"Renovables, sí, pero no así", el clamor de los territorios granadinos sacrificados por molinos eólicos y placas solares
Del Valle de Lecrín, de la Alpujarra, del Altiplano, hasta de Almería llegaron este martes por la tarde a la plaza del Carmen cientos de personas para manifestarse contra el modelo industrial de implantación de energías renovables, bajo el lema "Renovables sí, pero no así".
El motivo principal de la movilización era la autorización de la Junta para ubicar dos grandes aerogeneradores en la zona afectada por el devastador incendio de Los Guájares, tal y como informó este periódico. Una decisión que los organizadores de la manifestación, la plataforma Di No a las Torres, apoyada por numerosas organizaciones y colectivos, temen que sea la puerta de entrada a más proyectos en una comarca que ya cuenta con otras iniciativas en marcha, además de las ya existentes.
Pero, de fondo, la manifestación reclama la defensa del territorio, de su medio ambiente, de sus bienes naturales, su paisaje y la forma de vida de sus gentes, frente a un modelo extractivo de recursos, colonialista y especulativo, bajo la justificación de la llamada transición energética.
Reparto del territorio
Un modelo sin control ni planificación, donde las grandes eléctricas y fondos de inversión se reparten el territorio como calles del Monopoly, con la aquiescencia de las Administraciones, que cada vez relajan más los requisitos medioambientales, en una carrera por sumar megavatios de electricidad fotovoltaica y eólica al calor de los fondos europeos, a costa de sacrificar tierras de cultivo, paisajes, ecosistemas y fauna.
Se trata de una mal llamada 'transición energética' que prevé muchísima más potencia renovable que el consumo eléctrico del país -en descenso desde hace varios años- y mucha más de la que la red eléctrica puede asumir. Porque, por más renovables que se instalen, su intermitencia y la imposibilidad de almacenar su enegía hace imprescindible contar con sistemas de respaldo como las plantas de gas natural. Un exceso de renovables que pretende, en parte, orientarse a la producción del llamado 'hidrógeno verde' para abastecer a países como Alemania.
En la manifestación, que transcurrió desde la plaza del Carmen hasta el Triunfo, gentes del Valle de Lecrín y de la 'Granada vaciada' como el Altiplano y la Alpujarra, reivindicaron la defensa de su territorio. Y no solo de la implantación desmedida de megaplantas fotovoltaicas y molinos eólicos. También en defensa de otro recurso natural cada vez más escaso, el agua, y contra los proyectos de nuevas embotelladoras para hacer negocio de un bien público, justo cuando atravesamos la mayor sequía en muchas décadas.
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