Capítulo IX: 'El Gobierno del Frente Popular y la repetición de las Elecciones en Granada'
Los resultados electorales de febrero de 1936 marcaban sin duda un antes y un después, las izquierdas retomaban el control institucional frente a unas organizaciones de la derecha que abandonaban el juego democrático ante su fracaso en las urnas, era necesario retomar la vía del bienio progresista con las reformas fundamentales que la modernización de España requería, buscando una mejora social imprescindible, ante la dureza de la crisis que se desarrollaba desde hacía ya varios años. El primer paso para la normalización era la apertura de las cárceles para que los presos sociales y políticos recuperaran la libertad. Los presidios asturianos se habían amotinado con la victoria del Frente Popular y se encontraban rodeados por las fuerzas del orden público, el debate sobre qué hacer se planteaba a las nuevas autoridades, y la diputada comunista por Asturias, Dolores Ibarruri, “la Pasionaria”, como ya se la conocía popularmente, les increpó:
Las gestiones realizadas, lideradas de manera especial por la diputada comunista, en las que se veía esa forma distinta de entender las cosas por parte de las fuerzas republicanas de izquierdas -más vinculadas a la “legalidad”- y las fuerzas obreras -defendían un nuevo orden-, consiguen finalmente la liberación de los presos tras horas de gran tensión, así narraría Dolores Ibarruri, desde la cárcel de Oviedo, la apertura de las puertas que daban la libertad a los presos, ante las que se habían instalado tropas militares con armamento de guerra:
Se iniciaba un período convulso ante la fortaleza de los poderes fácticos -burguesía terrateniente y financiera, la Iglesia, el Ejército…- y la determinación con la que el PCE y las fuerzas obreras enfrentaban el futuro inmediato, sin concesiones, con la mirada puesta en la construcción de un nuevo país, un nuevo orden, preñado de los valores de la justicia social, pero con una hoja de ruta determinada en el triunfo en primer término, de la revolución democrática, dejando los pasos hacia la revolución socialista en segundo lugar. La lucha estaba llegando a su cénit. Alberto Garzón, actual coordinador de Izquierda Unida, hace referencia a este desbordamiento de la propia República y del Frente Popular:
Para el Partido el momento que comenzaba a vivirse era diferente a los precedentes, teniendo clara la importancia de la acción institucional, pero más aún la imprescindible presencia en la calle
Los resultados de los comicios daban al PCE 16 diputados en la primera vuelta, y uno más en la segunda que se produjo en mayo ante la repetición de los mismos en Cuenca y Granada. El gobierno del Frente Popular tiene en el programa fundacional su márgenes de actuación, pero la situación de dura reacción va desbordando los mismos, avanzando por una senda mucho más rupturista ante el atrincheramiento de la derecha y el ruido de sables.
Para el Partido el momento que comenzaba a vivirse era diferente a los precedentes, teniendo clara la importancia de la acción institucional, pero más aún la imprescindible presencia en la calle. El programa fundacional del Frente Popular era el marco donde comenzar a desarrollar su acción política en lo concreto, trabajando por su cumplimiento desde el apoyo al nuevo gobierno. En el establecimiento de prioridades el PCE apostaba por:
¿Cuál era la mejor forma de conseguir el cumplimiento del programa? Para el Partido la vía estaba clara, impulsando la reivindicación en la calle y fortaleciendo los instrumentos unitarios del Frente Popular y otros, generando espacios amplios que sirvieran de empuje a la acción gubernamental. Había que salvaguardar al máximo el espacio unitario del Frente Popular, sustento del gobierno, no valía con nombrar el nuevo gabinete de ministros, había que sostenerlo e impulsar la acción política.
