Su reciente nombramiento como director del Patronato García Lorca comienza envuelto en polémica, la que usted ha sembrado a lo largo de muchos años. Por eso, su ascenso como alto cargo, en estas circunstancias, bien vale una dimisión, más que una disculpa.

¿Con qué cara, sr. Membrilla, va a dirigir el legado de vida y obra de Lorca, con la cara de histérico o con la de histórico?

¿Con qué cara, sr. Membrilla, va a dirigir el legado de vida y obra de Lorca, con la cara de histérico o con la de histórico? ¿Con qué credibilidad y con qué trasfondo va usted a ofrecer un discurso, a inaugurar un evento o a poner en valor al poeta universal, al poeta de la libertad, mientras se empeña en aislarlo de sus ideas, de su dolor, de su sentir, en definitiva, de su contexto histórico vital?

Las continuas faltas de respeto a familiares y víctimas de la dictadura franquista por parte de la derecha que usted representa, hasta le puede parecer gracioso y ocurrente, sin malicia. Pero, de ahí, se llega directamente a que el Centro de Estudios Andaluces, un organismo oficial, una institución similar a la que usted pretende dirigir, asevere que “Blas Infante murió por la quiebra de la convivencia”, cuestión de detalles... O que el propio y moderado presidente de la Junta inaugure un congreso equiparando a Pemán y Alberti.

Sólo los indocumentados y los que siguen sin reconocer la dictadura y la represión franquista, quienes se afanan en ponerse de perfil ante la mayor vergüenza de este país, que 80 años después nos sigue sonrojando por ser incapaces de cumplir con la reparación, justicia y verdad tal y como nos reclama la ONU, pueden permitirse tales desvaríos “histéricos”. En cualquiera de estas dos orillas, usted y la derecha española incumplen a sabiendas la Ley de Memoria Democrática, la andaluza y la estatal, y por tanto se sitúan fuera de la democracia. 

No ofende quien quiere, sino quien puede, y ya estamos acostumbrados a un Partido Popular indolente, que trata a las víctimas con la sorna de señorito socarrón porque es incapaz de desligarse de su herencia franquista

Pero no ofende quien quiere, sino quien puede, y ya estamos acostumbrados a un Partido Popular indolente, que trata a las víctimas con la sorna de señorito socarrón porque es incapaz de desligarse de su herencia franquista. 

El tuit, como otros tantos en los que también utiliza a Lorca como arma arrojadiza, es fruto de una libertad de expresión que le costó la vida a miles de personas de las que usted se intenta burlar y por las que, si tuviera algo de conciencia y de Memoria Democrática, jamás habría aceptado el cargo. 

Dice el filósofo Reyes Mate en su obra “La herencia del olvido”, que “no se puede construir un presente con miles de desaparecidos”, entre ellos el poeta García Lorca. “Una sociedad que quiera estar reconciliada debe hacerlo no desde el olvido, sino desde la Memoria”. Su disculpa, sr. Membrilla, no es ni una cosa, ni la otra. 

Cada mañana, cuando entre en el Patronato, recuerde que lo miran los ojos de Federico García Lorca, al que asesinaron los fascistas por homosexual, socialista y masón, y para las y los memorialistas, Lorca, somos todos. Recuérdelo, porque no merecemos una disculpa, sino su dimisión. 

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Federación Andaluza de Memoria Democrática