Primeras nueve víctimas recuperadas en la tercera campaña de exhumaciones en el Barranco Víznar
En la fosa donde, desde mediados de abril, trabaja el equipo de la UGR que lleva a cabo las exhumaciones en las fosas del Barranco de Víznar, que afronta este año la tercera campaña en este Lugar de Memoria Histórica de Andalucía, se pueden ver los restos de un grupo de víctimas. Corresponden, según los primeros cálculos de los especialistas que trabajan sobre el terreno, a nueve personas. En el momento de su ejecución a manos de los golpistas, los cuerpos quedaron apilados unos sobre otros y sus restos, como las minuciosas labores de exhumación han sacado a la luz, están entrelazados.
La imagen es impactante aunque hayas visto otras similares -lo sigue siendo para los investigadores que llevan años trabajando en la recuperación de la Memoria Democrática-, pero más aún los detalles que se pueden apreciar, como los botones de nácar que se conservan, de las camisas que vestían al ser asesinados por los golpistas, las suelas de sus zapatos, y los proyectiles de los disparos que acabaron con sus vidas.
La forma en la que están dispuestos los cuerpos, cómo están quebrados o la manera en la que la tierra ha invadido los cráneos sirven para documentar los crímenes cometidos por el franquismo. Crímenes de lesa humanidad, como recuerda el profesor de la UGR Francisco Carrión, uno de los investigadores principales del equipo y quien lidera sobre el terreno los trabajos.
Con la recuperación de estas nueve víctimas, ya son 58 los cuerpos localizados en las fosas del Barranco de Víznar, donde en las dos anteriores campañas se exhumaron 49 cuerpos, 24 de ellos correspondientes a mujeres. El trabajo, que se desarrolla junto a la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, acaba de comenzar, y se prolongará durante los seis próximos meses.
En una visita al Barranco, con la subdelegada del Gobierno de España en Granada, Inmaculada López Calahorro, y el alcalde de Víznar, Joaquín Caballero, los profesores de la UGR Francisco Carrión, que lidera la excavación, y Rafael Gil Bracero, presidente de la AGRMH, han informado a los periodistas de esos primeros resultados y los detalles de la tercera campaña de exhumación.
Pasarán todavía al menos otros diez días antes de que se puedan exhumar esos cuerpos para llevarlos al laboratorio instalado en el Molino de Víznar, porque el trabajo es minucioso. Con precisión y cuidado, los integrantes del equipo trabajan a milímetros de los restos de las víctimas para liberarlos de la tierra que los ha cubierto desde que fueron asesinados, en las primeras semanas del golpe militar en 1936.
El trabajo en esta fosa es aún muy preliminar y, de momento, no hay datos que puedan servir para conocer a qué saca pertenecían estas víctimas, la fecha de su asesinato o su profesión. En la segunda campaña, por ejemplo, los dedales que aparecieron junto a las mujeres fueron una evidencia más de que se trataba de un grupo de bordadoras y costureras; las suelas de los zapatos de otro grupo localizado señalaba que eran trabajadores de El Fargue.
Este año la búsqueda de víctimas del franquismo saldrá del núcleo central del Barranco de Víznar -donde se abrirán más fosas además de la actual- hacia Puerto Lobo y El Caracolar. No será fácil el trabajo y probablemente se quedará en investigaciones preliminares. Entre otras razones, por los cambios e intervenciones que se han hecho a lo largo de las décadas en esos enclaves. No solo las reforestaciones que comenzaron en los 50 -Carrión ha recordado que en 1936, cuando comenzaron estos crímenes, no había ni un solo árbol en estos parajes, donde hoy se levantan pinos de gran porte, y la vegetación más alta no superaba el medio metro de alto-, sino construcciones como la de la Autovía.
Al tiempo que está en marcha esta tercera campaña, que como se ha indicado se prolongará seis meses, siguen los trabajos para completar las anteriores fases. Clave ahora es la identificación de los restos, cotejando el ADN con el Banco de ADN que ha recopilado las muestras de familiares de víctimas del franquismo. Esos análisis corresponden al Laboratorio de Identificación Genética de la UGR, donde se acumula el trabajo, con restos exhumados procedentes de fosas de otros puntos de Andalucía.
En este Barranco, la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica tiene documentadas, a través de años de investigaciones, 200 víctimas. En la provincia de Granada, como ha recordado este jueves Rafael Gil Bracero, hay al menos 11.000, el doble de las que reflejan las fuentes oficiales. Porque "la realidad es más dura", ha resaltado Gil Bracero, que se ha mostrado satisfecho por que las hipótesis de las investigaciones que comenzó hace treinta años se vean confirmadas ahora.
En la provincia hay 135 fosas, pero apenas un 20 por ciento se ha investigado, fundamentalmente porque fueron destruidas, en el marco del silencio y la estrategia franquista para ocultar lo sucedido.