¿Cuál era la mejor forma de conseguir el cumplimiento del programa? Para el Partido la vía estaba clara, impulsando la reivindicación en la calle y fortaleciendo los instrumentos unitarios del Frente Popular y otros, generando espacios amplios que sirvieran de empuje a la acción gubernamental. Había que salvaguardar al máximo el espacio unitario del Frente Popular, sustento del gobierno, no valía con nombrar el nuevo gabinete de ministros, había que sostenerlo e impulsar la acción política. La política de acercamiento al PSOE continuó, mucho más favorable con el entorno de Largo Caballero que con el de Indalecio Prieto, mientras en el espacio sindical se seguía pidiendo la construcción de una fuerza sindical única que representara los intereses de la clase obrera. En la intervención social el PCE defendía la conservación del acuerdo de las izquierdas, por lo que rechazaba actuaciones drásticas de confrontación social que pudieran dar lugar a disturbios y el quebranto del orden, especialmente ante la irrupción frecuente del pistolerismo y la violencia por parte de grupúsculos fascistas organizados[vi]. El papel del Partido en esa apuesta por la unidad fue muy bien acogido, lo que hizo que sus filas se fueran engrosando paulatinamente, partiendo de los 20.000 afiliados en febrero de 1936, a 50.000 en marzo tras la victoria electoral y entre 80.000-100.000 en julio[vii].
Quizás el momento más destacado en el triunfo de la política unitaria será el nacimiento de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) que venían a unir en un solo espacio a jóvenes comunistas y socialistas, y que veía la luz el primero de abril
Quizás el momento más destacado en el triunfo de la política unitaria será el nacimiento de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) que venían a unir en un solo espacio a jóvenes comunistas y socialistas, y que veía la luz el primero de abril. Encabezada por Santiago Carrillo, se forjarán algunas de las personalidades que alcanzarán gran influencia como Trifón Medrano o Fernando Claudín, pero que supone una importante lucha contra las posiciones más conservadoras dentro del PSOE[viii]. De igual manera, la experiencia catalana, con el nacimiento del Partido Socialista Unificado de Cataluña, vendrá a sumar a las experiencias unitarias, que en el marco de lo que el VII Congreso de la Internacional Comunista señalaba, España era el país donde más rápidamente avanzaban estas políticas[ix].
Junto a los nombres de siempre, Franco, Sanjurjo, Mola, Goded… se sumaba la trama civil con Gil Robles, Calvo Sotelo o José Antonio Primo de Rivera. Las provocaciones y el pistolerismo se convirtieron en la tónica de las políticas de la derecha española
Pero en ningún momento se pierde de vista el peligro de la reacción conservadora, que fuera de los cauces democráticos buscaba cómo acabar con la nueva etapa que se había abierto. Era de suma importancia estar alerta ante los posibles movimientos que pudieran dar al traste con el nuevo momento que los resultados electorales de febrero suponían. Junto a los nombres de siempre, Franco, Sanjurjo, Mola, Goded… se sumaba la trama civil con Gil Robles, Calvo Sotelo o José Antonio Primo de Rivera. Las provocaciones y el pistolerismo se convirtieron en la tónica de las políticas de la derecha española. Había que poner las tierras en cultivo frente a la paralización interesada por parte de los grandes terratenientes de las labores agrícolas, llevando de esta forma a miles de trabajadores al paro forzoso y a grandes dificultades para la subsistencia. El Partido acuñaría el lema “ni tierras sin cultivar, ni campesinos con hambre”, una forma de parar la política hostil de los terratenientes sin entrar en contraposición con la políticas más moderadas de los republicanos de izquierdas, que no compartían la “revolución agraria” que el PCE veía como necesaria[x].
Palabras como las de Dolores Ibarruri, en el gran acto que el Socorro Rojo Internacional realiza en Madrid para mostrar su apoyo y alegría por la amnistía, muestran claramente la determinación del PCE en relación a la profundización de la “revolución democrática”:
El pueblo -termina diciendo- tiene hambre. Hambre de pan y de justicia. Una y otra hay que satisfacerlas. Ni en la amnistía, ni en el reingreso de los represaliados cabe regateos. Queremos justicia popular…”[xi]
En nuestra provincia, Granada, el PCE se lanzará a intentar normalizar la situación que se vive tras las elecciones, con una clara victoria en la ciudad de Granada, mientras que en la provincia el entramado caciquil había inclinado claramente la balanza del lado de las organizaciones conservadoras
En nuestra provincia, Granada, el PCE se lanzará a intentar normalizar la situación que se vive tras las elecciones, con una clara victoria en la ciudad de Granada, mientras que en la provincia el entramado caciquil había inclinado claramente la balanza del lado de las organizaciones conservadoras, condicionando los resultados. Así será el primero en denunciar el pucherazo de la derecha en los pueblos granadinos y en impulsar la campaña por la anulación de las elecciones. El periodista y militante comunista Eufrasio Martínez, escribe en El Defensor de Granada una serie de artículos titulados “En pleno reinado de la picaresca”, para demostrar los atropellos y coacciones cometidos por la derecha durante la jornada electoral y en los días previos, en numerosos municipios de la provincia, con aseveraciones como “Granada baluarte del caciquismo”, “la tragedia de los pueblos granadinos”[xii]… En la editorial del 20 de febrero El Defensor de Granada planteaba la situación de manera nítida:
El Frente Popular, representado ante la Junta provincial del Censo por el exalcalde de Granada, Ricardo Corro, impugna los resultados de las elecciones por el atropello que ha supuesto la acción de las derechas, con apoyo gubernativo, frente a los candidatos de la izquierda. En la argumentación se habla del pistolerismo de la derecha, amenazas, coacciones… destacando el funcionamiento del entramado caciquil en comarcas enteras como la Alpujarra, donde en pueblos como Albuñol o Ugíjar, éstas han propiciado un auténtico pucherazo. De la misma manera en la comarca de Guadix, detenciones o coacciones en Motril[xiv]…
La comisión del Frente Popular en Granada integrada por Izquierda Republicana (Aniceto León Garre y Antonio Guzmán), Unión Republicana (José Villoslada), PSOE (Ramón Lamoneda y Antonio Molero), Partido Sindicalista (José Alcántara) y PCE (Francisco Aybar Sánchez) impulsa un mitin para seguir aumentando la presión, en una situación en la que el nuevo gobierno del Frente Popular se plantea la repetición de los comicios en determinadas circunscripciones
La comisión del Frente Popular en Granada integrada por Izquierda Republicana (Aniceto León Garre y Antonio Guzmán), Unión Republicana (José Villoslada), PSOE (Ramón Lamoneda y Antonio Molero), Partido Sindicalista (José Alcántara) y PCE (Francisco Aybar Sánchez) impulsa un mitin para seguir aumentando la presión, en una situación en la que el nuevo gobierno del Frente Popular se plantea la repetición de los comicios en determinadas circunscripciones. La cita fue el 8 de marzo en el estadio de Los Cármenes, en el que se concentraron multitud de personas en apoyo al Frente Popular y como denuncia de las prácticas ilegítimas desarrolladas por las derechas tanto en el proceso de la campaña electoral como en el propio día de las votaciones[xv]. En el mitin interviene por el PCE el diputado por Asturias Juan José Manso. Según El Defensor de Granada, más de 100.000 personas se manifiestan en la calle, después de asistir al histórico mitin. La manifestación multitudinaria de la izquierda pone nerviosa a las fuerzas conservadoras que responden con violencia. Pistoleros falangistas disparan contra un grupo de trabajadores, hiriendo de muerte a los obreros Domingo Fernández Rodríguez y José Pérez Peregrina, que fallecen tres días después en el Hospital San Juan de Dios. Indignado por la provocación, el bloque de izquierdas convoca una huelga general para el 10 de marzo que acaba en graves disturbios por toda la ciudad, con la quema del local de Falange y el Teatro Isabel la Católica, así como el saqueo de los cafés Colón y Royal, lugares de encuentro de la burguesía granadina[xvi].
El Defensor de Granada recoge también en sus páginas el incendio del diario católico-conservador Ideal, que es el altavoz de las políticas más conservadoras representadas por Acción Popular y auténtico ariete contra las organizaciones de la izquierda granadina. Es el segundo asalto que el diario sufre en menos de un mes y esta vez los atacantes incendian el local del periódico destrozando su rotativa. La ira de los obreros, que quieren vengar a sus compañeros asesinados, alcanza asimismo al local del partido derechista Acción Popular, que es pasto de las llamas. El Defensor informa, por último, del incendio de dos iglesias en el Albayzín y advierte sobre la existencia de falangistas infiltrados en las filas del Frente Popular para crear caos y desorden. Días después, se celebra el entierro de los obreros asesinados, que vuelve a convertirse en otra imponente manifestación de solidaridad con las víctimas de la violencia fascista. Socorro Rojo Internacional (SRI) abre una suscripción popular en El Defensor para ayudar a los obreros heridos y a las familias de los fallecidos. Las críticas al gobernador civil por no haber conseguido mantener el orden público vendrán desde todos los sectores, lo que acaba llevando a su destitución el 19 de marzo[xvii].
Durante estos días del mes de febrero comienzan a llegar a la ciudad muchos de los presos granadinos amnistiados, lo que supone importantes manifestaciones de júbilo entre la ciudadanía y manifestaciones de desagravio
Junto a la tensa situación que se vive en Granada se van dando pasos para la normalización democrática, recuperando paulatinamente los ayuntamientos electos en 1931 su lugar, frente a las gestoras que en el bienio conservador habían ido sustituyendo a los mismos con excusas de lo más diverso, así Constantino Ruiz Carnero, director de El Defensor de Granada, se convertía en alcalde interino de la capital. De igual forma será nombrado nuevo gobernador civil por la provincial el doctor en Derecho, Aurelio Matilla (Unión Republicana) que ya había sido gobernador anteriormente de Córdoba. Su principal labor será la de “pacificar” la convulsa provincia de Granada, a la vez que devolverla a la normalidad democrática con la reposición de los ayuntamientos democráticos[xviii], dándose paulatinamente los cambios a lo largo del mes de febrero y marzo, así el socialista Narciso González Cervera recuperaba la alcaldía de Motril, teniendo que asistir al acto el propio gobernador civil para asegurar la normalidad democrática[xix]. En los primeros días de marzo el socialista Virgilio Castilla se convertía nuevamente el presidente de la Diputación Provincial[xx].
Durante estos días del mes de febrero comienzan a llegar a la ciudad muchos de los presos granadinos amnistiados, lo que supone importantes manifestaciones de júbilo entre la ciudadanía y manifestaciones de desagravio. El socialista Alejandro Otero organizará una comida de hermandad y reivindicación, en la que se unen muchos de los responsables políticos que han sufrido prisión, entre los que se encuentra el comunista Antonio Pretel. Destacan en este acto las palabras de Constantino Ruíz Carnero, alcalde de Granada:
Finalmente la Comisión se pronunció por la anulación de las elecciones del 16 de febrero, dictamen que sería discutido en el Congreso de los Diputados el 31 de marzo, siendo Indalecio Prieto como presidente de la Comisión de Actas el que defendió el dictamen de nulidad en los casos de Granada y Cuenca
El 22 de marzo se convoca por el PCE otro mitin en el Teatro Cervantes, al que asisten más de 2.000 personas y entre ellas, muchas mujeres, que piden el desarme y la disolución de las bandas fascistas. Al día siguiente se celebra la primera Conferencia Provincial del PCE, que supone un paso adelante en la consolidación del partido en Granada. Tras la campaña electoral del Frente Popular, los comunistas han multiplicado sus militantes y se encuentran en una fase de clara expansión. La constitución de la Juventud Socialista Unificada (JSU), que une a las juventudes socialistas y comunistas de Granada, representa otro paso adelante en la consolidación de las políticas del PCE en la provincia. Esta unificación le permite influir sobre los cuadros jóvenes del PSOE, atrayéndolos hacia las posiciones comunistas.
