilinos, amén de que eran demasiados y podían ser localizados. Antes, sin embargo, a comienzos de año, le pedirá dinero a su padre para sobrevivir en los meses siguientes y este, junto a su hermano, y con el miedo en el cuerpo, se desplazaron a Málaga para entregarle el sobre en un encuentro frío y de cierto reproche por el daño que estaba infligiendo a la familia. Y, de nuevo, esa variante de la represión que laceraba su conciencia.

El 7 de enero de 1971 decidirán separarse en dos grupos después de analizar distintas posibilidades

El 7 de enero de 1971 decidirán separarse en dos grupos después de analizar distintas posibilidades. El primero, formado por Socorro Robles y Miguel A. Linares deciden trasladarse a Barcelona, pensando que una ciudad grande y sin tener contactos directos con estructuras del PCE les podría servir a sus propósitos. Sin embargo, Antonio Ayllón y Juan Barrios se decantarán por Zaragoza conectando con círculos del PCE donde serán detenidos a los pocos días de llegar, con lo que se demostraba que sus análisis eran certeros.

LINARES VALVERDE, Miguel Ángel. Vecino de Granada. Estudiante de Filosofía en la Universidad de Granada. Forma parte del primer núcleo de las Comisiones Obreras Juveniles que, en Granada, se constituyeron formalmente en el verano de 1967 en “La Canterilla”, a las afueras de Atarfe, con la asistencia de dos centenares de jóvenes. Ingresa en el PCE universitario a finales de los sesenta. Se encarga también de la formación política de los jóvenes comunistas en Maracena.  Al mismo tiempo, desde finales de los sesenta, forma parte del Sindicato Democrático de Estudiantes Universitarios (SDEUG), Detenido el 30 de marzo de 1970 por protestar contra las detenciones de militantes de las Comisiones Obreras Juveniles unos días antes. Maltratado durante los interrogatorios, permaneció las 72 horas de rigor en comisaría. Durante el Estado de Excepción de 1970-71, fue buscado por la policía. Huye de su domicilio, junto a sus compañeros Socorro Robles Vizcaíno* y Antonio Ayllón Iranzo* al domicilio que tenían Juan de Dios Luque* y María Izquierdo Rojo* en Málaga, donde también irán otros perseguidos como Juan José Barrios y Nicolás Marín Díaz. * Catalogado por las autoridades académicas de creador/a de “situaciones conflictivas de matiz subversivo y al que no se le ha aplicado el artículo 28”. (Archivo General de la Universidad. Secretaría General Rectorado. Asunto: Estudiantes. Carpeta “Boletín de situación de estudiantes”, curso 71/72).  (Foronda, 2012: 136, 175, 251, 254). (VV.AA.: “La cara al viento”, 2012: 196, 242, 615, 623, 626, 630, 633, 634, 759, 848).

Su primer contacto en Alicante, según Miguel Ángel Linares, fue Pepe Cremades, militante del PCE, que les propone quedarse en el local del aparato de propaganda del Partido

Su primer contacto en Alicante, según Miguel Ángel Linares, fue Pepe Cremades, militante del PCE, que les propone quedarse en el local del aparato de propaganda del Partido. Propuesta que rechazaron por su peligrosidad y falta de condiciones mínimas. Ante su negativa les presenta a Luis Berenguer Fuster que los hospeda unos días en su casa y les ayuda, mediante un amigo, a buscar un piso de alquiler en la Albufereta zona turística de la Albufereta, poco controlada por la policía. Allí, como si fuera una pareja recién casada, sin levantar sospechas, estuvieron un  mes. También fue Luis el que les proporcionó los contactos de Valencia y Barcelona.

