La Brigada Político Social y las Fuerzas de Orden Público en la Universidad de Granada (II)
Todas movilizaciones y posiciones políticas dejan patente, por otra parte, la tensión que se establece entre el Rectorado y el propio Gobierno Civil en algunas ocasiones, pues las asambleas siguieron realizándose y el propio Rector, Federico Mayor Zaragoza, “personalmente se vio obligado a enfrentarse a situaciones difíciles y comprometidas con el Gobernador Civil de Granada” y así, el mismo 4 de diciembre de 1970 el Rector “tuvo que advertir que se opondría con su propia presencia si fuera necesario a la posible intervención de la Fuerza Pública en una asamblea anunciada en la Facultad de Ciencias”. Sin embargo, la policía entró el día 5 de diciembre de 1970 en Letras para desalojar a los alumnos, al tiempo que “algunos Profesores Adjuntos y Encargados de la Facultad fueron interpelados incorrectamente por un Inspector de Policía en el momento en que se disponían a abandonar la Facultad”, como reconoce el propio Mayor Zaragoza cuando le escribe a Gallego Morell, amargamente, por esta actitud de la policía, interesándose por dichos profesores y reafirmándose en que él no había autorizado su entrada. Esta situación conflictiva lleva al rector a colocarse en una situación intermedia entre el Gobierno Civil y el movimiento estudiantil y deplorará tanto “la entrada de la Fuerza Pública en la Facultad de Filosofía” como “las actividades de algunos estudiantes que la provocaron”. (Acta de la Junta de Gobierno de la Universidad de Granada, núm. 475/19.12.70, p. 475 ( r) –116 y AHUGR, Secretaría General del Rectorado, Asociaciones de Estudiantes, 69/71, leg. 23-272).
La entrada de la policía en la Universidad se había convertido en un tema recurrente a finales de 1970, como se muestra en carteles y en reuniones de estudiantes con las autoridades académicas
La entrada de la policía en la Universidad se había convertido en un tema recurrente a finales de 1970, como se muestra en carteles y en reuniones de estudiantes con las autoridades académicas. La Facultad de Medicina, que mantiene un conflicto permanente desde el inicio del curso 70/71 por problemas derivados de la obsolescencia de sus prácticas o del númerus clausus, entre otros, en una de las reuniones que mantienen sus representantes con el rector, le plantean –además de los problemas específicos de su licenciatura- otros no menores como la necesidad de una mayor formación humanística de los estudiantes de Medicina y, sobre todo, dos colaterales: su repulsa por la entrada de la policía en la Universidad y una mayor libertad de reunión dentro de cada Facultad, lo que muestra una preocupación generalizada entre los estudiantes por estas dos cuestiones. Esta cuestión es recogida, significativamente, por el Diario Ideal en una extensa nota de prensa, poco habitual en ese medio, en la que aborda los problemas de estos estudiantes y al final, aunque de forma marginal, señala esta cuestión entre los temas tratados con el Rector. (Diario Ideal 19.12.70., p. 10).
Pero para comprobar la frecuencia con que las FOP y/o la BPS hacen acto de presencia en las distintas facultades para abortar las asambleas de los estudiantes, tomemos el primer semestre de 1972 donde confluyen distintas movilizaciones contra la Ley General de Educación (LGE), la huelga de Medicina, contra los planes de estudio impuestos o contra la propia represión.
Entrada de las FOP y/o de la BPS en las Facultades de la UGR durante el primer semestre de 1972
(Datos obtenidos de los periódicos Diario Ideal, Patria, Archivo Histórico del PCE y Archivo de la Universidad de Granada, Secretaría General del Rectorado).
