Artículo de Opinión

Atender la vulnerabilidad como prioridad

Política - Olga Manzano - Martes, 5 de Mayo de 2020
Olga Manzano, secretaria de Política Municipal del PSOE de Granada, nos ofrece una reflexión sobre las medidas que ha ido aprobando el Gobierno de España para detenerse en el subsidio extraordinario para las empleadas del hogar que, destaca, "esta vez sí han sido tenidas en cuenta".
Pedro Sánchez y seis de sus ministros en una reunión durante la crisis de la COVID-19.
Pool Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa
Pedro Sánchez y seis de sus ministros en una reunión durante la crisis de la COVID-19.

De discursos vacíos, de reproches sin propuestas y de actitudes desleales con el Gobierno de España, está repleto el entorno de los sectores más conservadores de este país. Mientras, este Ejecutivo sigue centrado en la gestión de la pandemia provocada por el Covid-19, la peor emergencia sanitaria desde hace más de cien años, que nos azota como al resto de países del mundo.

Pero hay otros entornos desde dónde surgen propuestas constructivas que permiten una reflexión serena sobre lo que está aconteciendo y sobre la iniciativa del Gobierno en esta situación tan crítica y trágica. Es aquí donde escuchamos otras expresiones y, una de las que más se repite, afirma que “menos mal que esta crisis no nos ha pillado con un Gobierno de derechas”.

Analicemos el porqué. Según vamos conociendo las medidas urgentes que está aprobando el actual Ejecutivo, identificamos y detectamos el orden de las prioridades. Es aquí donde debe notarse la diferencia entre una gestión progresista y una conservadora. El orden elegido por este Gobierno, es el orden que se espera desde una perspectiva de izquierdas. Basta con responder a la pregunta sobre cómo se están distribuyendo los recursos en estos momentos. Recursos que, recordemos, son finitos. Y son finitos ahora, aún más, porque la circunstancia política actual está precedida de otra de austeridad a ultranza que ha tenido entre otras consecuencias una reducción del Estado, un adelgazamiento considerable de lo público.

Así, en primer lugar y tras la declaración del Estado de Alarma en marzo, el Gobierno de España está destinando recursos a una de las principales urgencias, como proteger con recursos la salud pública.. Esto es, todo tipo de bienes y materiales sanitarios (mascarillas, EPIS, respiradores, hospitales de campaña, test covid-19), así como la imprescindible inversión en investigación. Y ello no exento de importantes dificultades. Por un lado, el desabastecimiento de material estratégico para una crisis sanitaria global; y por otro, un mercado mundial competitivo con inflación de precios por la alta demanda general de ese material esencial.

En segundo lugar, decidió destinar recursos a proteger a las personas más vulnerables con distintas medidas complementarias en el ámbito social y económico para, desde esta perspectiva, hacer frente a otros de los efectos del covid-19. Porque en esta crisis, el Gobierno de España ha trabajado con la premisa básica de que “nadie se quedara atrás”.

Así, ha centrado su atención en colectivos tales como el de las personas trabajadoras con más dificultades y entre ellas las afectadas por ERTEs, las del régimen autónomo, las que tenían contratos de carácter temporal, las desempleadas del campo…. También ha sido sensible con personas dependientes que necesitan refuerzo de los servicios de ayuda a domicilio. Ha pensado en familias que por sus características, hoy, no pueden asegurarse el pago de suministros básicos como la alimentación, la energía o el agua o de cuotas hipotecarias o alquileres. Además, el Gobierno no ha olvidado centrar la atención en las víctimas de violencia de género ya que, en confinamiento, aumentan sus riesgos. Tampoco se ha olvidado de un colectivo que, precisamente, casi siempre ha sido obviado y que a partir de este martes ya podrá solicitar un subsidio extraordinario: el de las empleadas del hogar.

Las empleadas del hogar son, casi en exclusiva, mujeres. Mujeres que han cubierto los huecos que dejaron otras mujeres que tuvieron la oportunidad de insertarse laboralmente en otros sectores

Las empleadas del hogar son, casi en exclusiva, mujeres. Mujeres que han cubierto los huecos que dejaron otras mujeres que tuvieron la oportunidad de insertarse laboralmente en otros sectores. Mujeres a las que la tradicional división sexual del trabajo les ha asignado el cuidado del hogar propio y del ajeno. Mujeres casi siempre mal remuneradas o con difíciles condiciones de trabajo. Mujeres, empleadas del hogar, que casi nunca han contado con el más mínimo reconocimiento de la sociedad, y sin embargo son imprescindibles. Mujeres, en un gran porcentaje migrantes, que llegaron en busca de empleo para poder enviar dinero a las familias que dejaron en sus países de origen a cargo de otras mujeres. Mujeres, que en esta crisis también han tenido que dejar de trabajar, y que por tanto también han dejado de percibir los ingresos con los que colaboran en la economía familiar y que a veces son los únicos que entran en casa. Empleadas del hogar, un colectivo tan vulnerable como el más vulnerable de los colectivos. En definitiva, “mujeres que se levantan cansadas, se acuestan agotadas y, aún así, no dejan de trabajar todos los días para construir un mundo mejor” (Nuria Varela en Cansadas).

Mujeres empleadas del hogar que esta vez sí han sido tenidas en cuenta y que, tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del procedimiento, podrán pedir y percibir dicho subsidio extraordinario ante la falta de actividad, la reducción de las horas trabajadas o la extinción del contrato como consecuencia del covid-19. 

A pesar de todo ello, y de la fuerte demanda, esta es sólo una medida paliativa. El subsidio aprobado para las trabajadoras del hogar, aun siendo considerado un paso importante, no cambia la situación de un sector en el que la mayor parte del empleo permanece en la economía sumergida. Esta situación hace que todas las medidas que se aprueben pensado en ellas, serán seguramente insuficientes. Es por lo que hay que seguir teniendo en cuenta las reivindicaciones de las trabajadores del hogar. 

También hay un tercer, cuarto y seguro muchos más momentos o etapas en el orden de la distribución de los recursos finitos para seguir atendiendo al resto de prioridades. Será el momento de centrarse en la recuperación de la actividad económica y del empleo. Y ahora me pregunto ¿cuál hubiese sido el orden de un Gobierno de derechas con el actual panorama político?

Olga Manzano es secretaria de Política Municipal del PSOE de Granada.