Desde marzo a junio estuvo dando clases gracias a su título de maestra, pero sin contar como plantilla ni aparecer en la documentación oficial del centro. Además, se había cambiado de nombre y, desde que saliera de Málaga, se llamaba a todos los efectos, Laura Izquierdo

Llegarán a Barcelona en los primeros días del mes de febrero y aparece por primera vez una cierta normalidad en el piso y el trabajo, pues probablemente fuera Fuster quien le pasó el contacto con un simpatizante de izquierdas, Miquel Vilar, que trabajaba en la editorial Ancora Delfin y vivía con su mujer e hija en Horta. Por su parte, Miguel Ángel se ubicó en un piso de un granadino no fichado, Jesús Gutiérrez Valenzuela. Soco, conocerá a Pilar Berzosa Sanz que sería su protectora en Barcelona. Fue, como ella recuerda, “una amistad que me regaló la huida, llena de complicidad, lealtad, apoyo, cuidado y viajes compartidos”.  Aún así y, por seguridad, cambiará varias veces de domicilio, haciendo una vida normal, trabajando y alejada de su partido. Encontrará trabajo de apoyo en un colegio privado, Colegio Madroñero, cercano a la Avenida de las Corts. Desde marzo a junio estuvo dando clases gracias a su título de maestra, pero sin contar como plantilla ni aparecer en la documentación oficial del centro. Además, se había cambiado de nombre y, desde que saliera de Málaga, se llamaba a todos los efectos, Laura Izquierdo.

Tercer piso compartido de la calle Garcilaso de la Vega 16 en Sagrera. Soco con sus dos compañeras de piso y sus novios.

Es en Barcelona donde le llega la noticia de que está en busca y captura, por Orden General número 10.014 de 2 de enero de 1971 y será procesada en con la petición fiscal de 2 años de prisión por asociación ilícita, aunque nunca llegó a Las Salesas

Es en Barcelona donde le llega la noticia de que está en busca y captura, por Orden General número 10.014 de 2 de enero de 1971 y será procesada en con la petición fiscal de 2 años de prisión por asociación ilícita, aunque nunca llegó a Las Salesas. No obstante, el PCE le había puesto como abogada defensora a Manuela Carmena con la que se entrevistó en un viaje relámpago y clandestino a Madrid y que la tranquilizó, aconsejándole que volviera a Barcelona y siguiera con su vida, que era un decir. Para entonces ya estaba catalogada por las autoridades académicas entre los alumnos que “han creado situaciones conflictivas de matiz subversivo y a los que no se les ha aplicado el artículo 28”. Es decir, formaba parte de las conocidas como “listas negras” que el Ministerio de Educación había enviado el 21 de febrero de 1971 en pleno Estado de Excepción a las autoridades académicas para que éstas, a su vez, aplicaran los elementos punitivos necesarios (prohibición de entrada en los centros y sus aulas o cualesquier otro) para aquel alumnado que “hubiera perturbado” o “amenace perturbar la disciplina” académica. Su nombre aparecía junto a otros dirigentes como su compañero Jesús Carreño, pero también los principales activistas universitarios granadinos.

Días luminosos tras el encuentro y con un futuro esperanzador e incierto para una pareja que acumulaba dos procesos en el TOP y el castigo de cumplir la mili en Marina, caso de Jesús, y otro proceso en EL TO y la detención segura cuando volviera a Granada, en el caso de Socorro Robles

Pero como pareciera que no hay miel sin hiel, no todo iban a ser malas noticias y el 24 de mayo de ese año, después de cinco meses y nueve largos días en prisión, su novio, Jesús Carreño, saldrá en libertad bajo fianza de 20.000 pesetas y con un nuevo proceso ante el TOP. Pocos días después, tan larga la distancia y tan corto el olvido, Jesús será llevado a Barcelona por un amigo de Mari Carmen Sanmillán. Días luminosos tras el encuentro y con un futuro esperanzador e incierto para una pareja que acumulaba dos procesos en el TOP y el castigo de cumplir la mili en Marina, caso de Jesús, y otro proceso en el TOP y la detención segura cuando volviera a Granada, en el caso de Socorro Robles. Pero Barcelona fue un remanso de felicidad donde, por unos días, y como recuerda Soco, coincidían realidad y deseo.

