Al final del pasado mes de noviembre llegó a manos del Observatorio del Discurso de Odio (ODO), pertenciente a Instituto de la Paz y los Conflictos (IPAZ) de la UGR, un pasquín de la organización política VOX “avisando” a posibles vecinos de que otros grupos políticos como PP y PSOE estaban “repartiendo” ilegales en los barrios, abusando del miedo a la inseguridad de los vecinos y su buena fe, y con algunas propuestas que el observatorio considera ilegales y, según nuestro ordenamiento jurídico, de imposible implantación. En ese libelo hay un link QR que lleva a una petición de firma y un video de alguien de ese partido político “explicando” las “propuestas”.

José Ferrer Sánchez, coordinador del Observatorio del Discurso de Odio, no descarta ponerlo en conocimiento de la Fiscalia de Granada por si pudiera conculcar el artículo 510 del Código Penal en materia de delitos de odio.  

"No hay personas ilegales, solo podrían ser ilegales o irregulares las situaciones administrativas de las personas"

Según explica el observatorio en un comunicado, el mencionado pasquín "es una oda al discurso de odio, ya desde el lenguaje utilizado como “reparto” como si fueran los migrantes objeto de ese discurso de odio, bombonas de butano o sacos que se “reparten” y no personas y un colectivo especialmente vulnerable, o “ilegales”, "no hay personas ilegales, solo podrían ser ilegales o irregulares las situaciones administrativas de las personas".

"Cumpliendo de forma grosera y agresiva los criterios de detección del discurso de odio; está dirigido a un grupo de personas de vulnerabilidad tipificada y determinada como son los migrantes, incluyendo los menores, que se le olvida que también son niños muchos de ellos, los humilla con un lenguaje agresivo, despectivo y peyorativo, los demoniza con la intención falsa y ficticia de que otros participen en esa denigración y menosprecio, poniéndoles en la diana de la supuesta inseguridad a la que hacen referencia", continúa el observatorio.

"Mentiras, bulos y falsas verdades"

"Vierten mentiras, bulos y falsas verdades, que son las peores mentiras, incitando a los vecinos, repetimos, abusando de su buena fe, con propuestas imposibles e inviables en un Estado como el nuestro social, democrático y de derecho", afirma el ODO, que cumple con unas de sus funciones fundacionales de “identificar manifestaciones de cualquier índole del discurso de odio en nuestro entorno”, “así como un canal de denuncia social”, ya que "disponemos de datos, estadísticas y cifras contrastadas que desmienten todos los bulos, y odio que destila el pasquín de ese partido político y estaríamos encantados de explicarlas a ese grupo político a la luz de los Derechos Humanos y desde la Cultura de Paz. También animamos a representantes de los autores del mencionado pasquín a que vaya a esos Centros y conozca la labor de los trabajadores que desempeñan allí su labor, así como los cientos de voluntarios que trabajan con ellos". 

El ODO anima a ese partido político a que siga lo preceptuado en la Recomendación de Política General nº 15, de 8 de diciembre de 2015 de la Comisión Europea y firme la “Carta de los Partidos Políticos Europeos para una sociedad no racista”, suprimiendo el discurso de odio de sus materiales, declaraciones e intervenciones de sus representantes; de no hacerlo "conminamos a las instituciones a que retiren, como indica esa misma disposición de la Comisión Europea, el apoyo económico o de otra índole prestado por los poderes públicos a partidos políticos y organizaciones que emplean discurso de odio”.

Retórica incendiaria

El discurso de odio está adquiriendo una retórica incendiaria que estigmatiza y deshumaniza a las minorías, migrantes, refugiadas y aquellas que se etiquetan como “las otras”, estima el ODO. El discurso de odio -continúa- constituye una amenaza para los valores democráticos, la estabilidad social y la paz. El silencio y la inacción ante este discurso, puede dar una señal equivocada de indiferencia al fanatismo y a la intolerancia, pudiendo hacer que las personas vulnerables se conviertan así en víctimas.

"Hacer frente al discurso de odio impide que éste degenere en algo más peligroso como es la incitación a la violencia, hostilidad y a la discriminación"

"Hacer frente al discurso de odio impide que éste degenere en algo más peligroso como es la incitación a la violencia, hostilidad y a la discriminación. La lucha contra esta lacra se focaliza en defender la paz y la convivencia, poner coto al discurso de odio es crucial para impulsar el progreso y la convivencia pacífica, y ayuda de una forma decisiva y preventiva a poner fin a los conflictos, a la violación de los derechos humanos, a la vez que promueve sociedades pacíficas, justas e inclusivas", finaliza el Observatorio del Discurso de Odio.