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Un estudio de la UGR revela falta de recursos personales, materiales y formativos en las residencias de mayores durante lo peor de la pandemia

E+I+D+i - IndeGranada - Viernes, 1 de Julio de 2022
Los profesionales de los centros que participaron en la investigación mostraron sentimientos de impotencia, abandono y deshumanización.
El estudio pone en evidencia la falta de recursos de las residencias.
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El estudio pone en evidencia la falta de recursos de las residencias.

Una investigación liderada por la Universidad de Granada (UGR) sobre la atención al final de la vida en las residencias de mayores durante la pandemia de COVID-19 revela que los recursos humanos, materiales y formativos fueron inadecuados.

El artículo “Inadecuados recursos humanos, materiales y formativos: una evaluación cualitativa de los objetivos del programa de atención al final de la vida de NUHELP en el contexto de la pandemia de COVID-19” ha sido publicado en Palliative Medicine, una de las principales revistas científicas de cuidados paliativos del mundo.

En este artículo han participado Emilio Mota Romero y Rafael Montoya Juárez, profesores del departamento de Enfermería de la Universidad de Granada y del Grupo “Aspectos Psicosociales y Transculturales de la Salud y la Enfermedad” (Grupo CTS-436), Daniel Puente Fernández, profesor de la Universidad de Jaén y del mismo grupo de investigación, así como Carmen Rodríguez Pertíñez de la Residencia Hogar Beato Fray Leopoldo, Gema Árbol Fernández del Centro de Salud de Peligros y Socorro Moreno Guerrero, de la Residencia Nuestra Señora de Fonseca de Granada.

El objetivo del artículo fue describir cómo la pandemia de COVID-19 afectó a las residencias de mayores y centros de atención primaria vinculados. En concreto, se centró en cómo los profesionales trataron de alcanzar los objetivos de un programa de intervención para mejorar la atención al final de la vida (Programa NUHELP) desarrollado para estos mismos centros justo antes de la pandemia.

Narran cómo lo vivieron en primera persona

Los resultados de este trabajo son novedosos porque, aunque se ha hablado mucho al respecto, son pocos los estudios que narran cómo los profesionales han vivido en primera persona la atención al final de la vida en un contexto tan castigado como las residencias de mayores durante las primeras olas de la pandemia. El artículo aporta testimonios concretos de la experiencia de los trabajadores de centros de mayores, que traspasó los límites de lo que hasta ese momento conocían como su actuación profesional.

Con respecto a la metodología, los investigadores llevaron a cabo 20 entrevistas a profesionales, 13 de residencias de mayores de Granada y Jaén, y 7 enfermeras de centros de salud de referencia de estas, que trabajaron en los centros entre marzo y noviembre de 2020, coincidiendo con las primeras olas de la pandemia.

Las entrevistas se centraron en estos cinco grandes temas: 

  • Valoración integral y seguimiento de un plan personalizado en función de las necesidades paliativas detectadas. 
  • Proporcionar información clara y accesible. 
  • Recabar y registrar la toma anticipada de decisiones. 
  • Proporcionar una atención anticipada a la pérdida y el duelo. 
  • Derivar aquellos pacientes a servicios especializados de cuidados paliativos en función de su complejidad paliativa. 

Las entrevistas se llevaron a cabo online, y se les pidió a los profesionales que describieran ejemplos concretos y cómo habían experimentado ellos esta realidad. Se realizó un análisis cualitativo de los temas anteriores, a los que se añadió un último tema de experiencias personales.

Los resultados muestran que la pandemia del COVID ha revelado múltiples carencias previas en la atención al final de la vida en residencias de mayores:

Así, no se realizaron valoraciones integrales de los residentes debido a la intensa carga de trabajo y excesiva rotación de personal. En muchos casos las valoraciones y seguimientos se centraron únicamente en aspectos relacionados con el COVID.

Con respecto a la información, las necesidades de información de los residentes no fueron satisfechas. Los profesionales emplearon las tecnologías (móvil, videoconferencia) para comunicarse con los familiares de los residentes que demandaban constantemente información. En algunos casos, fueron profesionales no habituales o que no prestaban atención directa a los pacientes los encargados de proporcionar información, con las limitaciones que esto conlleva.

Tampoco se llevó a cabo toma anticipada de decisiones como tal, sino que las decisiones estuvieron vinculada únicamente al traslado del residente al hospital. Muchos profesionales se lamentan de que en la toma de decisiones no se tuvo en cuenta suficientemente las opiniones de los residentes.

El estudio de la UGR también refleja que se llevaron a cabo medidas para permitir a los familiares de los residentes pasar los últimos momentos de vida con ellos, a veces incluso en contra de las férreas restricciones impuestas en las residencias. Los profesionales de este estudio manifiestan cómo prevén la aparición de un duelo complicado en aquellos casos en los que no existió despedida.

La derivación de los casos complejos a servicios especializados de cuidados paliativos dependió de la coordinación entre los centros de atención primaria y las residencias. Mientras que unos centros manifestaron su satisfacción al respecto, otros profesionales se sintieron abandonados por las instituciones sanitarias.

En general, los profesionales entrevistados en este trabajo trasladan sentimientos de impotencia, abandono y deshumanización. Los autores concluyen que se precisan mayores recursos humanos, materiales y formación específica en cuidados paliativos en residencias de mayores.