En verano siempre ha hecho calor, sí, pero nunca como en este verano de 2022. Al menos hasta ahora. Así lo dicen los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El mes que acaba de terminar ha sido el segundo julio más caluroso en Granada desde que hay registros. El promedio de las temperaturas máximas ha sido de 39,3º, cuatro grados y medio por encima de la media histórica (34,8) y solo superado por julio de 2015, cuando la media fue tres décimas más alta, 39,6º. Y también ha sido el segundo mes con más días por encima de los 40 grados, nada menos que 12 días, también únicamente por detrás de los 13 días que en julio de 2015 rebasaron los 40º. 

Si a ello le añadimos que el mes anterior, junio, fue el junio con más jornadas por encima de 40 grados, 6, y con el segundo promedio más alto de temperaturas máximas, 34,2º (al igual que junio de 2016), solo por detrás de junio de 2017, se concluye que el presente estío de 2022 es el más caluroso, en conjunto, que ha habido en Granada. 

Y es que, ante las recurrentes frases como "a las olas de calor antes le llamábamos verano" y otras por el estilo que se han repetido estas semanas, quitándole importancia al calor extremo que estamos soportando de forma continuada y negando el calentamiento global -principal efecto del cambio climático, aunque no el único-, ante los bulos y la negación de la realidad están los datos. 

El Independiente de Granada ha consultado las temperaturas diarias de julio en Granada desde 1981. Y los datos muestran cómo el calor extremo se ha hecho cada vez más frecuente, hasta el punto de convertirse en algo habitual en los últimos años, cuando hace unas décadas era algo excepcional. 

Fuente: elaboración propia con datos de Aemet recopilados por datosclima.es y meteosolana.net

La tabla muestra los días de más de 40º grados en cada mes de julio desde 1981 hasta 2022, así como el promedio de temperaturas máximas y el valor más alto registrado en el mes, siempre referidos a la estación de Aemet en el aeropuerto de Granada. Y se puede comprobar cómo los días con más de 40º y el promedio de las temperaturas máximas han ido en ascenso.

Durante la década 1981-1990, en cinco de los diez años no hubo ni un solo día con más de 40 grados en julio. Y entre los otros cinco años se registraron en total 11 días de más de 40º. Solo en el mes de julio de este 2022 ha habido más días con más de 40 grados, 12, que en toda la década 1981-1990. 

En la siguiente década, 1991-2000, hubo dos años con julios muy cálidos, 1994 y 1995, especialmente el primero, con 7 días de más de 40º y una media de las máximas muy alta, 37,8º. También 1991 tuvo varios días de julio con más de 40 grados, 4, pero su promedio de máximas fue bastante más bajo, 34,7º. Porque antes de que impactara con fuerza el calentamiento global, a los días de calor extremo, que siempre los ha habido, se sucedían o precedían días de temperaturas más suaves, incluso por debajo de los 30º, algo que ahora prácticamente ha desaparecido, como así lo hemos sufrido este pasado mes de julio, en el que la máxima no ha bajado ningún día de 35º y la mayoría de días ha rondado o superado los 40º. 

En esa década 1991-2000, al igual que la anterior, hubo cinco años con julios sin días de 40 grados y otros cinco con jornadas que rebasaron ese valor. En conjunto, 18 días con máximas superiores a los 40º en toda la década. 

La siguiente, 2001-2010, no tuvo julios con excesivo calor, en cinco años no se registró ni un día con más de 40º y en los otros cinco hubo solo un día en cada julio que llegara a esa máxima. En total, 5 días de más de 40º en toda la década. 

Punto de inflexión en 2015

El agravamiento de las temperaturas se produce en la década pasada, 2011-2020, y sobre todo a partir de 2015, pues en los tres primeros años del decenio no hubo un solo día en julio de más de 40º. Pero 2015 marca un punto de inflexión: 13 días, cerca de la mitad del mes, con más de 40º y un promedio de máximas de 39,6º, muy superior a lo que se venía registrando y que aún no se ha rebasado. 

Los dos años siguientes, 2016 y 2017, también fueron de calor extremo en julio, con 5 y 9 días de más de 40º grados en cada julio y promedios de máximas por encima de los 38º. En 2017 se alcanzó, además, el récord de temperatura máxima, con 45,7º. Y, tras el respiro de 2018, sin días por encima de los 40º, de nuevo otro julio extremo, el de 2020, con 10 días de más de 40º y un promedio de máximas de 38,8º. 

Y la presente década lleva el mismo camino: en solo dos años, 2021 y 2022, se han registrado 17 días de julio con más de 40º.

Un dato resumen más que evidencia el calentamiento global que sufrimos en Granada: en los primeros 34 años de la tabla (de 1981 a 2014) hubo 36 días de julio con más de 40º, prácticamente un día por año. En los últimos ocho años (de 2015 a 2022) ha habido 57 días de más de 40º, un promedio de 7 días por año.

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La gráfica muestra la evolución de los promedios de temperaturas máximas de julio entre 1981 y 2022 en la estación de Aemet del aeropuerto y se aprecia a la perfección la tendencia al alza, especialmente en los últimos años. Al inicio de la gráfica, y salvo el pico de 1994, los promedios se mueven entre los 32 y los 36 grados. Pero en la parte final ya no bajan de 36º (excepto 2018) y superan los 37º, 38º y hasta 39º. Y es que los cinco julios más cálidos desde que hay registros han sucedido en los últimos ocho años. No se puede negar la realidad de los datos.