El aumento de altos cargos en la Junta desmonta la austeridad, símbolo del ‘Gobierno del cambio’ de Moreno
A pesar del superávit en las cuentas andaluzas, no hay dinero para reforzar con más profesionales sanitarios una debilitada sanidad pública o para la dependencia, con listas de espera interminables, pero sí para que la Junta de Andalucía nombre altos cargos y puestos de confianza
A pesar del superávit en las cuentas andaluzas, no hay dinero para reforzar con más profesionales sanitarios una debilitada sanidad pública o para la dependencia, con listas de espera interminables, pero sí para que la Junta de Andalucía nombre altos cargos y puestos de confianza.
Los presupuestos andaluces para 2021 desvelan que los altos cargos de la Junta, gobernada por Moreno con el apoyo de Ciudadanos, y, con la extrema derecha de muleta parlamentaria, costaron 14,4 millones de euros, un 22,4 por ciento más que en la última legislatura socialista.
Y ello, pese a la promesa de austeridad y el fin de altos cargos innecesarios de la que hizo gala Moreno, secundado por el ya ausente de la vida política, Juan Marín, que fue uno de los símbolos del que se proclamó como Gobierno del cambio.
Pero ahora, de nuevo, engorda la Administración andaluza. Con el Gobierno de mayoría absoluta del PP, la Junta de Andalucía tendrá, al menos, una veintena de altos cargos más, que en el de coalición con Cs.
En su última comparecencia tras un Consejo de Gobierno, el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, sí admitió un incremento de altos cargos, que defendió, e insistió en que era una estructura “eficiente” y “una adecuación prudente”, habló de “funcionalidad y eficiencia”, pero rehusó dar cifras sobre el crecimiento de gasto público que supondrá
En su última comparecencia tras un Consejo de Gobierno, el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, sí admitió un incremento de altos cargos, que defendió, e insistió en que era una estructura “eficiente” y “una adecuación prudente”, habló de “funcionalidad y eficiencia”, pero rehusó dar cifras sobre el crecimiento de gasto público que supondrá.
Y todo ello, a falta del desarrollo del organigrama en las ocho provincias andaluzas de la réplica de consejerías en delegaciones de la Junta, más los delegados o delegadas provinciales, así como los cargos que aún quedan por designar de los entes instrumentales y empresas públicas, aquellas que el PP (y Ciudadanos) quería eliminar, con el encargo de auditorías millonarias, y que apenas redujo lo que llamaba la ‘administración paralela”.
Moreno decidió ampliar de 11 a 13 el número de consejerías, lo que inevitablemente aumentará considerablemente el número de altos cargos. El dato no está todavía cerrado, pero de momento, el organigrama del segundo Gobierno de Moreno tendrá 18 altos cargos más que el primero, sin contar a los consejeros.
El presidente, junto a consejeros y consejeras de su Gobierno. Joaquín Corchero/Europa Press
El crecimiento en el número de esos cargos de confianza no lo ha cuantificado aún el nuevo Gobierno andaluz, o no lo ha querido desvelar. Sanz dijo que sería el “mínimo imprescindible", sin precisar de forma argumentada en función de qué criterio sería ese “mínimo imprescindible”.
Pero no todos los que son y serán altos cargos figuran en esas estructuras orgánicas de las consejerías y Presidencia que amplían a 132 el total de diretivos de confianza
Tras las elecciones andaluzas, el Consejo de Gobierno ya se ha reunido en cuatro ocasiones. En las tres últimas aprobó un aluvión de nuevos nombramientos, así como las estructuras de las 13 nuevas consejerías, así como la de Presidencia. Pero no todos los que son y serán altos cargos figuran en esas estructuras orgánicas de las consejerías y Presidencia que amplían a 132 el total de diretivos de confianza.
Como ejemplo de que no todos los nombramientos figuran en los organigramas, en los sucesivos consejos de gobierno tras las elecciones se aprobaron un total de 138, 6 más que los que figuran en las estructuras de las consejerías. 11, en el del 29 de julio; 4 en el del 2 de agosto; 10, en el del 9 de agosto y 113 en el último, previo a las vacaciones del Gobierno de la Junta, en el que se informó en nota, sin comparecencias públicas de consejeros.
Moreno saluda a Sanz, tras la rueda de prensa para anunciar la conformación del nuevo gobierno. Joaquin Corchero/Europa Press
Moreno, desmintiéndose cuando prometía austeridad en la Administración andaluza, justificó la ampliación del número de consejerías de 11 a 13 en “mejorar la gestión” y evitar la existencia de macroconsejerías, que impuso Ciudadanos, con un exceso de competencias.
Sanz en su última comparecencia, trató de justificar a Moreno, ante el irremediable incremento de los segundos niveles, y señaló que respondía a las prioridades políticas que marcó el presidente en su discurso de investidura”
Sanz en su última comparecencia, trató de justificar a Moreno, ante el irremediable incremento de los segundos niveles, y señaló que respondía a las prioridades políticas que marcó el presidente en su discurso de investidura”.