Fecha
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Motivo
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26 de enero
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Las FOP y la BPS impiden que se celebre una Asamblea de Distrito en Derecho desalojando al alumnado
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3 de febrero
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La policía da un ultimátum a una Asamblea de Medicina que trataba problemas específicos, aunque no llega a actuar porque se disuelve pacíficamente. El día 4 entrará y desalojará a unos 200 estudiantes reunidos en el Aula Magna sin autorización
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10 de febrero
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La policía impide la entrada a sendas asambleas en Medicina y Ciencias
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15 de febrero
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La policía entra en el Hospital Clínico para disolver a estudiantes
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9 de marzo
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La BPS retira carteles y detiene a un estudiante en una asamblea del COU
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16 y 17 de marzo
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La BPS registra, por orden judicial, los locales de las Asociaciones de Estudiantes de Farmacia, Medicina y Derecho
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18 de abril
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Las FOP impiden una asamblea en Derecho y entran en Filosofía para retirar algunos carteles
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20 de abril
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La policía retira carteles en Filosofía
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19 de mayo
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La policía desaloja a los alumnos de Ciencias, reunidos en Asamblea, cuando protestaban por la subida de las tasas académicas
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Ante esa situación los estudiantes de Derecho dejan la interrogante: “¿Fue el Decano quien llamó a la policía? ¿O es que la policía, como ya sucede en muchas universidades del País (quien tiene la única autoridad en el país) está en la Universidad?
Más allá de las declaraciones de las autoridades académicas que, en todos los casos, niegan haber recurrido a la policía para disolver asambleas, lo cierto es que muchos activistas de la UGR nunca terminaron de creérselo. Uno de los carteles que la Cámara de Distrito coloca el 19 de abril de 1972, precisamente un día después de que la policía entrara en Derecho, viene a plantear estas dudas. “¿Quién llama a la policía?”, se preguntan los estudiantes al comprobar que cuando el Vicerrector había llamado al Gobernador para que entrara en la Facultad éste le contesta que ya había entrado. Ante esa situación los estudiantes de Derecho dejan la interrogante: “¿Fue el Decano quien llamó a la policía? ¿O es que la policía, como ya sucede en muchas universidades del País (quien tiene la única autoridad en el país) está en la Universidad? ¡¡Qué bueno!! ¡¡Don Paco [González Huertas, “El Jirafa”], candidato a Rector!!” (Cartel titulado “La acción represiva de la policía en nuestra Universidad”, fechado el 19 de abril de 1972, por la Cámara de Distrito de la UGR, en AHUGR, Estudiantes, Huelga de Medicina).
Pero, además, en numerosas ocasiones, la distancia temporal entre la llegada de un bedel -que comunicaba a los alumnos que determinada asamblea estaba desautorizada- y la presencia policial era tan pequeña, que lo lógico es que los alumnos pensaran en la complicidad entre autoridades académicas y gubernativas. Por ejemplo, cuando el 19 de mayo de 1972 unos 300 estudiantes de Ciencias estaban realizando una asamblea para protestar contra la anunciada subida de tasas académicas, al poco tiempo de que el bedel les comunicara que estaba prohibida, llegó la policía y los desalojó, no sin que antes hicieran una sentada en la puerta y volvieran a ser desalojados. (Diario Ideal del 20.5.72, p. 13).
Mayoral, alumno de Biológicas y dirigente del PC(i), luego PTE, afirma que después de desalojar al alumnado, a él lo sacaron “por la vivienda del bedel, que vivía en el sótano, para evitar conflictos con los estudiantes que estaban saliendo de la asamblea”
Estas sospechas se extienden a algunos casos concretos, como la detención de Roberto Mayoral Asensio en la misma Facultad de Filosofía, en Puentezuelas, tras una asamblea de estudiantes. Mayoral, alumno de Biológicas y dirigente del PC(i), luego PTE, afirma que después de desalojar al alumnado, a él lo sacaron “por la vivienda del bedel, que vivía en el sótano, para evitar conflictos con los estudiantes que estaban saliendo de la asamblea”. Para él esta actuación contaba con la connivencia de las autoridades académicas, porque “primero, tuvieron que esperar a que terminara la asamblea; luego, a que salieran los estudiantes para, finalmente, llevarme (la policía) por la vivienda del bedel”. (Entrevista a Roberto Mayoral Asensio, en AHCCOO-A).
