El policía local, que es delegado sindical, ganó en los tribunales en un mandato anterior del PP su traslado forzoso

El gobierno local del PP aparta de nuevo al responsable de la Unidad Canina de la Policía Local de Granada y su equipo

Política - M.A. - Lunes, 20 de Mayo de 2024
La Jefatura ha aprovechado la reorganización interna para retirar otra vez al policía y rediseñar una unidad impulsada durante mandatos socialistas.
El hasta ahora responsable d ela Unidad canina junto a la alcaldesa y la concejala de Protección Ciudadana el pasado marzo.
Ayto. Granada archivo
El hasta ahora responsable d ela Unidad canina junto a la alcaldesa y la concejala de Protección Ciudadana el pasado marzo.

El responsable de la Unidad Canina de la Policía Local de Granada ha sido apartado de nuevo de esta responsabilidad, junto a él a su equipo. La orden de la Jefatura llega con José Manuel Jiménez Avilés otra vez al frente, como en anteriores mandatos del PP y, en concreto, como ocurrió en 2019 cuando se le relegó de destino. En aquella ocasión, además, no se le permitió seguir con el perro del que era guía, el famoso Stan Lee, que había sido adoptado por la Policía Local tras rescatarlo de una situación de maltrato animal. 

Aquella orden, la de 2019, fue anulada por los tribunales, que determinaron que la Jefatura se saltó las normas para cambiarlo de destino. Ahora, con ese importante antecedente, lo que hace la Policía Local es aprovechar la reorganización interna que acaba de aprobar para eliminar ese puesto en concreto -el de oficial de la Unidad- e introducir otros cambios para dar entrada a los policías elegidos por la Jefatura de Avilés.

Así, la Unidad Canina trabajará con la figura de un "agente tutor", de manera que no dependerá de ningún mando directo. También introducen otros cambios. Hasta ahora había cuatro perros relacionados con la búsqueda de droga, y ahora cambian el catálogo de puestos de trabajo para introducir dos de intervención. Todo ello aleja a los actuales integrantes y determina el perfil de los nuevos integrantes del equipo. 

Se da la circunstancia, además, que el hasta ahora responsable de la Unidad Canina de la Policía Local de Granada es delegado sindical -como otro de los miembros de su equipo-. En las últimas semanas ha negociado, junto al resto de representantes sindicales, la nueva reorganización, que recibió una fuerte contestación interna, con movilizaciones de la plantilla incluida, y que obligó al gobierno local a ceder ante las reivindicaciones de los agentes. 

El propio policía ha contado así la situación:

"Una vez más toca despedirse de la Unidad Canina de la Policía Local de Granada.

De nada sirve la media de 100 actas de droga al mes, el proyecto ASICAN de ayuda a mujeres víctimas de violencia de género, los cursos de formación de guías caninos organizados para formar guías caninos de toda España, acudiendo sin costes para el Ayuntamiento instructores de Bélgica, Suiza y Brasil, poniendo a nuestra ciudad en el mundo.

No sirven las exhibiciones para concienciar de nuestro trabajo y el bienestar animal o patrullar día a día en la calle o en el metro y la estación de autobuses.

Nuestro consuelo es que nuestros perros siguen con nosotros como hasta ahora ya que son de nuestra propiedad. No habrá caso Stan Lee otra vez.

Muchas gracias a mi equipo por vuestro trabajo y confianza.

Seguro que existen poderosas razones de servicio público para que esto ocurra, no políticas. Gracias a todas las personas que nos dieron su cariño al vernos trabajar con los perretes. Mil gracias.

(...) Muchas gracias, me toca pelear para ir donde me corresponde por mi antigüedad y perfil profesional, nunca lo tengo fácil.

(...) Sí, la concejala sí está al tanto y nos aseguró hace unos meses que a ella lo que le importaba eran los resultados. Fue su respuesta cuando le dije que en unos meses iban a hacer esto y me lo negó".

Cuando Óscar del Pino explica que ya no habrá 'caso Stan Lee', lo que refiere es que no se repetirá la traumática situación de apartar al guía de su perro, como él mismo sufrió. Los perros son propiedad de los policías, lo que impide que los separen.