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Historia del Partido Comunista, por Juan Francisco Arenas de Soria

Capítulo III: 'El PCE y los primeros años de la Segunda República Española en Granada'

Política - Juan Francisco Arenas de Soria - Viernes, 21 de Mayo de 2021
En la excepcional serie que Juan Francisco Arenas de Soria dedica a la historia del Partido Comunista de España, en el año de su centenario, se centra en este nuevo capítulo a la etapa entre abril de 1931 y agosto de 1932.
El Defensor de Granada, 15/06/1931, Año LII, num27545.
El Defensor de Granada, 15/06/1931, Año LII, num27545.

El PCE se había mantenido distante de los acuerdos entre los partidos republicanos en el Pacto de San Sebastián (1930), al que PSOE y UGT se sumaban en octubre, mientras la CNT apoyaba el proceso, aunque no entraría en el Comité Revolucionario. La línea marcada por el IV Congreso de la Tercera Internacional (1928) y el III Congreso del PCE (1929) llevaban a un posicionamiento al margen, dentro de la política del “bloque obrero y campesino” consideraban que la unidad con propuestas de corte burgués era un error perjudicial para los intereses de la clase obrera en un proceso que se consideraba revolucionario:

“Es clara y firme la apuesta del PCE por teñir de un carácter netamente obrero y campesino a la revolución en marcha. En definitiva, rechazo a la república democrática-burguesa y apuesta por una república federativa soviética, de comités de obreros y campesinos”[i]

Una posición que el historiador de la Fundación de Investigaciones Marxistas, Francisco Erice, tilda de “ultraizquierdista”[ii] y que llevará a una compleja situación interna y a una disgregación de la organización, como lo demuestra la expulsión de Joaquín Maurín y tras él de la Federación Comunista Catalano-Balear. Un sectarismo que había dejado prácticamente aislado al Partido, análisis al que la propia organización acabará llegando años más tarde en su IV Congreso en marzo de 1932.

El barco en el que zarpó Alfonso XIII hacia Marsella, salió llamándose “príncipe Alfonso” con la bandera rojigualda, haciendo el camino de vuelta con un nuevo nombre, “Libertad” y la bandera tricolor como enseña distintiva, todo un símbolo de la nueva etapa que se abría en el país

Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 tenían como consecuencia la victoria de las fuerzas republicanas en multitud de capitales de provincia donde el sistema de control del régimen no podía imponerse y habían supuesto un auténtico plebiscito entre Monarquía y República, de lo que el propio monarca era consciente y le llevaba al abandono de su puesto huyendo al extranjero. Como anécdota nos cuenta el periodista Alejandro Torrus[iii], que el barco en el que zarpó Alfonso XIII hacia Marsella, salió llamándose “príncipe Alfonso” con la bandera rojigualda, haciendo el camino de vuelta con un nuevo nombre, “Libertad” y la bandera tricolor como enseña distintiva, todo un símbolo de la nueva etapa que se abría en el país. Pero había que tener claro que:

“La Monarquía no se había derrumbado al simple influjo del sufragio. La piqueta demoledora fue la acción huelguística de los obreros y de los campesinos, las revueltas estudiantiles, la protesta de los intelectuales, la insubordinación de los militares demócratas, la oposición de la burguesía de las ciudades y, en no poca medida, la crisis general del capitalismo que repercutía de nuevo en España”[iv]

El Comité Revolucionario, nacido del Pacto de San Sebastián a penas un año antes, se convertía en Gobierno Provisional, convocando elecciones constituyentes, abriendo las puertas a un nuevo período. El PCE, con unos resultados electorales paupérrimos en las municipales (67 concejales, sólo 1 en capital de provincia -Málaga- y 1 alcalde en Villa don Fadrique -Toledo-), se posicionó frente al nuevo gobierno, señalándolo como instrumento de la burguesía en contra de los intereses de la clase trabajadora y defendiendo la creación de soviets de obreros, campesinos y soldados. La realidad mostraba una importante incapacidad en leer el nuevo momento que se estaba abriendo, una verdadera “ventana de oportunidad” para la transformación del país, y con ello cambios en beneficio de la clase obrera y el campesinado. El PCE justificaba su posición de la siguiente manera, en circular enviada por el Secretariado Político a los radios y células el 15 de julio de 1931:

“Hay que presentarlo a las masas como el gobierno que mantiene todos los privilegios políticos, sociales y económicos de las castas y clases que constituyeron la base de la monarquía, que deja la tierra a los grandes propietarios latifundistas y defiende la explotación de los millares y millares de campesinos y obreros agrícolas, como el gobierno que deja en pie todos los privilegios del clero, de la Iglesia, que conserva intactos el predominio, y la posición privilegiada de la oficialidad del Ejército, que no disuelve la guardia civil, el cuerpo de seguridad, la policía, etc., que se niega a armar a los obreros, que protege la huida del Rey y de los aristócratas, etc., etc., Es sobre esta base que procede llevar la lucha contra el gobierno provisional.”[v]

Desde el PCE se acusaba a las fuerzas republicanas de representar sólo a un sector de la población y no querer propiciar un cambio que beneficiase a la mayoría social, mientras que afirmaba que el PSOE servía para que la burguesía en el poder recibiera el respaldo de las masas

Una situación sin duda compleja, que llevaba a una posición de aislamiento del PCE en relación a las demás fuerzas políticas que estaban impulsando este cambio político, a pesar de haber sido junto a la CNT una de las principales fuerzas de lucha contra la Dictadura de Primo de Rivera, la cual le habían costado 11 años de ilegalización. La movilización obrera impulsada desde el PCE, con focos importantes en San Sebastián y en Sevilla, aunque con repercusiones en muchas de las capitales de provincia, hacía que se percibiera la acción reivindicativa comunista como un elemento desestabilizador y que se asemejara a las intentonas monárquicas para derribar a la República. Mientras tanto, desde el PCE se acusaba a las fuerzas republicanas de representar sólo a un sector de la población y no querer propiciar un cambio que beneficiase a la mayoría social, mientras que afirmaba que el PSOE servía para que la burguesía en el poder recibiera el respaldo de las masas, aunque la mayor parte de las reponsabilidades en la toma de decisiones recayeran sobre las organizaciones pequeño burguesas, lo que suponía una oportunidad perdida para la consecución de una verdadera revolución democrática en nuestro país.

El Defensor de Granada, 24/05/1931, Año LII, num27511.

Son unos meses muy complejos los que se viven tras la proclamación de la República, con intentonas de los monárquicos de revertir el proceso democratizador, y con una conflictividad que va en aumento ante las importantes dificultades que vive el país, en plena crisis económica mientras se está produciendo el cambio de régimen. Esta situación se percibe claramente en la realidad granadina, donde los conflictos vinculados al mundo del trabajo surgen aquí y allá: en la Compañía del Cable (Motril), cargadores del puerto de Motril, Compañía de Tranvías de Granada, la construcción, tejedoras, panaderos, problemáticas de diversa índole de los jornaleros a lo largo de toda la provincia… movilizaciones vinculadas a reivindicaciones salariales, de condiciones laborales, frente a despidos coercitivos de la patronal… o cuestiones específicas agrarias como el cultivo del tabaco.  La conflictividad social fue en aumento ante el incremento del paro obrero, la represión de las huelgas y una actitud beligerante de la patronal. En julio moría por disparos de la guadia de seguridad un obrero, Miguel Illescas, que estaba realizando una pegada de carteles para la huelga general[vi], en abril de 1932 moría una niña por disparos de la Guardia Civil cuando se procedía a disolver una manifestación en Pinos Puente… detenciones, encarcelamientos…

La manifestación del 1º de mayo de 1931 será en Granada una auténtica demostración de fuerza de las organizaciones sindicales y políticas, que de forma pacífica colapsan las calles de la capital, dando una lección de civismo ante los miedos despertados en una parte de la población debido a la agitación monárquica y derechista

La manifestación del 1º de mayo de 1931 será en Granada una auténtica demostración de fuerza de las organizaciones sindicales y políticas, que de forma pacífica colapsan las calles de la capital, dando una lección de civismo ante los miedos despertados en una parte de la población debido a la agitación monárquica y derechista. En la misma participarán las máximas autoridades del nuevo orden republicano, el Gobernador Civil González Sicilia, el Gobernador Militar González Carrasco, el alcalde interino de la ciudad Juan Feliz Sanz Blanco, el rector interino de la Universidad Guillermo García Valdecasas, el presidente de la Diputación Provincial Virgilio Castilla y una larga lista de colectivos y organizaciones[vii].

Granada no permanece ajena a estos hechos, produciéndose la evacuación de las personas que residen en los mismos ante la previsión de incidentes...