Es tal, pues, la presencia de la policía en la Universidad que, en abril de 1972, los estudiantes acuerdan ir a la huelga cada vez que las FOP hicieran acto de presencia, pero, al mismo tiempo, pedirán explicaciones a las autoridades académicas y, ocasionalmente, protestarán ante el rectorado o a las distintas Juntas de Facultad para que se pronunciasen sobre ello. Así, el 21 de abril de 1972 un centenar de alumnos se dirigieron al rectorado para pedir explicaciones sobre la retirada de carteles en Derecho por la policía, al tiempo que exigían a la Junta de Facultad que se pronunciara próximamente sobre ello. (Diario Ideal, 21 de abril 1972).
No deja de ser significativo que señale como responsable sólo a “un pequeño grupo de activistas” y, por otro lado, que justifique su registro porque otros estudiantes a los que estos están “entorpeciendo el normal desenvolvimiento de sus estudios”, se habían dirigido a esa Jefatura de Policía para que pusiera fin a esos desmanes
La creciente actividad de protesta en el primer trimestre de 1972 en varias facultades llevará a la BPS a registrar, por orden judicial, los locales de las asociaciones de los estudiantes el 16 y 17 de marzo de 1972 en busca de “hojas clandestinas de carácter subversivo y posiblemente delictivo” que se habían difundido días antes en diversas Facultades y en barriadas de la capital y en las que se “incitaba a los universitarios a una paralización de la enseñanza”. Según la nota de la propia Jefatura Superior de Policía, tras el registro en Medicina, en Derecho y en Farmacia, se intervino en las dos primeras todo tipo de material para la confección de dicha propaganda, pero dada su descripción abultada de “diversas máquinas multicopistas y de escribir”, “millares de folios impresos”, “paquetes (...) destinados ya a su difusión”, “sobres dispuestos para ser enviados a profesores y personalidades”, “numerosos libros de contenido marxista”, “multitud de carteles de igual matiz”, etc., y su carácter de nota pública en portada, más pareciera una forma de trasladar a la opinión pública una imagen de la Universidad como fábrica de subversión que pudiera justificar no sólo su reiterada presencia en la misma, sino para ofrecer una imagen negativa del movimiento estudiantil en general. No deja de ser significativo que señale como responsable sólo a “un pequeño grupo de activistas” y, por otro lado, que justifique su registro porque otros estudiantes a los que estos están “entorpeciendo el normal desenvolvimiento de sus estudios”, se habían dirigido a esa Jefatura de Policía para que pusiera fin a esos desmanes. (Nota de la Jefatura Superior de Policía, en Diario Ideal, 18.3.72, portada, con el título “INTERVENIDA PROPAGANDA ILEGAL EN LOCALES ESTUDIANTILES DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA” y en el ABC del 19.3.72, p. 14).
Como reacción a estos registros policiales, se producirán asambleas y encierros en casi todas las facultades en los días siguientes y un intento de manifestación en Plaza Nueva, ante la Audiencia, que no llegó a celebrarse por la intervención de la policía
Como reacción a estos registros policiales, se producirán asambleas y encierros en casi todas las facultades en los días siguientes y un intento de manifestación en Plaza Nueva, ante la Audiencia, que no llegó a celebrarse por la intervención de la policía. Los locales de Derecho y Farmacia fueron reabiertos al día siguiente del registro, pero no el de Medicina en el que fue roto el precinto policial, por lo que permaneció cerrado algunos días más. Unas semanas más tarde se seguían produciendo manifestaciones de rechazo como el paro intermitente en Derecho que habían promovido los estudiantes Fernando Sena Fernández y Miguel Medina Fernández Aceytuno. (Archivo de la Universidad de Granada, Secretaría General del Rectorado, carpeta Estudiantes 71/72 y AHUFRE, Huelga de Medicina, de 11).