La cárcel y la libertad

El Estado de Excepción finaliza el 13 de junio de 1971 y Soco decide  volver a Granada pensando en que si la detenían esos días podría salir de la cárcel antes de que pudieran examinarla en septiembre de ese azaroso curso de 4º de Historias. Tenía que aprobar todo el curso para no perder la matrícula gratuita de la que gozaba. Paradójicamente, tanto afán para escapar de las garras de la BPS y ahora, que durante algunos días merodeaba por la Plaza de los Lobos, para que la detuvieran y no hubo suerte. Logró examinarse de algunos exámenes en septiembre, pero la detendrán el 17 de septiembre. Permanecerá dos días en comisaría y tras los interrogatorios de rigor negará su militancia e incluso se negará a comer. Luego, esposada, pasará por la Audiencia y, tras ratificarse en su declaración ante la BPS, es enviada a la cárcel acusada de “Asociación ilícita”.

Era en ese momento la única presa política granadina y pidió estar en una brigada aparte de las comunes que era una reivindicación de los presos y presas políticas

Era en ese momento la única presa política granadina y pidió estar en una brigada aparte de las comunes que era una reivindicación de los presos y presas políticas. Allí pudo estudiar las asignaturas que le quedaban. Recuerda con especial afecto la presencia física en la cárcel del profesor Juan Manuel Pita Andrade que se presentó en la prisión con sus diapositivas, lo que creó expectación entre las presas comunes. Con las comunes, a las que ayudaba a escribir cartas, coincidía en el patio de la prisión y con las que mantuvo buenas relaciones. Eras mujeres con una vida precaria, acusadas de robos, riñas o prostitución, faltas de afecto. Especialmente, le conmovían madres que compartían la falta de libertad con sus hijos. Y recuerdos agrios como cuando  el día de la Merced, les dieron pasteles a las reclusas y sus hijos en tan malas condiciones que todas ellas estuvieron con vómitos y diarrea. Su causa, al final, se sobreseyó y no fue juzgada como la mayoría de ese expediente.

Documento judicial. Exhorto 604-71, Granada 4. El documento recoge la salida de la cárcel bajo fianza de Socorro.

El 2 de octubre sale en libertad provisional, tras el pago de 5.000 pesetas

El 2 de octubre sale en libertad provisional, tras el pago de 5.000 pesetas. Se cerraba el círculo que se inició siete meses y medio antes, pero continuó la persecución y la represión en el trabajo, porque se le negó el pasaporte y el carné de conducir. Jesús Carreño y Socorro Robles se casarán en julio de 1972 y, provisionalmente, durante ese verano fijarán su residencia en Estríbela, pueblecito cerca de Marín, donde él cumplía el servicio militar. La vuelta a Granada desde Galicia no la hicieron juntos. Socorro volvió en septiembre para lograr trabajo, uno en la Biblioteca del ICE de la mano de Ignacio Henares y otro en el Instituto de Chauchina filial del Padre Suárez, de la mano de Fernando Fernández Gutiérrez. Jesús volvió en enero de 1973 del servicio militar y se incorporó al Instituto Padre Suárez gracias a que, el entonces director del ICE, accedió a proponer a Jesús para este puesto en el lugar de Soco. El Gobernador Civil, Alberto Leyva Rey, pocos meses después, ordenó la expulsión de Jesús del Instituto por su militancia comunista. Y, como a ambos les estaba vetada la enseñanza pública, comenzaron a trabajar en un colegio privado de la Caja de Ahorros de Granada. En fin, que tuvieron que esperar hasta la Ley de Amnistía de 1977 para tener una vida normalizada.

Documento del Juzgado de Instrucción número 1. El documento, fechado el 27 de mayo de 1977, recoge la supresión del Tribunal de Orden Público (TOP) y el indulto a la procesada.