En el mes de mayo se producen incidentes por toda España como respuesta a los intentos de la Iglesia Católica de intervenir en favor de la Monarquía y contra la República, lo que caldea los ánimos y se producen quemas de conventos. Granada no permanece ajena a estos hechos, produciéndose la evacuación de las personas que residen en los mismos ante la previsión de incidentes, como el que ocurre en el incendio del convento de los Agustinos en la calle Elvira, destrucción de la entrada a la iglesia de las Carmelitas Calzadas de la calle del Carmen, asalto a la Residencia de los Luises, Jesuítas e iglesia del Corazón de Jesús, ataque a la Residencia de los Maristas en la calle San José baja, asalto al convento de los Hospitalicos, Residencia de los Redentoristas, convento de los Capuchinos junto a la plaza de toros… asaltando, incendiando y destruyendo de la misma manera las oficinas y maquinaria del diario católico integrista  La Gaceta del Sur[viii], en la calle San Jerónimo. Se declara el estado de guerra y las fuerzas de la Guardia Civil, de Artillería y el Regimiento de Córdoba ocupan la ciudad. En diversos pueblos de la provincia se producen actos de la misma índole[ix]. El historiador granadino Juan Manuel Barrios Rozua, afirmará que:

“Los acontecimientos acaecidos en Granada los días 11 al 13 de mayo tuvieron un carácter mayoritariamente espontáneo y participaron en ellos por igual personas de todas las tendencias izquierdistas, quizás con la excepción de los primeros conatos de incendios y la bomba colocada en el convento de Carmelitas Calzadas, hechos que tienen factura de los grupos de acción faísta”[x]

En estos meses el centenario de Mariana Pineda adquiere una especial significación, celebrándose charlas, homenajes, ofrendas florales… y un gran acto el 26 de mayo en el que participa el recien nombrado Ministro de Justicia del Gobierno Provisional, el socialista Fernando de los Ríos. Mariana Pineda, heroína en la lucha por la LIBERTAD frente a la monarquía de Fernado VII, encarna una parte importante de ese sentimiento republicano de la población granadina.

“Quisieron los hados que se cumpliera el primer centenario del suplicio de la heroína, después de la proclamación de la Segunda República española. La historia tiene muchas casualidades extrañas. Diríase que el azar está dirigido con frecuencia por una razón lógicamente ordenadora que agrupa hechos con arreglo a su íntima significación trascendental…

Y por fin, el pueblo y el Gobierno de España, que hoy son una misma cosa, se unen para rendir a Mariana Pineda el homenaje popular y oficial que su sacrificio heróico y no bien conocido merecía (…)

(…) los españoles y los granadinos podemos ir ante la estatua de la sacrificada con el pecho franco y los ojos brillantes. Y es que por primera vez, desde hace un siglo, somos dignos de Marianita, la inmortal”[xi]

Proclamado el nuevo régimen republicano, los comunistas granadinos empiezan a organizarse de forma más clara, siendo la presentación de la candidatura a las elecciones a Cortes Constituyentes de junio de ese mismo año, su aparición en escena. Una candidatura conformada por el propio Secretario General del PCE, José Bullejos Sánchez[xii] -probablemente eligiera nuestra provincia debido a haber nacido en Romilla (Chauchina) y estar igualmente vinculado a la localidad de Maracena- y por Manuel Adame, destacado dirigente comunista sevillano. Los resultados serán meramente simbólicos, con 602 sufragios Bullejos y 563 Adame. Lo que sí nos muestra es la débil implantación en la provincia, siendo la capital y la localidad de Maracena en la que se obtienen mejores resultados[xiii].

El Defensor de Granada, 21/06/1931, AñoLII,  num 27556.

En el mes de septiembre se producen elecciones parciales, en las que José Bullejos vuelve a presentarse, obteniendo unos buenos resultados en Íllora, que emerge como otro punto fuerte del movimiento comunista granadino

En el mes de septiembre se producen elecciones parciales, en las que José Bullejos vuelve a presentarse, obteniendo unos buenos resultados en Íllora, que emerge como otro punto fuerte del movimiento comunista granadino. En el mes de diciembre de 1931 se realiza en la vieja plaza de toros de la ciudad un “mitín-controversia” entre el PCE y CNT, con la presencia de dirigentes de ambas formaciones[xiv], ocupando el día 28 por primera vez el PCE, una portada en El Defensor de Granada[xv], noticia en la que se informa del éxito de dicho acto. El 31 de diciembre se presentan oficialmente, el comité local del radio[xvi] del PCE en Granada y las Juventudes Comunistas (JJ.CC.) Estos meses previos al IV Congreso del PCE, que se celebrará en Sevilla, podemos observar la debilidad del Partido, en la revista Bolchevismo[xvii] se reconoce que es una organización testimonial, que debe de transformarse de forma profunda para ser una herramienta útil para la clase trabajadora, ya que en la situación actual la estructura del Partido no responde a las necesidades de la intervención social.