La presencia de la policía será en esos momentos una constante en las facultades de Granada. El 18 de abril de 1972, precisamente, otra asamblea no autorizada en Derecho, en la que participaban unos 150 estudiantes, volvería a ser desalojada por la policía mientras debatían sobre su participación en la elección del nuevo Rector, retirándose algunos carnets y quitando algunos carteles, como también había hecho unos días antes en la Facultad de Filosofía y Letras y como volverá a hacer unos días más tarde en las mismas facultades. Tal es la preocupación de los estudiantes por esta cuestión, que la asamblea de Derecho antes aludida, la dedicaron toda a “comentar la entrada de la Fuerza Pública en la Universidad” y un centenar de estudiantes subieron al rectorado el día 20 de abril para que se pronunciase al respecto, así como debía hacerlo la propia Junta de Facultad. Éste fue, sin duda, uno de los caballos de batalla del movimiento estudiantil que provocaba asambleas y paros (“huelga cada vez que entre la policía en la facultad” proponía esa asamblea de Derecho), carteles y panfletos que denunciaban la falta de libertad de expresión y donde se repetían las consignas de “Fuera Policía de la Universidad” y “Disolución de los cuerpos represivos”.
Todos estos acontecimientos durante el rectorado de Federico Mayor Zaragoza llevan a algunos dirigentes estudiantiles, como Roberto Mayoral, a afirmar que “desde un punto de vista político la Universidad durante la época de Federico fue una enorme comisaría de policía”
Todos estos acontecimientos durante el rectorado de Federico Mayor Zaragoza llevan a algunos dirigentes estudiantiles, como Roberto Mayoral, a afirmar que “desde un punto de vista político la Universidad durante la época de Federico fue una enorme comisaría de policía”. Una afirmación rotunda que no disfruta del consenso entre los mismos dirigentes estudiantiles, ya que, como vimos anteriormente, si para unos fue un “aire fresco” en la Universidad, para otros fue una forma más tragable de la autoridad del franquismo.
El Rectorado de Juan de Dios López González, que sigue al de Federico Mayor, hasta agosto de 1976, volverá a presenciar la entrada de las FOP en numerosas ocasiones. A poco de iniciado su mandato, en diciembre de 1972, la policía entrará en las Facultades de Letras y Ciencias para disolver sendas asambleas de estudiantes que trataban el problema de los PNNs. (Diario Ideal, 6.12.72, p. 22). En ese mismo mes, la muerte de un estudiante de Medicina en la Universidad de Santiago provocará concentraciones de estudiantes de diversas facultades granadinas por el centro de la ciudad que serán disueltas por la policía a la altura de Puerta Real e, incluso, se prohibirá la tradicional salve en el Triunfo, aunque no pudieron evitar una concentración numerosa de éstos hasta altas horas de la madrugada. (Diario Ideal, 8.12.72, p. 22). Igualmente, el Gobernador Civil prohibiría la salve del año siguiente ya que ésta se había convertido en un pretexto para la protesta antifranquista. De aquí que en 1973 la autoridad gubernativa advirtiera a los ciudadanos de la “responsabilidad en que pueden incurrir quienes pretendan sumarse al mismo”. (Diario Ideal, 7.12.73, p. 9).
La policía volverá a entrar en Letras en abril y noviembre de 1973 para disolver sendas reuniones que los alumnos de Románicas intentaron celebrar para tratar los problemas que mantenían con uno de sus profesores
La policía volverá a entrar en Letras en abril y noviembre de 1973 para disolver sendas reuniones que los alumnos de Románicas intentaron celebrar para tratar los problemas que mantenían con uno de sus profesores. En la de abril la inasistencia a clase, como señal de protesta, se responderá por el Decano con la suspensión de una asamblea prevista y, al poco, con la presencia de la policía en la facultad, sin que ésta pudiera evitar una sentada de alumnos en el mismo recinto. (Diario Ideal, 7.4.73, p. 16). En la de noviembre, volverán a intentar hacer una “tribuna libre”, que volverá a no ser autorizada por el Decano, para tratar el problema que arrastraban desde el curso anterior y por el que unos 120 alumnos no se habían presentado a sus exámenes de junio y septiembre. En esta ocasión, la irrupción de la fuerza pública en la Facultad impedirá la realización de la misma.
