Dos detenidos en Granada por explotación laboral de inmigrantes en locales de comida rápida

E+I+D+i - IndeGranada - Martes, 27 de Agosto de 2024
El personal empleado tenía que trabajar toda la semana 10-12 horas diarias por entre 500 y 600 euros al mes.
Vehículo policial de Extranjería y Fronteras.
policía nacional/archivo
Vehículo policial de Extranjería y Fronteras.

La Policía Nacional ha detenido en Granada a dos hombres de nacionalidad pakistaní, de 31 y 35 años de edad, el segundo con antecedentes policiales, como presuntos autores de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, contra los derechos de los trabajadores, favorecimiento de la inmigración clandestina, pertenencia a grupo criminal y falsedad documental, tras descubrir que en tres locales de comida rápida que regentaban mantenían explotados laboralmente a cuatro de sus compatriotas sin permiso de residencia y trabajo.

La investigación policial ha sido desarrollada por la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Granada junto con la Brigada Local de Extranjería y Fronteras de Vélez-Málaga, quienes han contado con la colaboración de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

Las actuaciones policiales comenzaron tras tener conocimiento de que un empresario nacionalizado español, pero de origen pakistaní, estaba al frente de varios locales de comida rápida, dos de ellos en Granada capital y un tercero en Vélez-Málaga, lugares donde trabajaban varios ciudadanos de este último país.

Las investigaciones revelaron que en los locales trabajaban cuatro hombres pakistaníes desarrollando jornadas laborales de 10-12 horas diarias durante los siete días de la semana por un sueldo de entre 500-600 euros mensuales. Ninguno de estos trabajadores disponía de permiso de residencia y trabajo.

Deudas de 10.000 euros con mafias de su país

Las víctimas eran captadas en otras provincias entre pakistaníes en situación irregular a través de terceras personas, haciéndose cargo el empresario de los costes del traslado.

Varios de los extranjeros explotados pusieron en conocimiento de los investigadores su situación de vulnerabilidad, ya que tenían a varios familiares a su cargo en su país de origen y habían contraído con las mafias que los habían trasladado hasta Europa una deuda de 10.000 euros. Estas circunstancias son las que favorecieron la aceptación de estas ilegales condiciones de trabajo por parte de los empleados de los locales de comida rápida.

El empresario y principal responsable de estos hechos no ha sido localizado hasta el momento; los detenidos, ya a disposición del juez, son las personas que habían sido puestas al frente de estos negocios por dicho empresario.