Las reclamaciones siguieron el cauce administrativo correspondiente y la Comisión de Actas recibió 74 actas notariales por parte de las fuerzas de izquierdas que podían suponer un tercio del censo electoral. Finalmente la Comisión se pronunció por la anulación de las elecciones del 16 de febrero, dictamen que sería discutido en el Congreso de los Diputados el 31 de marzo, siendo Indalecio Prieto como presidente de la Comisión de Actas el que defendió el dictamen de nulidad en los casos de Granada y Cuenca. Para el profesor Rafael Gil Bracero
El Defensor de Granada días después de las elecciones, el 19 de febrero, publicaba un artículo bajo el título “El triunfo de la República”, en el que podemos leer:
El Defensor de Granada 30/03/1936.
La presión popular y las pruebas evidentes, consiguieron la anulación de las elecciones en las provincias de Granada y Cuenca, en las que se había podido demostrar la manipulación de todo el proceso. En los nuevos comicios que se realizan en el mes de mayo, la lista presentada por las derechas acabó retirándose en señal de protesta, siendo elegidos en el mes de mayo por la lista del Frente Popular todos sus candidatos. Por el PSOE Aurelio Almagro Gracia, Ernesto Fernández Jiménez, Anastasio de Gracia Villarrubia, Nicolás Jiménez Molina, Ramón Lamoneda Fernández, Antonio Martín García, Francisco Menoyo Barrios, Fernando de los Ríos Urruti, Francisco de Toro Cuevas; por Izquierda Republicana José Palanco Romero y Miguel Rodríguez Molina; por la Unión Republicana Ricardo Corro Moncho y por el PCE Antonio Pretel Fernández. Así, llega al Congreso el primer diputado comunista por Granada.
Todo esto dejaba a Granada en un “clima prebélico”, con una derecha que se abandonaba a la conspiración contra el gobierno de la República y una izquierda que deseaba una rápida aplicación de los elementos programáticos del Frente Popular
El resultado de las elecciones era una muestra más del conflicto social desencadenado con la repetición de las mismas, y con las primeras medidas que el nuevo gobierno del Frente Popular tomaba en la provincia, con la restitución de las corporaciones municipales republicanas y socialistas que habían sido sustituidas por comisiones gestoras durante el gobierno de la derecha. Todo esto dejaba a Granada en un “clima prebélico”, con una derecha que se abandonaba a la conspiración contra el gobierno de la República y una izquierda que deseaba una rápida aplicación de los elementos programáticos del Frente Popular. Desde el Gobierno Civil de la provincia se intentará mantener el orden público, costándole los sucesos de marzo el puesto al primer gobernador en la etapa frentepopulista, Aurelio Matilla García (Unión Republicana), y necesitando su sustituto, Ernesto Vega de la Iglesia (Unión Republicana), apoyo de unidades de guardias de asalto de Madrid para calmar la situación.
Será este un período de importante expansión del PCE que con su política antifascista y frentepopulista consigue contactar con una parte importante de la clase trabajadora granadina. Igualmente se abre paso la presencia institucional del Partido por nombramientos desde el Gobierno Civil de concejales y alcaldes en las gestoras municipales creadas, así estarán presentes en Benalúa (Juan Garzón Sánchez), Baza (Antonio Navarro Moreno), Guadix (José Fernández Riquelme), Jérez del Marquesado (Gregorio Sánchez Gallego, Manuel Beas Sánchez) y la alcaldía de Rubite (Vicente Rodríguez Hidalgo)[xxiv].
Entre el 21 y 24 de marzo de 1936 se celebrará la primera Conferencia Provincial del PCE, en el que se muestra satisfacción por las primeras medidas tomadas por el gobierno del Frente Popular, la preocupación por el desempleo en la provincia…
Entre el 21 y 24 de marzo de 1936 se celebrará la primera Conferencia Provincial del PCE, en el que se muestra satisfacción por las primeras medidas tomadas por el gobierno del Frente Popular, la preocupación por el desempleo en la provincia… Se lanza el mensaje de la necesidad de la creación de un único partido “marxista-leninista” que sea capaz de confrontar con el fascismo. En la misma conferencia se informa sobre los pasos que se están dando para la unificación de la Juventudes Comunistas con las Socialistas por Adolfo Golber responsable de la JJCC, la cual se consigue en el mes de junio. Se constata igualmente la existencia de un núcleo de la organización “mujeres antifascistas”. En esta conferencia interviene Antonio Pretel como Secretario General del Comité Provincial, haciendo un llamamiento a la unidad en la lucha antifascista a los socialistas y anarquistas, creando un programa de mínimos. En la misma línea señala la importancia de las alianzas obreras y a no tener miedo al pistolerismo derechista. El Socorro Rojo Internacional (SRI), dirigido en Granada por José Llerín, Emilio Mariño y Esteban Vega lanzará diversas campañas solidarias y reivindicativas. El Partido Comunista se afianza en Granada.
_______________________________________________________________________________________
Fuentes hemerográficas:
- El Defensor de Granada
- Ideal
- La Publicidad
Artículos:
- BARRIOS ROZUA, Juan Manuel, “Conflictividad social y destrucción de bienes religiosos en la ciudad de Granada durante la Segunda República”, en Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, nº9, segunda época, Granada, 1995
- GARZÓN ESPINOSA, Alberto, “José Díaz y la unidad popular”, en elDiario.es, 30/04/2015. Enlace: https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/jose-diaz-unidad-popular_129_2696047.html
- GONZÁLEZ GUZMÁN, Pilar, “Historia del PCE”, Revista Tiempo de Historia, num.30, 1977
Bibliografía:
- AA.VV. Historia del Partido Comunista de España, París, Editions Sociales, 1960
- ALARCÓN CABALLERO, José Antonio, El movimiento obrero en Granada en la II República (1931-1936), Granada, Diputación Provincial, 1990
- CRUZ, Rafael, El Partido Comunista de España en la II República, Madrid, Alianza Editorial, 1987
- GIL BRACERO, Rafael, y BRENES, Maribel , Jaque a la República. Granada 1936-1939, Granada, Ediciones Osuna, 2009
- IBARRURI, Dolores, El único camino, Colección Ebro, 1975, número de edición 93
Citas:
_______________________________________________________________________________________
- [i] La composición que da luz a la portada se construye sobre una imagen antigua del Penal del Puerto de Santa María, hoy lugar de Memoria Democrática de Andalucía, referente de la represión franquista, pero no sólo eso… en el Penal, entre otros, estuvo preso la mayor parte del Gobierno de la Generalitat de Cataluña, con su presidente Luis Companys, por su implicación en el proceso revolucionario de octubre de 1934, saldrían del mismo tras la amnistía decretada por el Gobierno de Azaña en febrero de 1936 una vez consumada la victoria del Frente Popular. En la foto de las rejas de una celda del Penal se vislumbra El Defensor de Granada anunciando la victoria del Frente Popular en su edición del 17/02/1936. Debajo un fragmento del poeta comunista Rafael Alberti, dedicado a la heroína de la Revolución de Asturias, Aida Lafuente, que se leyó en el gran acto celebrado en Madrid por el Socorro Rojo Internacional a finales de febrero de 1936 apoyando la amnistía.