Tal es el seguimiento de esta actividad subversiva que no sólo los retiraban, sino que copiaban literalmente cada uno de ellos
La entrada de la policía en las facultades para retirar carteles será una constante también en este periodo. Tal es el seguimiento de esta actividad subversiva que no sólo los retiraban, sino que copiaban literalmente cada uno de ellos. Desde enero de 1973, en que se produce la detención de la Delegada de la Facultad, Araceli Ortiz Arteaga, junto a otros tres compañeros, el alumnado irá al paro como protesta y la policía entrará en la Facultad para disolver asambleas o para retirar “carteles subversivos”. Tal es su presencia que, en alguna ocasión, el paro académico se produce sólo como protesta ante el acoso policial, como el de los días 4 y 5 de marzo de ese año. Los paros por la intromisión policial se recogían en los medios de información de la ciudad: “en la Facultad de Letras ha habido los días 23 y 24 inasistencias a clase, relacionadas con una reciente entrada de la Fuerza Pública en la Facultad, que procedió a retirar carteles y murales de contenido extraacadémico”, movilizaciones que se repiten un par de meses después en otra Facultad: “durante el miércoles y jueves últimos, se ha registrado inasistencia a clase por parte del alumnado de la Facultad de Derecho, motivado por la entrada en la Facultad de la Fuerza Pública, que retiró diversos carteles. Hoy parece que volverá a la normalidad“. (Diario Ideal, 25.1.73, p. 10, y 6.3.73, p.16).
Esta situación represiva lleva a la Cámara de Distrito de la Universidad a redactar un documento, aprobado por unanimidad, en el que denuncia no sólo que la policía haya impedido celebrar numerosas asambleas, sino la actitud complaciente del Rectorado que “en ningún momento ha actuado de forma resuelta a favor de nuestra postura”
Esta situación represiva lleva a la Cámara de Distrito de la Universidad a redactar un documento, aprobado por unanimidad, en el que denuncia no sólo que la policía haya impedido celebrar numerosas asambleas, sino la actitud complaciente del Rectorado que “en ningún momento ha actuado de forma resuelta a favor de nuestra postura”. Y para certificar esta actitud denuncian cómo fue detenida la Delegada de Medicina y llevada a prisión durante una semana y que la autoridad académica no “hizo nada para remediar la situación” de la detenida. (Archivo de la Universidad de Granada, Secretaría General del Rectorado. Sección estudiantes. Resolución de la Cámara de Distrito en el curso 72/73).
En otras ocasiones, la solidaridad con la huelga de los PNNs, provocará que la policía vuelva a entrar en Derecho el 11 de febrero de 1975 o que pida el carnet de identidad ese mismo día a la entrada en la Facultad de Ciencias cuando los alumnos habían convocado una asamblea de distrito para el mismo motivo. Precisamente, esta presencia policial en las facultades inspira un cartel titulado “Fuera policías de la Universidad” que denunciaba que el día 21 de abril de 1975 habían entrado en Filosofía 12 policías con cascos y varios sociales para retirar éste y otros tres carteles porque eran, según el Gobierno Civil, “altamente subversivos e incitan a la revuelta”. Los otros carteles retirados y manuscritos literalmente por la DGS aludían a los presos políticos, al procesamiento de Alfonso Sastre y al aparato represivo en el estado capitalista. (Archivo del Gobierno Civil de Granada, Caja 1325-A, de Gobernador civil a Director General de Política Interior, núm. 20712). A lo largo de ese año, entre octubre y diciembre, se volverán a retirar carteles en Filosofía, Ciencias y en el Hospital Real en los que se criticaba el franquismo, se denunciaban los privilegios de la Universidad privada y la restricción de las libertades del movimiento estudiantil.