Y, en medio de ello, continuaron con su lucha por las libertades democráticas. La vemos, ya en la Transición, participando el 18 de enero de 1976 en la reunión de antiguos presos políticos en el Hospital Real que elaboró un documento en el que se reivindicaba la amnistía total

Y, en medio de ello, continuaron con su lucha por las libertades democráticas. La vemos, ya en la Transición, participando el 18 de enero de 1976 en la reunión de antiguos presos políticos en el Hospital Real que elaboró un documento en el que se reivindicaba la amnistía total y denunciaban su situación legal y que, a la salida, se dirigieron en manifestación a entregar copias del mismo en Gobierno Civil, Obispado y Ayuntamiento No será la única petición a las autoridades gubernativas, pues el 10 de julio de ese mismo año intentará formar, junto a otros represaliados, una Comisión Gestora para crear una “Asociación de expresos y represaliados políticos y sindicales”, porque todavía eran considerados como ciudadanos de segundo orden, que volverá a ser prohibida. (AHPCE, Nacionalidades y Regiones, Andalucía, caja 82, carpeta 1-4). Y, finalmente, su compromiso con el movimiento obrero se sustanció en que fue una de las fundadoras del Sindicato provincial de Enseñanza de CCOO que se fue constituyendo entre 1976 y 1978. Es una de las cuatro mujeres que forman parte de la primera Comisión Ejecutiva de la Unión Provincial (de un total de 25 personas), en su I Congreso Provincial, celebrado entre el 28 de abril y 1 de mayo de 1978, junto a María Dolores Hita Romero, María Luisa Martín Rodríguez y Hortensia Peñarrocha Mingorance. La Asamblea de Izquierda Unida, a propuesta de Juan de Dios Vico, la eligió como candidata en el puesto número 2 para las elecciones al Ayuntamiento de Granada. Aceptó el compromiso, porque siempre le gustó la política cercana, pero antes de las elecciones, y por motivos personales, pidió en carta a Paco Ríos no formar parte de la candidatura.

Grupo de camaradas de izquierda a derecha: “Finucha”, Salvador Fornés, Pilar Bustamante, Soco Robles, Jesús Carreño y Fanny Rubio, en una excursión sobre 1977- 1978 tras la ley de Amnistía.

Pero, si hay un compromiso nítido de Socorro Robles es, por supuesto, con el movimiento obrero de las CCOO, pues fue una de las fundadoras del Sindicato de Enseñanza de esa organización sindical

Pero, si hay un compromiso nítido de Socorro Robles es, por supuesto, con el movimiento obrero de las CCOO, pues fue una de las fundadoras del Sindicato de Enseñanza de esa organización sindical. Y, en su seno, impulsó lo que ella misma ha llamado “Feminismo Sindical”. Este compromiso feminista la llevó a impulsar en CCOO de Enseñanza la Secretaría de la Mujer, siendo desde el 1986 al 1998  un referente en la lucha por la igualdad en el seno del sindicato granadino. De 1996 a 1998 coordinó, como Secretaria de la Mujer de la Federación Estatal de Enseñanza, un grupo con las responsables de todas las comunidades especialmente con Cataluña, Andalucía, Galicia, Murcia, Asturias, Madrid y Castilla la Mancha. En esos años el trabajo en favor del sindicalismo feminista fue intenso y productivo. El plan de trabajo de la Secretaria se centró en dos ejes: Acción Sindical y en Política Educativa. El primero, defendía la igualdad real de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres integradas en la negociación colectiva y, el segundo, en la construcción de un modelo coeducativo como indicador de calidad beneficioso. El Proyecto europeo del NOW Luna, Los II Encuentros de las secretarias de la mujer, la Exposición del saber sindical de las mujeres, cómo mirar la violencia desde el centro… son algunos de los proyectos abordados.