El Defensor de Granada, 28/12/1931, Año LII, núm 27891.

El sevillano Manuel Delicado, miembro del Comité Central del PCE, será designado para impulsar la organización comunista en Granada, a la cual representará en diferentes ocasiones. En marzo de 1932 se celebra el IV Congreso del PCE en Sevilla, donde Delicado va en representación de la provincia, siendo elegido en el mismo, miembro del Comité Central del PCE. La organización sigue siendo de las más frágiles de Andalucía.

El ambiente anticomunista es muy acentuado, pudiéndose observar cómo se desliza en las páginas de 'El Defensor de Granada', en muchas ocasiones, esa visión, a través de los artículos, noticias, editoriales…

El ambiente anticomunista es muy acentuado, pudiéndose observar cómo se desliza en las páginas de El Defensor de Granada, en muchas ocasiones, esa visión, a través de los artículos, noticias, editoriales… se plantea la opción comunista como algo inviable, que pone en riesgo las conquistas que están produciéndose con la República. Llegará a haber intentos de responsabilizar a los comunistas de los actos contra el patrimonio religioso, nunca más lejos de la realidad:

“El Partido Comunista de España se crea en Granada a finales de 1931 y no pasará de ser una organización meramente testimonial hasta el proceso electoral de 1936. Aunque su ideología era marcadamente anticlerical, es muy poco probable que un partido tan débil pudiera jugar un papel reseñable en la quema de iglesias y conventos”[xviii]

 Pero según el Partido va abriéndose hueco en la sociedad granadina aumenta su aceptación y de manera paulatina su militancia. La imagen va cambiando, y con curiosidad se observa por propios y extraños, que son personas normales desposeídas de todas las características “diabólicas” que se les atribuyen.

El Defensor de Granada, 30/12/1931, Año LII, número 27894.

La situación de conflictividad social va en aumento en todo el país durante 1932 y junto con las demás fuerzas obreras un PCE mucho más reforzado, llamará a la huelga general el 11 de agosto ante el intento frustrado de golpe militar del general Sanjurjo, apareciendo en El Defensor de Granada de 22/08/1932 las exigencias ante la situación de excepcionalidad producida, siendo una de las fuerzas obreras más decididas a lanzarse a la lucha.  

Fuentes hemerográficas:

  • Biblioteca virtual de Andalucía: El Defensor de Granada
  • Biblioteca virtual de prensa histórica: revista Bolchevismo

Artículos:

  • BARRIOS ROZUA, Juan Manuel, “Conflictividad social y destrucción de bienes religiosos en la ciudad de Granada durante la Segunda República”, en Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, nº9, segunda época, Granada, 1995
  • ERICE, Francisco, “Sectarismo, dicrepancia y escisiones internas en el PCE.1930”, en Documentos para un centenario del PCE 1921-2021 del períodico Mundo Obrero, versión digital, 29/12/2020
  • TORRUS, Alejandro, “La huida del Borbón”, en el diario digital Público, 14/04/2013
  • VEGA SOMBRÍA, Santiago “La posición del PCE ante los movimientos contra la Monarquía, a comienzos de 1931”, en Documentos para un centenario del PCE 1921-2021 del períodico Mundo Obrero, versión digital, 02/02/2021
  • VEGA SOMBRÍA, Santiago, “Ante la República y la revolución democrática: Circular del Secretariado Político a todas las federaciones, radios y células del Partido (15 de julio de 1931)” en Documentos para un centenario del PCE 1921-2021 del períodico Mundo Obrero, versión digital, 02/02/2021

Bibliografía:

  • AA.VV. Historia del Partido Comunista de España, París, Editions Sociales, 1960
  • ALARCÓN CABALLERO, José Antonio, El movimiento obrero en Granada en la II República (1931-1936), Granada, Diputación Provincial de Granada, 1990
  • MARTÍN NÁJERA, Aurelio, Diccionario Biográfico del Socialismo Español, Fundación Pablo Iglesias, hay varias ediciones en papel y se puede consultar en https://fpabloiglesias.es/archivo-y-biblioteca/diccionario-biografico/
  • MORENO GÓMEZ, Francisco, La última utopía. Apuntes para la Historia del PCE andaluz 1920-1936, Córdoba, Comité Provincial del PCA en Córdoba, 1995
  • Reig García, Ramón, La comunicación en Andalucía: Historia, estructura y nuevas tecnologías, Sevilla, Centro de Estudios Andaluces, 2011

Citas bibliográficas:


[i] VEGA SOMBRÍA, Santiago “La posición del PCE ante los movimientos contra la Monarquía, a comienzos de 1931”, en Documentos para un centenario del PCE 1921-2021 del períodico Mundo Obrero, versión digital, 02/02/2021

[ii] ERICE, Francisco, “Sectarismo, dicrepancia y escisiones internas en el PCE.1930”, en Documentos para un centenario del PCE 1921-2021 del períodico Mundo Obrero, versión digital, 29/12/2020

[iii] TORRUS, Alejandro, “La huida del Borbón”, en el diario digital Público, 14/04/2013

[iv] AA.VV. Historia del Partido Comunista de España, París, Editions Sociales, 1960, p.58

[v] VEGA SOMBRÍA, Santiago, “Ante la República y la revolución democrática: Circular del Secretariado Político a todas las federaciones, radios y células del Partido (15 de julio de 1931)” en Documentos para un centenario del PCE 1921-2021 del períodico Mundo Obrero, versión digital, 02/02/2021

[vi] En El Defensor de Granada, 15/07/1931, Año LII, número 27595

[vii] En El Defensor de Granada, 2/05/1931, Año LII, número 27474

[viii] Reig García, Ramón, La comunicación en Andalucía: Historia, estructura y nuevas tecnologías, Sevilla, Centro de Estudios Andaluces, 2011, p.87

[ix] En El Defensor de Granada, 13/05/1931, Año LII, número 27491

[x] BARRIOS ROZUA, Juan Manuel, “Conflictividad social y destrucción de bienes religiosos en la ciudad de Granada durante la Segunda República”, en Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, nº9, segunda época, Granada, 1995, p.195

[xi] Fragmentos del artículo publicado en la portada de El Defensor de Granada el 26/05/1931, Año LII, número 27513, por el granadino Enrique Fajardo, director del períodico La Voz.

[xii] MARTÍN NÁJERA, Aurelio, Diccionario Biográfico del Socialismo Español, Fundación Pablo Iglesias, hay varias ediciones en papel y se puede consultar en https://fpabloiglesias.es/archivo-y-biblioteca/diccionario-biografico/

[xiii] ALARCÓN CABALLERO, José Antonio, El movimiento obrero en Granada en la II República (1931-1936), Granada, Diputación Provincial de Granada, 1990, pp.307-309

[xiv] En El Defensor de Granada, 26/12/1931, Año LII, núm. 27889

[xv] En El Defensor de Granada, 28/12/1931, Año LII, núm. 27891

[xvi] Este término es el utilizado para denominar a las agrupaciones locales. Hoy día tras el XX Congreso del PCE pasaron a denominarse “núcleos”.

[xvii] HURTADO, M, “Los grandes problemas del Partido. Por un viraje inmediato y fundamental en la organización”, en la Revista teórica del PCE, Bolchevismo, Madrid, 11/03/1932, pp.58-62

[xviii] BARRIOS ROZUA, Juan Manuel, “Conflictividad social y destrucción de bienes religiosos en la ciudad de Granada durante la Segunda República”, en Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, nº9, segunda época, Granada, 1995, p.191-192

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Juan Francisco Arenas de Soria es profesor de Geografía e Historia y Miembro de la Asociación Granadina Verdad Justicia y Reparación.

Si no tuviste la oportunidad de leer o quieres volver a hacerlo, te ofrecemos la presentación de la serie que, cada viernes, Juan Francisco Arenas de Soria nos ofrecerá semanalmente sobre la historia del Partido Comunista que, en noviembre, cumplirá 'cien años al servicio de la clase trabajadora', con la intención de que los artículos 'nos aproximen a la realidad de un movimiento social clave para entender nuestro país, su lucha por la democracia y la libertad en contextos realmente complejos, y eso sí, siempre desde una perspectiva granadina":