Todavía en febrero de 1976 más de 400 firmas de profesores y alumnos de la Universidad de Granada tienen que hacer ostensible, ante los medios de comunicación (tan poco dados a exponer sus reivindicaciones), “su disconformidad por la presencia de la Fuerza Pública en la puerta de los recintos universitarios”
Mas la presencia de la policía a la entrada de los recintos universitarios es casi permanente por la actividad que el movimiento estudiantil va desplegando a finales del franquismo y, más, en los años de la transición. Todavía en febrero de 1976 más de 400 firmas de profesores y alumnos de la Universidad de Granada tienen que hacer ostensible, ante los medios de comunicación (tan poco dados a exponer sus reivindicaciones), “su disconformidad por la presencia de la Fuerza Pública en la puerta de los recintos universitarios”, al tiempo que señalan lo evidente: que los problemas de la Universidad o de la sociedad española en general no se solucionarán con medidas coactivas, sino con el “reconocimiento de las libertades democráticas”. (Carta al Director del Diario Ideal, con más de 400 firmas de profesores y alumnos de la Universidad de Granada, en Diario Ideal, 21.2.76).
Durante el rectorado de Antonio Gallego Morel, que se inicia con el curso 1976/77, poco antes de la legalización de los partidos políticos, no nos encontraremos actividades culturales prohibidas en la misma dimensión que en los anteriores, pero seguiremos con la presencia de la policía en la Universidad en la medida en que la oposición política sigue frecuentando locales universitarios como lugares idóneos o únicos para sus convocatorias de reuniones o asambleas masivas, habida cuenta de que el estar proscritos no tienen sedes propias.
El mismo día 12 de noviembre, el Rector prohibirá un acto previsto en el Hospital Real y la asamblea se tuvo que realizar en los pasillos de la Facultad de Letras
La participación de los estudiantes en la jornada de lucha de la Coordinadora de Organizaciones Sindicales del 12 de noviembre de 1976 y la presentación de Coordinación Democrática volverán a generar conflictos y detenciones entre estudiantes y, como consecuencia se producirá un encierro en Ciencias que será desalojado por la policía. El mismo día 12 de noviembre, el Rector prohibirá un acto previsto en el Hospital Real y la asamblea se tuvo que realizar en los pasillos de la Facultad de Letras. El día 13 la Facultad de Filosofía volvería a desalojarse cuando sus alumnos protestaban contra las detenciones de los días anteriores.
Bibliografía
- ALCÁNTARA, Pablo: La Secreta de Franco. La Brigada Político-social durante la Dictadura. Planeta. Espasa Libros, Barcelona. 2022.
- CARRILLO LINARES, José María. Subversivos y malditos en la Universidad de Sevilla (1965-1977), Tesis doctoral en Centro de Estudios Andaluces, Sevilla, 2008.
- LLANOS, José María. Artículo publicado en octubre de 1968, “Marcuse nos acusa ¿con razón?”, aparecido en El Correo de Andalucía, el 22 de octubre de 1968, p. 3.
- MARTÍNEZ FORONDA, Alfonso; SÁNCHEZ RODRIGO, Pedro; RUEDA CASTAÑO, Isabel; SÁNCHEZ RODRIGO, José María; CONEJERO RODRÍGUEZ, Miguel y RODRÍGUEZ BARREIRA, Óscar: La cara al viento. Estudiantes por las libertades democráticas en la Universidad de Granada (1965-1981), Vol. I y II, Córdoba, El Páramo, 2012.
- SÁNCHEZ RODRIGO, Pedro y MARTÍNEZ FORONDA, Alfonso: La cara al viento. Memoria gráfica del movimiento estudiantil de Granada durante la dictadura y la transición. EUG, Granada, 2012. (De aquí proceden las imágenes de este artículo)
- Archivo Histórico de CCOO de Andalucía. Fondo Oral. Entrevistas orales a Jesús Carreño Tenorio, Antonio María Claret García, Arturo González Arcas, Roberto Mayoral Asensio, José María Lozano Maldonado y Javier Terriente Quesada
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Capítulo XXXVI: 'Terroristas en la Universidad, una represión cochambrosa'
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Capítulo XXXVII: 'José Cid de la Rosa'