Piensan algunos que al Feminismo se le contenta con un baile de letras y símbolos. Quizás consideren que este guiño aplacará los ánimos y hará volver al redil a las miles de mujeres que decidieron no volver a entregar su confianza a unas siglas que traicionan. Hay quienes han mostrado su cólera por creer que eliminar la decimoctava letra del abecedario y la cruz de la adición supone una merma en sus derechos mientras que otros, del mismo lado de quienes han osado tamaño desastre, critican la decisión porque para sumar ya están ellos, ellas y elles.

También se ha incluido otra enmienda dirigida a delimitar la participación en categorías deportivas femeninas a “personas con sexo biológico femenino”. Esto sí es importante porque, si realmente los dirigentes socialistas quieren recuperar a las feministas, ya están tardando en revisar la Ley del Deporte y las 14 leyes autonómicas que permiten la participación de varones autoidentificados como mujeres en las categorías deportivas femeninas

El 41 Congreso del PSOE, celebrado el pasado fin de semana en Sevilla, aceptó una enmienda para corregir la ponencia marco y eliminar la letra Q y el signo + al referirse al colectivo LGTBI. Es decir, casi nada. También se ha incluido otra enmienda dirigida a delimitar la participación en categorías deportivas femeninas a “personas con sexo biológico femenino”. Esto sí es importante porque, si realmente los dirigentes socialistas quieren recuperar a las feministas, ya están tardando en revisar la Ley del Deporte y las 14 leyes autonómicas que permiten la participación de varones autoidentificados como mujeres en las categorías deportivas femeninas. De lo contrario, el anunció no será más que otra mentira. Y, ya van muchas.

De todos los análisis escuchados en boca de profesionales de la tertulia -da igual el tema del que se hable aunque no se tenga la más remota idea de lo que se está afirmando- ninguno ha hecho referencia a la oportunidad del momento elegido por el PSOE para hacer su anuncio. Es necesario recordar que hace justo un mes el republicano Donald Trump ganó las elecciones presidenciales en Estados Unidos después de realizar una campaña electoral en la que se desmarcó de la deriva posmoderna que sitúa los sentimientos por encima de la realidad material para considerar mujer u hombre a toda persona que se identifique como tal, independiente de su sexo biológico. Los demócratas perdieron cientos de miles de votos de mujeres que, o bien se decantaron por Trump como protesta o bien decidieron no votar. Es posible que el PSOE haya tomado nota y no quiera recorrer, en unos años, la misma senda que ha llevado a Kamala Harris a su casa. Eso sí, tendrá que demostrar algo más que la utilización de la goma de borrar para eliminar dos caracteres de unas siglas que quedaban ya muy largas para no decir nada.

El Feminismo necesita hechos para volver a creer en un partido que se ha ido alejando de las mujeres en los últimos años, tanto que para alcanzar el poder ha tenido que pactar con quien estuviera disponible sin mirar mucho el daño que podría hacer a quienes han conformado la base más sólida de su electorado

El Feminismo necesita hechos para volver a creer en un partido que se ha ido alejando de las mujeres en los últimos años, tanto que para alcanzar el poder ha tenido que pactar con quien estuviera disponible sin mirar mucho el daño que podría hacer a quienes han conformado la base más sólida de su electorado. La herida es tan profunda que ya no valen las tiritas.

Habría sido muy interesante que los asistentes al congreso sevillano se hubieran dado una vuelta por la exposición Momentos del Feminismo que había sido instalada en el Edificio Central de la Universidad de la Laguna. Y digo habría sido porque, tras ser vandalizada por esos seres de luz agrupados bajo la letra Q y el símbolo + y después del vergonzoso comunicado del Equipo de Gobierno de la institución académica, los paneles han sido desmontados.

Especialmente, se refieren a un panel donde se explicaba que "en los últimos años, en algunos países del mundo, se han ido aprobando leyes que permiten que cualquier varón pueda autodeterminarse mujer con su palabra como único trámite necesario"

La exposición, que planteaba un recorrido por la lucha feminista desde hace 300 años parece haber ofendido mucho a los defensores del colectivo abecedario (LGTBIQA+). Especialmente, se refieren a un panel donde se explicaba que "en los últimos años, en algunos países del mundo, se han ido aprobando leyes que permiten que cualquier varón pueda autodeterminarse mujer con su palabra como único trámite necesario". Debe ser que, quienes han calificado estas palabras de “transfobia explícita” no se han leído la Ley Trans que, en ningún caso, contempla la necesidad de aportar documento alguno para realizar el cambio de la mención registral del sexo de cualquier persona que lo solicite.

El desmantelamiento de la exposición responde a un acto más de censura sobre las actividades realizadas por las feministas y, de momento, no se ha dejado caer en ningún medio de comunicación el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, para denunciar tal atropello

El desmantelamiento de la exposición responde a un acto más de censura sobre las actividades realizadas por las feministas y, de momento, no se ha dejado caer en ningún medio de comunicación el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, para denunciar tal atropello. Debe estar muy ocupado en la elaboración de su plan estrella sobre la censura. “Tenemos claro que la defensa de la cultura y la participación en la vida cultural de los europeos es la principal herramienta que tenemos de defensa de la democracia en unos momentos que no son fáciles para Europa. Cuantos más espacios de libertad tengamos, más condiciones tendremos para ensanchar nuestra democracia”, decía el ministro hace unos meses mientras calificaba su ministerio de un “dique contra la censura cultural”.

Nada han dicho los dirigentes socialistas de este acto vandálico, nada sobre la censura que supone el desmantelamiento de la exposición, nada sobre la callada por respuesta del ministro de cultura. Tampoco dijeron nada en su recién clausurado congreso de la Ley para la Abolición de la prostitución o la derogación de la Instrucción del 2010 que permite registrar a bebes nacidos mediante vientres de alquiler comprados por parejas españolas. Sólo Amparo Rubiales, quien fuera presidenta del PSOE Andalucía hasta hace un año, pidió en redes sociales gasear a las feministas. ¿Hablamos de letras?