- [ii] IBARRURI, Dolores, El único camino, Colección Ebro, 1975, número de edición 93, p. 231
- [iii] IBARRURI, Dolores, El único camino, Colección Ebro, 1975, número de edición 93, p. 235
- [iv] GARZÓN ESPINOSA, Alberto, “José Díaz y la unidad popular”, en elDiario.es, 30/04/2015.Enlace : https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/jose-diaz-unidad-popular_129_2696047.html
- [v] CRUZ, Rafael, El Partido Comunista de España en la II República, Madrid, Alianza Editorial, 1987, p.260
- [vi] CRUZ, Rafael, El Partido Comunista de España en la II República, Madrid, Alianza Editorial, 1987, pp.257-276
- [vii] CRUZ, Rafael, El Partido Comunista de España en la II República, Madrid, Alianza Editorial, 1987, p.60. Las cifras son en muchos caso poco fiables ante la falta de elementos de verificación real, pero lo que dejaban claro era el crecimiento exponencial del movimiento comunista español.
- [viii] GONZÁLEZ GUZMÁN, Pilar, “Historia del PCE”, Revista Tiempo de Historia, num.30, 1977, p.16
- [ix] AA.VV. Historia del Partido Comunista de España, París, Editions Sociales, 1960, pp.103-104
- [x] AA.VV. Historia del Partido Comunista de España, París, Editions Sociales, 1960, pp.105-108
- [xi] En El Defensor de Granada, 1/03/1936, Año LVII, número 30462
- [xii] En El Defensor de Granada, 20/02/1936, Año LVII, número 30444, “En pleno reinado de la picaresca”
- [xiii] En El Defensor de Granada, 20/02/1936, Año LVII, número 30444, “Por el decoro de Granada”
- [xiv] En El Defensor de Granada, 21/02/1936, Año LVII Número 30446
- [xv] En El Defensor de Granada, 10/03/1936 se puede leer el desarrollo del acto y las intervenciones que se realizaron.
- [xvi] GIL BRACERO, Rafael, y BRENES, Maribel , Jaque a la República. Granada 1936-1939, Granada, Ediciones Osuna, 2009, pp.105-113
- [xvii] BARRIOS ROZUA, Juan Manuel, “Conflictividad social y destrucción de bienes religiosos en la ciudad de Granada durante la Segunda República”, en Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, nº9, segunda época, Granada, 1995, pp.207-210
- [xviii] En El Defensor de Granada, 23/02/1936, Año LVII, número 30450
- [xix] En La Publicidad, 25/02/1936, Año LV, número 18552
- [xx] En El Defensor de Granada, 4/03/1936, Año LVII, número 30466
- [xxi] En El Defensor de Granada, 26/02/1936, Año LVII, número 30454
- [xxii] GIL BRACERO, Rafael, y BRENES, Maribel , Jaque a la República. Granada 1936-1939, Granada, Ediciones Osuna, 2009, pg. 103
- [xxiii] En El Defensor de Granada, 19/02/1936, artículo “El triunfo de la República”
- [xxiv] ALARCÓN CABALLERO, José Antonio, El movimiento obrero en Granada en la II República (1931-1936), Granada, Diputación Provincial, 1990, p-307
_______________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________
Si no tuviste la oportunidad de leer o quieres volver a hacerlo, te ofrecemos la presentación de la serie que, cada viernes, Juan Francisco Arenas de Soria nos ofrecerá semanalmente sobre la historia del Partido Comunista que, en noviembre, cumplirá 'cien años al servicio de la clase trabajadora', con la intención de que los artículos 'nos aproximen a la realidad de un movimiento social clave para entender nuestro país, su lucha por la democracia y la libertad en contextos realmente complejos, y eso sí, siempre desde una perspectiva granadina":
-
Capítulo III: 'El PCE y los primeros años de la Segunda República Española en Granada'
-
Capítulo IV: 'Granada en llamas. Reacción monárquica y revuelta social'
-
Capítulo V: 'José Bullejos Romero 'El Vivillo''
-
Capítulo VI: 'El final del bienio progresista. Las elecciones de noviembre de 1933'
-
Capítulo VII: 'Políticas reaccionarias y respuestas revolucionarias. Granada 1934'
-
Capítulo VIII: '1935-1936. La construcción del Frente Popular en Granada'