Es difícil determinar qué consejerías son las que más aumentan el número de altos cargos. A la opacidad del Gobierno andaluz hay que sumar el movimiento de competencias entre las consejerías, y las nuevas incorporadas, así como los cambios de denominación, lo que complican, de momento, un análisis pormenorizado. Sanz puso como excusa para no detallar ahora estas cifras que aún no se había decidido la estructura de la Junta en las ocho provincias andaluzas.
Cuando concluyó la legislatura, la estructura en las provincias estaba integradas por 89 altos cargos, frente a los 65 del último gabinete socialista de Susana Díaz
Pese a que el Gobierno del PP, gracias a su mayoría absoluta conseguida en las urnas, no debería tener problemas para explicar con detalle el aumento de altos cargos, esta situación contrasta con lo que sucedió cuando PP y Ciudadanos llegaron con alfileres en la anterior legislatura.
El nuevo Ejecutivo con mayoría absoluta del PP tardó 21 días en publicar la estructura del Gobierno, pero no puede todavía dar datos sobre cuánto crecerá el gasto anual en altos cargos. El primer Gobierno de Moreno tardó algo más, 25 días, en diseñar sus estructuras, pero el entonces portavoz, Elías Bendodo, ya fue capaz de cifrar la reducción del organigrama en un 13% y calculó un ahorro de 6,5 millones de euros en la legislatura.
En aquel entonces, Bendodo arremetía contra “el despilfarro” socialista y defendía que el gobierno “del cambio” había venido a poner orden, “quitar grasa” y acabar con el dispendio del dinero público en altos cargos. Ahora Bendodo está fuera del Gobierno y trata de buscar su sitio en la dirección nacional, con muchas dificultades y graves errores
En aquel entonces, Bendodo arremetía contra “el despilfarro” socialista y defendía que el gobierno “del cambio” había venido a poner orden, “quitar grasa” y acabar con el dispendio del dinero público en altos cargos. Ahora Bendodo está fuera del Gobierno y trata de buscar su sitio en la dirección nacional, con muchas dificultades y graves errores.
La pasada legislatura comenzó con una reducción de esta Administración periférica en las provincias, que pasó de tener 65 miembros a 57. El tiempo acabó por enmendar esta decisión y Moreno, un año después de su toma de posesión, optó por disgregar delegaciones para agilizar la gestión, lo que derivó, lógicamente, en más nombramientos. Cuando concluyó la legislatura, la estructura en las provincias estaba integradas por 89 altos cargos, frente a los 65 del último gabinete socialista de Susana Díaz.
La reducción de las estructuras de la Junta fue una de las principales banderas del PP en su etapa en la oposición. Hasta el propio Sanz llegó a reclamar una reducción del 50% de altos cargos hace más de una década.
Primer Consejo de Gobierno del segundo mandato de Moreno. Joaquín Corchero/Europa Press
Con el “mantra” de este el “el Gobierno de la gestión y los hechos” y el convencimiento de que “no hay tiempo que perder”, el PP a la luz de los hechos, entierra el discurso del ahorro en Andalucía y la enmienda a la totalidad a los anteriores gabinetes socialistas con la que se estrenó la anterior legislatura. Ahora, el Gobierno del neomoderado Moreno vuelve a ampliar los altos cargos.
En total 290, frente a los 267 del último organigrama de la socialista Susana Díaz, también, según el Portal de Transparencia. Es decir, 23 cargos más, los que prometían “austeridad” y “quitar grasa” a la Junta de Andalucía
Ya lo hizo a lo largo del anterior mandato. El mensaje que caló de que iban a reducir la estructura no se cumplió. Al término del mandato, atendiendo a los datos del Portal de la Transparencia, la Junta contaba con un total de 204 cargos dependientes de la administración, más otros 86 en su sector público. En total 290, frente a los 267 del último organigrama de la socialista Susana Díaz, también, según el Portal de Transparencia. Es decir, 23 cargos más, los que prometían “austeridad” y “quitar grasa” a la Junta de Andalucía.
Es más, en 2020, cuando el mensaje era el de recortar y eliminar excesos, los altos cargos eran ya 260; 178 de la administración y 82 del sector público.
Esto también tuvo su reflejo en el pago del alquiler a altos cargos que viven en Sevilla y que vienen de otras provincias, una práctica que durante años el PP utilizó como ejemplo de despilfarro pero que a la hora de la verdad no derogó, sino que incrementó
Esto también tuvo su reflejo en el pago del alquiler a altos cargos que viven en Sevilla y que vienen de otras provincias, una práctica que durante años el PP utilizó como ejemplo de despilfarro pero que a la hora de la verdad no derogó, sino que incrementó. El resultado fue que en el primer mandato de Moreno hubo más directivos que hicieron uso de esta prerrogativa que en etapas anteriores.
La falsa austeridad de Moreno desmonta también una de las estrategias de desgaste de Alberto Núñez Feijóo al Gobierno de Pedro Sánchez, que reclama una reducción de los 22 ministerios actuales y del número de asesores que trabajan en la Moncloa.
Casi cuatro años más tarde, la Junta de Andalucía gobernada con mayoría absoluta por el PP aún no quiere desvelar el incremento total de altos cargos y el coste que supondrá porque, alega, aún queda por definir la estructura de las delegaciones provinciales, y el sector público. Por lo que aún queda una gran cantidad de altos cargos. Veremos.