"La resistencia Palestina: un derecho legítimo más allá de la polémica"
A partir del 7 de octubre, varios estados han declarado el derecho de "legítima defensa" para la ocupación israelí. Esta declaración ha contribuido, de una manera u otra, a permitir que la ocupación cometa un genocidio en el siglo XXI, violando el derecho internacional, el derecho internacional humanitario, y observando las masacres televisadas sin rendir cuentas.
Al mismo tiempo, el derecho a la resistencia del pueblo palestino ha sido denegado o limitado, a pesar de haber estado sufriendo durante 76 años debido a la ocupación israelí y el apoyo de sus aliados. Aunque el propio derecho internacional reconoce el derecho a la resistencia y la libre determinación de los pueblos sin discriminación.
¿“Legítima defensa” o legitimar la ocupación?
De hecho, el debate sobre la "legítima defensa" en sí mismo no ha sido ni es legítimo, ya que la ocupación israelí primero declaró un "estado de guerra", lo cual es un acto ilegítimo debido a que "Israel" es una entidad ocupante que ha declarado la guerra contra un pueblo ocupado. Por lo tanto, aquellos que han reconocido la "legítima defensa" han intentado legitimar la ocupación y el genocidio que está ocurriendo en Palestina.
Se dice esto debido a la injusticia que ha sufrido y lo sigue sufriendo el pueblo palestino, al observar un genocidio durante seis más de meses que ha dejado a más de 34.000 personas asesinadas -la mayoría son niños e mujeres- y más de 75.000 heridas, además de una destrucción masiva y crímenes de ejecución sobre el terreno, junto con otras barbaridades perpetradas por la ocupación israelí en toda Palestina histórica.
Al permitir que todo esto ocurra, se evidencia el intento de legitimar y normalizar la ocupación, aprovechando el término de 'legítima defensa', con el propósito de ocultar el derecho a la resistencia del pueblo palestino
Al permitir que todo esto ocurra, se evidencia el intento de legitimar y normalizar la ocupación, aprovechando el término de 'legítima defensa', con el propósito de ocultar el derecho a la resistencia del pueblo palestino. Esto permite que la ocupación israelí lleve a cabo el genocidio y el desplazamiento forzado de la población Palestina. Por tanto, esto conduce a distorsionar la realidad a favor de la narrativa colonial de la ocupación israelí.
Eso se manifiesta en los intentos de mostrar lo que está ocurriendo en Gaza como si fuera un tema de ayuda humanitaria, de un proceso de negociaciones o de la administración requerida para la franja de Gaza. Eso significa de manera directa la negación del derecho de autodeterminación lo que también se considera violación del derecho internacional.
Bombardeo sobre Gaza. Mohammed Talatene/DPA Vía EP
¿Ocultar o negar el derecho a la resistencia?
A lo largo de más de 100 años, la resistencia ha sido un elemento fundamental de la identidad palestina frente a la ocupación colonial británica y la ocupación sionista. Aunque varios actores en la sociedad internacional niegan el derecho a la resistencia, también hay otros que lo reconocen. Ante esa situación entre negar y afirmar el derecho a la resistencia, surge el debate sobre la narrativa, la que puede determinar las posturas en torno a la resistencia.
En este contexto, se pueden identificar tres narrativas distintas sobre Palestina: la narrativa nativa y nacional palestina, la narrativa orientalista y la narrativa sionista. La última de estas niega completamente la existencia del pueblo palestino, mientras que la segunda se fundamenta en la perspectiva occidental, careciendo de credibilidad y objetividad. Por otro lado, la primera narrativa hace referencia a los 4000 años de historia de Palestina como tierra y pueblo nativo.
Por tanto, encontramos actores que reconocen el derecho a la resistencia, mientras que otros lo niegan, lo ocultan o lo limitan. Sin embargo, esta negación, limitación u ocultamiento no es una acción sin consecuencias, ya que implica negar la existencia del pueblo palestino y sus derechos reconocidos internacionalmente. Además, supone negar un elemento fundamental de la identidad palestina, que es la resistencia.
El contexto histórico de la resistencia
En relación con la resistencia como un elemento fundamental de la identidad Palestina, es importante plantear una pregunta fundamental: no solo por qué el pueblo palestino resiste, sino también por qué existe la resistencia en primer lugar. Esta pregunta nos lleva al siglo pasado, cuando se creó una entidad terrorista y se le denominó “Israel”.
Ante esa situación manifestada en colonizar la tierra de Palestina histórica, resulta que la resistencia es una necesidad objetiva para mantener la identidad palestina y los derechos del pueblo Palestino adentro y afuera de palestina. Además, es imprescindible recordar que la resistencia es un acto legítimo y común entre todos los pueblos que han sido colonizados a lo largo de la historia.
Esto no solo se debe a los intereses que se pueden determinar en términos realistas de la teoría de las relaciones internacionales, sino también porque la ocupación israelí representa el último pilar para legitimar toda una historia de colonización
No es sorprendente que la negación del derecho a la resistencia provenga de las potencias colonizadoras. No solo niegan ese derecho, sino que también van más allá al apoyar la ocupación israelí y participar en el genocidio. Esto no solo se debe a los intereses que se pueden determinar en términos realistas de la teoría de las relaciones internacionales, sino también porque la ocupación israelí representa el último pilar para legitimar toda una historia de colonización.
Esa historia se manifiesta en cometer genocidios, masacres, limpieza étnica y crímenes de guerra, sin que haya ningún tipo de rendición de cuentas ni activación del principio de responsabilidad internacional. Hoy en día, el genocidio que está cometiendo la ocupación israelí en Palestina es un episodio más en la cadena de crímenes de colonización a lo largo de la historia.
La situación en la que la ocupación israelí y las “antiguas” potencias colonizadoras legitiman la colonización como un fenómeno normal en la historia se interpreta como un intento de volver a restringir el derecho internacional solo a "los estados civilizados". Ante esta situación, la resistencia se presenta como un derecho fundamental y una necesidad objetiva.