En fin, que Socorro Robles fue un referente en el movimiento feminista de Granada que, por su especificidad, merece ser abordado en una próxima entrega.

  • Próximo sábado: 'Socorro Robles Vizcaíno: pionera del movimiento feminista granadino (II)'

Bibliografía:

  • AGUSTÍN PUERTA, Mercedes: Feminismo: identidad personal y lucha colectiva (análisis del    movimiento feminista español en los años 1975 a 1985). Universidad de Granada, Colección Feminae nº 14, Granada, 2003. Pp. 101-102
  • BALLARÍN, Pilar: “Haciéndonos presentes: docencia e investigación en las universidades andaluzas”. En LÓPEZ BELTRÁN, Mª Teresa (Coord.): Las mujeres en Andalucía. Actas del 2º Encuentro Interdisciplinar de Estudios de la Mujer en Andalucía, Tomo I, p.13. Diputación Provincial, Málaga, 1993.
  • Candela, “Nati Bullejos Cáliz: «En la lucha, cuando el feminismo se te mete, no hay vuelta atrás», en http://lapoderio.com/2020/04/07/nati-bullejos-caliz-lucha-feminismo
  • MARTÍNEZ FORONDA,  Alfonso (coord.): La conquista de la libertad. (Historia de CC.OO. de Andalucía, 1962-2000). Fundación de Estudios Sindicales.AHCCOO-A, Puerto Real, 2005.
  • MARTÍNEZ FORONDA, Alfonso; SÁNCHEZ RODRIGO, Pedro; RUEDA CASTAÑO, Isabel; SÁNCHEZ RODRIGO, José María; CONEJERO RODRÍGUEZ, Miguel y RODRÍGUEZ BARREIRA, Óscar: La cara al viento. Estudiantes por las libertades democráticas en la Universidad de Granada (1965-1981), Vol. I y II, Córdoba, El Páramo, 2012.
  • MARTÍNEZ FORONDA, Alfonso y SÁNCHEZ RODRIGO, Pedro: Mujeres en Granada por las libertades democráticas. Resistencia y represión (1960-1981). Fundación de Estudios y Cooperación CCOO-A, Gráficas La Madraza, Granada, 2017.
  • MORCILLO GÓMEZ, Aurora (2015). En cuerpo y alma. Ser mujer en tiempos de Franco. Madrid,  Siglo XXI.
  • ROBLES VIZCAÍNO, Socorro, Memoria (intrahistoria) de la huida: el estado de excepción de 1970 (INÉDITO).
  • Archivo General de la Universidad. Secretaría General Rectorado. Asunto: Estudiantes. Carpeta “Boletín de situación de estudiantes”, curso 71/72); (Informe del Departamento de Información  “Situación de los presos políticos de Granada”, 14 de abril de 1971, en AUGR, Sª General del Rectorado, Asociaciones de Estudiantes, 69/71, legajo 272).
  • Archivo Histórico del PCE, Nacionalidades y Regiones, Andalucía, Caja 82, Carpeta ¼.
  • Comunicados Departamento de Información Distrito de Granada, TOPDAT (Sumarios 37/71, 201/71, 438/71, 418/70, 453/70 Y 1006/71)
  • Ponencia presentada en las II Jornadas Estatales de la Mujer, celebradas en Granada en diciembre de 1979. Recogido en el artículo de Joaquina Prades “La sexualidad y la lucha de clases, temas clave en las jornadas feministas de Granada”,  publicado en El País, 13.12.79
  • Entrevista a Socorro Robles Vizcaíno, en Fondo Oral de CCOO de Andalucía.
Alfonso Martínez Foronda es licenciado en Filosofía y Letras, profesor de Secundaria e históricamente vinculado al sindicato CCOO, en el que ocupó distintas responsabilidades, como investigador ha profundizado en el movimiento obrero y estudiantil.

Otros artículos y reportajes de Alfonso Martínez Fioronda:

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Sobre la historia del PCE, en el año de su centenario: